RUPTURA

Adrien estaba tan acostumbrado a la decepción, que era casi imposible que fuera akumatizado… hasta ahora. Un error de su parte hizo que no solo cayera bajo el poder de Hawkmoth, sino que fuera acusado de asesinato y se convirtiera en la persona más odiada de todo París.

Nota del autor:

1) Los personajes no me pertenecen. Créditos a Thomas Astruc y compañía.

2) Contiene spoilers de la segunda temporada

3) La mayor parte del fic será desde el punto de vista de Adrien, con algunas excepciones.

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CAPÍTULO 1

Colegio Françoise Dupont

Era una tarde de verano como cualquier otra en el centro de París. La lluvia no había dejado de caer mientras los estudiantes del colegio Françoise Dupont se apresuraban a regresar al colegio tras pasar el receso de mediodía en casa con sus respectivas familias, cubiertos con sus paraguas y corriendo para evitar mojarse.

La entrada del colegio comenzó a llenarse de chicos, cuando un lujoso automóvil color negro se estacionó en la entrada del colegio, y Adrien Agreste salió de la portezuela trasera. Tras agradecer al Gorila, su guardaespaldas, el chico subió la escalera hacia la entrada de la escuela mientras se pasaba el asa de su mochila por el hombro. En la entrada, Adrien se encontró a Nino, y ambos chicos se saludaron con un gesto de sus manos.

-Salut, Nino- sonrió el chico rubio.

-Salut, mon bud- dijo Nino, ajustándose las gafas y sonriendo por un momento, para después entrecerrar los ojos para mirarlo sospechosamente- ¿apenas acabas de llegar al colegio?¿Dónde estabas? ¡Te perdiste toda la mañana de clases!-

Adrien se ruborizó levemente y se puso una mano sobre la nuca.

FLASHBACK

A un par de kilómetros del Arco del Triunfo, Ladybug y Chat Noir corrían tras un akuma que parecía tener poderes de hielo, y había convertido Les Champs-Elysées en una pista de patinaje. Tras varios tropiezos, principalmente de parte de Chat Noir, ambos habían alcanzado al responsable de toda la disrupción a la vida cotidiana de la ciudad.

-Ladybug, Chat Noir- dijo la víctima del Akuma, entrecerrando los ojos al ver que los dos héroes la habían alcanzado- llegan justo a tiempo. ¡Entréguenme sus Miraculous, o convertiré a París en una pista de patinaje!-

Chat Noir se cruzó de brazos y rodó los ojos, aunque esbozaba su habitual sonrisa traviesa. Apoyó su cuerpo sobre su bastón, mientras que Ladybug hacía girar su yoyo.

-Ah, si me dieran un euro por cada vez que escucho esa frase- dijo el superhéroe con una expresión exasperada- hoy me siento un poco generoso. ¿Qué te parece si nos dices donde está tu Akuma, y nos quitamos de problemas? Además, estoy seguro que tú también estás perdiendo clases…-

El enemigo no esperó a que Chat terminara su frase, cuando lanzó contra él un rayo congelante. Antes de que pudiera apartarse del camino, el yoyo de Ladybug se enredó alrededor de los tobillos de Chat, tirando de él y apartándolo del ataque. Todo pasó muy rápido, y pronto el chico estuvo a salvo, colgando de los pies de un poste de luz.

-No te distraigas, Chat Noir- dijo la chica, rodando los ojos con un gesto fastidiado al ver a su compañero de equipo cabeza abajo.

-Ah, milady, ¿cómo puedo perder la oportunidad de que me rescates?- dijo Chat Noir sonriendo y alzando repetidamente las cejas.

Ladybug puso los ojos en blanco al escucharlo e hizo que su yoyo soltara a Chat, quien cayó al suelo de cabeza. El chico se puso de pie y se frotó repetidamente la frente.

