El dúo de héroes ya había acabado de derrotar al Akuma. Enseguida de que Ladybug lo purificara y chocaran puños en señal de victoria. Se despidieron y se fueron hacia la misma dirección.
Aunque como Ladybug era más rápida, no se dio cuenta que el gatito estaba detrás suyo, como el felino darse cuenta que su Lady estaba delante suyo.
Al observar Ladybug, un callejón cerca de la escuela, se detuvo y fue a esconderse ahí para perder su transformación, al verse liberada de la misma, Tikki se escondió en su bolso.
Entretanto miraba hacia sus dos costados por si nadie la había visto. Al momento que justo iba a salir, al no haber moros en la costa. Algo -específicamente- alguien, aterriza encima de ella. Provocando que este acostada al suelo sintiendo el peso de una persona sobre su espalda.
Era Chat Noir, que luego de que con sus cuatro patas viajaba por los tejados lo más que podía hacia la escuela y no llegar más tarde de lo que hizo. Se resbalo al quedar un poco de agua de la lluvia que se había originado anoche encima de los techos.
En el momento que estaba cayendo, creyó que se iba a romper unos huesos, o en los mejores casos salir magullado o con suerte caer sobre bolsas de basura, nunca creyó que iba a caer sobre un civil inocente.
— Lo siento —Se disculpó intentando apartarse, pero a pesar de que la persona amortiguo la caída, le dolía un poco sus extremidades. Así que lo realizaba muy despacio— ¿Estas bien?
— Creo que si —Contestó y al segundo se quejó, él termino de levantarse encima de ella y ofreció su mano para ayudarla a hacer lo mismo.
Sorprendiéndose de que la civil a la que le había aplastado era Marinette, la misma que no acepto su mano, levantándose por su cuenta.
— ¿No deberías estar en la escuela?
Preguntó con los ojos entrecerrados ¿Ella se había escaqueado? No, era imposible.
— Estaba en eso —Dijo mientras sacudía el polvo y la suciedad de sus pantalones ya no rosa— Hasta que un gato aterrizo sobre mí —Comentó, Chat Noir se rasco la nuca nervioso— Creí que los gatos caían de pie.
— Y yo creí que eres una princesa —Marinette alzó una ceja extrañada por ese comentario— No creí que fueras también mi ángel de la guarda —Las mejillas de la aludida se calentaron, mucho mas al ver como sonreia— Sino hubieras estado ahí, esa caída hubiera dolido, gracias My Angel.
Ella se sonrojo por eso dicho. Al segundo los pitidos del Miraculous del gatito, sonó apresuradamente.
— Ya es hora de irme —Anunció— ¡Nos vemos en la escuela, My Angel!
Y desapareció mientras dejaba con las mejillas rojas a Marinette ante ese apodo, pero al segundo una interrogante formulo su mente:
"¿Nos vemos en la escuela?"
