1. Cartas de decisión

La sala era bastante amplia, pues en los momentos familiares tenia que albergar de 7 a 9 personas. Los sillones eran viejos pero no por uso (aunque la verdad era que habían pasado décadas en la familia), sino por la antigüedad, eran sillones del siglo XVIII. La chimenea estaba apagada, pero aun dejaba rastros de madera humeando, clara señal de que hace poco un fuego se había prendido.

Pero la sala no estaba desierta, había un chico sentado en la butaca de la esquina, la misma butaca que usaba cada vez que quería pasar desapercibido. Este chico era alto y fornido, tenia el cabello rojo como el fuego y unos bellos ojos azules, vestía ropa nueva, por lo cual era raro en él, pues años atrás solo se le veía con ropa vieja y holgada.

Sostenía un marco para fotos precioso, hecho en repujado de oro con detalles de flores, mariposas y corazones. La verdad es que lo había tenido escondido en su cuarto por mucho tiempo, no quería que nadie lo viera, era muy especial para él, claro que... hubiera preferido que hubiese una foto en él. Había aprovechado ese momento a solas en su casa, mientras estaba a solas, puesto que su familia se había ido de compras.

Mientras seguía observando el marco, como si viese en él la foto que hacia falta, oyó un pequeño golpe contra un cristal, giro para ver la ventana a un lado de la chimenea y vio, a una gran lechuza blanca parada en el afeitar de la ventana.

Valla Hedwig que sorpresa - dijo mientras se paraba y caminaba hacia el otro lado de la habitación, para abrir la ventana y coger la carta que la lechuza de su mejor amigo le traía- veamos que noticias me trae Harry después de tanto tiempo – abrió el sobre y Hedwig salió volando rumbo a la cocina, para reposar sobre el perchero que ya conocía.

Hola Ron:

No sabes como la estoy pasando, ¡porfin unas vacaciones sin los Dursley!, el Caribe es genial, he tenido la oportunidad de encontrarme con muchos magos de por aquí, vamos todas las noches a fiestas y no nos acostamos hasta que el sol empieza a salir, ya por el mediodía vamos a la playa.

Aunque no lo puedas creer he aprendido a surfear, la próxima semana va a ver un campeonato internacional, que se celebrara aquí, y he decidido participar, talvez no soy muy bueno (aun). Pero Luna insiste en que lo hago bien, claro que ya sabes que sus opiniones no son muy fiables, ¿no?.

Hablando de Luna, las cosas van perfectamente entre los dos, cada día esta mas preciosa ni te imaginas como se ve cuando se quita toda su joyería de gitana, por eso te he mandado una foto de ella conmigo en la playa.

Espero que hayas estado mejor, me contó Hermione en su ultima carta que habías tenido una grave infección al oído y que no podías hablar muy bien. Lo que no me explico es porque simplemente no lo curas con un poquito de magia, o sea que no es un problema muy grave ¿no?, deberías ir a San Mungo un día de estos. A menos claro que tus dolencias solo sean producto de los nervios, no se si me dejo entender.

Bueno, espero que nos podamos ver, ahora que se ha acabado el colegio, tendremos mas tiempo, al menos hasta que nos entreguen los EXTASIS, ojalá haya salido bien en pociones, claro que si ha Snape se le ocurrió reprobarme, va a tener que dejar de preocuparse por lavarse el cabello porque lo voy a dejar clavo.

Un fuerte abrazo,

Harry

P.D: Talvez sea tiempo de dejar de comportarse como el niño que solías ser.

Se quedo parado donde estaba totalmente estático, había captado perfectamente el mensaje de la carta, obviamente Hermione, su mejor amiga, le había escrito a Harry contándole sobre la invitación que ella le había hecho para que la acompañara en una salida al cine junto con otros amigos. Pero el no quería ir, y solo se le ocurrió decir que tenia una infección en los dos oídos, causa de una poción de higiene mal hecha, y que estaba como sordo y no podía hablar bien.

Harry parecía estar al tanto de todo, ¿había sido tan evidente?, talvez debió haber puesto una escusa más realista como que Molly, su mamá, quería que arreglara las puertas de la casa o que tenia que cuidar a Giny, su hermana, porque se había roto la pierna, bueno talvez esa no, porque también la podían haber curado en San Mungo. Talvez solo debió haber dicho que tenia otro compromiso, talvez con Fred y George, sus otros hermanos, diciendo que les había prometio cuidar la tienda, pero había sido demasiado estúpido.

¿Porque Harry tenía que meterle preocupaciones a la mente, Hermione se abría dado cuenta?, pues como no, si se había graduado como premio anual en Hogwarts. Talvez era tiempo de disculparse, pero como, ¿qué podría justificar la brutalidad que le dijo?. Harry tenía que ayudarlo, ya se había enterado de todo así que mejor se metiera él en eso.