-Y yo que pensaba que los gatos siempre caían sobre sus patas- dijo Ladybug, ladeando la cabeza y sonriendo antes de volverse al enemigo- yo creo que su Akuma está en la paleta de hielo que tiene en su mano. ¿Listo, chaton?-

-Yo nací listo, bugginette- dijo Chat Noir, guiñando un ojo de nuevo y alzando su mano derecha- CATACLISMO-

Ladybug asintió mientras que los dos se prepararon para pelear y se lanzaron contra la víctima del Akuma. Pronto, la mariposa negra salió de la paleta helada, y fue purificada por el yoyo de Ladybug.

-Bien jugado- dijeron los dos, chocando sus puños.

Chat Noir ladeó su cabeza y sonrió, mirando a Ladybug con una expresión de cachorrillo enamorado. Llevaba un par de años peleando a su lado, y cada día que pasaba la admiraba más, y se enamoraba cada vez más de ella. Finalmente, su anillo sonó con la habitual advertencia de que estaba a punto de detransformarse, y Chat se mordió el labio.

-Eh… yo tengo que irme, Ladybug- dijo Chat Noir, mitad apenado y mitad entristecido- nos veremos pronto, en el siguiente ataque de Hawkmoth-

-Espero que no sea demasiado pronto, mon chaton- sonrió Ladybug, guiñándole un ojo para intentar animarlo- y no lo digo porque no te quiera ver-

Chat sonrió, bajando la mirada para ocultar el leve sonrojo de sus mejillas, y oprimió el botón en su bastón para alejarse de ahí

FIN DEL FLASHBACK

-¿Adrien?- dijo Nino, alzando las cejas al ver a su mejor amigo tan distraído- ¿te encuentras bien?-

-Yo… lo siento, Nino- dijo Adrien, apenado, aún rascándose levemente la nuca- tuve una sesión de fotos de última hora esta mañana. Mi papá insistió. Pero me dio la tarde libre, así que podemos hacer algo después de clases-

-¡De acuerdo!- dijo Nino, sonriendo emocionado- podemos ir a casa, y mostrarte mi nuevo equipo de sonido. ¡Es lo mejor!-

Adrien asintió, sonriendo al ver que su amigo estaba tan feliz, y los dos chicos entraron al salón de clases, el cual estaba casi lleno. Como siempre, Chloé se lanzó hacia él tan pronto como lo vio entrar, y se colgó de su cuello.

Adrichou!- exclamó la chica, ignorando los esfuerzos de Adrien por soltarse de ella.

-Argg… Chloé… no…puedo.. respirar…- dijo el chico, mientras que su rostro comenzaba a volverse morado.

-¡Chloé, por todos los…!- comenzó a decir Nino, alarmado del color que estaba tomando su mejor amigo- ¡lo estás asfixiando!-

Chloé lo soltó, sin hacer ningún gesto de arrepentimiento, y le plantó un beso en la mejilla. El rostro de Adrien se volvió a teñir de color, aunque más por la falta de aire que por otra cosa. Escuchó un pequeño gruñido proveniente de el asiento detrás del suyo. ¿Marinette o Alya? No alcanzó a ver, pero sabía muy bien que ambas chicas detestaban a Chloé, quizá con razón, así que cualquiera pudo haber hecho ese sonido.

-Oh, lo siento mucho, Adrichou…- dijo la chica rubia con su habitual voz melosa cuando se dirigía a él, y estuvo a punto de decir algo más cuando la puerta del aula se abrió, y apareció mademoiselle Bustier.

-Bonsoir- dijo la mujer pelirroja, sonriendo dulcemente mientras entraba al aula, abrazando contra su pecho su libreta- por favor, todos pasen a sus lugares para comenzar la clase. Vaya, gracias por acompañarnos por fin- añadió, aunque sin dejar de sonreír- Adrien. Marinette. ¿Dónde estuvieron los dos esta mañana?-

Adrien volvió su mirada hacia Marinette mientras volvía a su asiento. ¿Marinette también había faltado a las clases de la mañana? ¿Porqué? Adrien notó los ojos de Marinette sobre los suyos, y un poco de color en sus mejillas, quizá porque la profesora la iba a reprender por su ausencia.

