Bueno les prometí el diario de Violette, aquí está la primera parte, sera una historia de capítulos cortos (en comparación a como suelo escribir) está planeado a ser de cinco capítulos, pero aún no lo decido del todo.
Pido perdón por mis horrores de ortografía, pero son las 2 de la madrugada y es el único momento que he encontrado para escribir un poco.
Cualquier sugerencia o duda estoy a sus órdenes en mi página de Facebook :
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Como siempre les mando bendiciones y anímense a comentar eso es vitamina para todo escritor.
In Lack Ench
Archangel of Fire
1. Las primeras líneas de una vida
Luz, hay mucha luz a mi alrededor, no tengo idea de lo que me ocurre quizás estoy bajo el efecto del señor Hipnos. Si eso debe ser debo estar hundida en el mundo de los sueños para poder observar de nueva cuenta esas imágenes cargadas de colores. Hace cuanto que no solía ver tan claro?
Siglos, años, semanas, días… El tiempo es un factor que jamás ha jugado en mi vida, desde hace más de una vida me he encarnado en las más profundas tinieblas.
Mi destino siempre ha sido la soledad, no en balde es la estrella que me cubre. En el vacío, en el silencio solo los gritos de guerra chocan con fuerza estrellándose contra mi fuerte sapuri, siempre he sido un espectro y no como cualquiera. Soy un espectro femenino, o al menos eso es lo que mi anatomía me deja en claro. A diferencia de muchos seres puedo presumir que he tomado en total libertad y conciencia cada una de mis decisiones. Servir a Hades no ha sido un acto forzado, sino un honor que he llevado tatuado en lo más profundo de mi alma.
Hoy he abierto mis ojos esperando de nueva cuenta la suavidad que las tinieblas siempre me han proporcionado y en vez de ello me encuentro la luz de algo que defino como el mismísimo astro rey. Desde cuando el inframundo tiene un sol? Nuestro señor Hades siempre había mostrado repugnancia hacia todo aquello que diera color o forma, pero ahora una joya regalo del mismísimo Apolo adorna e ilumina los cielos de nuestro entero universo.
Me levanto con algo de dificultad, después de haber dormido el sueño eterno y al llegar a la buena postura siento que mi cuerpo me traiciona que pierdo fuerzas, el suelo me jala estoy algo fatigada. Justo cuando creo que caeré en mis propias rodillas, un par de manos me sujetan con calidez y mis ojos se impactan al descubrir quién era el ser caritativo que me ofrecía su ayuda.
Por todos los dioses, no puede ser! Es mi señor Hades en persona y no se encuentra solo, aquella hermosa creatura le acompaña y le pasa una manta blanca con la cual cubre delicadamente mi desnudez.
Por el mismísimo averno! Estoy desnuda y delante de mi Dios! Siento vergüenza e instintivamente escondo mi rostro y busco arrodillarme en señal de disculpas con mi señor, pero éste me toma el rostro y sus hermosos ojos color aguamarina me trasmiten una paz como nunca la había sentido. Después me hablo y sus palabras me llegaron a lo más profundo de mi espíritu.
-Todo está bien Violette, nosotros te hemos traído de regreso a la vida, siempre fuiste una gran guerrera y necesitamos de seres como tú para nuestro nuevo universo. El inframundo ya no es un sitio de eterna tortura y sufrimiento, ahora es lo que siempre debió ser, un universo paralelo a la vida mortal, la antesala a la reencarnación.
Perséfone y yo hemos tomado conciencia de lo importante de nuestra misión como Dioses y del servicio que le debemos a las almas. Nos gustaría que te sumaras a nuestro mundo que participaras en esta misión, ya no como una verdugo de almas, sino como una servidora humilde a ellas.-
A penas y podía creer lo que mis oídos estaban percibiendo, sin duda aquel ser divino distaba mucho del Hades que en vidas pasadas yo había servido. Su túnica seguía negra, pero su aura infundía paz, se sentía que su corazón ardía en amor por su esposa, la hermosa Perséfone, quien a pesar de esa mirada un tanto fría, se sentía emoción y pasión emanando de su poderoso cosmos.
-Es una decisión libre a ti, querida niña- Me dijo la diosa rubia mirándome con esa mirada de zafiros capaces de helar el alma de cualquiera.
