Caminos Entrelazados


Ni D. Gray Man ni Katekyo me pertenecen si no a:

D. Gray Man © katsura hoshino

Katekyo Hitman Reborn © Amira Amano


Capítulo 1: El camino a la Orden oscura.

Exorcistas… aquellos elegidos por los dioses. Existen para cazar a los seres ocultos en la oscuridad.


Una luz se encendió de forma repentina en medio de la oscuridad, a la vez se escuchó una voz masculina y juguetona resonando en el aire.

–"Venga, vamos a crear algunos akumas"

En medio de la luz, un hombre con sombrero de copa al cual no se le podía calcular la edad, vestía un impecable abrigo abotonado que mostraba su abultada barriga y unas gafas redondas que ocultaban sus ojos. Tenía una enorme boca que parecía siempre sonreía.

Parecía hasta aquí humano, pero sus orejas de elfo grandes y largas probaban que no lo era. Aunque pareciera cómico algo de él producía repulsión.

"Es el Conde del milenio. Lo conozco"

El conde miro de lado y adopto una pose graciosa y llamativa que no encajaba con su cuerpo. Comenzó a explicar el proceso de creación de un akuma.

–"Ahora, una vez reunidos los ingredientes, lo primero que vamos a hacer es llamar el alma de A-san para insertarla en el esqueleto. Para eso necesito tener a B-san, que tiene un vínculo con A-san, para que "llame" al alma"

Cuando B grito el nombre de A. este vino del cielo descendió un ser envuelto en llamas. Por lo visto era el alma de A.

El alma ingreso en el esqueleto del akuma.

"Desagradable… ¿Por qué siento como si recordara algo desagradable?"

El conde asintió satisfecho. Ahora procedía a la muerte sangrienta de B, por medio de A por orden del conde. El esqueleto se comenzó a meter el pie con fuerza en la boca del cuerpo, escuchándose fuertes ruidos de cosas rompiéndose y aplastándose que resonaban en el silencio. Estirando la piel mientras los huesos se torcían, el esqueleto se metió por completo en el cuerpo.

"No, no quiero ver esto. ¡No quiero ver una escena como esta!"

Sonrieron de forma maliciosa, el conde sonrió con gran satisfacción. Se notaba que disfrutaba riéndose de las insensateces de la gente, ninguna otra cosa le provocaba satisfacción.

"El conde del milenio. Aquel que fabrica los akumas y el que desea llevar este mundo a la destrucción"

Mientras el conde desaparecía, la oscuridad se hacía mayor.

"¿Qué es un akuma?

Un akuma nace cuando alguien se aprovecha del deseo ansioso de otra persona de traer a alguien de la muerte. Es un ser que causa más que tragedia

Yo… yo…"

El mundo giro. Y Allen Walker despertó.

Allen miro a su alrededor, confuso. Había sillas de madera dispuestas en filas. Su mente lo proceso. Unos momentos después se había dado cuenta de que había gente sentada en ellas, durmiendo. Escucho el sonido metálico de unas ruedas, y las vibraciones por debajo del.

"Oh, cierto estoy en el tren. Debo de haberme quedado dormido"

Allen se incorporó en su asiento y se pasó una mano por el pelo blanco, suspirando levemente. Tras viajar en barco desde la ruta de la india-Italia y luego haber tomado el tren hasta parís y de allí un barco a gran Bretaña. Su alivio hizo que el joven bajara la guardia sin darse cuenta. Había acumulado mucho cansancio.

Sintiendo que alguien lo miraba, Allen alzo la cabeza.

Una mujer mayor, sentada siete asientos delante de él, desvió la mirada, pero no antes de que él se percatara de la confusión que traían sus ojos.

Allen sonrió amargamente. Se había acostumbrado a que la gente lo mirara con curiosidad. Con el cabello blanco alrededor de una cara tan infantil, nadie sería capaz de decir la edad que tenía realmente. En realidad, ni el mismo sabía su edad. Se imaginaba que tendría alrededor de unos quince años…

"Una edad desconocida. Ahora que lo pienso, creo que ha ocurrido algo en mi sueño…pero ahora no recuerdo. Bueno no importa. De todas formas, siento que no fue un sueño muy agradable."

Allen volvió su mirada por la ventana.

Mirando el tranquilo paisaje rural de gran Bretaña pasando deprisa por la ventanilla. El cielo azul claro, la enorme extensión de pradera verde que veía casi parecía como si fuera un mar en calma. Los arboles…

De repente un fuerte ruido se escuchó por el pasillo, interrumpiendo su concentración. Un joven de cabello castaño despeinado, venía con una maleta y había tropezado.