-Lo lamento muchísimo, mademoiselle Bustier- escuchó decir a Marinette con voz nerviosa mientras que él se volvía de nuevo hacia la profesora- me quedé encerrada en la cocina de la panadería otra vez-

Adrien no pudo evitar una risita mientras la profesora alzaba las cejas, sin saber si reprender a Marinette por su ausencia o por su torpeza. Esa chica era linda, y sus accidentes eran graciosos, aunque realmente esperaba que no se lastimara seriamente. Si se la pasaba algo por sus accidentes…

-Deberías tener más cuidado, Marinette. ¿Y tú, Adrien?- preguntó mademoiselle Bustier, sacando al chico de sus pensamientos. Notó la mirada de Chloé sobre él, y sabía que todos sus demás compañeros lo estaban mirando.

-Eh… yo…- dijo Adrien, parpadeando repetidamente- lo lamento mucho, mademoiselle. Tuve una sesión de fotos de última hora, y no tuve oportunidad de avisar-

Mademoiselle Bustier lo miró alzando las cejas, pero no comentó nada sobre si le había creído o no, sino que se volvió hacia el pizarrón y comenzó a escribir.

-Bien, ambos van a tener que pedir las notas de sus compañeros. Y para los demás, continuando sobre el tema de Victor Hugo que dejamos pendiente en la mañana- dijo mademoiselle Bustier mientras escribía sobre el pizarrón- ya cubrimos Notre Dame de Paris, ahora hablaremos un poco sobre Les Miserables…-

Adrien sacó su tablet y comenzó a tomar apuntes. Estaba poniendo toda su energía en concentrarse, y no recordar en ese momento lo que Ladybug había dicho. "No porque no te quiera volver a ver, mon chaton". El chico se sonrojó al recordar sus palabras.

-Nathaniel, espero que estés aún con nosotros…-

La voz de la profesora hizo que Adrien y los otros levantaran la mirada.

-Estaba poniendo atención, mademoiselle- dijo el pelirrojo desde el último asiento.

La clase siguió con normalidad, y Adrien hizo un nuevo esfuerzo consciente por concentrarse. Nino le ayudó con los apuntes, mientras escuchaba a Alya y Marinette susurrar detrás de él, escuchando la risita de la castaña y una expresión mortificada de la pelinegra. El chico sonrió levemente.

Cuando la clase terminó, Adrien y Nino comenzaron a guardar sus cosas. Escuchó que Marinette y Alya estaban charlando sobre que la castaña iba a buscar una entrevista con Ladybug, cosa que lo hizo sonreír. Ivan y Mylène iban a ir por un helado, Rose y Juleka tenían planes de hacer algo en casa, y Max dijo algo sobre regresar a jugar su videojuego favorito. Nathaniel se levantó, llevando con él su libreta de dibujo, y alcanzó a ver que estaba dibujando un cómic. ¿Otra vez sobre Marinette?

-¿Podemos jugar videojuegos en mi casa?- dijo Nino, sacando a Adrien de sus pensamientos.

-Por supuesto- dijo el rubio- te volveré a ganar en Mega Strike 3-

-Antes de que se vayan a casa- dijo monsieur Damocles, el director, entrando al aula tan pronto como mademoiselle Bustier iba a decirles que podían irse- les recuerdo que este viernes se realizará el baile de bienvenida en el patio del colegio, y por petición del alcalde de Paris, monsieur Bourgois, cada asistente tendrá que tener una pareja, así que todos deben apurarse para conseguir a alguien-

Adrien palideció. Sabía que eso significaría que cada chica en el colegio estaría acosándolo para pedirle que fuera con ella. Antes de que monsieur Damocles terminara de hablar, Adrien tomó a Nino por la camisa y tiró de él para salir apresuradamente del colegio.

-Eh… ¡hey, mate!- dijo Nino en voz alta, una vez que ambos estuvieron afuera, y lejos de la vista de cualquiera de sus compañeras- ¿qué haces?-

-Te lo explicaré más delante- dijo Adrien mientras tiraba de él para alejarse de la escuela- pero tenemos que huir ya-

Nino entendió lo que sucedía cuando Adrien dijo la palabra "huir", echándose a reír. Su mejor amigo ya le había contado las desventajas de aparecer en todas las portadas de las revistas de moda.

