Siempre cuidare de ti
DISCLAIMER: Saint Seiya no me pertenece, eso se sabe. Na más que decir.
Y antes de nada, decir que el fic se situaría en el período de paz que hubo entre la Saga de Poseidón y la actual Saga de Hades. (He visto ya hasta el capi 19! -ojitos de corderito- X3 Quizás no tiene mucho sentido escribirlo ahora que la saga de Hades está más que empezada, xo el fic lleva... qué sé yo el tiempo en mi orde, y no me gusta dejar las cosas a medias. es más, me revienta hacerlo! Y ya por último y os dejo tranquilos... Sí, el fic no tiene razón de ser X.x no hay por donde pillarlo, pero se me ocurrió y me gustó n/n soy muuuuyy rara. Pero en fin, como siempre digo: dudas, quejas, amenazas de muerte, insultos... en review o correo-e. Bueno, si hay algún elogio también será aceptado D que digo yo que bueno tan malo no es el fic, no hay por donde pillarlo, pero en fin... rayos! q voy a decir yo que soy la autora, leedlo y luego matadme!
-1-
Caía la noche otoñal en un barrio costero. Cinco personas volvían de regreso a su casa tras haber visto una preciosa puesta de sol. Desde hacía bastante tiempo habían estado tranquilos. Sin enemigos, sin peleas... una utopía hecha realidad.
-Me parece increíble que ya no tengamos que volver a luchar –decía con alegría Shiryu.
-Pues yo voy a tomarme unas vacaciones de aúpa. –comentó Seiya mientras daba varias volteretas y mortales a lo que todos sonrieron felices.
-Y, que pensáis hacer ahora? –preguntó Saori.
-Yo volveré a china, a los Cinco Picos. –habló el moreno.
-Yo sé a quién quiere ver! –dijo muy pícaro el castaño por lo que el aludido se sonrojó.
-Tiene todo el derecho, creo yo.
-Gracias Shun! Por cierto, tú que tienes pensado hacer? Creo que había por ahí una chica que se derretía por tus huesos no?
-Ahora vas a empezar tú Shiryu? –preguntaba Hyoga divertido.
-Mmmm... tengo curiosidad!
-La curiosidad es buena! –apuntó Seiya.
-La curiosidad mató al gato. –rió la pelimorada.
-Y bien? –preguntó Shiryu a lo que todos se pararon mirando al peliverde.
-Eso, es asunto mío! –dijo sacando la lengua.- Y tú Seiya? Qué harás con Miho?
-Qué? Yo? Qué? –decía nervioso con la cara tremendamente roja.
Todos se echaron a reír. Hacía tiempo que no podían hacer eso. Y quién sabe si duraría para siempre.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Era de noche. En la mansión Kido se todos se preparaban para cenar. Había sido eldía libre de los sirvientes; incluso Tatsumi se había tomado el día libre. Bueno, había sido obligado a tomarse el día libre, bajo la amenaza de ser despedido.
Shiryu preparaba la cena. No es que fuera un cocinero de renombre, pero Shunrei le había enseñado un par de cosas,y ya había hecho sus pinitos en cocina, cosa que los demás no podían contar. Mejor que cocinara él y no otro.
Seiya no estaba muy convencido con la idea. Tenía buen estómago, pero no se imaginaba que un compañero suyo pudiera hacerlo.
Por el contrario, Shun y Hyoga estaban tranquilos, se fiaban del Dragón. Además tenían buenas referencias. Sí, en alguna ocasión habían probado alguna de sus creaciones, y no lo hacía mal el chico.
Sin embargo ese día el joven de pelo verde no se encontraba demasiado bien. De hecho se había acostado un rato por la tarde, ya que su cuarto no parecía tener intención de parar de dar vueltas. Aunque cierto es que la situación no cambió mucho estando acostado. Escuchó varios golpecitos en la puerta y a continuación se abrió, dejando ver al rubio que le miró preocupado.
-Shun, te pasa algo? –se acercó a tomarle la temperatura, aunque todo estaba en orden.
-No, sólo que no me encontraba muy bien. –dijo incorporándose en la cama.
