Y claro... si escribía uno sobre la muerte (aviso para los despistados o los que empiecen a las bravas por este fic: Hay otro. Se llama "Muerte" y para quitar el mal sabor de boca de este sindios de muertes, viene bien leerse este), estaba cantado que iba a escribir uno con V vivo. Si no, no seria yo, está claro.

Ale, enjoy... y ¡Recuerden, recuerden el cinco de Noviembre, majetes!


Apoyo mi cabeza en tu pecho y contengo la respiración. Cierro los ojos y pido con todas mis fuerzas notar un leve resquicio de vida.

Mi cara está cubierta por tu sangre; pero, ¿qué importa?

Tu corazón late.

Débil… pero hay vida en ti.

¡V! —grito moviendo tu cabeza tratando, desesperadamente, de despertarte.

No te mueves.

No dices nada. Ni un murmullo que haga pensar que sigues con vida; pero tus débiles pulsaciones rompen esa posibilidad.

Tu vida se niega a dejarte. Tu corazón se niega a abandonarme.

Pronto será la hora y tengo que sacarte de aquí como sea.

Miro el reloj y me relajo al comprobar que un queda tiempo para acompañarte a La Galería y regresar aquí.

Evey… —un susurro. Un leve susurro que me devuelve la vida.

No lo pienso dos veces y me deshago de la máscara. Haces un intento por abrir los ojos; pero incluso esta débil luz es demasiado potente para ellos.

Te incorporó levemente y toses. Un fino hilo de sangre recorre la comisura de tus labios y con mi dedo índice lo limpio.

Las heridas continúan sangrando. Se que es grave. Se que eres fuerte.

Por fin abres los ojos y me miras.

No dices nada.

Solo me miras.

Sonrió y beso tus parpados con todo el cariño del mundo. Tus ojos son azules y profundos como el océano. No quiero salir de esas aguas tranquilas nunca. Quiero pasarme la vida descansando en ellos. Amándote.

—¿Puedes levantarte? —te pregunto con suavidad. Haces un intento, pero desistes. Vuelves a toser y me sonríes débilmente.

—Esto no debería acabar así…

Sello tus labios con los míos. Esto tiene que acabar así y será así como acabe.

Tu cuerpo pesa mucho, pero haces todo lo posible para reducir esa sensación en mi. Te apoyas en mi hombro y con un gran esfuerzo logramos que te pongas en pie.

No dices nada.

Me besas la cabeza y sonríes.

—Te amo —susurro echando tu capa sobre mi.

El camino de regreso a La Galería es largo y prácticamente una tortura para ti.

Te odio.

Te odio, V. ¿Acaso querías de verdad dejarme sola?

Me miras. Has leído mis pensamientos y niegas aferrándote a mi cuerpo con todas tus fuerzas.

Tengo una misión que cumplir. Tu venganza. Tu maldita venganza está en sobre nosotros; pero tu vida es más importante para mi que la explosión de tu promesa.

Te tumbo sobre la cama y me aseguras que estarás bien.

Dudo.

Sonríes y te incorporas contra el cabecero.

—Me quedaré contigo para siempre, Evey —susurras antes de hacerme salir corriendo hacia la estación.

He de acabar tu maldita venganza. He de hacer partir ese vagón y cumplir la promesa que hiciste a Inglaterra.

En mis manos, tu máscara y tu capa. Las aprieto con fuerza contra mi cuerpo.

Entro en el vagón y coloco tus preciados complementos sobre varios sacos situados en una plataforma. Rodeo tu simulado cuerpo con Violet Carson y sonrío satisfecha.

El inspector Finch detiene mi camino; pero tengo las palabras acertadas para conseguir que desista en su propósito y me permita acceder al toque final de tu gran vendetta.

Vemos partir el vagón. El cree que vas dentro; muerto. Yo sonrío de nuevo y me agarro a su brazo.


—¿Cómo fue, querida? —preguntas mientras me siento a tu lado en la cama.

—Has muerto —sentencio con fingida seriedad. Tu asientes y sonríes mientras abres los brazos para recibirme.

—V ha muerto.

—Te amo, misterioso desconocido —susurro besándote.

—Te amo, pequeña cómplice.

Londres ha cambiado. El mundo está cambiando; pero, ¿qué importa lo que ocurra sobre nosotros? ¿qué más da, ahora mismo, lo que pase fuera de esta Galería?

Estamos juntos.

Para siempre.


¡Pero qué monos y que moñas!

Lo de siempre... quien me quiera sacrificar a sus dioses, que me deje un review y ya concretamos día y hora. Para los agradecimientos... lo mismo.