Título: Irónicamente, él era mi humanidad.
Sinopsis: Soy Caroline, después de la muerte de mi madre apague mi humanidad, mantuve mis sentimientos a raya mucho tiempo. Hasta hoy?.
— …tú eras mi humanidad. Tú me llenaste de felicidad. Te amaba.
Disclaimer: Los derechos de los personajes, no son míos, estos pertenecen a L. J. Smith y la CW.
Aviso: Este fic participa del Reto Especial San Valentín: Love or Bites? del foro The Vampire Diaries: Dangerous Liaisons!"
Rated: M
Advertencias: Lemmon (erótica) sangre, lenguaje violento y sexual.
Muchos años han pasado desde la muerte de mi madre. Una muerte después de la cual apague mi humanidad. Me fui de Mystic Falls, y en un principio deje un rastro de cuerpos muertos desangrados y desgarrados a mi paso. Después me controlaba mejor, no es que me importara una vida, solo que no me gustaba limpiar el desastre, de mi cara ropa de diseñador.
Stefan trato de seguirme pero después de unos pocos años se dio por vencido ya que yo no quería ser encontrada. Elena, Damon y Bonnie siempre continuaron siguiendo mis pasos pero cuando pensaban que me habían encontrado; yo y mi rastro desaparecíamos de nuevo.
Tenía casi seis meses que no mataba a nadie.
Cuando una inesperada mañana sin saber porque me desperté en la habitación de un hotel con el cuerpo de un hombre desangrado encima de mí, recostado sobre mí, su negros y rizados cabellos en mi pecho y muchas heridas evidentemente causadas por mis colmillos en: cuello, hombros, pecho, espalda. Tarde en reconocerlo, era James.
Era mi compañero de viaje. Siempre estábamos borrachos y haciendo locuras, él me había visto alimentarme muchas veces. Incluso me besaba cuando yo tenía la boca llena de sangre, al parecer estar con una vampiresa lo excitaba.
La noche anterior habíamos entrado a un bar, como siempre éramos una pareja en busca de aventuras de un tercero o una tercera que nos acompañara en la cama. Y vaya que lo habíamos encontrado. El hombre negro, alto como de dos metros se nos había unido. Mi mente viajo a la noche anterior.
Nos habíamos tomado sabia dios cuantas botellas ya. Pero aun así debido a mi resistencia vampírica yo aún no perdía la conciencia. Huck, era el nombre del hombretón negro de casi dos metros de altura que se nos había unido, quien era sexy como el demonio. Torso musculoso, culo magnifico, sus facciones perfectamente equilibradas, y sus profundos ojos verdes le hacían lucir como un perfecto dios negro del sexo. Huck me había preguntado cómo era que una chica tan joven, tan hermosa y delgada, tenía tanta resistencia, al alcohol.
— Simplemente me alimento bien — respondí mirándolo a los ojos —además no he bebido más de 2 copas — continúe usando la compulsión con él.
— Eres hermosa, si fueras mi novia no dejaría que otro te pusiera la mano encima. — susurro Huck en mi oreja. Dirigiéndole una mirada a James.
— ¿Quién? — Voltee ver a James — Él no es mi novio. —dije con una sonrisa.— Solamente un compañero de viaje y de cama.
Huck me miro impresionado. — Puta — Tosió.
Dijera lo que él dijera, yo iba a tenerlo; me gustaba y olía deliciosamente, imaginaba que el sabor de su sangre debía ser delicioso.
— No cariño, no soy puta —lo mire fijamente a los ojos con una sonrisa en los labios y use la compulsión otra vez — simplemente estoy hambrienta y tú te vas a portar bien conmigo, si no quieres acabar muerto. Después de esta noche no me recordaras, ni a mí ni a James.
Huck asintió en silencio, y me beso en la boca, su lengua luchaba por dominar a la mía, mientras acunaba uno de mis senos a través de la blusa con una de sus manazas negras, y con la otra apretaba fuerte mi trasero. Hice una seña a James que se acercara, había días que incluso consideraba convertirlo, me divertía mucho con él. James se acercó a mí y me beso el hombro. Después trazo con su lengua el camino del hombro a mi oreja, mordisqueando con sus dientes romos de humano. Me hizo sonreír, se sentía tan bien que él pretendiera morderme. Huck me besaba la boca, se separó para respirar y comenzó a besuquear mi mejilla, recorriendo la distancia entre esta y mí oreja. Comenzó a besar y lamer el lóbulo de mi oreja.
—mmm — un gemido salió de mi garganta. Considere dejar que me cogieran entre los dos ahí en el bar, la humedad bajo mis pantalones indicaba que estaba más que lista y preparada para recibir a los dos de ellos dentro de mí. Pero seguramente, nos echarían del bar, antes de que yo me alimentara. — ¿hay algún lugar a donde podamos ir?
— Estamos cerca del aeropuerto — dijo Huck en respuesta a mi pregunta. — habrá muchos hoteles dignos de una preciosidad como tú, ahí.
Me pare del regazo de Huck y me dirigí a la barra, cuando el cantinero se me acerco, le pase la tarjeta de crédito que había sacado del bolsillo de Huck— cóbrate, — le dije — y dame seis botellas más de bourbon.
El cantinero me miró fijamente — ¿Seis?
— Vamos a una fiesta y no vamos a llegar con las manos vacías. —respondí alzando los hombros.
