Disclaimer: Harry Potter y todo el Potterverso es propiedad de J.K.R.
Este fic participa para los retos de la Familia Friki del topic La Honorable y Originalísima Familia Friki" del foro First Generation: The story before books.
Para Nochedeinvierno13-Friki, que espero que este fic sea de su agrado.
Advertencias: Incesto (relación tío/sobrino), lemon y slash.
Pairing: George Weasley/Hugo Weasley.
La muerte de su gemelo Fred siempre había sido difícil para George. No solo por el hecho de que fuese su gemelo, sino porque para él, Fred era una parte de si mismo. Los dos habían pasado toda su vida juntos. Iniciaron Hogwarts juntos, entraron en el equipo de quidditch ambos a la vez, inauguraron Sortilegios Weasley, su tienda de bromas, juntos...
Y entonces la muerte, aquella caprichosa que se llevaba a sus amantes para siempre, le había arrebatado a Fred.
Para los Weasley, y sus más cercanos, fue una época difícil. Pero sobre todo lo fue para George. Durante varios meses descuido el negocio que su hermano y él habían levantado con tanto esfuerzo. En varias ocasiones la idea del suicidio se le cruzó por la cabeza. Pero jamás la hizo, ya fuese porque era un cobarde que temía a la muerte o porque no quería preocupar más a su familia, sobre todo teniendo en cuenta que ya habían perdido un miembro.
George recibió la ayuda de sus hermanos (sobre todo la de Percy y la de Ron) para llevar adelante la tienda. Al tiempo empezó a salir con Angelina Johnson, la que fue en su momento la novia de Fred. Con el tiempo acabaron contrayendo matrimonio y con ello llegaron Fred II y Roxanne, los hijos de ambos.
El nacimiento de sus dos hijos le trajo a George una nueva esperanza. En el fondo, lo que él más temía, era que el noble arte del bromista, que tanto esfuerzo le habían costado a él y a Fred llevar a la familia, se desvaneciese en el olvido. Así que tuvo la esperanza de que al menos uno de ellos heredase esa vena bromista que él poseía.
Pero no fue así. Tanto Fred II como Roxanne, a pesar de ser energéticos, divertidos y alegres; no habían heredado su lado bromista. Aquello le entristeció algo, pero pronto se lo paso, resignándose a que el legado del bromista se desvanecería con el paso del tiempo. O eso creía, hasta que llegó Hugo.
Hugo Weasley era el segundo hijo de su hermano Ron, junto a Hermione Granger. Por lo tanto era el sobrino de George. Cuando nació estuvo seguro de que el pequeño sería igual que su hermana Rose (la cuál ya apuntaba a que sería una alumna modelo en Hogwarts). Sin embargo Hugo demostró que su tío se equivocaba sobre él. Aquel catorce de abril de dos mil nueve, el día en que Hugo cumplía un año, éste dio su primera muestra de magia, levitando el pastel de chocolate y haciendo que se estrellase contra la cara de su padre, quién solo se quedó sorprendido.
Después de eso George estuvo seguro de que gracias a Hugo aquel noble legado no se perdería. Así que George empezó a pasar tiempo con él, instruyéndolo para que fuese un buen bromista.
Los años fueron pasando y, como es natural, Hugo fue cambiando. Pasó de ser un bebé a ser un niño curiosos, y de un niño curioso a un adolescente hormonal y bastante atractivo. Casi sin darse cuenta George empezó a apreciar mucho la compañía que Hugo le prestaba en la tienda. A medida de que pasaba el tiempo, el lazo entre ambos familiares pasó de ser uno fraternal a uno mucho más profundo.
Y al final acabo sucediendo. Empezó con miradas que se convirtieron en roces, estos en roces de labios que acabaron siendo besos apasionados y que culminó en la mesa del taller, con Hugo apoyado en ella con los pantalones por los tobillos y gimiendo, y George detrás suyo, jadeando levemente, con los pantalones también bajados y penetrando aquel joven y estrecho ano.