-Si es que no se puede salir hasta tan tarde! –le regañó.
-Jejeje! Ese eres tú, no yo! –se burló sacándole la lengua.
-Qué? –dijo fingiendo desconcierto- Anda! Je es verdad! Jejeje!
-Por cierto, que querías?
-Ah! Sí! Shiryu dice que la cena ya está lista, que vayamos bajando.
-Habrá que poner la mesa... –comentó mientras se levantaba.
-Nop! Aunque parezca increíble eso lo está haciendo Seiya. –comentó con sorna mientras salía por la puerta.
-Increíble! –dijo bastante anonadado, sintió que se volvía a marear, de nuevosu cuarto tenía la intención de convertirse en noria.Cerró los ojos y respiró lentamente unos segundos hasta que la sensación desapareció.
Ambos bajaron las escaleras hasta la planta baja. Allí estaba ya la mesa puesta, en la que estaban ya sentados Saori y Seiya, mientras que Shiryu iba y venía con platos de la cocina. Al llegar saludaron a los que estaban en sus sillas.
-Vaya, Shun! Tienes mala cara!
-Sí, Seiya, siempre es un placer verte!
-Te encuentras bien? –preguntó preocupada la chica.
-Sí, no es nada.
-Desde luego no pueden decir que no tengamos valor!
-Seiya! Deja eso ya! –le reprochaba la chica.
-Es verdad! Quién nos dice que eso estará bueno? En serio cuantas veces habéis comido algo que Shiryu ha preparado?
-Yo, cuatro. –dijo el rubio como si tal cosa.
-Yo, cinco. –comentó el peliverde mientras se llevaba el vaso de agua a la boca.
-QUÉ!
-Si, yo unas cuantas veces también –comentaba con una sonrisa la princesa.
-POR QUÉ VOSOTROS SI Y YO NO?
-Por que pasan más tiempo aquí que tú, culo de mal asiento! –decía el que llegaba con la última bandeja de la cocina.- Y no olvides la apuesta, si te gusta lavarás los platos; si no, los lavaré yo! Pero sé que te gustará! Jajaja!
La cena transcurrió con toda normalidad. Casi no parecían ni ellos. Pudieron comer tranquilos. Sin prisas, sin interrupciones. Salvo algún chistecillo, alguna broma, incluso una pequeña pelea de comida. A continuación todos colaboraron para recoger la mesa. Seiya tendría que lavar los platos, no sólo le había gustado, sino que le había encantado. Así que tenía que tragarse sus palabras. El ruido de unos platos estrellándose contra el suelo los hizo reaccionar.
Al llegar al comedor, vieron un montón de platos rotos y a Shun tirado en el suelo inmóvil.
-Shun, que ha pasado? –preguntó Hyoga.
-Habrá sido la comida de Shiryu?
Todos le miraron mal, siempre tenía que sacar algún comentario. No obstante, ninguno dijo nada más. No tardaron en darse cuenta de que algo no iba bien. Trataron de despertarle pero fue inútil. Llamaron a una ambulancia y partieron hacia el hospital a toda velocidad.
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En medio del vacío de la nada el cuerpo de muchacho un peliverde yace en posición fetal sollozando. Un peliazul lo ve desde lejos y se acerca. Llamándolo.
-Shun! Shun! – llamaba al peliverde
-Te necesito… donde estás? Quiero verte… Hermano…
La imagen del chico se volvió borrosa, como si una niebla se hubiera levantado de repente. El mayor trata de disolverla, separándola con las manos.
-Shun! Dime, qué ocurre? Qué pasa!
-Hermano, no me dejes, por favor; no quiero morir solo…
-Morir sólo? –inquirió asustado- Pero qué tonterías estas diciendo! –la imagen del chico desaparece en la lejanía, mientras el otro lo llama a gritos.
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En una habitación, el chico peliazul se despertaba en la madrugada bañado en sudor respirando agitadamente.
-Y ese sueño… por qué? Que querría decir? Tengo un mal presentimiento, y tiene q ver con mi hermano.
