Hola a todos! aqui vengo con mi segundo fic! 8D! desde hace tiempo venia yo con las ganas de escribir un Cololal 3!

Aunque aun no aparesca Lal T_T pero pronto... tal vez en el sig, cap o en el que le sige...

En realidad no se si esto es una introducción, o una especie de capitulo raro que me dio por escribir (?).

Advertencias: Ninguna! lean sin problemas! aunque no dire lo mismo en caps siguientes XD

-KHReborn no es mio y nunca sera mio. esa es mi triste realidad... pero me comformo leyendolo cada semana. 8D


Era una noche increíblemente tranquila en uno de los suburbios ubicado en las hermosas tierras de Italia. Claro tomando en cuenta que con decir Noche me refiero a mañana y con Tranquilo me refiero a muy…. Ruidoso?...molesto?... o las dos cosas…

Las personas que caminaban por aquellas aceras que conducían a casas excepcionalmente grandes, parecían tranquilos, pese a los gritos que se podían escuchar a Kilómetros de distancia. Aunque cabe acotar que algunos se sobresaltaban, dando a entender que no eran de esa zona. Todos esos gritos tenían un origen, y ese era una de las casas más especiales del suburbio. No por que tuviera un amplio jardín donde contrastaban con una hermosa belleza cientos de flores de diferentes colores, tampoco por los árboles podados a la perfección ni las numerosas esculturas y fuentes, Si no por el echo de que allí vivía uno de los abogados mas famosos y exitosos de Italia, que además de eso, era también conocido por tener constantes riñas con su hijo. Su nombre? Lanzo.

-Pero papá!.- A diferencia de los otros gritos, este se escucho casi a la perfección.

-NO y se acabo!.- Otro grito resonó, este era algo más grave que la anterior.

-Nunca me dejas hacer NADA!.- La primera voz se escuchó otra vez, cada vez más enojada. –Vete a la mierda!.- Fue lo último que se pudo escuchar de aquella voz.

-Que dijiste, insolente!.- La voz grave parecía mucho más cabreada que la otra voz, algo casi increíble.

A pesar de todo el alboroto que se formaba con cada segundo, los vecinos no parecían darle mayor importancia que sus quehaceres matutinos y diarios, dando mucha credibilidad a que los gritos y peleas se formaban con mucha continuidad y regularidad en esa casa.

-A donde crees que vas? No eh terminado de hablar contigo!- La voz grave resonó, suficiente para que se escuche en toda la amplia casa pero no afuera de esta. ¿Cuál era el origen de aquella voz?. Simple. La voz gruesa provenía de un Hombre, de edad algo avanzada, pero no tan viejo, alto, con cabello corto canoso, con alguno que otro pelo dorado-amarillo. Vestía un traje negro y una corbata, con una camisa blanca impecable, típica de los abogados.

-A mi cuarto!.-Esta vez la otra voz hablo, ya algo más calmada, pero aun seguía ese tono que dejaba en claro el enojo que llevaba consigo. El autor de aquella voz no era nada menos que un adolescente, de 16 años de edad, algo alto, con una cabellera abundante amarilla y unos ojos azules. Vestía una camiseta blanca, con un pantalón negro y zapatillas de andar por la casa.

Lanzo, viendo seriamente como su hijo subía por las escaleras, le grito otro par de cosas, que el rubio decidió simplemente pasar por alto e ignorarlo, hasta llegar a su habitación, donde entro y cerró de un portazo y la tranco.

-Hmp, me pregunto cuando aprenderás.- Susurró el abogado por lo bajo, sin darse cuenta que habían abierto la puerta principal de su hogar y un extraño se abría paso por la sala principal.

El extraño primero se mantuvo escondido atrás en uno de las columnas grandes, evitando ser descubierto fácilmente. Se fijo silenciosamente en el abogado, quien se había dado media vuelta hasta la puerta y la cerraba, algo extrañado. Aprovechó ese momento para lanzarse contra el, pero reacciono a tiempo y regreso a su escondite, pues Lanzo se había girado otra vez par encaminarse hacia la cocina.

