Disclaimer: No es mio, ojalá lo fuera, nada de yaoi, drama puro y una apuesta bastante riesgosa.
Disfruten
Titan vs Titan
Esta vez el día no empezaba con una buena noticia para el Imperio de Britannia. De hecho no empezaba con una buena noticia para nadie que tuviera un poco de compasión y empatía. Pero como el mundo era egoísta y frívolo, a la corte no le interesaba otra cosa que no fuera la sucesión del trono y los privilegios que eso conllevaría en un futuro. Entonces lo que era una mala noticia se convertía en algo que les alegraría el mes ¡Una de las esposas del Emperador había sido asesinada!.
Y no cualquiera.
La favorita del emperador, la de sangre impura. La mujer cuyos hijos eran una mancha en el linaje del Sacrosanto Imperio. Pero al final solo era un gusto personal regocijarse por la noticia ya que seguía habiendo demasiados herederos, problemas en el mundo y hambre de poder.
Demasiado mal hacían ignorando la guerra de titanes que estaba a vuelta de los años.
Stage 1: Meet the Demons
-Conoce a los demonios-
Lelouch Vi Britannia no podía quejarse. Llevaba una buena vida, mimaba a su paladar con los alimentos más exquisitos y exóticos del mundo, vestía las prendas más finas y cómodas que cualquier línea de diseñador personalizada envidiaría, su cama era un paraíso mullido entre suave seda y plumas de ganso en sus almohadas, sin mencionar su tan esplendoroso jardín que le daría envidia al mismo paraíso, y qué decir de su muy completa biblioteca selecta que dejaba en ridículo cualquier recinto de compendios antiguos.
Sin duda no podía quejarse, tenía una vida increíble.
Excepto por un punto fuera de sus cálculos.
-Lelouch, te he dicho infinidad de veces que no montes el caballo si no está ensillado ¿Querías darme la razón? ¡Mira nada más como quedaste! Debería darte vergüenza la imagen que te cargas en este momento, tu ropa llena de fango, tu cabello lleno de ramas… ¿Eso es un nido de pájaros? ¿Qué le hiciste a la hermosa especie que habitaba ese nido? Demonios-
El onceavo príncipe resopló molesto y se cruzó de brazos tratando de alejar el escrutinio, pero no fue la mejor idea, se estaba cansando del juego y realmente se sentía apaleado por la caída. ¿Qué había asustado a su caballo? Era una excelente pregunta porque no era la primera vez que lo montaba de esa manera y el animal nunca se había quejado. Sin embargo y pasando a temas más importantes, no podría aguantar por mucho más tiempo la risa ni estar de pie de manera tan recta.
-¿Hemos acabado con el sermón oficial?- preguntó cambiando su peso de un pie a otro. Sin embargo el seño fruncido de la persona que lo estaba regañando no cambió en lo absoluto y preocupó al joven príncipe por un par de segundos, al menos hasta que su hermano deshizo por completo su propia postura formal y lo tomó por los hombros con un profundo suspiro.
Muy profundo de hecho.
-Quédate quieto mientras te reviso- ordenó el mayor perdiendo toda la formalidad anterior –En serio Lelouch, un día de estos te vas a matar y a mí también en el mismo acto-
El de ojos violáceos y tez pálida –aruñada y sucia por la caída- sonrió levemente por la familiaridad que había vuelto entre ambos, pero no fue por mucho cuando el mayor presionó su costado con dedos expertos haciéndolo sisear de dolor. Lelouch se aferró a los hombros de su hermano mayor con desesperación, dándole la razón a todas sus preocupaciones.
Julius Vi Britannia dejó de presionar pero debía esperar unos segundos más a que Lelouch dejara de clavarle las uñas en los hombros para poder regañarlo como se debía. Finalmente y con una ceja enarcada, Lelouch se encogió ante su mirada y no dijo nada más, aceptando su derrota en el tema, pero el mayor no pudo regodearse en la victoria, pasando una de sus manos enguantadas por el cabello del menor todavía tumbando un par de hojas con media sonrisa resignada.
-No es tan difícil obedecerme, Lelouch- declaró mientras levantaba la cabeza del menor por la barbilla. –Sabes que jamás te ordenaría algo que te pusiera en peligro, pero ayúdame- terminó con un suspiro y se levantó buscando con la mirada la asistencia de la servidumbre.
Gottwald caminó dos pasos más cerca del príncipe de tez morena y con una reverencia se puso a sus órdenes.
-Trae al médico, Jeremiah-
El hombre asintió con toda calma pero contestó de inmediato.
-Ya está en camino, Príncipe Julius. De hecho lo mandé a llamar desde que encontré al príncipe Lelouch dormido en las rosas-
Apareció un leve tic en el ojo derecho de Julius mientras Lelouch agradecía la información con un gruñido. Pero Gottwald sabía que era más que necesario, además mientras el príncipe mayor no viera el daño de los rosales no se imaginaría realmente lo que había pasado y Jeremiah se había tomado la libertad de llamar al jardinero también.
-Lelouch…- gruñó su hermano girándose lentamente –Dejando de lado el hecho de que puedes tener fracturada una costilla o una contusión en esa cabezota, estás castigado por aterrizar en mis rosas-
La manera en que los ojos del menor se abrieron en miseria no tenía precio, pero Gottwald decidió dejar el tema hasta ahí para darle intimidad a ambos hermanos. Sabía que al príncipe Julius le importaban un comino las rosas en ese momento, pero la flora de Villa Aeries siempre tenía un motivo de ser y estar. La variedad espinosa y de tronco grueso que Lelouch había tenido la suerte de utilizar como colchón bien pudo arrancarle un ojo o herirlo de gravedad por las largas espinas que tenía, perforándose en algún lugar no debido.
Cuando cerraba las puertas de la oficina del príncipe mayor, una sola oración confirmó todos los pensamientos del leal hombre.
-¿Dónde puedo comprarte un poco de sentido común Lulu?-
Prólogo, probadita...son como los 10 minutos de la ova. Lo sé, cruel pero esta es la nueva idea. Julius y Lelouch son hermanos, Julius es el mayor y pueden ser libres de imaginar lo que esto puede hacer en mis manos.
¿Personajes que les gustaría que aparecieran o no? ¿Situaciones en especial?
¿Siquiera debo continuarla?
any
