En un mundo donde la jerarquía se centraba en que tan útil era tu habilidad especial, había algunas personas que sin lugar a dudas estaban en la cima. No es que a él le molestara o algo por el estilo, pero obviamente creía que si alguien tenía un "poder" malo, nunca sería tan malo como lo que le ocurría a él.

Un mundo algo raro donde en un momento de pequeño te estudian, catalogan y luego te "dejan" seguir con tu vida, es decir, ellos simplemente querían saber qué tan nocivo podrías llegar a ser manteniendo un ojo en ti.

Pero aun así todo parecía normal a los ocho años, una prueba de sangre, algunas preguntas con una señora regordeta y una siesta en una cama extraña para que una semana más tarde llegue una carta a casa con la leyenda de:

Yamaguchi Tadashi.

Estado de salud: Sano.
Capacidades: Promedio.
Nivel de maldad: 14%.
Nivel de bondad: 86%.
Poder: hasta el momento el individuo no dispone de poderes superhumanos. Se volverán a tomar estudios dentro de seis años.

Individuo no peligroso para la sociedad.

Su madre solo asintió diciéndole a su hijo que no se preocupara que sus poderes llegaron más tarde. Años después Yamaguchi descubriría que eso era prácticamente imposible, y que, tal vez, él nació defectuoso o algo.

Ese fue el principio para una fase de burlas escolares a las que se tuvo que acostumbrar. Un mundo en donde ser "normal" era una de las peores cosas que podían suceder. Por eso paso los casi siguientes tres años como una víctima pasiva de bullying. Claro, casi, hasta mitad del último año de primaria, que fue cuando las cosas cambiaron.

*

Era a la salida de la escuela, cuando unos bravucones lo interceptaron en un parque cercano a su casa y empezaron a insultarlo ,por alguna razón, y escupir órdenes sin sentido.

– Las manchas en tu cara son horribles, te hacen ver aun mas feo de lo que eres – Dijo uno señalando.

– ¿Oye, por que eres tan flacucho Yamaguchi? – Decía otro con pelo en punta mientras sus dedos se estiraban asquerosa-mente para dar una idea de sus palabras.

– Tengo una idea – espetó el tercer chico mirando a un asustado Yamaguchi, luego en un movimiento rápido tirandole su mochila encima haciéndolo tambalear – ¿Porque no las llevas tú así ganas un par de músculos, o no? - los otros dos sonrieron y le lanzaron las suyas propias. Logrando así que el más pequeño termine en el suelo, con algunas lágrimas comenzando a formarse en sus ojos.

– Oh ¿Acaso vas a llorar? No te preocupes no hace falta tener poderes para llevar esas mochilas – sonrió con malicia infantil para luego empezar a reírse, sus dos compañeros lo siguieron al instante. Para ese momento Tadashi ya había comenzado a llorar de la impotencia que tenía.

Entonces, una figura alta se posó contra el sol, logrando así que tomar la atención de todos. Era un niño muy alto de cabello rubio, corto y algo rebelde, con lentes y una mirada que daba más miedo que los tres niños en frente de Yamaguchi.

Los agresores se callaron un momento para ver a la persona, la cual solo les dio una sonrisa de autosuficiencia para luego escupir un limpio y aterrador:

– Patético –

Esas palabras helaron la sangre de los involucrados, incluyendo al pequeño en el suelo. Que se preguntó si el insulto también iba para él, de seguro si, pero eso no le sacaba lo genial al tipo rubio parado en frente suyo.
Los victimarios del pecoso reaccionaron al insulto y solo uno se acercó con aire desafiante al de lentes, que ya había comenzado a retirarse.

– ¿Que dijiste, maldito? –

– ¿Que? – el niño se dio vuelta con una cara de enfado que parecía decirle que se pudra ahí mismo.

Eso los aterro suficiente como para hacerlos tomar sus bolsas y correr mientras gritaban cosas como "maldita jirafa" y "estúpido cuatro ojos". Logrando que el megane suspirar con cansancio mientras los veía correr. Yamaguchi se apresuró a limpiarse la cara con la manga de su camiseta para luego levantarse y acercarse algo dubitativo al rubio. Cuando el más alto se dio cuenta de su presencia, logró asustar un poco a niño de pecas, pero aun así este se inclinó en una pequeña reverencia.

– Mm-muchas gr-gracias... – tartamudeo el más bajo y lentamente volvió a enderezarse para poder darle a su salvador una pequeña sonrisa.