Se levantó y miró por la ventana, asintió en silencio.Y tal cual, se vistió y marchó rumbo al aeropuerto.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
En un hospital de Japón, tres chicos y una chica, esperan fuera de una habitación. El dolor y la desesperación se reflejan en sus rostros. A través del cristal observan como su amigo esta unido a un sin fin de máquinas y cables, que hacen ruiditos. El chico está sereno, dormido, sin moverse, su piel ha palidecido bastante,no esta bien y eso se nota.
-Fue tan repentino –dijo un chico castaño
-No podemos hacer nada? –quien hablaba era un pelinegro.
-Ni siquiera saben a qué se debe –decía el rubio
-Si al menos… me siento tan impotente… quisiera hacer algo –decía la chica pelimorada
-Ya lo estás haciendo –decía el castaño
-Claro –el rubio- estás buscando a Ikki. Con las ganas que él tiene de verlo.
-Sí, el te está muy agradecido –el pelinegro
-Lo sé, pero, aun así…
Pasos que se acercaban rápidamente al lugar, una figura traspasaba las puertas. Era Ikki.
-Donde está? –preguntó desesperado.
Todos le miraron petrificados. Hablanban del Rey de Roma y por la puerta asomó. Lo habían buscado por cielo, mar y tierra, sin hallar señales de vida; y ahora, sin más llegaba por su propio pie, salido de quién sabe donde; y con una idea bastante clara de la situación. Desde luego la relación de esos dos hermanos era muy especial, no recordaban a nadie más que pudiera decir que sabía en todo momento si a sus familias les iba algo mal.
-Ahí –señaló Seiya la habitación- Tratamos de localizarte, pero no hubo forma…
-Que pasó?
-No lo sabemos. –señaló Hyoga, con el rostro descompuesto por el dolor.- Estábamos cenando y parecía estar bien y después… -no fue capaz de decir más.
-Cayó al suelo creímos –hablaba Shiryu- que fue un tropezón o un desmayo; pero no fue así. Por más que quisimos, no pudimos reanimarle, sellevó tres días inconsciente…
-El médico dice que no sabe de que se trata, sólo es algo que lo esta matando… y nada se puede hacer salvo verle morir… -decía Saori con gran angustia y lágrimas en los ojos.
-No! –gritó furioso- Es mentira! Estáis mintiendo! No quiero creeros…
-Hay algo... -dijo Hyoga dudando de lo que podría ocurrir si el hermano del peliverde se enteraba- hace varios días estuvimos en una misión, como no localizamos a nadie fuimos Shun y yo por nuestra cuenta, al fin y al cabo no era nada aparentemente peligroso –se detuvo un momento para ver a Ikki, temía que se le abalanzara y no pudiera escapar a tiempo; ni el mismo se explicaba como se había arriesgado a ir sólo ellos dos- Se informó de la aparición de una extraña isla que no constaba en ningún mapa. Al parecer, había actividad extraña. Aunque no se pudo concretar que quería decir eso. Su localización estaba próxima a la Isla de la Reina Muerte –los ojos del mayor se abrieron hasta decir basta- cuando llegamos no encontramos nada raro.
-Flash Back-
Era una tarde oscura, que presagiaba tormenta. Shun y Hyoga viajaban en un helicóptero de la Fundación rumbo a la que se había bautizado ya como "La Isla Misteriosa". Un nombre que le venía de perlas, teniendo en cuenta que apareció de la noche a la mañana. No constaba en ningún mapa, ni cartas de navegación, ni siquiera en algún cuaderno de bitácora... nada. Así que teniendo en cuenta la situación, el nombre era más que apropiado.
Descendieron del aparato. Era un lugar inhóspito. Pudiera ser una isla volcánica; como poder, podría haber sido hasta una hamburguesa gigante. Pero resultaba imposible de creer quefuera creación de la naturaleza.
Empezaron a caminar. No había signos de vida, lo cual teniendo en cuenta las condiciones del terreno era normal.
-Bueno, aquí estamos! –sentenció Hyoga- Y ahora, que hacemos! Ves algo? –observó a su compañero, y notó que las cadenas de éste se agitaban- ocurre algo?
