Despertar.


Sus ojos pesaban desmedidamente, su cuerpo se sentía cansado, lo último que recordaba era la auto explosión que realizara frente al Uchiha menor. Dejo escapar un suspiro e intento abrir los ojos pero solo se encontró la obscuridad.

–Mierda, esto es peor que estar vivo hnmm – mascullo.

Comenzó a sentirse acalorado e incomodo, su cerebro dio la orden de estirar su cuerpo cuan largo era, orden que obedeció con lentitud -¿hnmm?, esperen- no pudo evitar sentirse sorprendido: ¡sentía sus extremidades!, agarrotadas pero las sentía y eso solo significaba una cosa, estaba vivo; cerro los ojos con resignación.

–Vaya – los volvió a abrir como platos ¡estaba vivo!, ¡VIVO! Se incorporo de un brinco pero se arrepintió al instante pues el brusco movimiento le provoco un mareo y la deslumbrante luz le cegó; tuvo que dejarse caer sobre la cama con los ojos fuertemente cerrados, respiro profundamente procurando recuperarse, abrió los ojos con suma lentitud para acostumbrarlos a la claridad.

-Veo que ya despertaste- fue la fría voz que escucho, volteo con lentitud al origen de la misma y de haber estado de pie, su barbilla se hubiera estrellado contra el suelo. Frente a él estaba Uchiha Itachi, nada raro de no ser por el insignificante detalle ¡de que estaba semidesnudo! una toalla envuelta en su cintura y otra con la que secaba su pelo era lo único que llevaba puesto. Paso saliva con dificultad y sintió sus mejillas arder ¿¡qué diablos hacia Itachi en esas fachas frente a él!? El moreno volteó a verlo y le sonrió, cosa que descoloco más al pobre rubio.

-¿Te sientes mal?, es normal, has pasado varios días en cama, solo relájate y respira hasta que pase- mientras hablaba se acerco hasta sentarse a un lado del rubio y colocar su mano sobre su frente. Deidara estaba más que confundido así que lo único que pudo hacer fue seguir el consejo.

-¿Mejor?- pregunto pasados unos momentos, el artista solo asintió con la cabeza y se incorporo hasta quedar sentado, quiso hablar pero una nueva sonrisa de parte del Uchiha lo dejo sin palabras.

-Me alegro- dijo al tiempo que se apoderaba de los labios del ojiazul quien inmediatamente entro en shock –"¿qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿A que hora? ¿Qué paso que no se entero?"- cuando comenzó a reaccionar ya tenía el cuerpo del Itachi sobre el suyo y su boca recorría con pasión su cuello, saboreando con su lengua su piel mientras sus manos abrían la yukata revelando su desnudez.

-d…de…..t..ten…te…- alcanzo a decir entre suspiros ahogados, pero lo único que obtuvo como respuesta fue un suave mordisco en su clavícula y unas manos atrevidas recorriendo su torso y bajando lentamente por su vientre hasta llegar a su entrepierna, comenzando a acariciar de forma delicada su miembro.

El rose de esos dedos recorriendo su intimidad comenzaba a quitarle la razón y a hacerlo desear más, tenía que parar o no se haría responsable de lo que hiciera o…. en este caso, se dejará hacer. Coloco sus brazos sobre el pecho del moreno para alejarlo, pero ante el incidental contacto Itachi pego mas su cuerpo al del rubio y dejo su cuello para apoderarse nuevamente de su boca comenzando a saborearla e introduciendo su lengua para profundizar el beso mientras su mano atrapaba el miembro de su pareja, subiendo y bajándola con lentitud. Deidara levanto inconscientemente las caderas y abrió las piernas, acto que aprovecho el otro para acomodarse entre ellas, abrazo al moreno y con las lenguas de sus manos comenzó a lamer su espalda, dejo su boca para succionar el cuello del portador del sharingan, ¿qué? de cualquier forma iba a suceder, lo mejor que podía hacer era disfrutarlo.

-¡SON MIAS!...... OUTO-SAN….¡SHISUI ME QUITO MIS SHURIKEN!.....

-¡Mierda!- fue lo que le escucho decir a Itachi antes de levantarse y ponerse una yukata, -¿qué pasaba ahora?- el Ninja de la roca respiraba con dificultad, se incorporo un poco sobre sus codos para ver a Itachi, quien lo volteó a ver y lo recorrió con una mirada cargada de deseo, cosa que lo hizo enrojecer.

-Acomoda tu ropa antes de que lleguen- "¿lleguen?, ¿Quiénes?" Escucho unos pasos corriendo por el pasillo que se detuvieron detrás de la puerta que apenas había notado estaba enfrente de la cama. Unos fuertes golpes en la madera y la discusión de unos niños lo obligo a componer su yukata, se cubrió hasta la cintura con las sabanas y se quedo en la cama mientras Itachi abría la puerta.

Lo que a sus ojos se rebeló le hizo desear tener un diccionario de eventos importantes en su vida para poder consultarlo. Frente a sus ojos estaba Itachi cruzado de brazos y con el ceño fruncido observando la perorata de una niña de aproximadamente 10 años, su negro cabello caía suelto hasta la mitad de su espalda mientras dos mechones rodeaban a la perfección su fino rostro, dos pupilas negras eran enmarcadas por una espesa capa de pestañas onduladas que delineaban la hermosa forma de sus rasgados ojos, la pequeña lucia una playera azul oscura con mangas largas de color blanco, en juego con un short blanco, por alguna razón se le hacía familiar, junto a ellos y apretando fuertemente una caja sobre su pecho estaba ….. Itachi… a los 5 años, con el cabello llegándole apenas debajo de las orejas y dos mechones en forma de flequillo… por lo demás… era Itachi en miniatura.

