Gotas de Cristal
Por mayraexitosa
Los personajes son de sus creadores, yo solo escribo para que me leas
Capítulo uno el comienzo
En una fiesta encantadora… la reunión de la crema y nata de la sociedad, se festejaba el cumpleaños número 75 de una dama y ahí estarían todos, la familia, los amigos, los vecinos, los hipócritas, los interesados, los lambiscones, los que no dan pisada si huarache, los convenencieros, los políticos, entre otros… una cantidad enorme de personas que eran vistas por un joven desde lo alto de un segundo piso viendo a tantas personas, pero entró ella y todo cambio…
Una jovencita de cabello suelto rizado, caminaba perdida entre la multitud, buscando a alguien, ¿tal vez?, pero de forma extraña miraba hacia ambos lados y que nadie la viera, ¿era una ladrona? no llevaba nada, tomo una copa para seguir observando que nadie la viera, su cuerpo tan pequeño, delgada, en ese vestido blanco recto y sencillo sin ostentaciones, maquillaje impecable una mirada fuerte a lo lejos no se le distinguía el color, quien era, nunca la había visto ahí, no podía dejar de verla, el joven rubio noto que no era el único que la miraba varios caballeros comenzaron a verla, ella parecía ocultarse de ellos, Niel, como siempre siguiendo a las mujeres, ¿Anthony? Inquieto por una chica, vaya sorpresa, Alister la está buscando y mira al astuto de Archie, ya subió varias escaleras para buscarla, ¿quién da más?, sonreía al ver a todos vueltos locos por encontrar a la chica… ¿y la chica?... ya la perdí por ver a estos que la buscan… ah allá va ¡Qué lista! Se escapo de todos, y a donde irá, el joven rubio se salió por el balcón la seguía y ella se escondía en los jardines… vaya porque se escapará… y se va a perder en el bosque… de ahí no va a salir… ¿Qué hace?
Con la curiosidad que siempre lo caracterizaba el joven saltó el balcón para seguirla, pues no solo pensaba que podía perderse, sino porque se escondía de todos, si las damas siempre se pelean por llamar la atención y conquistar a todos los que la seguían… porque ella se escondía, corría para no ser visto por los guardias, el vestía de traje negro camisa blanca, chaleco plateado y corbatín plateado, se fue de forma paralela siguiéndola, hasta que ella se detuvo suspiraba y se recargaba en un árbol, suspiraba y sonreía satisfecha por lograr estar libre de todo, de pronto se escuchó ruido y para no ser encontrado el joven subió al árbol donde se escondía, para su sorpresa vio a la hermosa joven, subirse el vestido y trepar con agilidad el mismo árbol y subir de inmediato se quedaba quieta en silencio eran los guardias haciendo su rondín, ella se paraba en una gruesa rama guardando el silencio por completo sin saber que él estaba ahí haciendo exactamente lo mismo.
Los guardias se regresaban lentamente, ella soltó el aire sonriendo y dijo
- ¡Al fin tranquilidad! El Joven sonriendo le respondió
- ¿Usted cree? Ella abrió los ojos, lentamente volteo y lo vio de pie recargado en el tronco principal, un hombre alto de traje, rubio con una mirada color azul cielo y una sonrisa relajada, la miraba mientras ella dijo
- ¿Quién es usted?
- La pregunta es ¿quién es usted?
-Yo pregunte primero, además porque me sigue…
-Usted subió al árbol donde yo me encuentro, así que vi que usted fue la que me siguió. Ella abrió los ojos más expresivos si se podía, respondió
-Lo siento, entonces debo retirarme, iba a bajar, cuando él la detuvo
-Espere… mire… vienen varias personas, pueden ver sus piernas al bajar.
-Me ha visto mis piernas, ¡grosero!
- Silencio. Usted me las enseñó, guarde silencio ya llegan. Durante unos minutos ambos guardaban silencio una de las manos traía unos taconcitos y con la otra se sujetaba del tronco, esta se resbaló y él la abrazó para atraparla. Dejándola unida a él, ella seguía muda lo miraba a los ojos sin hacer el menor movimiento, exactamente estaban abajo varios caballeros mientras que el la tenía aferrada a su cuerpo ambos con sus miradas enlazadas, sus pies estaban en el aire, su brazo estaba en el cuello de él, con el otro brazo estaba sosteniendo sus zapatillas.
El estaba serio sus ojos se hicieron imanes y ambos no dejaban de verse, el tenía su cintura atrapada con un brazo, sin pensarlo los imanes de sus miradas pasaron a sus bocas y ambos se dejaron llevar por un beso que el aprovechando que podía sostenerla subiéndola de su cintura, la acomodó a sus labios, el momento fue el silencio, el beso fue respondido deliciosamente, ambos atraídos el uno al otro se besaban, compartiendo sus labios, atrapados en una atracción no esperada… ahí una pareja elegantemente vestida, se dejaban llevar por el momento, la tensión aumento en el movimiento de los labios, delicadamente se probaban cerrando sus ojos, se dejaron llevar sin tomar el tiempo, sin forzar nada, un instante basto para escuchar agitados sus corazones y abrir los ojos para volver al inicio, dejando sus bocas ahora volvían a verse a los ojos, que estaba sucediendo ellos no planeaban besarse, mucho menos encontrarse, ella trato de ver hacia donde habían estado varias personas y no había nadie, con suavidad el fue acomodando de nuevo su cintura para colocar sus pies en la rama, ella deslizaba a la par el brazo de su cuello para volver a sujetarse del tronco del que había resbalado, ambos trataban de hablar y no decían nada, ella bajo la cabeza para bajar del árbol, con sorprendente agilidad volviendo a subir su vestido, mientras que el de un saltó hizo lo mismo, le tomo la muñeca para que no se fuera, ella lo observó viendo como la detenía y ella no deseaba irse sin saber quién era, como había logrado hipnotizarla.
Mientras que él se preguntaba quién era ella, que le había robado el aliento y despertado una inquietud que jamás había sentido, acaso todos los que la seguían la conocían, por el no la había visto nunca, como era posible, que eso pasará, si conocía a todas las familias ya todas las personas de esa fiesta, donde había estado ella oculta.
- ¿Cómo te llamas?
- Candy ¿Y tú?
- Albert.