-Vayamos con cuidado. Algo me da muy mala espina. –no sabía que era, pero algo hacía que se le erizara el bello, como un mal presagio.
-Pues yo no veo a nadie. –comentó como si tal cosa.
-Que no lo veas no quiere decir que no esté, no? –dijo con una sonrisa- anda, busquemos respuestas sobre el origen de esta isla, su creador, o lo que podamos hallar.
-Crees que la isla es de creación humana? –preguntó extrañado mientras caminaba a la par del otro.
-No sé si humana es la palabra, pero este lugar no pudo aparecer aquí por generación espontánea y la naturaleza no crea algo tan grande en tan poco tiempo. Algo o alguien la puso aquí.
Llevaban ya un buen rato caminando. En varias ocasiones las cadenas de Andrómeda habían dado señales de peligro que después habían quedado en simples sustos sin importancia. No obstante el muchacho sabía que algo no iba bien esas cadenas no vibraban por nada. Si lo hacían es por que algún peligro veían. Por eso no se quedaba tranquilo.
-Ya hemos estado por aquí... creo. –dijo no muy convencido el rubio.
-Sí, lo sé. Pero por aquí fue por donde las cadenas reaccionaron con mayor violencia. –decía buscando de un lado para otro.
-Yo sigo sin ver nada –dijo cansado mientras se sentaba en una roca.
En ese momento las cadenas se agitaron de nuevo, y salieron disparadas en una dirección. Shun casi sale volando detrás de ellas.
-Pero que rayos...! –preguntó el Cisne ante esa situación.
-Te dije que había algo! –gritó tratando de contener las cadenas.
Una risotada les hizo comprender que ya no estaban solos. De entre las sombras apareció un guerrero con una larga melena pelirroja, ataviado con una armadura oscura y maya interior del mismo color y un arco que desprendía un fulgor maligno.
-Quién eres? Identifícate! –ordenó Hyoga.
-Yo? Sois vosotros los que habéis invadido mi isla, no os parece? –contestó con sorna. Su voz era más bien grave aunque parecía femenina.- Aunque en el fondo habéis hecho lo que yo esperaba. –rió por lo bajo- y ahora vais a morir!
Antes de que pudieran percatarse, la figura se había desplazado de su posición. Ninguno de los dos la veía por ningún lado. Al girarse el rubio pudo esquivar una patada que venía directa hacia él.
-Pero dónde está? –preguntó desesperado viendo en todas direcciones.
-Allí! –gritó Shun lanzando la cadena.
Un grito de dolor anunciaba que lehabía alcanzado. En ese momento el caballero del Cisne se preparó para lanzar su ataque "Polvo de Diamantes". Un nuevo gritopudo escucharse en el silencio de aquel lugar.
-Argh! Malditos! Pagaréis por esto! –gritó amenazadoramente con la voz cargada de rabia.
De nuevo desapareció en las tinieblas. Ambos caballeros se reagruparon y trataron de encontrarla una vez más. Las cadenas reaccionaron ante algo y el peliverde las lanzó contra aquello. Se oyó como si algo cortara el aire a gran velocidad.
-Cuidado! –exclamó el caballero de Andrómeda poniéndose delante del Cisne. Sintó como algo lo atravesaba y no pudo evitar gritar de dolor, hincando una rodilla en el suelo.
-Shun! Estás...? –no le hizo falta preguntar vio que algo oscuro y alargado se había clavado en su hombro derecho.
-No es nada. Solo me ha dado en el hombro. –dijo mientras se la arrancaba de cuajo.- Es una simple flecha.
-Debemos tener cuidado. No sabemos donde puede estar ahora. –murmuró ayudando a levantarse al otro.
-Quién habrá dicho eso antes?
-Lo sé, debí hacerte caso...
Los muchachos permanecieron en alerta temiendo un ataque por sorpresa, pero no ocurría nada. Además las cadenas ya no reaccionaban, era como si ya hubiera desaparecido el peligro. Tras varios minutos de inactividad, decidieron volver a la fundación. Harían un informe y verían la herida del peliverde, aunque éste seguía diciendo que no era nada.
