El plan de Birk

La nieve se derretía frente las puertas del castillo de Mattis, El sol, asomándose en la colina anunciando un nuevo día, en la ventana una melena de cabellos negros se asomaba, una sonrisa se dibujó en el pálido rostro de una jovencita de 15 años, Ronja la hija del bandolero miraba con brillo en los ojos que la primavera había llegado por fin.

Con una velocidad y animo característicos de ella se sacó la pijama y se calzo las botas, ya que aunque prefería andar descalza, el suelo aún estaba frío por la nueve derretida en todas partes, bajo las escaleras para encontrarse en el comedor con su siempre serena y amable madre, Ronja la miro algo extrañada ya que por la hora no esperaba encontrarse a nadie rondando por el lugar, Lovis coloco sus manos en la cintura sonriendo a la chica.

-Es el primer día de primavera, imagine que estabas ansiosa por salir al bosque

Expreso entregándole a Ronja un pañuelo lleno de comida.

La chica sonrió a su madre y asintió.

-Ten cuidado con las arpías y no olvides insistir a Birk con la leche, últimamente se ha vuelto quisquilloso con ello.

Ronja soltó una ligera risa

-Dice que está molesto porque Borka no lo deja beber vino y está haciendo protesta dejando la leche en el desayuno.

Lovis resoplo mientras la chica se despedía con ánimo, salió corriendo por la puerta de madera, bajo las escaleras de piedra que llevaban al sendero y corrió como liebre hasta llegar a la puerta principal en castillo, ahí se detuvo ansiosa dando ligeros saltos denotando su prisa.

Un joven bandolero cuyo mechón de cabello le cubría un ojo, avistó a la veloz chica acercarse, Peljie comenzó a abrir la puerta, la chica ya se estaba deslizando antes que esta se abriera completamente.

-El bosque no se ira a ningún lado pequeña Ronja.

Expreso el joven viendo a Ronja moviendo las piernas en su lugar más que ansiosa por que el joven terminara de hablar para irse.

-¡Lo sé Peljie, pero estoy feliz!

Respondió finalmente corriendo hacia bosque, el castaño negó con la cabeza dibujando una sonrisa, sin duda la pequeña Ronja amaba la primavera.

La chica corrió hasta el mirador elevado sobre el sendero, donde dos jóvenes bandoleros, uno rubio y el otro pelirrojo jugaban a las cartas esperando el cambio de turno al amanecer, al verla acercarse, ambos saludaron con ánimo desde las alturas.

-¡Buenos días Lil Klippen y Sturkas!- Respondió la chica sin detenerse, Lil Klippen lanzo un suspiro viendo a la chica alejarse, por lo que Sturkas le miro.

-Solo mírala, parece que ayer la sosteníamos entre nuestro brazos y ya es todo una señorita….

Sturkas lanzo una carcajada.

-Suenas como el jefe, pero ambos son unos ingenuos, Ronja aún es muy pequeña, le falta mucho para ser la nueva jefa de los bandoleros de Mattis, prueba de ello es que aún se va a jugar al bosque el día entero en lugar de ir a robar con nosotros.

-Tú eres el ingenuo- Respondió Lil Klippen alzando su dedo índice en seña de ser más sabio. – La pequeña Ronja ya dicho que no quiere ser una ladrona y la pequeña serpiente de Borka también se ha negado.

Sturkas le dio una palmada en el pecho a su compañero con signos de molestia.

-Es verdad que el jefe le confió el destino de la banda de ladrones a Birk, pero no ha tomado en cuenta que la pequeña Ronja se casara algún día y tal vez si tenemos suerte, él quiera seguir con el negocio.

-Marido de Ronja?

Expreso Lil Klippen con los ojos bien abiertos de desasosiego, luego cambio su expresión por una más pensativa, con el mentón recargado en su mano. -Yo siempre tuve la idea de que Ronja iba a casarse con Birk Borkason….

Enseguida Sturkas le cubrió la boca.

-¡No digas eso en frente del jefe!, si te escucha decir eso es capaz de entregarte a los soldados para que te ahorquen.

Ronja llego a la orilla del lago dando brincos, ahí ya estaba el muchacho pelirrojo acostado en su roca habitual, con las manos en la nuca y la pierna cruzada, al escuchar a Ronja llegar, se sentó y le sonrió.