Tras aquel primer encuentro hubieron varios más. La relación de ambos se volvió tan estrecha tan intima que, cuando estaban solos, se comportaban como si fuesen novios.
Sin embargo aquel día era bastante especial para ambos. No sólo porque Hugo acababa de graduarse de Hogwarts. También lo era porque aquel día, dos años atrás, habían tenido su primera vez teniendo relaciones sexuales. El año pasado no lo habían podido celebrar ya que Hugo se fue de vacaciones apenas llegó de terminar su sexto año y no regresó hasta pasado casi un mes y medio.
Así que aquel día era de suma importancia para ambos. Aprovechando que Fred II y Roxanne vivían ya fuera de casa y que Angelina había salido con el resto de sus cuñadas a un centro de relajación por unos días, George preparó una magnifica cena para aquel acontecimiento.
Al rato llegó Hugo a través de la Red flu. George lo recibió con un beso cargado de pasión. Hacía varios meses que no se veían y el mayor no pudo evitar pensar que Hugo tenía un talento para verse bien. Le parecía imposible que, cada vez que se veían, Hugo fuese más hermoso y, sobre todo, más follable.
—¿Cómo estás? —le preguntó George, una vez hubo terminado el beso.
—¿Ahora mismo? Con ganas de sentir tu polla dentro mío, tío George —respondió Hugo, poniendo énfasis en la palabra tío.
George tuvo que morderse el labio. Oír a su sobrino hablar de esa manera le excitaba. Sintió como su mano acariciaba su entrepierna, enviandole olas de placer.
—Hugo... —jadeo George. Hugo rió suavemente.
—¿Qué pasa, tío George? —le preguntó Hugo de forma inocente.
Haciendo un esfuerzo, George consiguió separar la mano de Hugo de su entrepierna.
—Primero la cena y después lo que surja —dijo George.
—Eres un aburrido —se quejó Hugo, haciendo un mohin. George sonrió y le beso la cabeza.
—Vamos adentro —dijo el pelirrojo.
La cena transcurrió de forma tranquila. Entre bocados y sorbos, fueron hablando sobre lo que habían estado haciendo esos meses que no se veían.
—Y... ¿qué hay de postre? —le preguntó Hugo, una vez hubieron acabado de cenar.
—Lo que a ti te apetezca —respondió George con una pequeña sonrisa.
—Lo que yo quiera, ¿eh? —murmuró Hugo, sonriendo maliciosamente.
Entonces el joven se metió debajo de la mesa. George sintió como la bragueta de su pantalón era abierta y su miembro flácido salía al exterior. Sintió las cálidas manos de Hugo, acariciando su miembro que se iba endureciendo lentamente. George levantó el mantel de la mesa, mirando hacia abajo.
Hugo estaba arrodillado con el miembro viril de su tío entre sus manos. Éste estaba endurecido. El glande estaba enrojecido y palpitante. Hugo acercó sus labios a el y le dio un beso en la punta. George se estremeció y Hugo sonrió. Sacó su lengua y empezó a lamer aquel trozo de carne que le encantaba. Lentamente fue introduciéndose el miembro al interior de su boca, hasta que se lo hubo metido por completo.
George tiró la cabeza hacía atrás cuando sintió la calidez de la boca de Hugo alrededor suyo. El chico lamía y enrollaba la lengua a lo largo del tronco. George, haciendo un esfuerzo, consiguió desabrocharse el botón del pantalón. Levantó levemente sus caderas mientras Hugo le deslizaba los pantalones hacía abajo, junto a los calzoncillos.
Ahora que estaba desnudo de cintura para abajo, Hugo podía acariciar los testículos de George. Los acariciaba y manoseaba oyendo los suspiros de su tío. Aquello le excitaba y aumento el ritmo de su mamada.
—Ah... Hugo... —gimió George.
