NUEVA INFANCIA

Capítulo 1: Adopta un gatito

El clima neblinoso, el tumulto de los turistas, las calles peatonales, todo eso distingue al Londres que Tomoyo comenzó a conocer de su ahora esposo Eriol. Ella corre llena de entusiasmo por los pequeños mercados, como si fuera una visitante más, él solo la observa sonriente. Una exclamación llama su atención.

-¡Mira esto Eriol! ¿No son hermosos?

La señora Hiragizawa se inclina frente a una caja donde varios cachorros de gatitos juegan entre ellos.

-Son gratis, los están dando en adopción. ¿Qué dices, nos llevamos unos?

Hiragizawa no dice nada, pero no deja de preocuparle la reacción que podrían tener Spinel y Nakuru. Ambos habían aceptado muy bien a Tomoyo, pero no sabe como podrían reaccionar ante un habitante más. Vuelve a mirar a su mujer, cuando algo le entusiasma, como ahora, le brillan los ojos cual luceros; desilusionarla será difícil.

-De todos modos no creo que sea una buena idea... –vuelve a depositar un animalito en la caja. –Ya son muchos cambios para nosotros, quizás el año entrante.

La pareja sigue caminando unos metros más, pero Eriol siente que hay algo que su esposa no le está diciendo. Aunque sabe que es una pésima idea, igual dice:

-Te veías muy feliz con esos gatitos... ¿estás segura que no quieres uno? Todavía podemos volvernos y buscar alguno...

-No, Eriol. Es necesario ser sensatos y según sé, el pelo de gato puede hacerme daño.

El joven de lentes se detiene en medio de la calle, y acaricia un mechón del largo cabello azulado de su esposa. Ella sólo lo mira, sus ojos brillan más intensamente que nunca en su vida, y simplemente no puede dejar de sonreír.

-Tomoyo, ¿qué me estás tratando de decir?