-Tardaste demasiado, hermana mía.

Ronja lanzó una ligera risa.

-Mi madre me entretuvo un poco.

Estiro la mano mostrando el almuerzo.

-Debes beber la leche, Birk Borkason

Expreso imitando el todo autoritario de su madre con una mano en la cintura, Birk lanzó una carcajada

-A veces no sé si eres más parecida a Mattis o a Lovis, pero yo creo que a Mattis por cabeza hueca.

Ronja hincho las mejillas cruzando los brazos.

-Tu eres más cabeza hueca, le insistes a Borka para que te deje beber vino solo porque todos lo hacen, el vino no tiene nada de bueno, cuando los bandoleros beben demasiado arman un alboroto que enfurece a mamá y al día siguiente les duele la cabeza y no quieren hacer nada.

Birk inclinó una ceja sonriendo y recargó su mano de su rodilla.

-No quiero beberlo solo porque todos lo hacen, lo quiero porque debo dejarle claro a Borka que ya soy un hombre.

Expreso orgulloso golpeándose el pecho, ahora Ronja fue quien río a carcajadas.

-Mattis dice que no puedes ser un hombre de verdad hasta que te salga la barba.

Birk se acarició la barbilla torciendo la boca, y luego sonrió animado.

-Supongo entonces hermana mía, que aún falta mucho para eso.

Ronja subió a la roca sentándose al lado de Birk y comenzó a balancear sus piernas en el aire.

-Dime Birk, ¿Porque quieres demostrarle con tanto empeño a Borka que eres un hombre?

El pelirrojo resoplo rascándose su cabellera pelirroja y lacia.

-Borka sigue insistiendo en que me convierta en un bandolero…

El sonido de las aves volando sobre los altos pinos se escuchó en el cielo sobre el que los chicos se encontraban, luego de un rato de silencio en el que Ronja miró a Birk y en el que sus oídos enfocaron el sonido del río, Ronja fruncido el entrecejo cerrando los puños, levantándose en la roca.

-Borka dice "No sabes nada de las cosas de los adultos, Birk tu opinión no cuenta eres un mocoso y un mocoso no sabe de lo que habla", por eso quiero demostrar que soy un hombre y dejarle claro que no voy a ser un bandolero como él y Mattis.

La chica tomó un respiro y decidida externo su opinión ante su amigo.

-¡Debes ser firme Birk!, Le prometimos a Skaller-Per, que tomaríamos un rumbo distinto a nuestros padres.

-Lo sé…

Respondió el muchacho en tono serio mirando al horizonte, luego de meditar unos segundos volteo sonriente a ver a la chica.

-¡Ya lo tengo!, Borka me insiste en ir mañana a un asalto con él y Mattis.

-¿Vas a negarte verdad?

-Al contrario hermana mía…

Ronja nuevamente frunció en ceño apretando la mandíbula y los puños con fuerza abrió la boca a punto de vociferar maldiciones para el pelirrojo pero apenas pudo soltar una nota de sus cuerdas bocales, cuando el chico continuó con la charla.

-Pero no es lo que piensas.

Agrego finalmente Birk apaciguando a su amiga, se levantó y apuntando con el índice al cielo y la mano en el pecho declaro con fuerza. -Yo Birk Borkason he prometido nunca ser un bandolero, por ello he decidido dejarle bien en claro a Borka que nunca lo haré.

-¿Y cómo piensas hacer que el cabeza dura de Borka lo entienda?

-Eso hermana mía, requiere medidas extremas.

Respondió el pelirrojo guiñando en ojo, Ronja sonrió y se levantó alzando los brazos.

-¡Bien Birk, dicho esto es hora de mi grito de felicidad por la primavera!

Ronja aspiró profundo y Birk sonrió, conforme su grito se iba elevando más, el pelirrojo se cubrió los oídos sin despegarle la mirada. Ronja gritaba a todo pulmón cuando sintió la mirada del chico pegada a ella, lo cual le hizo voltear sin abandonar el grito, al verse reflejada en sus ojos azules, se giró al instante con un tenue rubor en las mejillas y elevó más el volumen, una vez terminado el grito, la chica aspiro repetidas veces recuperando el aliento.

-Has mejorado, ya puedes hacer el grito de la primavera sin pausar para elevar la voz.

