Disclaimer: Estos personajes son míos, asi que me pertenecen. Lamentaría que los nombres coincidan con los/las lectores/as. Si han leido o visto la pelicula "Lolita" De Vladimir Nabokov, y encuentran que hay escenas parecidas, Lo lamento mucho. Quizás hayan parecidas, pero están modificadas. Aunque lo empezé a hacer mucho antes de ver la pelicula o haber leido el libro. Quizás fueron coincidencias. Si tienen reclamos (¡OH! ¡la cabra copiona!, etc etc) pueden expresarse. Quizás empieze un poco obvia la historia, la trama, pero os aseguraré que iré imaginando más. Nunca llegaré a ser como Vladimir, bueno quizás en años, pero hasta ahora soy una escritora principiante. Os pido piedad. Sin nada más que decir... creo.
Enjoy it.
Especialmente para ; Baboo-chan. Ojala que te guste.
Dejen reviews.
Ok, ya me callo.
Cáp.1 ; Comienzo… ¿y autocontrol?
¿Cómo debo definir esto?
Se trata de autocontrol…pero esto se me está acabando.
Desde que nos fuimos a vivir juntos (lo cual fue una suerte o algo así) ya que su abuela me la dejó a cargo con mucha facilidad (No tenía a nadie más que su abuela…larga historia). A mi pobre niña no la apreciaban del todo en su casa. Así que… la llevé conmigo. Tiene 13, y… la amo. En tres meses cumplirá 14. En estos meses juntos , en mi casa, ambos, solos…(era de mis padres…pero no están aquí en la tierra en este preciso momento) … no se me ha hecho del todo fácil sido mi "novia" hace… creo que 4 meses. Casi 5. Y he corrido mucho peligro por eso. Pero nadie parece preocuparle. Parece este, un país liberal.
Como he dicho, ha sido mi noviesita desde hace tiempo ya. Y aún… no le he querido tomar la inocencia que le queda. ¿Me entienden?. Pero… en no sé que momento , mandaré mi autocontrol a la mismisima mierda.
-¡Carlos!- Llamó una joven desde la cocina , reteniendo la "o" . –Amor, ya terminé la cena, ¡apurate!-
¿Cómo la conocí? , Soy profesor. Aún no me han quitado mi título a causa de esto. Como os he dicho, no se dan cuenta de nada, así que renuncié para ir en busca de otro trabajo, de la misma profesión, por supuesto.
Ella, al principio, siempre la veía en clases, pasillos, y todo lo que hacía era muy interesante para mí. Aún me acuerdo cuando empezamos a acercarnos más.
Había veces en que la sentía muy nerviosa. Era tan tierna… En fin, la cosa es que de repente a empezé a sentir cosas, pensé que era por falta de descanso, por que aunque haya estado tan ocupado igual tenía tiempo de mirarla. Y las veces que estaba tan cerca de mí no aguantaba, me sentía como un flan… el aroma de su cabello… su cuerpecito delgado, sus manos delicadas, … era perfecta. Lo es.
Muchas veces intentaba no estar mucho tiempo cerca de ella. Pero en esos momentos tenía ganas de comerla a besos, acariciar su tersa piel blanca…
El mayor de no más de 35 años, se acercó a la muchacha que estaba de espaldas , que estaba echándole condimentos a la ensalada arduamente, la abrazó por la espalda, envolviendo su abdomen cubierto con el suéter de color blanco invierno con rayas celestes. Se inclinó un poco para dejar su mentón en el hombro derecho de la chica.
-Mmm!- Dijo Carlos, en exclamación de señalar algo exquisito había en la cocina. Quizás era por la cena, quizás por ella.
-¿Qué pasa? ¿Te gusta el menú de hoy?- dijo ella melosamente, sin dejar de aliñar la ensalada, pero sintiendo descargas eléctricas a causa de los fuertes y robustos brazos que la rodeaban.
-Si… me encanta, me fascina- dijo él susurrando en su oído. Ella rió . A continuación él la soltó. Iba a disponerse a preguntarle si la ayudaba en algo, pero vió que la mesa estaba lista. No se había dado cuenta de eso. Su objetivo había sido pillarla por sorpresa abrazandola por detrás.
-Veo que ya no necesitas ayuda, está todo listo – dijo como con sorpresa.
-Sólo me faltaba esto. – Y señaló el cuenco con una planta verde . O lechuga , como quieran (n/a;Jeh!)
Mientras cenaban, hablaban de todo un poco. De repente se hizo un silencio y la pequeña (n/a; mmh…ni tanto) dejó de comer, mientras que se preparaba para lo siguiente:
-Amor… bueno.. – estaba empezando a sonrojarse.