– ¡Ay! ¡Ouch! –replicaba el joven

Había caído al suelo, y estaba en frente de la silla donde Allen se había sentado. Se llevó su mano al pelo y se sintió un poco avergonzado.

– ¿Estas bien?–pregunto Allen.

– ¿Eh? S-sí, estoy bien–contesto con una sonrisa–. Solo tropecé, pero gracias.

Allen sonrió el joven se levantó del suelo, y lo miro. Camino dos pasos y…se detuvo.

–E-Esto… ¿puedo sentarme?

Allen asintió con una sonrisa, el joven se sentó y desplego la maleta en la parte inferior de la silla. El chico de cabello castaño extendió su mano.

–Por cierto, mucho gusto. Mi nombre es Tsunayoshi Sawada.

Allen extendió su mano y apretó la del joven, Con una sonrisa.

–Mi nombre es Allen Walker, encantado.

Los jóvenes se rieron un poco, y luego vieron como la señora adelante pasaba por su lado, parecía bajar en la siguiente estación.

–Allen, ¿eh?, lo siento si te interrumpí. –contesto el castaño bajando la mirada.

–No, nada. Estaba más que todo sumido en mis pensamientos, así que no pasa nada. –Contesto con una sonrisa–. Dime Tsunayoshi…

–Puedes llamarme Tsuna, creo que queda mejor–irrumpió levemente–. Dime ¿Qué querías preguntar?

Allen quedo un poco desconcertado, no lo miraba con curiosidad y lo trataba mejor de lo que esperaba. Y a pesar de haberse conocido hace poco, lo trataba como si se hubieran conocido en otro tiempo.

– ¿Ah? No. ¿Quería saber de dónde vienes?

– ¿Yo? Ha haha, de Sicilia, Italia. A pesar de que fue largo el viaje, supongo que el cansancio era evidente ¿verdad?–respondió un poco apenado.

–Bueno, es normal. Yo vengo de la india…y he viajado desde allá, y entiendo tu cansancio es difícil mantenerte despierto con este clima.

Volvió su mirada a la ventana, Tsuna miro igualmente…una suave luz inundo el silencioso espectáculo de árboles gruesos con hojas nuevas, que se hallaban en el viento salpicando las llanuras verdes, parecían pequeñas islas… en ese momento Allen vio su cara reflejada en el cristal de la ventana y se acordó de la mirada de la mujer. En vez del pelo podría ser que le repugnara la cicatriz en la parte superior izquierda de su frente y que bajaba a su mejilla…Allen toco su cicatriz con suavidad. Se la hizo alguien importante para él, a alguien que no podría reemplazar. Recordaba tan exactamente ese día que no podía creer que había pasado tres años.

– ¿Allen?–Pregunto Tsuna–. ¿Sucede algo?

– ¡Ah! No. Nada.

– ¿Allen a dónde vas?–indago Tsuna

– ¿Yo? …Voy al cuartel de los exorcistas. –respondió con una sonrisa.

– ¿En serio? ¿Tu?–exclamo Tsuna

Allen imagino que el joven castaño,

"Dirá que es mentira, o simplemente una persona como tú de extraña puede ir a un lugar tan santo. "

Pero Tsuna sonrió y le coloco su mano en el hombro.

– ¡Es sorprendente! ¡Vaya!. Entonces ¿tendrás que ser muy fuerte, verdad?

Tsuna le miro la cabeza sus ojos expresaron preocupación. Un dolor agudo recorrió la parte superior de la cabeza. Gimiendo involuntariamente, Allen echo la cabeza hacia adelante y se acarició con cuidado. Aunque se había quitado la venda tiempo atrás, aun podía sentir el dolor recorriendo el cráneo.

– ¿Te encuentras bien?

–Sí, es solo un pequeño golpe.

"Ya han pasado dos meses desde que mi maestro me golpeo con su martillo…"

–Bueno, esto me lo dio alguien importante antes de salir de mi pueblo.

Tsuna le entrego en un vaso de arcilla una bebida después de levantar el contenedor lleno de algún líquido tibio.

– ¿Qué es?–pregunto con curiosidad.

–Una bebida curativa, la hizo una amiga para el viaje me dijo que era bueno para los dolores de cabeza.

Allen se sorprendió…tomo un sorbo del vaso. Su dolor de cabeza se había ido, y el dolor por el golpe había disminuido.

