Hunter X Hunter no me pertenece.
Este drabble participa en el reto de marzo del foro 'Comunidad del Cazador': Parejas crack.
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Maestra.
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Biscuit Krueger era una mujer de armas tomar. Tras esos ojos brillantes e inocentes y esa apariencia joven y frágil, se escondía una chica de temer. Nadie sabía cómo en realidad, pero lograba parecer una dulce veinteañera, ocultando como por arte de magia su verdadera edad.
Así fue que la conoció el Kuruta; iba pasando por la calle principal de York Shin, cuando divisó a un grupo de hombres ebrios molestándola. Corrió al rescate de la jovencita, mas, cuando llegó al lugar, los tipos en cuestión yacían tirados en el suelo.
—Eso lo explica todo —comentó el Kuruta, una vez Biscuit le dijo que era Cazadora.
La mujer se bebió de un trago el contenido de su copa. No tenía deseos de charlar con Kurapika precisamente. Estaba encandilada por el rubio; era guapo, amable, educado y además muy fuerte. Por eso había insistido en que la acompañara a beber algo, y Kurapika no se negó.
—Por cierto —prosiguió el Kuruta— ¿Qué te trae por la ciudad? Trabajo aquí, así que prácticamente he memorizado cada rostro y el tuyo no se me hace para nada familiar.
Eso trajo a Biscuit de vuelta a la realidad. Palm Siberia se había puesto en contacto con ella para que fuera a entrenar a Gon y a Killua.
—Sólo estoy de paso. Debo solucionar un asunto con dos de mis pupilos —suspiró—. Esos niños tienen la mala costumbre de meterse donde no les incumbe. Podría apostar que Gon es el culpable….
Y copa tras copa, Biscuit le contó a Kurapika como conoció a los pequeños amigos. Entre risas relataron las experiencias vividas con ellos, algunas dignas de mofa y otras de admiración. Era extraño, pero el Kuruta sabía que aquella mujer le coqueteaba y no le molestaba. Es más, él correspondía a las miradas y al lenguaje corporal.
Nunca había bebido tanto y tan rápido. Le hormigueaba el cuerpo, trató de ponerse de pie y no pudo. Biscuit rió ante la escena.
—Te llevaré a tu casa —le dijo mientras lo sujetaba de un brazo—. ¿Dónde vives?
—No puedo, vivo en casa de mi jefe, estoy en mi día libre pero no puedo llegar en este estado.
Un brillo fugaz cruzó la mirada de la rubia. —Puedes quedarte en mi habitación —sugirió.
Ni toda la experiencia del mundo, se comparaba a aquel beso tan delicioso como inexperto. Biscuit le quitó la chaqueta a Kurapika y lo lanzó de un empujón a la cama. El rubio, quien no entendía cómo estaba pasando aquello, tampoco se quejó y le siguió el juego.
—¿Es tu primera vez? —Hubo una leve afirmación—. Descuida, prometo ser delicada —y le guiñó el ojo.
A la mañana siguiente, el dolor de cabeza quería matarlo. Se vio sin ropa en una cama desconocida y se alarmó. Los recuerdos vinieron rápido a su mente, cuando encontró un papel en la mesita de noche:
"Se me hacía tarde, tuve que volar. Ahora sabes que no solo soy maestra de Nen".
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499 palabras.
No sé qué ocurre con mi mente. No hubo otra idea para juntarlos que no fuera esta. Debe ser porque Biscuit igual tiene su cuota de pervertida, y mi sueño es imaginar a Kurapika siendo 'ukeado' por una mujer con iniciativa.
Bien, a esta hora comienzo a escribir mucha basura, así que no voy a extenderme con las n/a.
Nos leemos luego :-)