-¿Mhh?-Mientras se disponía a tomar un sorbo de su gaseosa.
-Me pregunto… no es el momento, pero… ¿Cuándo…tendremos relaciones?
Y él se maldijo por haber estado tomando justo, la gaseosa. Sintió que iba a salpicarla toda de su boca, y por tragarla rapidamente para no tener que aguantarse, falló estrepitosamente por lo que se atoró. Luego empezó a toser. Vió que la muchacha se paró de su asiento para acudir a él, tenía cara de preocupada. Paró justo de toser, por lo que ella se volvió a sentar. Ella estaba colorada aún mas que su cabello. Dejó ambas manos entre las piernas, y agachó la cabeza. Se sentía tan avergonzada.
-Ehmm….yo…-La pregunta había caído como una gran sorpresa para él, no sabía que contestar. Aunque en realidad sí, pero no sabía con qué palabras.
Y la chica aún seguía con la cabeza agachada. Y toda encogida.
-Lissie… yo… no sé, digo, no sé como explicarlo- Se ponía cada vez más nervioso, se suponía que no debería estar así. – Creo que…aún no es tiempo.
Ella se enderezó, lo fulminó con cara de enojo, mezclada con ira. Se había ofendido.
-Por que aún soy muy… joven, ¿verdad?.-Dijo la muchacha pelirroja. Con enojo.
Él abrió la boca para intentar decir algo, y ella lo tomó como un sí.
-Apúrate que tu comida se enfría.-Dijo con enojo, luego de unos segundos, y se dispuso a comer.
Nadie dijo nada. Dado terminada la cena, ella le sacó el plato bruscamente, y se puso a lavar las vasijas. Él pensó que seria lo mejor guardar el resto y salir de allí.
Una hora después más o menos, él leía un libro sentado en el living de la casa, alumbrado solamente por una lámpara que estaba en la mesita junto al sofá. No había mucha luz. Se dió cuenta de una presencia. Se acomodó mejor los lentes para leer.
De pronto, verla ahí apoyada en el marco de la puerta de la habitación, con esa pijamas que traía puesta… encendió cada uno, mejor dicho, todos sus sentidos. Con ese pijamas no dejaba mucho a la imaginación. Estaban compuestos por pequeños shorts rosado de tela razo, junto con una polera de tirantes. Podía ver perfectamente la silueta de su cuerpo adolescente. Se aclaró la garganta. Y quería aferrarse a algo para no salir corriendo a dar contra ella.
Ella se acercó hacía él. Tenía el pelo un poco alborotado, dándole un toque más sensual, desde él punto de vista de él.
Cuando se paró en frente de él , no pudo contener una juguetona risa. Pues veía el efecto que provocaba en él. Su cara era un poema.
Carlos sentía que debía salir corriendo para ponerle la bata más horrible y enorme que pueda colocarle. Pero quería hacer todo lo contrario en ese momento. ¿Cómo podía aguantar tanta…belleza?
Y sentía no poder a más cuando ella de inclinaba y ponía ambas piernas en los costados de las caderas de el mayor, sentándose sobre él. Y él aún con el semblante entre serio y sorprendido, la tomó por las caderas, casi atrayéndola más hacia él. Liss posó sus brazos encima de los hombros de Carlos, atrapándolo aún más.
Él no podía creer esto. Nunca ella había actuado tan… Sensual…
Ella se acercó su rostro y lo empezó a besar. Él cogió el beso con hambre. Y pensaba mil y un cosas a la vez, como ; ¿Que hacía pequeña adolescente para hacerlo sentir tan…así? Ya no se imaginaba sin ella. , y también ¿Estoy haciendo lo correcto?, ¿Perderé la cordura aquí mismo?¿Esta noche?. Y sintió que una lengua se colaba entre la boca del mayor.
Después de minutos, segundos, años, meses, de haber durado aquel beso, ella separó sus labios de los de él, para respirar. Respiraba agitadamente debido a la falta de aire, cosa que el adulto, este gesto de ella, de subir y bajar levente sus pechos, no le estaba haciendo la noche muy fácil. Y se desquitó mordisqueando su cuello, besándolo, dio un par de pequeñas lamidas . Ella gemía levemente, pero él aún pudo notarlo. Necesitaba más. Acariciaba su espalda, su cintura, sus caderas sobre la tela. Ella se sentía fallecer con besos y caricias por parte de él. Y acto seguido, éstos segaron dolorosamente.
-Amor…- dijo él en casi susurro, ya empezaba a subirle la temperatura. –Creo que deberías irte a … dormir.- Dijo con resignación y con voz de suplica. Aún en susurro.
Ella se acercó a su oído izquierdo, aprisionando el cuerpo del mayor con el suyo.
