Ni ouat ni sus personajes me pertenecen, por el contrario la historia sí es mía.

Este fic va dedicado a mis chicas del whatsapp swanqueen, a las del grupo evil regals, al grupo de las reinas, a mi petita, a mi morena, a Irina, a amandis la tetis y por supuesto a mi manager adorada.

Va especialmente dedicado a mi amada esthefybautista, porque la amo con toda mi alma y todo lo que escribo lo hago por amor a ella.

A mi Miss Swan tata favorita, porque su presión me anima a seguir escribiendo, a Vero porque aunque casi no hablamos la quiero y a Natalia porque es la mejor del mundo.

Gracias a los que me leen y comentan, ayuda mucho saber vuestras opiniones. Sin más os dejo disfrutar del capítulo no sin antes recordaros que debéis leer a franchiulla, my dark queen, MaryMontoya17, EvilSwanQueen21, Erpmeis, el lado ciego del amor y por supuesto a mi amada esthefybautista.

CAPÍTULO 1 PRIMER DÍA EN LA 108

Primer día de octubre, los árboles empezaban a teñirse con los apagados colores del otoño, las hojas a caer, dejando una alfombra ocre y marrón por las aceras, primer día de clase tras un largo verano para reponer las pilas y empezar de nuevo con la rutina, estudiar hasta tarde, pasear los apuntes de un lado a otro para obtener el merecido premio, calificaciones intachables y menciones de honor.

A sus veintitrés años amaba lo que hacía más que a nada en el mundo, a pesar de que su familia le había insistido que usara su inmensa capacidad en alguna carrera que le deparase un futuro, ella siempre supo que literatura era la mejor opción, su pasión, amaba los libros como amaba la vida y por mucho que tuviera pocas salidas profesionales, prefería dedicar su vida a enseñar aquello que le gustaba que amargada trabajando en cualquier cosa que para ella no tuviese sentido.

Sus cabellos negros alborotados por el viento, su chaqueta del mismo color colocada impecablemente sobre ella mientras con una sonrisa y sus ojos color chocolate brillando por la emoción de volver a sumergirse en sus libros, en las cuatro paredes de la facultad, respirar el ambiente calmado y tenue de los estudiantes, era como un mundo paralelo donde se sentía mejor que en su propia casa, llegó a la facultad y sonrió con ganas a su mejor amiga, que la esperaba de forma impaciente.

Ruby y ella eran muy diferentes y a la vez inseparables, de cabellos rojizos y tendencia a meterse en más de un lío, desde el primer día de clase hacía ya cuatro años se había vuelto su protectora y por encima de todo su mejor amiga.

Estaba nerviosa, en sus ojos oscuros podía leerse la duda como un libro abierto, no sabía si había acertado al elegir las asignaturas especificas de su carrera, un impulso la empujó a decantarse hacia la creación literaria aunque no sabía si era buena en eso. En su momento le pareció un reto, algo más que enfrentar, pero estando tan cerca de empezar las clases una punzada de miedo se apoderó de ella, se enfrentaba a lo desconocido por primera vez y no sabía si saldría victoriosa.

Ruby agitó su mano frente a su rostro, como una payasa intentando llamar su atención, ya que se había quedado sumida en su propio mundo pensando en que, en unas horas, tendría por primera vez clase en el aula 108.

-Morena, no me haces caso ¿Qué tal las vacaciones?

-"Bien, tranquilas, leyendo y paseando por la playa ¿Las tuyas?"

-¿Me vas a decir que este verano tampoco ha aparecido por fin el hombre de tu vida?

-"El hombre de mi vida es un buen libro, intuyo que te lo has pasado bien estos meses"

-Lo habría pasado mejor si no hubiese estado pensando cada día en por qué te hice caso y escogí Metodología y creación literaria, segura que suspendo

-"No tenías que haberla escogido, yo la escogí porque quiero aprender algo nuevo"

-No me da miedo la asignatura, me aterra la profesora que la imparte, dicen que da escalofríos, tiene una forma de mirar que da miedo y casi nadie aprueba con ella, seguro que por hacerte caso no me licencio

-"Si no te licencias es porque no quieres, no me eches a mí la culpa"

-Me vas a decir que no te da un poco de mal rollo esa asignatura

-"No, habrá que estudiar, trabajar y sacarla adelante como las otras, por muy dura y terrorífica que sea la profesora"

Casi sin darse cuenta, entre risas y algún que otro cotilleo, llegó la hora de enfrentarse a la novedad, el aula 108.

Entró y se sentó en primera fila, le gustaba estar cerca para no perderse detalle de las cátedras de los profesores y esta en particular la tenía intrigada. Emma Swan, cuando supo quién le daría clase estuvo investigando, le gustaba conocer a sus profesores, saber de dónde habían salido y por qué merecían un puesto en tan prestigiosa universidad.

La profesora Swan era una eminencia, licenciada cum laude mucho antes de lo normal, con un intelecto muy superior, escritora de varios libros y reconocida mundialmente, era un honor tenerla como mentora por mucho que las habladurías dijeran que era un hueso duro de roer y casi imposible superar su asignatura.