-En este nuevo periodo, serán solo reclutados aquellos que por libre voluntad acepten brindar este servicio. La única inmortalidad que podemos prometerte es la que obtendrías mientras vivieses dentro de nuestros territorios. La eternidad es parte del precio para aquellos que viven al servicio de las almas en los paralelos.-
Trague saliva con evidente nerviosismo, la eternidad al servicio de las almas, un nuevo inframundo. Eran demasiadas cosas a la vez, pero la imponente presencia de esos seres me hizo sentirme poco a poco en seguridad. Después de todo qué tenía que perder, no recuerdo haber creado lazos con ningún ser viviente. Para bien o para mal este mundo paralelo es lo más cercano a un hogar que yo he conocido. Así que cubriendo mi desnudez con aquella manta, acepte la propuesta que por primera vez recibí de los labios directos de los mismísimos Dioses a quienes siempre he servido.
Ahí comenzó todo, supongo, bueno digamos que a partir de este episodio doy por comenzada mi vida. Una nueva vida, una nueva yo, en un universo nuevo, reformado y lleno de colores, que honestamente podría jurar que no le pide nada en belleza al mundo por donde deambulan los mortales.
…
Las primeras semanas fueron difíciles, aunque no por ellas malas. Es la primera vez que debo vestirme con ropas idénticas a las de los mortales, mi imponente sapuri está guardado y solo puede ser utilizado en misiones específicas. Nuestros señores han sido muy claros con todos los resucitados, nada que pueda alterar el estado psicológico de las almas transitorias. Ellas deben creer que siguen viviendo vidas normales, aunque nosotros seamos conscientes de que todo es solo un holograma creado por el imponente cosmos de los dioses. Así pues este universo se compone de muchos mundos y de muchas épocas. El tiempo es una burla en nuestros paralelos, las almas descansan en periodos en los lugares más parecidos a los de su última encarnación, hasta el día de sus juicios cuando los jueces les reubican en nuevas encarnaciones, en nuevos nacimientos. Entonces desaparecen bajo la falsa imagen de la muerte, dejando al resto de sus acompañantes con una imagen ya antes vivida, tranquilo y así en espera de sus turnos a ser juzgados. Insisto no hay ninguna diferencia entre nuestro universo y el de los vivos las almas siguen su eterno viaje de regreso a la Fuente de donde todos venimos y a donde todos nos dirigimos.
Esta nueva vida me resultaba un tanto loca, nada de guerras, nada de odio entre los dioses ahora existía una relación de paz y amor fraternal irrompible. Mi señor Hades guardaba con gusto una foto en donde se le veía con su sobrina Athena ambos abrazados y cargando felices al bebe, ahijado de nuestra diosa Perséfone.1 Extraña historia este pequeño pelirrojo es hijo de un caballero dorado resucitado y de un Arcángel encarnado en un cuerpo femenino. La diosa Athena ya no es virgen, ahora es la esposa de Saga de Géminis y por si fuese poco resulta ser que este caballero y su hermano gemelo son hijos del Dios Ares. De verdad que cuando una resucita se lleva cada susto, mi señor Hades ha reanudado la relación con sus dos hermanos, sobre todo con el Dios Poseidón (son inseparables se llaman todos los días) y por si no fuese esto más raro, ahora hasta convive con su suegra Deméter (bueno con su actual rencarnación llamada Susana) en verdad todo ha cambiado.
La Diosa Perséfone nos presentó a sus tres hijas, después de milenios mis señores se convirtieron en padres de trillizas. Tienen apariencia de jóvenes contemporáneas, pero para ser sincera desconozco como sea eso de las edades de los dioses, sus rostros se ven tan jóvenes, pero sus ojos hablan de siglos de vida. Las diosas son amables, distintas en caracteres pero cercanas y fraternales, todo es tan distinto. Aquella vida de distancias y devoción se ha vuelto añicos, nuestros dioses se muestran más cercanos, saben y conocen el nombre de cada uno de nosotros podría asegurar que más que súbditos somos como sus hijos. Vaya que tonterías estoy diciendo, comparándome con divinidades, sin embargo debo aceptar que desde el día de mi despertar siento realmente que el cosmos de Hades vela por mí de una manera protectora y cálida.
