¿crees en algo llamado Destino?
¿Qué tal si existen cosas que no podemos evitar que sucedan? ¿Estaremos preparados para eso?
–¿con que así va a terminar?...
La voz de la chica era tan estoica como siempre, no expresaba nada, ni burla, ni enojo, ni posibilidad de reacción a aquello. Tenía el filo de aquella espada fría tocándole la nuca, y jamás pensó que su vida fuera a terminar de aquél modo tan simple. Mucho menos había pensado que su asesino sería nada más y nada menos que el chico que alguna vez no pudo matar con sus propias manos.
–Se acabó, Annie…–Decía él con expresión vengativa. –Todo se acaba ahora.
Ella suspiró. Aquél cristal le había brindado una seguridad casi estruendosa de la que se había acostumbrado rápidamente, eso hacía que ese momento fuera muy decepcionante. Pensaba que toda esa misión sería fácil, sólo tendría que tomar a Eren y llevarlo a su hogar… y había terminado en todo ese caos.
Sintió una pequeña grieta de dolor cruzarle el pecho. El hecho de que fuera esa persona la última que vería… si pensaba que ya habría muerto cuando ella salió de su jaula. Pero no fue así, Armin había cambiado, ya no era el mismo chiquillo llorón que conoció en un principio.
–Bien. –Dijo ella girándose para verlo a los ojos. –Hazlo ahora… Pero si vas a hacerlo, que sea porque tú lo deseas, no por que ellos te hayan obligado a hacerlo.
Él se sorprendió de sobremanera.
Lo sabía… pudo haber cambiado, pero quedaba una parte de él ahí.
"En verdad eres una de esas personas que son muy amables, ¿No, Annie?" le había dicho una vez.
–Yo… hago esto porque deseo hacerlo… porque debo hacerlo. Lo hago por el bien de la humanidad. –Reclamó él, enfriando su sangre como aprendió a hacerlo con el tiempo.
–Es verdad. No recordaba que mi existencia amenazaba a toda la humanidad… justo como lo hacían mis compañeros. –Susurró ella con ironía.
Y más irónico era en el escenario en el que se encontraban. Cuerpos sin vida por todos lados, ya fueran de soldados, de titanes o de aquellos que prefirieron llamar traidores. Esto había demorado mucho, era tiempo de que su destino llegara, justo como sucedió con Reiner, Ymir y Berthold.
–Lo lamento, Annie. –Se disculpó de antemano el joven. –Pero sabíamos desde el comienzo que esto pasaría.
–Claro…–Suspiró ella mirando por última vez sus ojos azules, antes de cerrar sus párpados. –Aún me pregunto, Armin, ¿Por qué no te maté aquella vez?
Justo al terminar la última palabra, la espada hizo su trabajo. La sangre se derramó como agua caída de un vaso sobre los troncos de los árboles que los rodeaban. Una gota roja terminó de caer en la mejilla del soldado, que rápidamente fue reemplazada por una lágrima.
"Supongo que siempre tienes la razón, Armin… Al final, resulté ser una de esas personas amables…"
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Aquí les dejo un pequeño Drabble que no evité escribir. jeje simplemente no salía de mi cabeza.