Ruby estaba sentada a su lado, molesta por la costumbre de sentarse tan cerca, ella prefería las filas de atrás donde podía chatear libremente desde su teléfono o dormirse si se aburría. Iba a replicarle que se mantuviese callada cuando hizo su entrada una mujer, de mirada clara y penetrante, cabellos rubios ondulados y ropa sencilla, unos simples vaqueros y una camiseta básica de color blanco, bajo una chaqueta de cuero roja. Nadie reparó en ella, la docena de alumnos que había ahí desperdigados siguieron hablando entre ellos, pensando que aquella mujer era una alumna más dada su juventud, solo la morena de la primera fila se la quedó mirando con curiosidad, al ver que no se perdía entre los asientos y que miraba de forma inquisitiva a aquellos que no prestaban la más mínima atención. Sus ojos claros se clavaron en ella y un escalofrío recorrió su espalda, su mirada era penetrante, tanto que por un instante sintió como si esta pudiera leer cada uno de sus pensamientos, su rostro era serio, señorial, sus labios se curvaban en una mueca de desprecio.

La mujer se dirigió a la pizarra, dejando sobre la mesa un pequeño maletín y escribió con grandes letras "Metodología y creación literaria: ¿Cómo crear una obra de arte escrita?"

Al poco todos se callaron y observaron a aquella que tomaron por alumna, mientras esta carraspeaba y empezaba a caminar lentamente de un lado a otro de la tarima, sin apartar sus ojos verdeazulados de sus alumnos.

-Mi nombre es Emma Swan, para ustedes soy la profesora Swan. Las horas de tutoría son los martes a las tres de la tarde, no respondo preguntas ni recojo súplicas fuera de ese horario.

A estas alturas de carrera supongo que sabrán que no hay que andarse con tonterías, aquí se viene a aprender y si no aprenden no es mi problema sino el de ustedes, no toleraré según que comportamientos.

Ella permaneció en silencio unos instantes, sus duras palabras habían estremecido a más de uno pero no a la morena que, fascinada, no podía apartar la mirada de aquella imponente mujer.

Un nuevo cruce de miradas y la profesora se dirigió a ella, con autoridad, provocándole temblor por todo el cuerpo.

-Usted, en la primera fila, la morena, cuál es su nombre

-"Mills, Regina Mills…"

-Señorita Mills, supongo que ha leído el manual de literatura del célebre Martín de Riquer, sino no estaría aquí

-"Sí profesora Swan, lo leí"

-¿Recuerda si había en él algún consejo sobre cómo crear literatura? ¿Qué pasos a seguir?

-"Cre…Creo que no profesora, al menos no que yo recuerde"

-Eso es porque no existe manual en el mundo capaz de poner las bases a la creación, dígame señorita Mills, ¿Cómo cree que un montón de palabras sobre un papel pueden llegar a convertirse en arte escrito?

-"No lo sé profesora Swan"

Nuevamente su mirada, intensa, mortífera, por unos instantes se sintió empequeñecer y sintió como sus mejillas se cubrían de color rosado. Emma apartó la mirada de la morena y dirigió la misma pregunta al resto del aula, obteniendo el silencio como respuesta, no le extrañó pues era precisamente lo que necesitaba.

-No se puede recoger en un manual algo que nace de los sentimientos más profundos de la persona. Puedes ser el más inteligente, el más brillante, el mejor en cualquier cosa, pero no poseer el don de crear amor, de provocar lágrimas, dolor, miedo, celos, todo con unas simples palabras. La literatura nace de la necesidad del hombre a explicar el origen de una lágrima, la llama que provoca una caricia… La belleza de las cosas pequeñas, la magia de algo tan negro y temido como la muerte.

Si pensaban que estudiando un manual aprobarían mi asignatura estaban muy equivocados, para aprobar mi asignatura deben ser capaces de sentir, de crear y créanme, no todo el mundo puede.

Salió del aula como había entrado, sin hacerse notar y dejó a los alumnos blancos y conmocionados. Comentarios como "Si no sé que estudiar cómo demonios voy a aprobar" o "¿Has visto cómo mira? Parece que va a asesinarte con la mirada" llegaban a los oídos de Regina pero esta no prestaba atención, conmocionada y a la vez completamente asombrada pues, por primera vez desde que empezó la carrera, sintió que iba a aprender de verdad, a pesar de lo excéntrica que era su profesora.

Ruby volvió a reclamarla llamando su atención, empujando levemente su brazo pues debían marcharse a su siguiente clase. Por los pasillos la morena iba a en silencio, repasando mentalmente el discurso inicial de Emma Swan, comprendiendo por qué tenía la fama que tenía, cuando Ruby la paró en seco. Al mirar el rostro de su amiga vio en él una tímida sonrisa.

-"¿De qué te ríes pelirroja?"

-Ya sé porque no encuentras al hombre de tu vida morena

-"¿En que se basa tu nueva teoría?"

-En cómo te has quedado mirando a la profesora Swan, vamos Gina admítelo, te gustan las mujeres