– No fue nada – comenzó a voltearse, con intención de retomar su camino. Hasta que Tadashi en un arranque de nervios lo paro, sujetándose la mochila.

– Es-espera...emmm – Se puso algo colorado, sin saber bien qué decir. – Yo...tu...eh..podrías decirme...tu non-nombre – con la poca valentía que le quedaba levantó la vista encontrándose con unos bonitos ojos miel resguardados tras los lentes. Exhalo de la emoción y sonrió por inercia al sentir una cálida sensación en su estómago.

– Tsukishima Kei – dijo el más alto sin moverse del lugar y sin intenciones de alejar al más pequeño que sonrió más ampliamente al saber la identidad de su salvador.

– Yamaguchi Tadashi, un gusto conocerte – se quedaron mirando a los ojos hasta que las manos de Tsukishima se dirigieron a la la cara de Tadashi, el cual se sobresalto al sentir el toque sobre su mejilla. Lo que pasó después aún lo recuerda hasta el día de hoy.

– Es porque tu no tienes poderes – exclamó Tsukishima sin rastro alguno de malicia, como alguien comentado sobre el clima.

Yamaguchi se entristeció al instante, es decir, era un chico genial el obviamente tenía poderes, Y obviamente se iba a dar cuenta que no era como los demás, él era menos que "normal" en la gama social de normal. Suspiro y asintió resignado – Si – termino diciendo sin ganas.

Tsukishima se calló un momento y luego balbuceó un – No me gustan los matones, así que si quieres puedo acompañarte a casa si quieres –

Tadashi no llego a ver la expresión de Tsukishima que ya se había volteado, por lo tanto logró esbozar una gran sonrisa al entender el significado de esas palabras.
– ¿Entonces podemos ser amigo? – cuestionó el más bajo alcanzado al otro que ya había comenzado a caminar.

– ¿No es obvio?... – contesto un poco bajo el rubio, pero aun así el castaño lo había escuchado perfectamente. Caminaron en silencio unos metros mientras Yamaguchi le daba vueltas una idea por la cabeza pero no sabia como decirlo.

– ¿Qué sucede? – Pregunto Kei sin quitar la vista del camino. Yamaguchi trato de juntar algo de valor y lo miro nervioso.

– ¿Puedo llamarte por un apodo Tsukishima-kun? – casi grito en el medio de la calle, lo que sobresaltó al otro y le hizo poner una cara de confusión al no comprender de dónde salía todo el asunto.

– ¿Porque? – dijo algo más bajo para que Yamaguchi se ubicara al lugar donde estaban.

– Es que Tsukishima-kun es demasiado largo – dijo aun mas bajo y por el rabillo del ojo vio como el más alto iba a replicar lo obvio entonces se adelantó y respeto – Y Tsukishima sin el honorífico sigue siendo largo – balbuceo las últimas sílabas haciendo un puchero.

Pudo oír al rubio suspirar y luego noto que cambió el peso de un pie al otro ¿cuando habían dejado de caminar? – ¿Y como pretendes llamarme? –

Yamaguchi lo miro a los ojos como si hubiera encontrado la respuesta al misterio del universo y exclamó un lindo y tierno – Tsukki –

Tsukishima pareció horrorizado con la idea luego negó con la cabeza se ajustó los lentes y comenzó a caminar susurrando un – Haz lo que quieras –

– Wow ¿De verdad puedo? gracias Tsukki – Exclamó eufórico ante la sensación de consolidación de esta nueva amistad.

– Eres molesto Yamaguchi –

– Lo siento Tsukki –

*

Después ese momento las cosas parecían mejorar sustancialmente. Tsukki comenzó a comer los almuerzos con Yamaguchi y el pecoso se emocionó al saber que iban a la misma escuela y le contó a su nuevo amigo que jamás se dio cuenta de este hecho.

– Es por que no prestas atención – Dijo sencillamente mientras comían.

Obviamente nadie volvió a molestar a Yamaguchi dentro de la escuela, y como la mayoría de lo niños no tenían idea de como usar sus poderes y tenían prácticamente prohibido usarlo para lastimar, Yamaguchi se sentía en paz.