-¡Outo-san… dile que me las devuelva!- el pequeño solo apretaba más la caja, sus ojos se entrecerraban arrugando su pequeña frente mientras sus labios se elevaban, no necesitaba ser adivino para saber que el niño estaba haciendo un berrinche.

-Shisui, devuelve esas shuriken-

-hnmmm- negó efusivamente con su cabecita.

-Bien, Zuki, puedes tomar las figuras de plastilina de su cuarto, véndelas y cómprate unas nuevas armas-

-¡NO!- el pequeño fulmino a Itachi con la mirada y lentamente dejo la caja en el suelo para dirigirse hacia la cama.

-Ve a prepararte- le dijo el mayor a la niña mientras le entregaba la caja, está salió enseguida.

Deidara siguió con la vista al pequeño, quien, conteniendo las lágrimas se metió bajo las sabanas y se abrazo a su cintura dejándolo con los ojos fuera de sus cuencas por tal acción.

-Shisui, ve a arreglarte- el mencionado solo se abrazo mas fuerte al rubio –Shisui- se aferro más- ¡Shisui!-

-Tengo hambre- fue el tímido susurro que salió de los labios del niño.

-Ve arreglarte para desayunar-

-Pero tengo mucha hambre- su voz sonaba a punto de llorar.

-Y yo tengo que hablar unos asuntos importantes con Deidara, así que ve a arreglarte- el artista levanto la vista y se topo con la mirada del Uchiha que parecía decir "tenemos asuntos pendientes, así que desaparece enano" y él entendía que clase de "asuntos pendientes" tenían que tratar, así que opto por la mejor opción.

-hmnn, te daré algo ligero- emprender la retirada para analizar la información y planear un contraataque.

Shisui se levanto sonriente y se bajo de la cama para entregarle unas sandalias y volver a subir. Deidara se incorporo con lentitud comprobando la utilidad de su cuerpo, cuando estuvo de pie y se disponía a salir giro hacia el niño y lo encontró con una sonrisa de oreja a oreja y con los brazos extendidos hacia él, al artista le salió un tic en el ojo ¡por ningún motivo iba a cargar al mini Itachi ese! Pero de reojo vio como el moreno se acercaba –aunque pensándolo mejor, el pobre crío podría morir de hambre- lo tomo entre sus brazos y se dirigió a la puerta, de haber podido se hubiera dado cuenta de la sonrisa de autosuficiencia del niño y como este le mostraba la lengua al Uchiha en un gesto de triunfo.

**En el pasillo se percato que la habitación era la última, enfrente estaba una puerta cerrada, a un costado otra puerta con el letrero de Zuki, y a la derecha de la habitación de la que salió estaba otra puerta con un letrero que decía Shisui. Bueno, al menos ya sabía dónde dejarlos o buscarlos. A continuación encontró la escalera; bajo con cuidado y se encontró con otro pasillo más amplio, una planta ornamental a un costado de la escalera llamo su atención, era interesante. En esa misma dirección había una puerta amplia que dedujo era la entrada a la casa; cerca de ella y debajo de las escaleras había otra puerta corrediza que debía ser un armario o algo parecido, enfrente del supuesto armario se hallaba otra puerta corrediza.

Avanzo en dirección contraria a la salida para toparse enseguida con…otra puerta….y enfrente….otra puerta, aunque estaba abierta y por lo que pudo ver en su interior era una especie de sala, con varios sillones y en el centro una mesa de té. Siguiendo por el pasillo encontró dos puertas más a su lado izquierdo… y al final de pasillo, si, otra maldita puerta…. Sin duda esta era la casa de las puertas. A un lado de la sala encontró la entrada a un pequeño comedor, en cuyo fondo se ubicaba la cocina, ambos separados por un desayunador, suspiro aliviado y se dirigió a la cocina.

Una vez en la cocina sentó al pequeño Shisui sobre la mesa, recorrió el lugar con la mirada y sobre la madera encontró una cesta con fruta, tomo una manzana y se la dio, Shisui sonrió al tomarla.

-Ahora largo hnmm- de un brinco el niño bajo de la mesa y salió corriendo. Un problema menos, tomo otra manzana y comenzó a comerla.

-Bien…- mordisco – ahora solo… – mordisco – tengo que….. – mordisco – saber qué rayos – mordisco – sucede aquí…. – mordisco –hnmm-


Con temor a ofenderlos, prefiero que no lean esto.

Si, esto es un crack, Y NO ME IMPORTA; hay occ, rpg, mpg. Rbd, o como quiera que se llame el género Y TAMPOCO ME IMPORTA; la historia tiene huecos horribles: ME VALE, esto puede ser tomado de otros fics Y ME SIGUE VALIENDO (bueno, no tanto, si las autoras encuentran similitudes háganmelas saber para dar créditos).

Me vale un carajo que este estúpido fic no tenga ni patas ni cabeza, es más, tal vez ni tenga fin. Lo escribí en uno de los peores momentos para mi, mi autoestima se largo a esconderse a la cueva más oscura y profunda de la tierra, mi ánimo se esfumo por los aires y mi buen humor se comió un limón y ahora esta más agrio que el maldito tipo que odia la navidad, así que si destrozan este fic, ME VALEEEEEEEEEEEEEE.

Los personajes perteneces a Kishimoto, esta es una historia sin fines de lucro.