Meses después de todo este nuevo ciclo recibo una carta de mis señores, han deliberado que mi mejor sitio de trabajo es en la Corte de Garuda junto al señor juez Aiacos. No puedo negar que me tiemblan las piernas al pensar que debo volverme a presentar cara a cara con mi antiguo comandante. A penas y nos hemos visto en las reuniones oficiales que nuestros dioses han organizado para planear la gestión de lo que serían las nuevas cortes y juzgados del inframundo. El siempre tan él, tan erguido, fiero y fiel a nuestros señores, los tres jueces juraron lealtad a nuestros señores aun después de saber que las antiguas promesas de Hades no eran sino veneno de la discordia y engaño total. Mi corazón latió con emoción al ver como esos tres hermanos doblaron su rodilla con absoluto respeto y admiración por la honestidad que Hades nos estaba brindando.
Todos fuimos testigos de la historia de Eris y su veneno, de cómo todos fuimos directa o indirectamente victimas de su locura.
Después de meditarlo dos minutos me dirigí a presentarme en la Corte del señor Aiacos, todos los juzgados distaban mucho de sus antiguas apariencias lúgubres que solían caracterizarlos, ahora estaban llenos de vida y de movimiento. Al llegar a la recepción fui conducida de inmediato al despacho privado del juez y aún recuerdo aquello con sangre viva.
Aiacos estaba sentado en aquel gran escritorio, en su boca llevaba aquel cigarrillo mientras que parecía organizar con un dejo de preocupación aquella pila interminable de hojas. No tardo en percatarse de mi presencia, y observo curioso mi atuendo.
-Sabes Violette los pantalones te quedan muy bien, pero podrías considerar de vez en cuando usar una que otra falda. Como asistente personal de un juez te daría un aire un tanto sexy.-
Es mi imaginación o el señor Aiacos me guiño un ojo, se pone de pie con aquel pantalón de tela negro y esa chaqueta de terciopelo y botones color hueso. Honestamente siempre le considere un hombre atractivo, pero aquel día sentí que debía cuidar mi boca, para que no se me saliera la baba. Me sentí tan tonta y sin quererlo comencé a tartamudear tratandome de excusar por mi escueta apariencia.
-Este… bueno…la ver…dad yo…-
-Es una broma mujer.-
Suelta una sonora carcajada mientras que me hace una seña con su mano para que me acerque y tome asiento y prefiero seguir sus indicaciones a seguir abriendo mi boca y dejando en evidencia este nerviosismo infernal. Es la primera vez que le veo ponerse unas finas gafas, y así dirigió sus hermosos ojos hacia uno de los papeles que estaba metido en medio de aquel desastre.
-Bueno mi Violette, llevaras el puesto de mi asistente personal como ya antes te lo había dicho, necesitare que estas los días que yo vengo y en mis mismos horarios. Tendrás que ayudarme a organizar toda esta faena de casos y a priorizar en base a los principios que nuestro Señor Hades y lady Perséfone nos comunicaron en la asamblea general. Para mí todo está claro y en listo, ahora dime podrías comenzar ahora mismo?-
Sus palabras me hicieron casi instintivamente echar un ojo sobre mis pantalones vaqueros y mi blusa de piel negra que llevaba puesta. Fueron solo unos segundos cuando me percate que él me estaba mirando fijamente sin pronunciar palabra alguna. Mi respiración se volvió algo nerviosa y sus ojos violetas se clavaron en mi mirada como cuando una águila divisa a su presa. Vaya que mente tengo, como puedo imaginar que el señor Aiacos estuviese intentando o insinuándome cualquier cosa. A penas y pienso contestarle cuando él mismo me roba la palabra.
-Te seré sincero, adoro el cuero negro y esos pantalones te quedan perfectos. Estoy seguro que Radamanthys o Minos matarían por una asistente así. Entonces te quedas?-
Mi cabeza se movió de manera afirmativa, mientras mi garganta se me cerró con el simple hecho de pensar que pasaría todo aquel día en su imponente compañía.
1 Para poder comprender todo este lio de cambios y relaciones tendrían que conocer la primera historia, La Alianza Secreta. Hasta hoy todos mis fics son secuelas de esta.