-Tsk, estúpido viejo.- Dijo cierto chico rubio, recostándose en la puerta y cayendo al suelo. En ese momento justo, otro chico entra por la ventana, con una agilidad increíble.

-Que pasa Colonnello? Esta mañana han gritado más de lo normal.- Dijo el recién llegado, levantándose y limpiando el polvo de su ropa. Era pelinegro, no alto pero tampoco bajo, llevaba una camisa manga larga naranja y con un pantalón negro. El aludido solo lo miro con cara de indiferencia.

-Dah, lo mismo de siempre, nunca me deja hacer nada.- Suspiró y cerro los ojos, para luego abrirlos y sostener su cabeza con su mano derecha mientras esta se apoyaba con su rodilla derecha. La izquierda la tenía estirada por el suelo.

-Hm, ya veo…- Dijo pensativo el pelinegro, poniéndose la mano en la barbilla. –Ya se lo dijistes?.- Preguntó con curiosidad, mirando a su amigo.

-Se lo acabo de decir….- Dijo, sin añadir nada más.

-Así que fue por eso todo este alboroto, eh?.- El pelinegro, vio con algo de lastima a Colonnello, quien solo asentía afirmando su duda. –Algún día se enterara que tienes que se rlibre de escoger tu propio camino.-

-No creo que ese día llegue, Reborn.- Suspiró nuevamente.

-Vamos, no seas tan pesimista.- hiso una pausa, para esperar alguna posible respuesta, que nunca llego. –Mmm, ya me tengo que ir, recuerda en lo que quedamos para hoy.- Dijo, antes de echarle una ultima mirada y saltar por la ventana, no sin antes despedirse.

-Sergio, se que estas allí.- Dijo sin más Lanzo, volteándose repentinamente, encarando a la persona que había entrado a su casa hace unos instantes. El Aludido sonrió complacido. Era peliblanco, cabello corto y también vestía un traje negro con corbata y camisa.

-Jejeje, esta vez no caíste.- bromeo un poco, recordando las veces anteriores en que este había caído en el mismo truco. –Veo que después de 20 veces de caer, ya aprendiste, eh?.-

-Deja los juegos, ya nos tenemos que ir.- Sin siquiera mirarlo agarro su maleta y salió de la casa, dejando a Sergio atrás.

-Eh! De que se pelearon esta vez, Lanzo?- El abogado inquirió, conociendo a su compañero de trabajo. Agarro igualmente su maleta y salió de la casa, cerrando la puerta con llave tras de si.

-Tsk, ese idiota ahora quiere irse a la comsubin.- le respondió, enojándose un poco con el recuerdo. Sergio paro en seco, pero luego continuo caminando hasta alcanzarlo.

-Deberías dejar que escoja lo que quiere hacer con su vida, después de todo tiene 16 años.-

-Le dejo hacer lo que quiera con su vida! Pero no permitiré que deje sus estudios solo por esa burrada de sueño!.- Después de añadir eso, adelanto el paso hasta su coche.

-Si tu lo dices…- Dijo el peliblanco, echándole un ultimo vistazo a la casa de Lanzo, sin que este se de cuenta. –Chico, no le escuches.- Susurró por lo bajo-.


Lanzo, para el quien no sepa, es un nombre Italiano. -quebusquevilmenteengoogle-

Recuerden dejar reviews! mientras más review, más feliz soy! y mientras más feliz soy, más animos me dan para escribir!

Acepto todo, tomatasos, revuelcas, sillas, dardos, bolas de papel, comentarios sarcasticos, etc. lo que no acepto son criticas destructivas e insultos, eh XD si tienen un problema conmigo no se desquiten aqui (?)

Tutri-chan se despide!

Hasta el próximo!