Mientras subían al transporte que los había traído hasta ahí, alguien les observaba.
-De momento os dejaré marchar... además he conseguido mi propósito. Espero que sufras... tanto como sufrí yo caballero... mwahahah!
-Fin Flash Back-
-Eso fue lo que pasó. -terminaba de contar Hyoga- Shun fue herido por protegerme.
-Deja de atormentarte con eso, Hyoga –el pelinegro sabía que su amigo estaba sufriendo más que los demás pues el sentimiento de culpabilidad era enorme, máxime si se trata de Shun, ya que todos sentían la necesidad de protegerle.
Ikki no dijo nada, no le reprochó nada a Hyoga, no tenía motivo, únicamente apoyó su mano en el hombro del rubio tratando de consolarle y sin mas entró en la habitación. Allí estaba su hermano, atado a máquinas y máquinas; aquél sonido traía recuerdos a su mente que iban despertando, después de haber dormido por siglos…
-Shun, qué te ha pasado? otra vez… otra vez me veo en un hospital temiendo por tu vida, por qué? Por qué te empeñas en dejarme? No lo hagas, por favor, no ahora que podemos ser felices, ahora que no hay enemigos. Ahora no me dejes, Shun, por favor…
-Her….ma…..n…. hermano…. Has venido? hn…. entonces…. me sentiste… gracias…por…
-Shhh… no hables Shun, onegai!
-Una vez mas te estoy preocupando tontamente… como cuando éramos pequeños –por su rostro parecía cansado. Aunque sonreía, se le veía realmente mal.
-Shun, soy tu hermano mayor, y mi deber es cuidar de ti… además no es nada que lamente.
-No sabes qué ganas tenía de verte!
-Lo sé… ahora descansa vale? Luego hablamos.
-Hn! sí… -dijo mientras se dormía otra vez…
También el fénix, se durmió sosteniendo la mano de su ototo.
-Sueño-Flash back-
Era una tarde tranquila aunque nublada, en un pequeño parque de pueblo costero, dondevarios niños jugaban y se divertían; en unos columpios se hallaban un niño rubio de grandes ojos azules y otro pelinegro de larga melena, de ojos verdes. En el tobogán se lo pasaban en grande lazándose un pequeño de pelo castaño y dos niñas una peliazul y la otra morena. En el centro del parque jugaban con un balón de fútbol un pequeño depelo verde y otro, mayor que este, depelo azul.
El pequeño chutó el balón con todas sus fuerzas dándole al otro en la cara, dejándole la marca roja, y una ligera hemorragia nasal, además de unas ganas de venganza inmensas, que se cobraría en el momento en que se levantase pues tenía pensado hacerle cosquillas al otro hasta que le suplicase parar.
El peliverde, asustado por ver al otro caer hacia atrás con la boca abierta y los ojitos de espiral corrió raudo y veloz a comprobar que se encontrase bien.
-Ikki! Ikki! Estás bien? –preguntó temiendo haber hecho daño a éste. El otro chico no se movió…- Ikki! Por favor hermano! Qué he hecho! –se acercó corriendo, cuando tomó al otro en brazos, éste abrió los ojos y sonrió con la malicia sana de un niño que sólo busca divertirse como lo que es, un niño.
-Jejejeje! Ahora veras Shun! Jajajaja!
-Jajajaj! No hermano, sabes que tengo muchas cosquillas! JAJAJAJAJA!
-Je! Esto va a dejar marca! Así que tú también te vas a llevar algo! –y de nuevo volvió a la carga con más cosquillas haciendo que el otro se encogiera y se estremeciera debajo suyo, pues ahora era él quien dominaba, ante la mirada infantil de sus compañeros de juegos que observaban la escena sonrientes.
Las cosquillas cesaron, pues ambos necesitaban respirar.
-Fue un buen disparo hermanito… lastima q fuera falta! ¬.¬
-Cómo falta! Oye! Q tu no sepas parar el balón con las manos no es mi culpa!