Salió de la sala y camino por un corredor hasta salir al vestíbulo, subió las escaleras hacia su cuarto, para poder coger un trozo de pergamino y una pluma. El cuarto había cambiado considerablemente desde sus tiempos de colegial, años atrás podrían haber visto miles de pósters color naranja con jugadores de quidditch, el deporte mágico, volando de un lado a otro sobre sus escobas. Ron había quitado todo eso apenas volvió de su graduación, ya no le interesaba tener cada centímetro de su habitación cubierta de papeles naranja, algo de eso lo perturbaba, pero aún no sabía que era. Para ocupar el puesto de los viejos pósters, que dejo guardados en una caja de su armario, colocó, varias fotografías de él y sus amigos, de su familia y de la Orden del Fénix, que había construido Albus Dumbledore, y que por fin el año pasado logro su objetivo vencer a Lord Voldemort.

Se sentó en su escritorio cogió pluma, tinta y pergamino y se puso a escribir. Los rayos del sol pasaban por la ventana abierta, y se podía escuchar a lo lejos el trinar de los pajaritos. Era un día realmente bello, perfecto para dar un paseo. Ron iba escribiendo con decisión esa carta, sabía que tenía que reponer su daño, pero no sabía exactamente como, ahora que le había mentido a Hermione o le decía la verdad o le daba una mentira aún más grande.

Harry tenía que saber que hacer, él tenía experiencia en esas cosas, como no lo iba tener si había conquistado a Luna. En el sexto año de Hogwarts decidió perseguirla hasta conseguirla, algo muy raro en él y que Ron atribuyo como el legado de su padre James. Sabía como tratar a las mujeres, justo lo que necesitaba en ese momento. Terminó de escribir la carta y la leyó en voz alta para ver que tal había quedado.

Hola Harry:

Que alegría haber escuchado de ti después de tanto tiempo, ya me parecía raro que no me escribieras...bueno, talvez estoy siendo algo conchudo ya que yo tampoco te he escrito, pero la verdad es que ya no hay mucho que contar. Por acá todo anda normal, bueno en realidad Fred nos contó el otro día que ya tenía enamorada, dice que ya la traerá un día de estos para que la conozcamos, me quedé impactado cuando nos lo contó, nunca pense que sentaría cabeza, aunque solo es un noviazgo ¿no?, no es como si se fueran a casar. Pero en fin, ahora George también esta buscando a alguien, dice que se siente solo al ver a Fred con Katherine, supongo que después de tanto tiempo juntos, eso le dolió un poco, pero ya ayará algo.

En fin, que bueno que te valla bien con Luna, tienes razón no se ve tan loca sin sus accesorios, aún así no sé que le viste amigo, pero bueno, el gusto se rompe en géneros dicen por ahí. Me gustaría poder viajar haya para verte competir, voy a ver si puedo convencer a mi madre, claro, si no te molesta talvez quieras pasar un poco mas de tiempo con Luna.

Por eso que mencionaste en tu última carta, déjame decirte que tienes razón. No sufría de ninguna infección al oído, solo se lo dije a Hermione para no tener que salir con ella. Pensaras que soy un tonto porque iba a ser junto a Hanna, Justin, Angelina y Neville, y la verdad es que lo soy, aún no se porque no acepte, simplemente no pude. Pero me siento mal, no me puse a pensar que mi escusa era demasiado falsa, no quiero que Hermione se enfade conmigo y ya que tu te percataste de todo, talvez se te ocurra algo para ayudarme, ¿cómo podría justificar esa mentira sin decirle la verdad a Hermione?

Bueno ojalá la carta te llegue pronto, no voy a enviar a Hedwig todavía porque cruzar el Atlántico a de haber sido difícil para ella, pero en cuanto se recupere, la mandaré de vuelta. Mándales mis saludos a Luna, que lo sigan pasando bien, yo también espero los resultados de los EXTASIS y si te reprueba Snape, no te preocupes que yo mismo lo dejo calvo,

Cuídate,

Ron

Releyó la carta varias veces para asegurarse que todo estaba bien, no quería ser muy directo con Harry, al menos hasta recibir su respuesta. No había dicho toda la verdad, en realidad si sabía porque no había querido ir al paseo con Hermione, pero no podía decírcelo por lechuza, tenía que verlo a la cara, a penas regresara su madre le pediría permiso para ir a visitarlo.

Bajó a la cocina para prepararse algo de comer. Cuando llegó al umbral se acordó que había dejado el marco de fotos en la sala, sería mejor que lo recogiese antes que llegaran sus hermanos, giró la cabeza hacia el reloj que estaba colgado en la pared de la cocina, las manecillas de su mamá, Ginny, Fred, George y Charlie acababan de cambiar de "De compras" a "Viajando".

Salió corriendo de la cocina, todos llegarían por polvos Flú, solo tenía un par de segundos, ya podía oír la chimenea que se encendía, pasó el umbral de la puerta, y se quedó estático, frente a la chimenea no estaban sus hermanos, mucho menos su madre, era...