Su amistad con Kei fue mejorando, compartiendo gustos de música, deportes, visitando su casa, conociendo a su familia, experimentando la amistad como nunca antes había podido. Hasta una tarde en la casa del rubio, el niño pecoso se sentía nervioso al querer saber algo desde hace mucho tiempo, pero no sabia como expresarlo, lo que provocó que estuviera distraído y no oyera el llamado de atención del más alto. Hasta que esté lo sacudió por el hombro asustandolo completamente.

– ¿Que te sucede? Has estado en las nubes todo el día – se quejó cruzándose de brazos – Si hay algo que te molesta solo dilo – suspiro cansado.

Yamaguchi rio internamente, porque Tsukishima podría parecer malo y sarcástico, pero siempre se había preocupado por su bienestar – Es que me estaba preguntando ...Tsukki ¿cual es tu poder? – dejó caer la bomba esperando cualquier tipo de reacción de su amigo. El cual solo lo miro perplejo un segundo para responder con suficiencia.

– Solo eso – se rio bajito lo que provocó que Tadashi se sonroje de la vergüenza. Ya que no era solo eso, era muy importante para el saber acerca de Tsukki. Iba a replicar pero antes de eso el más alto se levantó del suelo en donde estaba estudiando para abrir un cajón y empezar a resolverlo.

– ¿Tsukki que- – pero antes de terminar Tsukishima le extendió un papel algo doblado.

– Aquí lo explica – el castaño tomó la hoja algo dubitativo y reconoció inmediatamente la escritura. Leyó con cuidado tratando de que toda la información se quemara en su memoria.

Tsukishima Kei

Estado de salud: Miopía leve, se aconseja uso de lentes.
Capacidad: Media-Alta.
Nivel de maldad: 58%.
Nivel de bondad: 42%.
Poder: "Inteligencia Sobrehumana": Inteligencia teórica por encima del nivel de un genio.
"Telepatía": Lectura de mentes a corta distancia mediante visión (se ve afectado por el uso de lentes)

Nivel de poder: Alto.

Individuo peligroso para la sociedad, se lo mantendrá bajo vigilancia hasta nuevo aviso.

Yamaguchi inhalo sorprendido al notar lo diferente que era con el suyo. Luego asintió comprensivo, por eso era que Tsukki era tan genial y se dio cuenta de su condición tan rápido cuando se conocieron. Sonrió satisfecho y le devolvió la hoja a su amigo.

– Genial como lo supuse Tsukki, esos no son muy comunes – le sonrió alegre.

– Gracias, pero no es la gran cosa – dijo sin mucho ánimo.

– ¿Estas bromeando? ¡Son de los mejores poderes que puede haber! – exclamó con impaciencia.

– Eres molesto Yamaguchi – suspiro y volvió a su tarea, que en realidad había terminado hace ya mucho pero solo no quería acostarse en la cama.

– Lo siento Tsukki... cierto casi se me olvida dentro de poco comenzamos la secundaria ¿No estas emocionado Tsukki? – preguntó con calma volviendo a sus deberes.

– La verdad no, pero al menos espero estar en la misma clase que tu que esta vez – comento tranquilamente.

– ¿Eh, cómo se supone que iguale tus notas Tsukki? – replicó enfurruñado el pecoso.

– Solo esfuérzate – levantó el puño en énfasis, pero con una mirada totalmente retadora. Esta bien Tsukki tal vez si era alguien malo, a veces también con Yamaguchi, pero el aun así se preocupaba por su bienestar.

*

Antes de que terminara la primaria sucedió la caída del héroe de Tsukki. La verdad nadie lo esperaba y Yamaguchi fue testigo de todo, por suerte o desgracia para Kei. Después de eso Tsukki se quedo a su lado pero se volvió aún más retraído y asocial, solo dejando al pecoso rondar cerca de el. Tadashi siempre estuvo ahí para su mejor amigo, se quedo callado cada vez que parecía que el más alto lo necesitaba, hablaba sin fin cuando lo creía conveniente, aguantando todo el proceso de cambio de actitud de rubio, hasta llegar a ser una retorcida y sarcástica persona a la que cualquiera podría odiar, y el hecho de ser super inteligente solo lo hacia peor. Aunque al pecoso no le importaba eso, el solo con estar con su amigo era feliz. Y sobra decir que con Tsukishima a su lado nadie lo volvió a molestar...o a hablar, en la secundaria, lo cual le daba lo mismo.

