Cap. 1

"¿Acaso el también es un accidente?"

Bella POV

Tan proclive a caerme incluso estando sentada, si así soy yo. Con mis 20 años he tenido mas accidentes de los que se puede imaginar, desde pasar vergüenzas en el jardín de niños hasta fracturarme un brazo en clase de gimnasia, aunque a pesar de caerme en todas partes solo había llegado a hacerme raspones y uno que otro corte en la frente, para mi madre no era sorpresa verme con una venda al volver de la escuela, solo me sonreía y se acercaba a preguntarme como me había lastimado. Biológicamente no es mi madre, Esme Dywer es hermana de mi verdadera madre Renné a quien nunca conocí, era muy pequeña cuando murió; con apenas unos meses de vida mi mamá y mi papá me llevaron de visita a casa de mi abuela Marie donde se reunirían para conocerme los pocos parientes que tenía. Esme quedó encantada desde que me cargó por vez primera, tanto que se ofreció para llevarme de regreso a casa de mis padres luego de que termino la reunión familiar pues no quería separarse tan pronto de mi, ella vivía en New York y se iba a hospedar en mi casa para recuperar tiempo con mi mamá. Esme y yo llegamos a casa antes que mis padres, esperamos afuera de la casa debajo de la terrible lluvia. Charlie y Renné nunca aparecieron. Horas después una patrulla apareció en la calle húmeda, ya no llovía pero afuera estaba helado, Esme salió dejándome en el auto y hablo con el oficial. La noticia la destrozo, mis padres habían sufrido un accidente en la carretera mojada, llegando a perder el control del vehículo por completo; el auto se detuvo varios metros adentro del bosque por un árbol. Luego del accidente Esme me llevo a vivir con ella y la abuela, cambio toda su vida para hacerse cargo de mí. Vivimos en Forks hasta que cumplí los diez años, fue cuando recibió la oferta de trabajo de sus sueños y yo no iba a ser quien le impidiera cumplirlos, además me entusiasmaba la idea de mudarme del lluvioso Forks, sobre todo al notar como Esme se ponía cada vez mas nostálgica al pasar por la que fue la casa de mis padres.

Como es lógico no les recuerdo, y todo me fue contado por Esme a quien considero mi madre, nunca le veré como una tía ella es mi mamá, es como un pedacito de la verdadera. Sé que mis padres no hubiesen escogido mejor persona para otorgarle mi custodia, Esme es una madre ejemplar y consentidora, trabaja como diseñadora de interiores y le va muy bien por su paciencia y optimismo; tiene un hermoso cabello color caramelo que cae en cascada por su espalda, sus ojos son iguales a los de mi madre de un hermoso color azul claro y piel tan blanca como la mía, casi traslúcida. Por las fotos que he visto y lo que me dice Esme es que herede el color chocolate en los ojos de mi padre, y el de mi cabello de mi madre que lo llevo largo rozando la cintura.

Me resulta fácil recordar a mis padres pues no tengo ningún recuerdo de ellos, pero sé que eran buenas personas y me alegra saber que me amaban mucho.

Estudio literatura en la universidad, me encantan los libros puedo vivir en la biblioteca devorándolos uno por uno y no hay mejor forma de felicidad. Fue ahí donde conocí a mi mejor amiga Alice Brandon, es bajita como un duende su rostro de facciones finas está adornado por un hermoso cabello negro corto con las puntas en todas direcciones, sus ojos son de color gris, nunca antes vi a alguien con un color de ojos tan peculiar, además de ser hiperactiva obsesiva con las compras es una gran chica siempre sabe cómo sacar sonrisas a pesar de la situación, estudia diseño de modas. Su novio Jasper Hale es un rubio con ojos color miel, estudia medicina, muchas chicas dicen que parece modelo de portada de revista incluida Alice, para mí no es más que otro que disfruta de hacerme sonrojar con cualquier cosa, suelo ser blanco fácil de bromas y para eso Emmett es aliado de Jasper, el enorme oso hermano de Alice tiene cabello negro rizado y ojos azules, pero lo que lo hace adorable son sus hoyuelos, aunque a primera vista parezca amedrentador es muy tierno y juguetón, el estudia administración y gerencia de negocios. Y está mi pesadilla personal, Edward Cullen, mi ex novio. Con él la historia es un poco disparatada, extraña y sin sentido, de principio a fin. Lo conocí junto con Alice hace ya casi un año, de más está decir que quede hipnotizada por sus hermosos ojos verde esmeralda; recuerdo perfectamente la vez que lo vi…

*Flash Back*

Alice llevaba a Bella corriendo por todo el campus, mostrándole todas las cosas "divertidas" que podrían hacer juntas y eso que solo tenían unas semanas de conocerse. Se habían convertido en grandes amigas en muy poco tiempo poseían una conexión que nadie entendía, y se contaban todo, conocían cada detalle de la vida de la otra lo que les había costado varias noches de desvelo. Fue cuando Alice le mostró a Bella el campus de medicina -donde aseguraba se encontraban los chicos más guapos- que se encontró con Edward. El venía saliendo de uno de los laboratorios junto con su mejor amigo Jasper. Bella se quedo helada en cuanto se dio cuenta que él no le quitaba la mirada de encima, el sonrojo no se hizo esperar y ella desvió sus ojos a Alice quien ya estaba enfrascada en una intensa conversación con Jasper. Genial –pensó- y ahora ¿que se supone que haga? Edward estaba tan incómodo como ella, pues nunca se había sentido tan atraído hacia una muchacha que acababa de conocer, sus ojos chocolates solo lo invitaban a mirarlos y a descubrir la magia detrás de ellos. Pasó una mano por su broncíneo cabello muy nervioso.