-Je! Shun, deberías apuntar mejor! Por que ya es la octava vez que cuento que me lo lanzas a la cara. –sacándole la lengua, comentario ante el cual el pequeño se enfadó.
-Es la 9ª. –el que hablaba ahora era el rubio, que seguía balanceándose en el columpio.
-La 10ª. –replicaba el pelinegro.- Yo conté diez con esta!
-mmmm… cierto! –decía mientras echaba cuentas con los dedos.
-V/V Gomen… -decía el peliverde.
-No pasa nada, Shun! –ahora hablaba el castaño- Ikki es un exagerado! No veas como pega él, mira –le mostró un chichón oculto por su cabello- esto me lo hizo el burro de tu hermano. Y dolió! T.T
- XP Sí, claro! Por que no pruebas la fuerza de mi hermano, Seiya! O acaso crees q es un debilucho? Por que no es así! No veas como pega el jodio'! –ahora el pequeño sonreía feliz, de oreja a oreja.
-¬o¬ si claro! Mírale como le defiende!
Todos comenzaron a reírse de nuevo, y así pasaron unos veinte minutos más; tras los cuales el peliazul tenía ya la cara roja, llena de tiritas.
-Shun, onegai! Chuta en una dirección diferente a la de mi cara… TT.TT#
-n/nUU Hai! –le dio tal patada al balón que salió por encima de la verja del parque.
-HALA! –fue la exclamación al unísono de todos los pequeños.
-Gomen nasai –dijo el pequeño Shun- iré a buscarla.
-Espera. –Ikki le detuvo, con una mano en el hombro- Soy el mayor; yo iré a buscarla.
Y así hizo; la pelota había ido a parar al medio de la carretera, miró bien a ambos lados y comprobó que no viniera nadie, tomó la pelota sonriendo cuando vio el rostro descompuesto del resto de sus amigos, que gritaban su nombre de modo desgarrador. Lo siguiente que atinó a ver fue un gran coche echársele encima; cerró los ojos sintiendo un golpe, algo lo lanzaba por los aires haciéndole caer sobre el frío asfalto. Podía oír a sus amigos gritar pero no sabía por qué; temía abrir los ojos y verse. La lluvia comenzaba a caer. Abrió los ojos por petición del pelinegro, quien temía que algo malo le pasara.
-Ikki! Ikki, abre los ojos por favor! Ikki! Tú también no! Por favor…
-Tranquilo Shiryu! Estoy bien -.o -dijo abriendo primero un ojo y luego, cuando vio q su cuerpo estaba entero, el otro. Uff! -suspiro aliviado
-Ikki… - miraba al suelo con los puños apretados y los ojos anegados de lágrimas
-Mmmm! –preguntó sin entender
-Ikki… Shun… -tartamudeaba, su voz se perdía en su garganta
-He? –dijo incorporándose al ver la reacción de Shiryu, quien miraba a un corrillo de gente que se había formado delante de un coche cuyo parabrisas estaba roto y manchado de sangre.
Inconscientemente volvió a revisarse, estaba arañado y quizás magullado, pero ninguna de sus heridas era tan grave como para haber llenado así el coche. El agua de la lluvia llegaba a sus pies tiñéndolo todo de rojo. Entonces comprendió; recordó el golpe; había sido más como un empujón, quizás por eso sólo tenía heridas leves; pero entonces…? se levantó como si un resorte tuviese bajo él. Entró al corrillo abriéndose paso entre la gente para ver al rubio sosteniendo entre sus brazosa su hermanoque sangraba profusamente.
-Cómo está…? Dónde…? Ik…Ikki está bien? –repetía el pequeño con los ojos desorbitados- Hermano…
-Tranquilo, Shun! Respira hondo –le decía el rubio.- Tranquilo, ya verás como Ikki está bien! Tú le salvaste, tiene que estarlo –dijo mirando en la dirección en la que había ido Shiryu, para ver al hermano del que descansaba en sus brazos acercarse temeroso, temblando con su rostro lleno de lágrimas. Asintió para que reaccionara y cerró los ojos tratando de contenersu propiollanto- Shun aguanta, onegai! La ambulancia estará al llegar…
El peliazul no se creía lo que estaba pasando, llegó a la altura de su hermano, y lo tomó entre sus brazos, el ojiazul se lo dejó con cuidado y se perdió en el llanto.