-¡Soy más fuerte!- Expresó la chica de la melena despeinada doblando su brazo apenas resaltando su diminuto bícep para golpetearlo.

-¡Yo también lo soy!- Respondió Birk, de igual forma resaltando ese músculo, sólo que éste ya era más notorio que el de Ronja, la chica comparó ambos brazos y torció la boca.

-No es justo Birk, ¿Has estado haciendo un entrenamiento especial o algo así?

-Nada de eso hermana mía…- Respondió descolgándose el arco de la espalda, sacó una flecha y la estiró apuntando a la nada. –"Los niños y las mujeres no deben entrometerse en las peleas de las bestias salvajes"- Expresó lanzando la flecha a lo lejos. –Pues yo he ignorado por completo ese dicho y he estado practicando porque para las arpías, las mujeres y los niños no son diferentes de los hombres.

Ronja miró a su amigo y sonrió, sin duda aunque no le había salido la barba, Birk se estaba convirtiendo en un hombre.

/Mi hermano es muy apuesto/

Pensó la chica al verlo de perfil, su opinión sobre Birk no había cambiado desde que lo miró con detenimiento esa noche mientras le compartía comida a la luz de las velas, aunque Birk estaba sucio y piojoso, Ronja siempre lo había visto como un muchacho apuesto y de sonrisa amable, tenía los ojos decididos de Undis y el cabello llamativo de Borka.

-Mañana nos veremos de nuevo para iniciar nuestro campamento en la cueva del oso, por hoy tengo que regresar a casa para iniciar con mi plan.- Dijo el pelirrojo sacando a Ronja de su meditación.

La chica asintió alegre, sin embargo al ver a Birk marcharse tuvo un extraño sentimiento de ansiedad, era como si algo le dijera que el joven Borkason tendría un día difícil.

Una vez llegado a su casa, Birk tomo una manzana de la mesa y antes que le pudiese dar una mordida, Borka apreció con las manos en la cintura.

-Escúchame bien Birk, he sido muy flexible contigo estos años, pero ya que te sientes lo suficientemente grande como para beber vino como los hombres, considero que es hora de que tomes responsabilidad como futuro líder de los bandoleros de Borka y comiences a aprender este viejo oficio.

Birk no dijo nada y solo mordió la manzana viendo a su inmenso padre, el hombre al no ver una señal de respuesta siguió su charla en un tono más autoritario.

-¡No quiero oír excusas de tu parte, hoy sin falta asistirás al robo que tenemos planeado Mattis y yo!

Birk seguía masticando sin mostear un ápice de molestia o felicidad, Borka se extrañó de no recibir una negativa.

-¡Así que agarra tus cosas y súbete al caballo, que hoy aprenderás quieras o no!

Diciendo esto se marchó molesto y algo confundido, Birk de espaldas con su padre sonrió alzando los hombros.

Esa tarde los bandoleros de Mattis y los bandoleros de Borka se encontraban ocultos tras los arbustos de la vereda, Birk bajo una máscara de bandolero miraba a Mattis y a su padre ansiosos.

-¡Este será el robo más grande el año!- Dijo alegre el hombre castaño, autonombrado "líder y señor de las bestias salvajes y jefe absoluto de los bandoleros", abrazó a Borka del hombro y se dirigió a Birk -¡Lo mejor de todo es que la pequeña serpiente verá lo que es un auténtico robo digno de quedar escrito en la historia!

-Hey, jefe…

Susurró Joen a Mattis, señalando que un par de carruajes se aproximaba, Mattis, Borka y el resto de los bandoleros se prepararon, el primer carruaje estaba por pasar frente a ellos, Los bandoleros estaban por saltar cuando Birk se sacó la máscara y saltó frente al carruaje.

El plan original de Birk era detener el carruaje para advertir a los tripulantes de los bandoleros, de ese modo, tal como Ronja hizo con Mattis al entregarse al entonces bando enemigo como rehén, pondría punto final a las insistencias de su padre con ser el sucesor de ambos clanes de bandidos y demostraría que cuando él tomaba una decisión, era enserio. Con lo que no contaba era que el conductor del carruaje era miope y no lo había avistado a tiempo.

Los bandoleros vieron con desasosiego al chico ser golpeado por el carruaje, volar por el aire y caer inconsciente frente al ellos.