-Parece que nuestros amigos nos han abandonado –dijo dirigiéndose a la castaña, ella lo miró un poco asustada ya que no esperaba que él le hablase.

-Se ven muy divertidos, da un poco de pena interrumpirlos –concedió enrojeciendo mas ante la presencia de este chico tan guapo, que vestía unos vaqueros negros y una camisa azul cuello en v que marcaba su muy trabajado cuerpo y la gabacha blanca característica de un estudiante de medicina.

-Que te parece si los dejamos solos y nos vamos a tomar un café –sonrió de lado, dejando a Bella fuera de combate sin saber que decirle. Cuando recobró un poco la compostura lo sopeso un poco y volteó a ver a Alice quien caminaba en dirección opuesta a la de ella.

-Está bien –acepto con una sonrisa tímida.

*Fin Flash Back*

Todo sucedió tan rápido que no sé ni en qué momento me enamore de él, como una boba. Amaba tener tiempo juntos, me hacía reír con cada cosa que me decía, me cuidaba siempre, todo el tiempo estaba pendiente en lo referente a mí, mi familia y mis estados de ánimo, sencillamente era el chico perfecto. Esme lo adoraba, lo consentía como si fuese su hijo además de llevarse increíblemente bien con Alice y Emmett. Salíamos todos juntos a todas partes, al cine a comer al parque, a sus juegos de baseball, quien siempre se quejaba era el grandulón alegando que el estaba solo tocando violín para las parejas* así que pronto empezó a llevar a toda clase de chicas con nosotros, generalmente eran muy tranquilas y un poco tímidas pero no duraban más de una sola salida, Emmett decía que cuando llegara la indicada él lo sabría así como Ed y Jazz nos habían encontrado a nosotras.

La emoción duro poco, pues pronto comenzamos a tener problemas Edward y yo. Llego el final del semestre y todos estábamos más atareados con tareas, informes finales y exámenes cada semana, todos nos concentrábamos en terminar bien para compartir las vacaciones juntos, habíamos planeado viajar a la casa de campo de los Brandon y nuestros padres habían accedido siempre y cuando todos aprobáramos con buen promedio en las clases. Alice se las arreglaba para verse con Jasper, mientras que Emmett salía con varias chicas los fines de semana, yo me quedaba en casa terminando mis informes de libros, que eran demasiados además de tener muchas composiciones que realizar y mis exámenes eran larguísimos, no tenía tiempo de ver a Edward y pronto cumpliríamos dos meses de ser novios, claro le enviaba mensajes todos los días pero pocas veces me respondía y se excusaba diciendo que tenía que estudiar y hasta cierto punto le entendía porque sabía que su carrera no era nada fácil. Lo que no me esperaba era que mientras yo me mataba estudiando y esperando a que el tuviese un tiempo libre para mi, el se la pasaba con su amiga Tanya. Aun me hierve la sangre mencionar su nombre. La muy cínica siempre aparecía en el lugar que el estuviese, y claro Edward no se negaba a su compañía. Recuerdo perfectamente cuando me di cuenta de que todo esto pasaba, por descontado yo sabía que Tanya se moría por Edward…

*Flash Back*

Bella estaba terminando su último informe de literatura inglesa, se sentía emocionada porque al fin estaría libre para ver a su novio. Edward terminaba sus exámenes al día siguiente y ya podía saborear la comida italiana que le había prometido para celebrar que el semestre estaba finalizado. Justo cuando estaba revisando que todo estuviese en orden, entro Alice muy exaltada a la habitación.

-¡Bella, no sabes lo que acabo de ver! –Chilló su amiga situándose frente a Bella en el escritorio. Esta conecto la impresora y pulso el botón de imprimir, sabía que Alice tenía a exagerar ciertas cosas por lo que se lo tomo con calma.

-Bueno –dijo volteándose a verla a la cara por vez primera desde que entró. Algo en la mirada de Alice le presagió a Bella que no era nada bueno –Dime que sucede.

-Ya sé porque Edward no ha tenido tiempo para pasarlo contigo –hizo un mohín.

-Al, esto no me está gustando suéltalo –apremió Bella.

-Acabo de verlos y escucharlos… -Soltó un sonoro suspiro –Acabo de ver a Edward salir de la Bella Italia con Tanya, y… No solo eso, los escuche hablar acerca de lo bien que la habían pasado anoche en el cine –Se detuvo en cuanto vio el rostro perplejo de Bella, quien estaba procesando todo lo que acababa de escuchar, anoche Edward le dijo que no podían verse porque tenía que estudiar.