Ambos se dedicaron al voleibol, muy a pesar del más alto en un principio. Todo parecía genial hasta que tenía que completar la ficha de ingreso a la preparatoria. Uno de los ítems lo bloqueó mientras su amigo lo miraba incrédulo. Ambos habían decidido entrar a Karasuno juntos como lo venían haciendo desde hace tiempo, pero Yamaguchi palideció al darse cuenta del requerimiento obligatorio.

Tipo de Poder:
Especificar:

Podía sentir cómo el mundo se derrumbaba a sus pies, y como todo lo que conocía lo dejaba de lado y huía lejos, tal vez exageraba, bueno si lo hacia pero no importaba. Comenzó a temblar hasta que sintió que una mano se apoyaba en su hombro. Giro para encontrarse con el rostro escéptico del más alto.

– Antes de que entres en pánico te recuerdo que este año debes volver a hacerte los estudios – le hablo despacio, puede ser que con un poco de miedo de que el pecoso no entienda, pero se sonrió internamente, y tal vez un poco externamente, al ver como el más bajo sonreía más calmado.

– Si, Gracias Tsukki –

Tsukki lo acompañó a hacerse los exámenes nuevamente. Aunque se quedó la mayoría del tiempo en la sala de espera. Cuando llegaron pudo identificar las caras de las enfermeras, las cuales eran una mezcla entre "pobre chico" y "no entiendo para qué nos molestamos si ya sabemos que no tiene poderes".Tsukishima se encargó de mirar feo a todo el mundo, aunque el más bajo no estaba especialmente agradecido pero apreciaba el gesto de su amigo.

Los exámenes fueron tal como cuando era pequeño solo que luego de la siesta le dijeron que meta la mano en una especie de caja donde había una masa rara. Luego de eso termino todo. Salio como cuando entró, tomaron un café con pastel de fresas para Tsukki por haber sido buen amigo, y volvieron a casa. Todo fue normal excepto por el hecho de que lo nervios de Tadashi parecía explotar en cualquier momento durante toda la semana siguiente.

– Si sigues moviendo la pierna de esa forma te juro que te la voy a clavar al suelo – exclamó un irritado Tsukishima desde el otro lado del sofá.

– Pero Tsukki el correo ya tendría que haber llegado, y qué pasa si los exámenes son iguales, y no puedo ir a la misma preparatoria que tu, yo no siento ningún poder así que seguramente- –

– Callate Yamaguchi – lo cortó rápidamente.

– Lo siento Tsukki –

– Además los únicos poderes que se siente a la ligera son los físicos, todo los demás tiene un grado de concentración mínimo con el cual necesitas saber cual es, de otra forma tu podrías creer que tienes empatía y te esfuerzas por manejara pero en cambio tienes telepatía, pero no se va a activar ya que el individuo debe hacerse consciente del poder y lo que este abarca, antes de eso es como si fuéramos niños de ocho años, así ya calmate maldita sea que me pones molesto – suspiro cansado.

– Tienes razón. Gracias Tsukki – sonrió más tranquilo y trato de respirar profundamente, en el momento que sintió que podía calmarse se oyó el sonido de una carta dejada en la entrada, tan sutil que casi podría afirmar que era una ilusión. Giro el rostro para ver la cara de su mejor amigo, el cual parecía algo sorprendido, lo cual quería decir solo una cosa, no era una ilusión. Corrió tan rápido como pudo hacia la entrada, con Tsukki sobre sus talones y tomó nervioso la carta del suelo. Comenzó un debate interno acerca de cómo tal vez su vida volvería a ser un infierno dependiendo del contenido del papel, lo cual lo hacía sentir enfermo con ganas de vomitar todo hasta que la voz de su amigo detuvo su tren de pensamientos.

– ¿Que esperas? Me volveré viejo si sigues tardando tanto – Tsukki parecía estar algo nervioso también, lo cual lo hizo sentir feliz. Sin necesitar nada más que eso abrió el sobre y se preparó para cualquier cosa.

Yamaguchi Tadashi

Estado de salud: Sano.
Capacidades:Promedio.
Nivel de maldad: 13%.
Nivel de bondad: 87%.

Poder:"Amplificación de poderes":Habilidad de mejorar o debilitar los poderes de los demás. "Otorgamiento de poderes": Capacidad para otorgar poderes, con limite de tiempo. "Transformación de sexo": Habilidad del individuo de cambiar al sexo opuesto.

Nivel de poder: Medio-Alto.

