Quédate Conmigo

Capitulo 1:

El inicio del problema

Natsu, Lucy, Erza, Gray y Happy habían vuelto recientemente de una misión no tan peligrosa. Como siempre, Natsu terminó discutiendo con Gray y destrozaron el lugar entero, por lo que la mayoría de la recompensa se fue en pagar las reparaciones. Gray estaba e mal humor, Natsu había estado todo el camino molestándolo, Erza lo había regañado a él por los errores de Natsu durante toda la misión y Lucy lo había mojado sin querer con agua caliente. Estaba consciente de que no tenía por qué estar tan enojado, pero creía que era su momento de pensar en algo de vacaciones. Estaba demasiado tenso.

En el gremio todo estaba igual que siempre, pero volver siempre le dejaba sacar esa sonrisa de satisfacción. Esta vez no fue así, no entendía por qué, simplemente había algo que le faltaba. Natsu se había dado cuenta de eso al igual que Erza y Lucy, eso los alarmaba, estaban conscientes de que la misión no había sido lo mejor de todo, pero no pensaron que le afectara tanto a Gray. la pregunta era: ¿habrá algo que pudieran ellos hacer para ayudar a Gray?

-¡Mira - san! – saludó una sonriente Lucy.

-Hola Lucy- Chan, ¿la misión fue divertida? – preguntó está del otro lado de la barra mientras la rubia tomaba asiento frente a ella.

-fue divertida hasta cierto punto. – Respondió Lucy algo desanimada – gray estuvo raro toda la misión.

-¿estará enfermo? – preguntó Mirajane sin ocultar su preocupación.

-esperemos que no. él es un buen….

No alcanzo a terminar la frase cuando escucharon algo que nadie jamás había esperado oír.

-¡LARGATE! – gritó el mago de hielo, que estaba parado enfrente de una sorprendida Juvia. En el suelo se encontraba tirado uno de los ya tan afamados almuerzos de Juvia, todos los encontraban absolutamente deliciosos, incluso Laxus, que es tan quisquilloso con la comida – ¿Por qué no simplemente te mueres y me dejas tranquilo? ¡TU eres lo peor que le sucedió a Fairy Tail en toda su maldita historia! No voy a comer tu asquerosa comida, no voy a beber el té helado que me des, no voy a ir contigo a ningún maldito sitio, no quiero hablar contigo. Estoy harto, odio tu forma de ser y te odio a ti, te lo vuelvo a repetir, ¡ERES LO PEOR QUE ME HA PASADO EN LA VIDA!

Todos tenían los ojos como platos, jamás se lo esperaban de Gray. Juvia simplemente se giró, dándole la espalda, Mirajane se llevó las manos a la boca cuando entendió que Juvia se había girado solamente para no mostrarle a Gray que lloraba. Natsu estaba tan sorprendido que al intentar hablar, no pudo decir nada. Erza dejó lo que hacía al entender que Gray había sido grosero con Juvia al punto de hacerla llorar. Juvia se encamino a la puerta a paso lento ante la mirada atónita de todos, sus lágrimas silenciosas golpearon el suelo una tras otra, había susurrado algo que nadie había logrado escuchar antes de salir. La lluvia comenzó a caer entonces en toda Magnolia.

-¡Gray, Cabrón! – gritó Natsu rompiendo el silencio sepulcral en el que el gremio había quedado. Antes de que Gray pudiera siquiera responder, sintió un bofetón cruzándole la cara- ¿Mirajane? –preguntó sorprendido el Dragon Slayer

-Natsu –Kun, déjame hacer esto a mi – respondió la chica con los ojos bañados en lágrimas, Gray la miró sorprendido, aunque la verdad estaba de muy mal humor. – Gray-Kun, ¿tienes idea de lo que acabas de hacer?

-le libré de mi molestia más grande- respondió. Mirajane reaccionó enviando al suelo con un segundo bofetón.

-¡Acabas de pisotear los sentimientos de la única persona que va a amarte en este mundo! –le gritó la chica.

-Mirajane…-susurró Erza. No se podía creer que los sentimientos de Juvia y su dolor fueran tan palpables como para hacer llorar a todas las chicas del gremio. Incluyéndola a ella.

-Dijiste que no ibas a comer su "asquerosa" comida cuando en estos últimos meses ha sido Juvia quien se ha esmerado en la cocina cuando sabe que vendrás.-sollozó Mirajane-la temporada que estuviste casi muerto en la sala de tratamientos, Juvia arriesgó su vida consiguiendo los ingredientes de tu medicina, se esforzó de día y se quedó en vela todas las noches hasta que pudiste abrir de nuevo los ojos. ¡Juvia Sufrió contigo, Gray! – no pudo continuar, porque las lágrimas no la dejaron hacerlo. Gray solo se puso de pie y bajó la mirada, sorprendiéndose por ver un rastro de lágrimas en el suelo. No eran de Mirajane, estaba seguro… eran las lágrimas de Juvia… se había girado para que él no la viera llorar ¿Por qué? Si usualmente había llorado abiertamente frente a él…

Gray jamás había sabido eso. ¿De verdad Juvia había hecho todo eso por él, y así él se lo pagaba, diciéndole cosas terribles? El sentimiento de culpa afloraba en su interior.

-le dijiste que muriera, exhibicionista. – Esta vez había sido Gajeel quien continuaba- viniendo de otra persona, Juvia lo habría tomado como cosa de todos los días. Pero viniendo de ti… la destrozó…

-ahora si la hiciste buena, Gray – le dijo Natsu

A Gray le sorprendía que Natsu no se haya precipitado a darle un puñetazo en la cara. Pero después entendió que para el Dragon Slayer, abrazar a Lucy mientras lloraba era mucho más importante. Pero era obvio que hacia un gran esfuerzo por no soltarla y atacarlo. La culpa era cada vez mayor, en la mente del mago de hielo se agolpaban todas las palabras antes dichas a Juvia sin que ella lo mereciera… le había dicho cosas terribles…eso lo hacía sentir como el peor tirano del mundo…

Y entonces sucedió: congeló el edificio del gremio, pero no tocó a ninguna persona, el hielo había salido de su cuerpo sin querer. Aun así todos lo tomaron como una rabieta más del mago de hielo, quien simplemente abandonó el edificio siguiendo el rastro de lágrimas que había dejado Juvia tras de sí.

El mago de hielo no estaba de suerte, pues en magnolia llovía a torrentes. Eso no lo detuvo. Estuvo buscando en restaurantes, aguas termales, tiendas, parques… pero no la encontró por ningún sitio. Ahora que lo pensaba no conocía realmente nada de Juvia… nunca le había interesado, o tal vez era que él era demasiado idiota como para notar los esfuerzos que ella había hecho por estar mínimamente cerca de él…y ahora él la había hecho llorar…

-Juvia…-susurró para sí mismo, bajando nuevamente su mirada y sintiéndose el ser más detestable del mundo. La lluvia seguía cayendo pero a él no parecía afectarle. Simplemente decidió ir a su casa y descansar un poco, estaba seguro de que vería a Juvia al día siguiente…