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Mansión Agreste

Esa noche

Adrien se dejó caer en su cama con los brazos extendidos y suspiró largamente con una expresión cansada. Había pasado una estresante tarde en casa de Nino, la cual se había interrumpido por las constantes llamadas telefónicas de Chloé, Lila y la mayoría de las chicas de la escuela. Adrien no tuvo otra opción más que pedir al Gorila que pasara por él para llevarlo a casa, y finalmente poder apagar su teléfono celular.

-Oh, vamos Adrien, ¿porqué estás tan frustrado por las llamadas de tus muchas admiradoras?- preguntó Plagg, flotando a su alrededor.

Adrien se volvió para acostarse sobre su estómago, con su mejilla pegada a la almohada. Miraba el teléfono celular en su cama, y suspiraba en voz alta.

-¿Qué tiene de malo que las chicas te acosen?- dijo Plagg con una sonrisa impertinente- ¡eres la envidia de todos los chicos del colegio!-

Adrien estaba preocupado, y un poco incómodo. Sabía que los siguientes días iban a ser un poco difíciles en la escuela. No era tonto, sabía que por su carrera como modelo tenía muchas admiradoras, pero ¡él solo quería ser un chico normal, como todos los demás!

-No lo entiendes, Plagg- dijo Adrien con una expresión entristecida, volviéndose hacia él pero sin levantarse de la cama- yo no quiero ser la envidia de nadie. Yo… la verdad es que me gustaría invitar a Ladybug al baile-

-Brrrrrr- dijo el kwami, sacudiendo la cabeza y fingiendo un escalofrío- ¿Ladybug? Sabes bien que ella no puede ir al baile con su disfraz. Y sin su disfraz, te estaría revelando su identidad. ¿Y cómo se lo pedirías?¿Como Adrien, o como Chat Noir?-

Adrien respondió con un gruñido de frustración, que le dio a Plagg su respuesta.

-Oh, no, sabes muy bien no puedes hacer eso, Adrien Agreste- dijo el kwami con sus diminutas manos en la cintura y una seriedad bastante inusual en él. ¿Qué rayos era lo que su elegido estaba pensando? Pero pronto el kwami suavizó su mirada, y se posó en la cabeza de Adrien- niño, eres un chico común y corriente. ¡Vive como uno, para variar!-

Y para presionar su punto, le dio un par de golpecitos en la cabeza con sus manos. Adrien no respondió, y hundió su cara en la almohada.

-Tienes que comenzar a ser amigo de los chicos de tu edad- insistió Plagg- e invitar a una chica normal. Ladybug…- se interrumpió, pensativo- ella es una chica normal también, y si fuera a tu escuela, invitaría a un chico, no estaría buscándote-

-No lo entiendes, Plagg- dijo Adrien, suspirando- es la oportunidad de revelar nuestras identidades. Si Ladybug me conoce…- se interrumpió con una expresión mortificada al ver que Plagg no parecía muy emocionado- oh, no. ¿Crees que se va a decepcionar de mí?-

Plagg dejó escapar una risita. ¿Ladybug se iba a decepcionar del chico dorado de todo París?

-Oh, claro que se va a decepcionar- dijo Plagg en tono sarcástico- ¿cómo se te ocurre preguntar esa estupidez? ¡Eres Adrien Agreste, el ídolo de París! Todas las chicas te aman…-

-Menos Ladybug- dijo el chico.

-Tú no sabes eso, niño- dijo el kwami, poniendo los ojos en blanco- ¿no has pensado que bien podría ser una de tus fanáticas?-

Adrien lo miró con los ojos entrecerrados. No, eso era imposible. Estaba consciente de que, a pesar de que lo molestaba, en el fondo el kwami se preocupaba por él. El chico se giró sobre la cama para quedar boca arriba, y después se levantó para cambiarse con su pijama.