Un escalofrío recorrió su espalda. Sintió que su miembro se hincaba y entonces se corrió dentro de la boca de Hugo. Éste se separó al sentir la descarga de leche inundando su boca, de manera que la segunda y tercera descarga le dieron el cabello rojo y su pecoso rostro.
Hugo le sonrió intentando parecer inocente, aunque el semen en su rostro y cabellos lo arruinaban. Él se levantó del suelo y se colocó a horcajadas sobre el regazo de George. La pareja se besó con pasión mientras sus manos recorrían el cuerpo del otro, quitando las piezas de ropa que les estorbaban en sentir la piel desnuda del otro.
Ahora que no había ropa por el medio podían explorar el cuerpo del otro a pleno placer. Sus manos se deslizaban por el cuerpo del otro, mientras sus caderas se movían haciendo que sus miembros erectos y duros se frotasen entre ellos. George deslizó un par de dedos por la boca de Hugo, humedeciéndolos con la lengua del chico, quién los lamía casi con desesperación.
Una vez estuvieron humedecidos, George los deslizó con lentitud alrededor del ano de Hugo antes de introducir uno. Hugo arqueó la espalda y gimió.
—Uf... tío... —susurró en su oído con cierta lujuria. George deslizó un segundo dedo dentro, empezando a moverlos adentro y afuera lentamente.
Hugo gemía en el oído de George. Éste al sentir el aliento de su amante en la oreja, se estremeció. Se levantó de la silla, la cuál ya apenas aguantaba el peso y movimiento de ambos, y se fueron a la salita. George se sentó en uno de los dos sillones que estaban allí con Hugo aún encima suyo.
El menor de los pelirrojos le sonrió a su amante antes de levantar ligeramente sus caderas y empalarse con el pene duro y sonrosado de su tío. Ambos gimieron cuando el contacto se realizó. George por sentir la estrechez y calidez del joven alrededor de su polla. Hugo por sentir como el miembro del mayor se abría paso dentro suyo, llenándole de una manera que a él le encantaba.
Hugo empezó a moverse arriba y abajo. George cerró los ojos, sintiendo como las nalgas de Hugo masturbaban su miembro, mientras que sus uñas se aferraban a su espalda. Gruñidos salían de los labios del menor, volviendo loco a George. Se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra el cuello de Hugo, besando, lamiendo y mordiendo aquella zona.
Hugo gruñó, suspiró y gimió ante cada contacto de los labios de George sobre su cuello. Su miembro rozaba con el abdomen de su tío produciéndole escalofríos. Sentía que se iba ha volver a correr dentro de poco.
Y efectivamente así fue. Con un gruñido grave, el miembro de Hugo disparo varias descargas de esperma que fueron a reposar sobre el pecho y abdomen de George. Éste al sentir el semen el Hugo en la piel de su cuerpo, ya no pudo aguantar más y también llegó al clímax. Sintió como su miembro soltaba su descarga en forma de leche pegajosa y cálida dentro de Hugo.
Ambos se quedaron quietos durante unos minutos, Hugo encima de George y todavía siendo empalado por su miembro, aunque éste ya había perdido la rigidez de antes. Entonces Hugo sacó el miembro de George de dentro de su trasero y se desplomó junto a él, quedando ambos acurrucados en el sillón.
—Tío George, se me han ocurrido varias ideas para bromas —Hugo bostezó—. Ya te las diré mañana.
—Claro —murmuró George, sonriendo a Hugo ante la idea de tener nuevas bromas para poder vender en su tienda en un futuro.
Definitivamente George se alegraba de que el espíritu bromista de los Weasley continuase su legado con Hugo.
Hola.
Patty, siento el retraso, ya que me lo pediste hará alrededor de un mes, pero por fin te traigo el George/Hugo que me pediste. Mejor tarde que nunca, ¿no?
En fin, sólo espero que te haya gustado.
Se despide,
Grytherin18-Friki.