–Gracias, supongo que ella sabe de medicina.

–Algo así. –mientras desviaba la mirada un poco.

Ambos rieron, Tsuna pregunto algunas cosas más de su vida, de cómo puede ser la vida de un exorcista... con respecto a la vida de clérigo, para cuando había pasado una hora Allen se había olvidado de preguntarle a él sobre su destino…

Para poder convertirse en exorcista, un sacerdote especializado en el exterminio de akumas. Allen había sido el ayudante del general Cross Marian.

El rango de "General" era una posición importante entre todos los exorcistas y su cuartel general, en la "Orden Oscura", que los controlaba. Uno puede decir que debería ser un hombre noble…aunque era un exorcista muy diestro, Allen, encontró que su personalidad no tenía precedentes, sus acciones era ilógicas y tenía demasiadas amantes.

"No es una mala persona" pensó Allen…

–Allen, tu entrenamiento ¿cuánto tiempo duro?

–Bueno…tres años y hasta hace dos meses. En la india, mi maestro por fin me auto declaró Exorcista.

–Entonces, no me dijiste que para eso debes ir al cuartel? ¿Dónde está tu maestro?

Allen llego a esa misma conclusión, pero desgraciadamente su maestro odiaba el cuartel general y no quería ir allí. De hecho, parecía que incluso en la india él estaba ocultándose de ellos.

–En algún lugar de la india…je je–mientras desviaba la mirada con una media sonrisa.

"Todo hubiera ido bien si tan solo me hubiera dicho que no quería ir, pero ¿Por qué tuvo que golpear a su pupilo y escapar…? No me importa que huya, ya que odia el cuartel general…

Si, en verdad no es una mala persona."

Tsuna lo miro un poco desconcertado, mientras Allen se llevaba la mano a la cabeza.

"¿Qué le habrá sucedido…?

Se parece a..."

Llegaban a una estación cercana, pero no era en la que se iban a bajar…subieron algunos pasajeros, que caminaron cerca de la silla donde se encontraban ellos.

–Allen, quería decirte que…–exclamo Tsuna.

–Espera, ahora regreso. –interrumpió y extendió su mano.

Se levantó del asiento, camino en dirección al vagón de carga del tren, allí encontró a un hombre que había fallecido, Allen lo miro y su ojo izquierdo se tornó negro y su pupila roja reacciono.

–Así que, eres un…Akuma–replico el joven.

El hombre volteo y un pentáculo se pintó en su frente. El joven albino se quitó un amarre que tenía en su brazo izquierdo y su mano se volvió una garra extensa gris con una cruz que emitía una luz verde en la parte superior de ella.

El Akuma tomo una forma repugnante, apareciendo algunos cañones de su cuerpo redondo, sus ojos parecían pintoreteados de negro pero esto no era maquillaje, luego su cara llena de dolor con el pentáculo sobre su frente...

Allen lo observo triste, y miro su brazo en forma de garra.

–Oh cruz que estas en mi interior, libera a este triste alma de su agonía…

Mientras el chico saltaba hacia el Akuma este comenzó a disparar cañones llenos de su sangre contaminada por la materia oscura. Allen los esquivo sin ningún problema a pesar del estrecho vagón. Luego solo se vio la garra atravesando el cuerpo voluminoso del Akuma…


En los otros vagones se escuchó un fuerte ruido, desde el vagón de carga…pero se escuchó de tal forma que los pasajeros se alertaron un poco. Tsuna sabía que Allen estaba en aquella dirección…pero no pudo decirle nada al respecto. De repente en los vagones delanteros donde se escuchaban gritos, Tsuna corrió en aquella dirección.

"Sabía que algo andaba mal, debo darme prisa"

Su corazón se aceleraba a cada instante, por lo que pudiera pasar en los otros vagones. Llego al anterior vagón, abrió la puerta y…

Estaba lleno de akumas.


Allen salió del vagón de carga, la gente lo miro con desacierto. Camino en medio de ellos con una sonrisa, mientras llegaba al otro vagón. Se escuchó fuertes ruidos en la parte delantera. Las personas del vagón miraron por la ventana, parecía un problema mecánico, pero se estremeció el tren con las fuertes explosiones…

El ojo izquierdo de Allen reacciono, y él se estremeció.

"Tsuna está en esa dirección,

¿Y si hubieran más akumas en los otros vagones?

Rayos, debo darme prisa."