-¿Quieres irte… conmigo? – Y él sentía que en ese mismo momento la pijamas de la menor iba a quedar hecha añicos.
Pero Aún le quedaba lo que más odiaba de si mismo. Autocontrol. Y la apartó suavemente, la besó fugazmente, y se levantó del sillón con ella. Ella entendió enseguida que eso significó un No. Le dedicó una sonrisa de lado , y se fue directo a su dormitorio y cerró la puerta. Carlos se dejó caer sobre el sofá con los ojos cerrados, un poco frustrado, pero decidió esperar un rato, antes de dirigirse a su habitación , que por cierto quedaba al lado de la otra habitación, por que si no, se colaría por la equivocada,
Y no se dio cuenta, pero cayó dormido ahí mismo, soñando hermosos sueños. Para los demás, nada ,pero nada, inocente.
Se despertó con la molestia de los rayos del sol. Y tenía una manta ensima. ¿A que hora vino a verme? Y la lampara estaba apagada.
-Te has quedado dormido aquí. – Y a continuación entró en su vista la pelirroja con el cabello húmedo y ondulado (que por cierto lo tenía unos 12 cm debajo de los hombros), con una blusa blanca y unos jeans, con una taza de café y una de Té con leche. Le tendió el café al mayor mientras bostezaba perezosamente.
-Gracias- y le dió un sorbo.
-¿Qué te pasó? ¿No que te habías parado para irte a tu habitación también? – le preguntaba ella desde el sofá de esos individuales en frente de él, mientras el cabello se le iluminada debido a que las persianas de las ventanas-puertas (ustedes saben, de esas que se deslizan y que van directo al patio trasero) estaban abiertas.
- Mh, si, pero no sé, no me acuerdo, me volví a sentar creo.- y volvió a tomar otro trago de café.
Ella le sonrió mientras acercaba la taza a su boca , y tomaba té con leche. Y decidió cambiar el tema.
-¿Qué haremos hoy?- Le sonrió ansiosa como una niña pequeña.
-No sé, mi niña- le dijo con ternura, por el acto que ella hizo por lo de la pregunta, y su cara .
-¿Podemos… ir al centro comercial?- le dijo ella ansiosa por esperar su respuesta.
-Mh… no sé, creo que me dejarás en banca rota y viviremos en la calle pidiendo dinero . – y vió como ella reía, mientras dejaba su taza ensima de la mesa de centro de madera.
-¡Yaaa! ¡Dime que si! ¿si?- Ella hizo pucheros ya sentada al lado de el.
-mmh… no sé, lo voy a pensar. Aver, aver, ¿Qué quieres comprar?- se acomodó mejor para quedar en frente de ella, aunque medio doblado. Ella estaba sentada sobre sus propias piernas, asi que se acercó a el apoyando sus brazos en el espacio de sillon que quedaba entre ellos y se acercó a su oído, en un movimiento felino;
-Quiero que me ayudes a comprar lencería.- le susurró juguetonamente. Y se volvió a su rostro para verlo con cara de un estúpido soñador, que no le ganaría nadie.
-Ehm… - y él se rió, agachando la cebeza haciendo el gesto, ¡Ay dios!, y ella se reía.
-¿Estás de acuerdo?- y ella se mordió el labio sonriendo y levantando una ceja y con el ceño medio fruncido asi como media afligida, pero con cara de ¿Tal…vez?
-Te llevaré , está bien- no quizo responder si la quería ayudar, en realidad quería, mucho más que eso, pero en vez de eso, le dijo que solamente la llevaría. Aunque sabía que tenía que llevar dinero suficiente.
-¡Woo hoo!- Ella se paró de un salto, - ¿Entonces, que quieres de almuerzo? Puedo hacerte algo especial si quieres, he aprendido nuevas recetas – dijo ella sonriendo tiernamente.
-Lo que quieras mi niña, me conformo hasta solo con estar contigo. – ella le miró con cara de "Ayy, que tierno" y le sonrió de medio lado, y le dijo;
-Pronto no te vas a conformar solo con eso. – Lo pilló con sorpresa lo que acababa de decir, y ella se dirigió enseguida hacia la cocina.
Y pensó que tal vez estaba así por la conversación de ayer . "Por que aún soy muy… joven, ¿verdad?" Quizás por eso estaba tan "atrevida" , quiere demostrarle de que no es una niña aún.
Había transcurrido el tiempo, almorzaron, una que otra risa, una que otra conversación.
Luego de unas dos horas y tanto, se dispusieron para salir rumbo al centro comercial.
Mientras tanto iban en el auto , la pelirroja se acercó a él y le preguntó
-¿No tienes algo de miedo?- y el adulto no sabía a que se estaba refiriendo.