¿Podría ser posible lo que dijo Plagg, que Ladybug en realidad fuera una de sus fanáticas? Ahora que lo pensaba, cuando interactuaba con ella como Adrien, no parecía rechazarlo como cuando lo hacía como Chat Noir. Aunque también era cierto que él era un poco intrusivo como Chat Noir.

El chico regresó a la cama y apagó las luces con el remoto.

-Creo que será mejor que me vaya a dormir. Buenas noches, Plagg- dijo Adrien, tumbándose boca abajo y cerrando los ojos.

-Buenas noches, chico- escuchó decir al kwami, mientras sentía que se acomodaba sobre su cabeza.

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Cima de la Tour Eiffel

Dos días después

-Has hecho suficiente mal así, pequeño Akuma- dijo Ladybug- ¡te libero del mal!-

Chat Noir sonrió ampliamente mientras veía a la chica purificar el último Akuma. ¡Vaya que por primera vez en mucho tiempo había esperado con ansias la aparición de uno de los supervillanos creados por Hawkmoth! Aunque fuera solo para poder conversar con Ladybug.

-Bye, bye, petit papillon- dijo Ladybug, liberando a la mariposa blanca de su yoyo.

-Bueno, milady, ya que hemos terminado el trabajo, hay un asunto del que quiero hablar contigo- dijo Chat Noir, poniendo su bastón en su espalda.

-¿Uh?- dijo la chica, volviendo sus enormes ojos azules hacia él, con una mirada genuinamente confundida- ¿de qué quieres hablar, chaton?-

-Pues… em…- comenzó a decir Chat nerviosamente. Ladybug lo dejó hablar y tomarse su tiempo. De todos modos, esa vez no habían utilizado Cataclismo ni Lucky Charm, así que no estaban en peligro de detransformarse aún.

-Yo… quería decirte… pedirte… ¡sí, pedirte!- dijo Chat, y se aclaró la garganta- quería invitarte a… un baile en mi colegio… el viernes-

Chat dijo todo ello con la vista clavada en el suelo, con miedo de levantar la mirada y encontrarse una expresión horrorizada en su colega. Por fin se atrevió a levantar los ojos, y vio que Ladybug lo miraba más bien un poco apenada, y se mordía el labio.

-Yo… lo siento mucho, chaton- dijo Ladybug, y la chica parecía realmente mortificada- pero tengo que decirte que no. Yo… mi colegio también hará un baile el viernes y… hay un chico en mi escuela con el que quiero ir…-

Chat Noir asintió tristemente. Sí, recordaba que una vez Ladybug le había dicho que estaba enamorada de un chico. Bajó los ojos con una expresión entristecida. La chica notó eso, y le puso una mano en el hombro.

-De verdad lo siento, mon chaton- susurró Ladybug.

Chat Noir pronto borró su expresión entristecida, y forzó una sonrisa.

-No pasa nada, bugginette- dijo Chat, rascándose la punta de la nariz y ladeando la cabeza, con una fingida expresión indiferente- me da tristeza por ti, que te perderás de ir al baile con un chico tan apuesto como yo- añadió guiñando un ojo.

Ladybug soltó una risita, aliviada de no haberlo ofendido.

-No sé como voy a sobrevivir a la decepción, Chat Noir- dijo ella sarcásticamente.

Chat rió también, y tras golpear sus puños juntos y decir "bien jugado", ambos superhéroes se separaron para volver a casa. Mientras se alejaban, Chat se volvió hacia atrás, observando a Ladybug desaparecer en la distancia con dirección al colegio. Suspiró, preguntándose si viviría cerca.

Finalmente se encogió de hombros, y se dirigió a casa.

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Mansión Agreste

Poco después

Y fue bueno que Chat regresara a casa tan rápido, pues tan pronto como entró a su habitación y se destransformó, Nathalie abrió la puerta de su habitación.

-Adrien, tu padre manda decir que lo disculpes, pero que no podrá cenar contigo esta noche- dijo la asistente de su padre.

Adrien respiró aliviado. Odiaba que us padre lo dejara esperando la cena y luego no llegara a tomarla con él, pero esta vez no le molestó. Por poco y lo hubieran atrapado fuera de su casa. Tras agradecer a Nathalie por el aviso y pedirle que enviara la cena a su habitación, el chico se dejó caer sobre su cama.