Se explica que todos los poderes que el individuo posee requieren de una maduración mayor que los demás, ya que uno de ellos está completamente relacionados con el nivel de madurez de la persona en cuestión(véase; Transformación). Otros dos de ellos tienen que ver con la madurez sensorial del individuo, los cuales se desarrollaron gracias a sus capacidades (véase;amplificación y otorgamiento). Aunque el individuo posee más de dos poderes, lo cual se considera inusual y mayormente peligroso, se demostró un bajo nivel de maldad, por lo tanto no es peligroso para la sociedad pero se lo mantendrá bajo vigilancia hasta nuevo aviso.

Se quedó de pie en la puerta, luego releyó la hoja y miró intensamente la pared como si su vida dependiera de ello. Lo siguiente que sintió fue una mano en la mejilla que le acariciaba dulcemente y estaba mojada. Miro a Tsukki sin entender porqué y él sonrió cálidamente al mirarlo a los ojos. Siempre se le olvidaba que podía leerle la mente. Entonces solo sonrió y se abalanzo a el.

– ¿Oye primero lloras asustandome y ahora me atacas? – parecía que estaba irritado, pero se podía notar el alivio en su voz.

– Lo siento Tsukki – volvió a sonreírle y le tendió el papel para que lo leyera, aunque aún estaban en el suelo de la entrada a el mas alto no pareció importarle. Se tomó unos segundos para leerlo y luego le sonrió con malicia.

– ¿Así que cambio de sexo eh? – comenzó a reírse y el castaño protesto pero luego le siguió el chiste, parecía todo iba a estar bien por el momento.

Luego de eso decidió a llenar la ficha totalmente alegre hasta que se dio cuenta que no sabía a qué se refería con "Tipo de Poder", así que dio la vuelta con la silla y miró a Tsukki intensamente hasta que se retiró los auriculares y lo miró aburrido.

– ¿ Y ahora qué? – parecía que ya estaba hastiado pero no puede hacer nada al respecto así que se movió los hombros pregunto algo cabizbajo.

– No se a que se refiere con tipo de poder, eso no viene en la hoja... – Tsukishima lo miró por un momento y luego suspiró lentamente.

– Para comenzar la Amplificación y el otorgamiento de poderes son del tipo de "Interacción" ya que usted básicamente no está haciendo uso de ningún poder solo estaría manipulando otros tipos de poderes ¿se entiende? – lo miro impresionado, es totalmente seguro que el poder de su amigo no se estaba desperdiciando en absoluto. El pecoso asintió efusivamente con una sonrisa de adulación.

– Si Tsukki es muy fácil cuando lo explicas – el rubio ignoró al más bajo y siguió con la explicación.

– La transformación de género es del tipo "cambiante" ya que mediante este poder puedes cambiar tu forma, lo cual es bastante obvio... – luego se rascó la cabeza con pesadez.

– Entiendo ahora, muchas gracias Tsukki~ – comentó antes de voltearse feliz de completar la condenada ficha.

*

Las siguientes semanas se las paso estudiando para tratar de estar en la misma clase que Tsukishima, aunque lo más probable era que no pudiera, pero tenía que intentarlo. Y en los tiempos libre practicaba sus poderes con su amigo. Era un experiencia genial lo de la amplificación. Práctico tanto que Tsukki logro leerle la mente desde una cuadra de distancia y se vio imposibilitado a sentimientos de su cara, lo cual era muy innecesario pero el rubio había insistido. La transformación la practicaba solo y aun no podía realizar ni un otorgamiento.

– Ya cálmate te saldrá tarde o temprano, esos papeles nunca mienten – suspiro cansado mientras se recostaba en la cama de Tadashi.

– Tienes razón, además estoy feliz de que hayamos terminado en la misma clase...aunque creo que hiciste trampa en eso – Tadashi miro al rubio en su cama de forma reprobatoria pero este solo rio y comenzó a estirarse.

– De seguro hubieras hecho un escándalo si yo no hacía nada, así que deja de quejarte, eres molesto Yamaguchi –

– Lo siento Tsukki – sonrió con complicidad y se recostó al lado del rubio, sintiendo como se tensaba ante la cercanía, rio internamente comenzando a debilitar la telepatía de su amigo, de seguro se daría cuenta, pero en todo caso tiene derecho a cuidar su privacidad. – ¿Tu crees que la preparatoria será divertida Tsukki? –

– Mientras estemos juntos me da igual como sea – susurro el rubio a lo que Yamaguchi sonrió y terminó la conversación con un "cierto".