-Oh! –susurro Bella sintiéndose ofendida y muy dolida –Esta bien, ella es su mejor amiga y no soy quien para impedirle que salga con ella, si prefiere estar con ella que conmigo pues que se quede con ella, nunca más lo voy a buscar –sus ojos picaban, las lágrimas amenazaban con salir pero la rabia que sentía era mayor en ese momento.

Alice se acercó a ella y la rodeo con sus brazos, no había nada mas por decir, excepto que si Edward quería que Bella le perdonara tendría que hacer mucho para siquiera lograr que ella le hablase.

*Fin Flash Back*

Ni me moleste en hacerle saber que era consciente que me había cambiado por su "amiga" mientras yo como una tonta estaba esperando que él se desocupara para tener tiempo para mí, y a Tanya le dedicaba hasta su último segundo libre. Desde ese día le deje de llamar y enviar mensajes, le evitaba todo lo posible esperando que él me buscase a mí. Nunca lo hizo. Pronto todos terminamos exámenes y nos fuimos a nuestras respectivas casas, como todos vivíamos en New York solo esperábamos la fecha acordada para irnos juntos de viaje, yo lo esperaba con ansias quizá ahí las cosas cambiasen.

La mañana en que todos nos reunimos en casa de Jasper para partir en su camioneta, Edward durmió en casa de Jasper esa noche, llegue antes que Alice y Emmett. Jasper bajaba mis maletas y las metía en el coche, me quede parada en la entrada despidiéndome de mi madre, y fue ahí cuando Edward se me acerco luego de semanas de ignorarnos.

*Flash Back*

Sentía el estómago en los pies, los nervios me impedían pensar con claridad. Edward estaba detrás de mí y yo continuaba viendo como el coche negro de mi madre se perdía en la curva.

-Bella –su dulce voz sonó a mis espaldas, demasiado cerca. Me tensé y respire hondo antes de voltearme.

-Edward –dije intentando sonar indiferente. Lo logré a medias.

-Necesitamos hablar –su tonó se endureció en un cien por ciento. Mi corazón se detuvo.

-Yo también lo creo necesario –utilice toda mi fuerza para mostrarme igual de seria que el.

Se encamino hacia la parte trasera de la casa, nos sentamos en una mesa del jardín que estaba vacío puesto que eran las 5:30am.

-Y bien –apremié. Me carcomía por dentro saber que me iba a decir, y como pensaba justificar su comportamiento tan distante y frío.

-No podemos seguir así –soltó de golpe. Me quedé sin aire y con los ojos muy abiertos.

-A que te refieres, habla claro –mascullé.

-A esto, no podemos seguir juntos –

-Y me quieres explicar la razón –se me quebró la voz al final, pero pronto compuse mi rostro tan fría como al principio.

-Las cosas entre ambos ya no están como antes –suspiró –Siento que a ti ya no te importa y no puedo estar con una persona que se desentiende tanto como tú lo has hecho. ¿Cuántas veces has intentado estar conmigo esta semana? Ninguna, y realmente estoy dudando que lo que paso haya sido lo correcto –finalizó su diálogo sin sentido.

La furia se iba apoderando de mi, el se atrevía a decirme a mí que lo había abandonado, que me desentendí de él, era la cosa más estúpida que escuche en mi vida. Era el descaro en persona, y se atrevía a llamar error lo que hubo entre nosotros, el dolor se quería abrir paso en mi pero la furia era el sentimiento predominante en ese momento me aferre a él con toda mi fuerza, no permitiría que me viese derrotada y dolida.

-¿Yo? ¿Te atreves a echarme la culpa a mí? ¿Qué tienes en la cabeza? Si quien se la ha pasado por ahí ignorándome eres ¡tú! –Me puse de pie en ese momento y él me imitó –Pero en algo de eso tienes razón, fue un ERROR y es mejor que lo dejemos hasta aquí, el cariño se nota que no vale nada. Ten un buen día –me di media vuelta y me fui con mi dignidad hacia la entrada.

Alice me esperaba con una expresión alegre que se borro en cuanto me vio con el mío rojo de ira. Me acerque a ella y me abrazó, le susurre al oído que hablaría con ella más tarde pero le explique que acababa de terminar con el bestia de Edward.

*Fin Flash Back*

Fue el peor viaje de mi vida, incómoda a más no poder. Edward se la pasaba a ratos ignorándome y otros pasando muy cerca de mí. Me mordí la lengua muchas veces intentando no gritarle que se decidiera en su comportamiento, pero solo le regale mi indiferencia y más cuando su "mejor amiga" le hablaba para saber que hacía en el viaje. Aunque cada vez que hablaba con ella quedaba muy intranquilo incluso molesto, entonces era cuando decidía ignorarme.

Y así nuestra historia ha continuado por el último año con unos altibajos que provocan tortícolis. Eso me hace preguntarme ¿Acaso el también es un accidente?