-Espero que hayas pedido triple Camembert para mí- gruñó Plagg, dejándose caer agotado sobre la almohada junto a él- no solo por no gritar de hambre cuando te detransformaste, sino que una parte de mí sospecha que tendré que actuar como tu kwami psicólogo esta noche-

El chico rubio rió en voz baja, y abrió su mini refrigerador para sacar una rueda de Camembert. Los ojos de Plagg brillaron al ver que Adrien la ponía sobre su mesita de noche, y se levantó inmediatamente para apresurarse hacia el queso.

-De acuerdo, solo porque lo pediste de buena manera- dijo el kwami.

Adrien asintió mientras que Nathalie volvía a entrar a su habitación llevando una bandeja con su ceja.

-Gracias por todo, Nathalie- dijo Adrien mientras que la mujer ponía la bandeja en la mesita frente al sofá.

-No olvides practicar tu piano antes de dormir- dijo la asistente.

Adrien asintió aburridamente mientras que la secretaria salía de su habitación.

-Que aburrido- dijo Plagg antes de dar una enorme mordida a su Camembert- yo no puefdo crefer que afuantes efte riftmo…-

-Plagg, no hables con la boca llena- dijo Adrien, levantando la tapa de su cena y poniendo los ojos en blanco.

-Que no puedo creer que aguantes este ritmo, Adrien- dijo el kwami tras tragar el bocado- eres un chico, no una máquina. Podrías comenzar a comportarte como un chico normal para variar-

El chico rió en voz baja. ¿Qué otra opción tenía? Su sueño era ir a la escuela, no iba a dejarla. Y si tenía que hacer todo lo que quería su padre: estudiar chino, música, esgrima y las sesiones de fotos para tener derecho de hacerlo, pues que así fuera. Llevaba ya un año haciéndolo, además de ser Chat Noir en secreto.

-¿Podrías tomarte un…- comenzó a decir Plagg, pero de pronto dejó escapar un fuerte eructo- …descanso?-

-Plagg…- lo reprendió Adrien.

-Eres un niño, Adrien- dijo el kwami, un poco más serio- deberías relajarte y ser lo que eres, un chico-

-No soy un niño, soy Chat Noir- dijo Adrien.

Plagg no dijo nada por el momento, y siguió devorando su Camembert, mientras que miraba de tanto en tanto a Adrien cenando. Éste estaba pensando en Ladybug, y en como acababa de ser rechazado por ella. Suspiró en voz alta, mientras que miraba de reojo su teléfono celular, el cual estaba en la mesa junto a su cena. Seguía apagado.

El kwami terminó de comer su queso, y se acercó al chico flotando en el aire, hasta detenerse en la mesa junto al teléfono celular.

-Bromas aparte, deberías elegir a una chica para el baile, antes de que éste genere más problemas- dijo Plagg, de nuevo con seriedad- esta misma noche-

Adrien gruñó en voz baja.

-¿Tú crees?-

-Sí, eso creo- dijo Plagg- eso, o tendrás que faltar al colegio mañana. Porque tan pronto como pongas un pie dentro del colegio…-

-Lo sé, lo sé…- dijo Adrien. Sabía que tan pronto como llegara al colegio al día siguiente, la mayoría de las chicas lo acosarían para que las invitara a ir con él al baile. Chloé seguramente lo esperaba. Lila también. De hecho, las únicas dos chicas que estaba seguro no querrían ir con él eran Mylène y Alya, y eso solo porque ellas ya tenían a su pareja. Todas las demás, de una u otra manera, se lanzarían sobre él.

Adrien meditó las palabras de su kwami, y finalmente decidió que Plagg tenía razón. ¿A quién debía elegir? Sería ideal ir con una amiga, alguien que entendiera que estaba enamorado de Ladybug. ¿A quién podría elegir? Nino, que era su mejor amigo, iría con Alya… ¿podría acaso ir con Marinette? Eso sería ideal para todos.