El albino corrió entre las personas, y cerró la puerta del vagón detrás de él. Observo que a medida que se estremecían los vagones encontraba algún akuma allí. Pero llego al vagón intermedio y se hallaban seis o siete akumas, Allen se vio envuelto en medio del humo provocado por las balas de los akumas. Salto por en medio de las sillas que se veían destrozadas por las balas, la garra de Allen atravesó a tres akumas, explotando simultáneamente…pero aun quedaban cuatro.

Cuando de repente se escuchó una fuerte explosión. En los vagones delanteros, luego la cubierta fue destrozada por una fuerte explosión saliendo expulsados los akumas, Allen se agarro fuerte de una silla para no ser arrastrado de golpe.

En medio de la nube de polvo y escombros por encima del techo del tren había una silueta de un joven…Los ojos de Allen se ensancharon, y salió por donde se hallaba la puerta al siguiente vagón, allí había unas escaleras. Subió con el corazón acelerado.

"¡¿Cómo?! Esto no es verdad, el es…"

Allen se acerco al joven mientras los akumas habían quedado atrás en el camino, alejados por la velocidad del tren.

– ¡¿Tsuna?! Tú eres…–titubeo, y lo miro–. Esa llama es…

Tsuna lo miro con sus ojos color naranja, y empuño sus manos.

–Esto es lo que deseaba decirte, Allen. –Continuo haciendo una leve pausa, mientras miro que los akuma se movilizaban–. Yo también voy al cuartel de los Exorcistas, y este es mi arma anti-akuma.

Allen observo al joven castaño con desacierto y… ¡boom!

Una fuerte explosión vino detrás de ellos, Tsuna esquivo pero fue golpeado y cayó del tren.

– ¡Tsuna!– grito Allen.

Mientras el joven castaño caía en la ribera del rio que se alejaba de su vista. En ese momento Allen se llenó de ira su brazo izquierdo en forma de garra emitió una luz fuerte y la extendió hacia el frente…

¡Cross Gravel!

Ahora su amigo había desaparecido y no podía saber su paradero


El joven castaño, abrió los ojos mientras estaba en el agua, y sentía como el oxígeno se agotaba rápidamente…hizo fuerza con sus brazos saliendo a la superficie, había caído en una aldea cercana había llegado a las cercanías de la ciudad de Conwy.

Ahora había perdido la oportunidad de llegar a la orden a salvo, recordó que su maleta había quedado en el vagón de pasajeros destruido…pero escucho una fuerte explosión en la lejanía, era como si un milagro le hubiera ocurrido.

En la costa de la localidad de Conwy había sido desmembrado del tren el vagón que había sido destruido. Tsuna había llegado allí ya que habían caído metros atrás…hace dos días.

Llego a la estación y observo el pedazo de vagón, la gente lo miraba por la forma en que estaba. Tsuna entro en la despedazada caja de hierro, y miro el lugar donde se hallaba su maleta. Todo estaba quemado o destrozado movió los

"menos mal no perdí nada" pensó para sí.

Saco la maleta y salió del vagón…unos hombres gritaron tras él.

– ¡Hey! ¡¿Qué rayos haces?! –grito un maquinista.

–E-esto, tomando mi maleta. –contesto titubeando.

– ¿Como puede ser tu maleta, si no estabas allí? –replico otro hombre.

–E-Esto...hace dos días caí del tren, pero no había podido llegar por ella.

Los hombres lo miraron con ira, y llamaron a un oficial. Tsuna noto la tensión de los hombres y se volvió. Los hombres susurraron al oficial.

-Este chico vino por una maleta en el vagón destrozado, parece ser que él está involucrado.

"¡Dios Estos hombres solo quieren entregarme a la policía, debo escapar ya!"

Corrió y se desvió por uno de los callejones del pueblo.

Los hombres lo siguieron pero no vieron por donde siguió. Tsuna se había escondido en un bote de basura…estornudo mientras se quitaba algunas cascaras de plátano y algunos pedazos de plástico.

"Que día tan horrible, mi ropa llena de arena y mojada…y luego esto. Ahora como llegare a la orden."

Mientras el cielo despedía sus tonalidades naranjas, y el sol se ocultaba…para comenzar las horas de las tinieblas.


Bueno quería probar como me iría con una historia así ya que me carcomia el pensamiento durante mucho tiempo, Espero les guste. Claro que no interrumpirá los capítulos de las otra serie. Y pues espero sus comentarios. muchas gracias a todos por su apoyo.