En fin, yo de nuevo xD con una historia de KHR solo que un poco distinta a algunas y similar a cierta otra. Ahora centrada en los Varia, que siempre les he tenido ganas :3 Como sea, será un fic de pocos capítulos y sin muchas pretensiones más que el humor sarástico, pero en fin, espero y les guste =7=/ Por cierto, que está ambientado 10 años en el futuro, con Mammon de adulta :3 -como mujer, sip, que las malas lenguas dicen que es hombre pero no me convenzo de ello (?)- En fin xD, aquí vamos x3~
Katekyo Hitman Reborn! NO me pertenece. Es de la grandiosa Akira Amano.
Ese día, la atmósfera que se respira está viciada de cosas pesadas y horribles. El denso aire está lleno de aburrimiento y sofocación, los mismos que el menor de los oficiales que viven en esos no-tan-pocos metros cuadrados muestra perennemente en la cara esté feliz o esté triste. Todo es tan predecible para quien conociera a la perfección la vida de los desequilibrados que pueblan aquel majestuoso lugar. El sucio jefe encerrado como león en cautiverio, da vueltas como buscándose la cola a sí mismo, con un ligre persiguiéndole, teniendo ambos la misma cara. Nadie puede perturbarlo o simplemente puede morir. Y cuando se dice nadie, es nadie.
Ya hace un par de horas, el capitán estratégico ha tenido que salir con un florero clavado en la cabeza, el cual, el buen Lussuria ha tenido que remover pedazo por pedazo del cráneo del hombre de cabello largo, mientras le curaba las heridas gracias al pavo real que hacía que le creciera más pelo del que tenía dejándolo con verdadero aspecto rapunzelesco. El tiburón renegó, gritó, chilló como desquiciado y su voz melodiosa y armónica resonó por toda la casa como música para los oídos de Levi, que sin lugar a dudas estaba disfrutando de ese concierto, con la horrible resaca que tenía en la que todo le sacudía la cabeza, salvo los halagos que quería oír de su bossu. Aquella faena aún continúa, y lamentablemente para Levi, el cese de ese estridente y molesto sonido no llegará pronto. Squalo se oye cada vez más desesperado.
Y quien se lleva el premio al aburrido del siglo es Belphegor. Porque hace falta estar bastante aburrido para contar uno por uno los cuchillos que le clava a su nada-lindo-kohai en el sombrero de sapo, que él mismo le ha obligado a llevar para llenar el vacío que le ha dejado la falta de su anterior ilusionista y amiga. Aunque ahora que la tiene de regreso no le ha retirado la orden al mocoso de sacarse el gorro. Ahora es por amor a verlo hacer el ridículo.
El niño de voz monótona solo se queja, tirándole de regreso los cuchillos, no sin antes doblarlos, pero Bel le sigue disparando con más saña los siguientes cuchillazos. El pobre sombrero queda agujereado y fileteado, con aspecto de puercoespín… pero no parece ser suficiente para el sádico príncipe que ahora apunta a la espalda de su kohai porque ya le aburrió usar su sombrero como diana.
—Dispárate esos cuchillos en el culo, sempai… —Aquellas palabras en lugar de salvar al niño, lo hacen huir lejos de un enfurecido Bel, al que no le ha hecho ninguna gracia la bromita.
Mammon, por su parte, anda contando su dinero, una y otra vez… centavo a centavo, llevando una pequeña tabla de sus existencias y guardándolo en distintos sitios, resguardados de campos ilusorios para que ninguno de los impresentables que vivían en el castillo se atrevieran a profanar su sagrado tesoro. Que en una ocasión, cuando Belphegor era tan solo un mocoso mimado [Aún lo es, pero antes era más bajito], lo encontró escalando para alcanzar una hucha de cerdito y agitarla a ver cuánto dinero había.
NADIE, joder, NADIE se mete con la hucha de cerdito de Esper Mammon y vuelve a vivir la vida igual. Se dice que desde ese entonces, Bel lleva la coronita hacia un lado porque el semejante golpe que le dio la arcobaleno al muchacho le dejó una deformación craneana que hiciera imposible el ponerse correctamente la corona. Se dice, nadie asegura que sea cierto.