-Shun…. –su voz era entrecortada, estaba llorando, no era capaz de hacerse el fuerte, se supone que siendo el mayor, debía guardar la calma, pero el tener el frágil cuerpo de su hermano y sentir que se le iba era demasiado para cualquier niño, por muyhermano mayor que fuera- Por qué? Por que lo hiciste? Por que no te quedaste con los otros…? –apoyó su frente contra la del ser que sonreía pese a la situación en la que estaba
-Por que… eres mi hermano… no podía dejar que nada malo te ocurriera… hn! Tú siempre cuidas de mí… algún día debía ser al revés, no? –sonrió casi sin fuerzas- Te quiero mucho her…ma…no –empezó a cerrar los ojos.
-No! –lo movió para espabilarlo- No te duermas! Aguanta! Ganbatte! No! –el pequeño se dormía en sus brazo, se le iba; que podía hacer?- NOOO! No me dejes Shun, por favor…
En un hospital, los niños permanecían a la espera de lo que les dijeran los médicos. Afortunadamente, el pequeño peliverde había sobrevivido, estaba mal herido, pero fuera de peligro. Todos respiraron tranquilos. El mayor pasó a verle; se veía tan frágil su hermanito. Contuvo las lágrimas y besó su frente, tomándolo de la mano.
-Oniisan… estas bien? –dijo abriendo levemente los ojos el otro asintió- menos mal… -se sonrieron
-Shun, siempre cuidaré de ti…
-Lo sé, gracias Ikki!
Pasaron toda la noche juntos y a los pocos días volvieron juntos al orfanato…
-Fin Sueño-Flash Back-
-Y aquí estamos otra vez… -dijo mirando a través de la ventana- pero al igual que antes, no te dejaré, no; cuidaré de ti, como buen hermano mayor, volveremos a vivir juntos, y no permitiré que nada te dañe… hoy renuevo mi promesa: "SIEMPRE CUIDARÉ DE TI" –dijo con la determinación de encontrar la solución a lo que fuera que le pasaba a su hermano.
Bien antes que nada, no recuerdo mucho Saint Seiya, espero que no esté muy mal y que os guste no se cuándo lo podré continuar, xo no lo dejaré parado indefinidamente, lo que me pasó con el de BeyBlade es q mi ordenador cascó, xo no lo dejé por que sí, lo malo es q vienen los exams de febrero de la uni.. (ahora los de junio XP y los de sept, xq no!). bueno es el 3 fic q escribo, subidos a esta pagina tengo 3 (ya 4!) uno de BeyBlade, otro de Generator Gawl y éste... (y uno de Saiyuki q ya ta terminao!) y me debo a los tres. Como habréis comprobado no soy muy buena escribiendo asi que, cualquier ayuda que me podáis brindar os la agradeceré. n.n
Como siempre digo, si queréis echarme una mano (mejor si no es al cuello) para que el fic quede como este gran anime se merece podéis dejar vuestra opinión, acepto tanto review como e-mail.
Lo he cambiado un poco, ya llevaba tiempo meditando eso, en lugar de hacer que Hyoga explicara por encima lo ocurrido, hacer un flash back. Ya me contaréis que os parece. No se si se hacen pesados los Flash backs espero que no. Sólo hay dos aunque son larguitos. Iba a haber más pero lo modifiqué para q apareciesen como parte de la narración normal y no un suceso del pasado.
Si, ya se que el sueño-flash back de Ikki no hay por donde cogerlo, que eso no ocurrió jamás, al menos en la tele, xo se me ocurrió, y bueno, lo puse n.n
Igual la historia es un poco ñoña, xo a mi me gusta.
Otra cosa, se que ésta serie se merece más, xo dudo mucho que esta historia se extienda más allá de 2 o 3 capis y eso como mucho, gomen nasai... xo mi cerebreo no da pa' más...