-¿En qué piensas?- preguntó el kwami.

-Estaba pensando que podría invitar a Marinette- dijo Adrien, pensativo- ella es la mejor amiga de Alya, y seguramente ella va a ir con Nino. Sería buena idea, ¿no? Ir con Marinette como amigos-

-Claro, "como amigos"- dijo Plagg en tono burlón, dibujando comillas en el aire con sus pequeños dedos.

Adrien rió en voz baja. El chico realmente esperaba que, si la invitaba, esta vez Marinette pudiera hablar con él tranquilamente, sin tartamudear. Era una chica dulce y gentil, pero siempre se ponía nerviosa en su presencia. Adrien pensaba que quizá porque era un modelo famoso… aunque ya había demostrado en muchas ocasiones que no era como los demás.

En las últimas semanas, Marinette había disminuido considerablemente su timidez cuando estaba con él después de todo, lo cual lo hacía sentirse mucho mejor.

Adrien tomó su teléfono celular y tras golpear la pantalla varias veces, buscó el número de Marinette. Miró la fotografía en la pantalla y sonrió. La bondad de su compañera de clase le recordaba a un poco a Ladybug, sobre todo cuando se ponía a pelear con Chloé para defender a alguno de sus compañeros más tímido o triste, como Juleka o Mylène.

-De acuerdo- dijo Adrien finalmente, bajando el teléfono celular sin hacer la llamada- mañana iré temprano a la panadería de sus padres, antes de que inicien las clases, y le pediré que me acompañe a la fiesta-

Plagg volvió a flotar sobre su cabeza, satisfecho de que su elegido hubiera aceptado invitar a otra chica que no fuera Ladybug.

-Me parece bien- dijo el kwami, dando un enorme bostezo. El chico sonrió levemente.

-Vamos a dormir, Plagg- dijo Adrien- mañana nos iremos un poco más temprano-

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Habitación de Marinette, apartamento de la familia Dupain-Cheng

Al mismo tiempo

Marinette se dejó caer sobre su cama y suspiró largamente. Una parte de ella se sentía un poco culpable de haber rechazado la invitación de Chat Noir, no solo porque había sido un poco brusca para decirle que no, sino porque seguramente lo había herido al decirle la verdad: que esperaba la invitación de otro chico. Se imaginaba que Chat estaba enamorado de ella. Bueno, no de ella, de Ladybug.

Además, ¿en qué estaba pensando? ¿En que Adrien iba a llamarla en ese momento e invitarla al baile del bienvenida? No, seguramente se estaba engañando. Había otras cien chicas en su escuela, en las que se pudiera fijar antes que en ella. ¿Porqué se fijaría en la tímida Marinette, que se la pasaba tartamudeando y haciendo el ridículo delante de él?

La chica se giró sobre su cama.

-¿Qué te sucede, Marinette?- dijo Tikki, flotando a su alrededor, notando la molestia en su gesto.

-Es solo que…- dijo ella en voz baja- ¿y que pasa si me estoy engañando? Seguramente para estas alturas, Adrien ya tiene pareja para el baile, y yo me estoy haciendo ilusiones, pensando que me va a llamar-

-Pero Mari…- dijo Tikki- no sabes eso. ¿Y si sí sucede?-

-Es muy poco probable- dijo Marinette, poniendo los ojos en blanco- no, será mejor que me haga a la idea, y acepte a la siguiente persona que me invite a salir-

-No, pero aún puedes darle un poco más de tiempo- insistió la kwami.

-¿Acaso crees que ese teléfono va a sonar ahora y…?- comenzó a decir, pero se interrumpió de pronto. Su teléfono celular comenzó a sonar. Marinette casi lo deja caer al suelo de la impresión.

-Responde, ¡responde!- insistió Tikki.

Marinette extendió la mano, y al ver la fotografía de la persona que llamaba en la pantalla, respiró hondo y oprimió el botón para responder.

-¿Hola?-

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CONTINUARÁ...

¡Hola a todos! Pues este es mi primer fic de Miraculous. Espero que les esté gustando esta historia. Nos leemos pronto.

Abby L.