Lussuria suspira mientras le corta el cabello a Squalo que le ha pedido amablemente y sin amenazas sobre su calidad de vida o las cosas malas que podrían pasarle a su virginidad si por casualidad se le cayera el jabón de la ducha cuando todos andan lavando sus esculturales y machos cuerpos. Siente la destrucción venir cuando un cuchillo de Belphegor le roza la mejilla y le hace tambalear sus magníficas —y caras— gafas.
—¡Mou! ¡Ya estoy harto de ustedes! ¡Son unos animales cuando no tienen cosas que hacer! ¡Me tienen hasta los cojones con sus niñerías!
El salón, se llena de silencio. Bel y Fran se quedan mirando al que consideran "La madre de los Varia", con los brazos en jarra y haciendo un puchero digno de actriz de telenovela noventera. Levi se había quedado parado a medio pasillo oyendo la densidad del silencio. Mammon, caminaba hacia el lugar y se quedó algo sorprendida con el ambiente pesado e incómodo. Incluso Xanxus ha tenido que salir de la oficina junto a Bester, para ver si sus inútiles y adorables basuras no habían cometido un suicidio colectivo por falta de aire acondicionado.
—Sempai, Luss-san dijo "cojones"… —susurra Fran a Bel, como si aquello fuera la cosa más grave e impúdica del mundo y le hubiese herido profundamente la inocencia el solo hecho de oír aquella palabra.
El príncipe se limita a reírse por lo bajo, de modo elegante, pero a su estilo de gato Cheshire, de ese modo irritante que sólo él sabe conseguir en su audiencia.
—Shishishishi~ Recién acepta que los tiene~. —canturrea en ese tono de voz infantil y malicioso, haciendo que la madre de los Varia se enfurruñe más todavía al oír semejante falta de respeto.
—¡Son unos indecentes! —chilla muy ofendido el de las gafas oscuras, mientras muerde el pañuelito en medio del drama más dramático de su nada-dramática existencia.
—¡VROOOOOOOI! ¡DEJA DE QUEJARTE MARICA DE MIERDA! ¡DANOS UNA PUTA SOLUCIÓN AL JODIDO ABURRIMIENTO! —susurra afablemente el capitán estratégico, que, como siempre, se toma con calma todas las cosas que pasan en el castillo.
—¿Solución? —pregunta la mamá de los Varia y entonces se toma en serio aquella delicada misión. Le están dando la potestad de solucionar los problemas de todos sus queridos niños. Y bueno, del papá de casa, Xanxus, que trae una cara peor que la de perro rabioso acechando un jardín para morderles el pie a los niños que hacen ruido en el lugar. Lo piensa, mientras todos lo observan. Levi agradece el silencio posterior a la melódica sinfonía de la voz del capitán estratégico que le ha dejado la cabeza más zumbada que como la tenía antes.
De pronto, una sonrisa misteriosa cruza el rostro del sol de los Varia, una sonrisa muy suave, muy ligera. Una sonrisa casi, casi femenina. Belphegor traga saliva, porque aquella no es una buena señal. Fran le observa de reojo, preguntándose ahora qué le ocurre al príncipe falso.
—¿Qué se te ha ocurrido, Luss—san? —pregunta el chiquillo, por todos, porque nadie en ese lugar iba a admitir que se moría de curiosidad por las cosas que pensara o no su estrambótica mamá.
—Ara ara~ maa~ —Una risita y un contorneo hizo que todos tragaran duro. Mammon trata de que no se le note que por un momento ha temido por su vida. Bueno, es de las pocas veces que le ocurre, porque siendo sinceros, la única mujer rodeada de esa bola de energúmenos dementes… Da igual, ella está tanto o más podrida que ellos—. ¡Yo propongo que juguemos a algo!
—¿Juego? —Xanxus se digna a alzar las cejas con cierto escepticismo. A él no le gustan los jueguitos.
—Sip, juego~ —Se ríe Lussuria, sin medir el peligro que evidentemente lo acecha por lo que está a punto de decir—. ¡Juguemos verdad o reto!
Todo el lugar se llena de un silencio tan pesado como Xanxus luego de una cena navideña. Simplemente, colosal.
Listo xDDDDD~~ Que me hacía falta escribir así =7=/ En el siguiente capi viene lo que nos importa, el juego en sí :3 Espero que les guste y , ¿Reviews? Sirven para alimentar a Fran, porque Bel le roba la comida :C (?)
Editado: Algunas fallas ortográficas, guiones y cortita narrativa, perdonen las molestias ^^