-¿Ah?- y la miró con cara de duda. Mucha duda.
-Pues… vamos a un centro comercial, ¿No?, pues ha mucha gente, a la cual tu o yo podemos conocer… que hayan sido de la escuela… o no sé…-
-Ahh… entiendo, entiendo. Si lo había pensado…- ahora que lo pensaba, ella tenía mucha, pero mucha razón. ¿Qué debía hacer ahora? Habían veces que el era más pequeño que ella, en algunas cosas.
-¡Cómo no lo habías tomado en cuenta! ¡Ni siquiera lo habías pensado!- Dijo casi gritandole con una chillona voz.
-No , no, por supuesto que lo había pensado , pero no… no se me ocurrio como, ni que excusa poner si se llega a acercar o saludarme alguna persona…
-¿Pero toda la gente sabe que eres soltero, o muchos no conocen cosas de ti?
-Bueno, hay gente que sabe que soy soltero y todo…-Y fue cortado por la pelirroja
-Dios… bueno, según la gente que se te acerque , tendrás que decir que soy tu hija, y punto, si no… bueno, ahí veremos lo que se nos ocurre… espero que tengas dotes de actor.
Y él esbozó una sonrisa.
Llegaron al centro comercial, y lo primero que ella tenía en mente, era la tienda de lencería, pero en un local de más arriba había alguien apoyado en el marco de la puerta que le agitaba la mano en forma de saludo.
-Ya vuelvo. – y sin más se alejó de él, y el decidió mirar una tienda de caza que había cerca de él.
-¡Pero tanto tiempo!¿que te habías hecho tu? – Era una voz masculina de alrededor de unos 17 y casi 18 años de edad.
-Ehm… ¡sólo he estado de vacaciones!- Dijo con una sonrisa Lissie, la joven pelirroja, la novia de Carlos.
-Mmh… ¡Pero para mí ha sido harto tiempo!- Dijo el joven haciendo pucheros.
-Si, lo sé, hace tiempo que no venía a visitarte, ¿Cómo van las ventas Joaquín?-
-Bien, excelente. Nada más que necesitamos una vendedora. – Dijo con tono picarón, insinuando que la necesitaba a ella, que era perfecta para el puesto de trabajo.
-Mmh… ¿Quieres que YO trabaje aquí? – Dijo ella señalándose a sí misma, y más cuando pronunció el "YO"
-Por supuesto, ¿Qué mal haría un poco de dinerito para estas vacaciones?-
-Mhh…-
Y pensó en su casa con Carlos. Ella se prometió que si se le aparecía alguna oferta de trabajo, la aceptaría. Por que no le gustaba mucha la idea de ser mantenida por él.
Ella también quería aportar y tener su propio dinero.
Lo había conversado con él hace ya algún tiempo, pero éste le dijo que aún era "joven" , y que no se preocupara de eso ahora. ¿Y sus estudios?, ella quería, definitivamente, ganar dinero para ella, y para ayudar.
-Creo que sí, ¿Cuánto estarían ganando por mes?.- Dijo, pero no sin antes de haberlo pensado un momento.
-¿Cuánto cuesta este? – dijo alzando una caña de pescar , preciosa, que ya se estaba imaginando tirarla y pescar un grandísimo pez , y ser entrevistado por muchos diarios por haber capturado el pez más grande del mundo.
-300 dólares, señor. – Le dijo con esperanzas de que la iba a comprar.
-Ehm… bueno- dijo con desilusión. Quizás la prensa nunca iría a su casa a entrevistarlo.
Dejó la caña de pescar en su lugar, el vendedor pensó "al final, nadie comprará esa caña quizás… la gente últimamente está tan pobre."
-Hasta luego. – Dijo Carlos.
-Hasta pronto, vuelva pronto.- Dijo el con una amable sonrisa.
Y recordó la tienda a duras penas, a la cual su querida "Lissie" había entrado. La pudo localizar al fin, y se dirigío hacia a ella.
-Bueno, ya tengo que marcharme, vendré en unos días más- y se cercó al joven para darle un beso en la mejila de despedida.
-Ok, cuando quieras- y se acercó a ella para que pudiera darle su beso. Y la tomó por la cintura.
Cuando ella se volvió a su lugar después de darle el beso en la mejilla, Joaquín aún tenía sus manos en sus caderas, y ella soltó una risita nerviosa y de incomodidad, indicando las manos de éste , que quedaron hubicadas en el mismo sitio donde había decidido dejarlas.
-Ejem, espero no estar interrumpiendo nada. – Y resonó desde el marco de la puerta, una voz irritada , sarcástica y muy furiosa.
Nos vemos en el próximo cap.
Este... viernes.