Me entrego las botellas en una caja que James me quito de los brazos y con un guiño — sería raro que te dejara cargar a ti.
Nos dirigimos a la Range Rover negra que una de mis victimas me había "regalado" días antes. Huck me miro asombrado.
—¿Es tu auto?
— Regalo de uno de mis admiradores. — respondí con una sonrisa de suficiencia. James soltó una pequeña carcajada, él sabía que había usado la compulsión para obtener aquel monstruo devora gasolina.
Llegamos a un hotel cerca del aeropuerto del lago, no quería nada cerca de la ciudad, si algo pasaba quería algo lejos del conglomerado y ocupado centro de una ciudad. Un hotel pequeño, discreto, pero no de mala muerte. Me acerque a recepción y solicite una habitación con cama King size. El encargado me miró fijamente, y negó con la cabeza.
—Señorita —carraspeo — no somos hotel de paso. No alquilamos por horas.
Lo mire a los ojos —¿A qué te refieres con eso? — pregunte de modo inocente.
Trago saliva, — trae dos acompañantes.
—Pero eso no es problema, además planeaba quedarme varios días. — mis pupilas se dilataron cuando use la compulsión y él asintió.
— Habitación número 18 — me entrego la llave.
James y Huck permanecían unos pasos atrás, James había convencido a Huck de que yo era capaz de manejar al recepcionista y conseguirnos una habitación. Entramos a la habitación y Huck se cruzó de brazos con inquietud y se frotó las palmas sobre sus bíceps, aunque no hacía frío. La temperatura, como todo lo demás en la habitación, era absolutamente normal, ni caliente ni fría.
—¿Estas teniendo dudas? — pregunte acercándome seductoramente.
Trago saliva antes de asentir – nunca antes había hecho algo como esto.
Le tome del cuello, lo obligue a agacharse hacia a mí, y a mirarme a los ojos mientras mis pestañas abanicaban con fingida inocencia —no te preocupes, nosotros no vamos a decir nada y tú lo vas a disfrutar. Confía en nosotros.
— ¿Quizá puedan buscar a otro?
Realmente era fastidioso cuando me obligaban a hacer esto mirandolo a los ojos, dilatando mis pupilas, —Tu eres lo que quiero — dije con insistencia usando la compulsion y puse sus manos en el rostro de Huck para tirar de él en un beso.
No se resistió, aunque al principio fue un beso frio y distante. Nos quedamos un poco separados, él no me tocaba, James nos observaba, Huck seguia tieso como un asta bandera.
—Relájate, todos vamos a disfrutar — use la compulsion para obligarlo a relajarse.
Huck se relajó, su cuerpo balanceándose más cerca rozándome; sus manos se acercaron a asentarse en mis caderas y sus ojos se cerraron. Seguí dirigiendo el beso, que Huck ya profundizaba; lamí la boca de Huck y él la abrió para mí, su aliento enganchándome. El beso fue lento y exploratorio, delicado al principio, pero con una pasión creciente.
Cuando finalmente me retire, mi sonrisa era cegadora. Gire mi cuerpo con Huck a mi espalda, yo viendo a James — Ahora ven a besarme.
James se acercó obedientemente, y nuestros ojos se encontraron — Creo que en seis meses has aprendido lo que me gusta — susurre en su oído. James se acercó a mi boca y me beso con pasión mientras Huck me abrazaba desde atrás rozando su creciente erección en mi espalda. Me gire a ver a Huck mientras James seguía mordisqueando mi cuello. Mis labios hinchados y brillantes por la humedad y lo apasionado del beso de James. La vista de Huck fue directa a mis senos, y la preocupación en sus ojos se apagó, y fue reemplazada por picardía.
Como seguía con ropa, me dio un beso. La boca de Huck estaba caliente y húmeda, y estaba ansioso. Pude sentir lo mucho que le gustaba ese besó; y gracias a lo que me había enseñado Stefan el día que murió mi madre, pude ver como se excitaba imaginándome desnuda entre ellos dos.
Le iba a dar gusto.
James estaba a tras de mi lamiendo mi cuello, mientras Huck me besaba la boca. James deslizo sus manos hacia adelante, para desbrochar mis pantalones, accidentalmente su mano rozo la erección de Huck, quien se vio a si mismo sorprendentemente mas excitado, por este toque. Sentirme así, presionada entre sus cuerpos me estaba poniendo a mil. Me gire para quedar con ellos a mis costados y con mis manos los acerque a mi cara. Nuestras tres lenguas se entrelazaron en una batalla. Las de ellos luchado por entrar en mi boca y yo les permití el acceso. Los tres nos besamos por un tiempo, besos ansiosos llenos de deseo. De cuando en cuando me giraba para alternar mi lengua en sus bocas. Mientras el otro me chupaba el cuello y el lóbulo de la oreja. Sentí sus manos levantando mi blusa, poco a poco, sin prisas. Aunque ya tenía el pantalón desabrochado no había habido nada que lo hiciera caer. Huck no se podía cree que esto estaba sucediendo. Iba a compartir una chica, aunque James no fuera su mejor amigo como en sus fantasías de todos modos no podía evitar sentir alegría burbujeando en su pecho, la alegría de estar en ese lugar con nosotros dos, para luego hacer el amor.
Sonreí cuando vi la expresión de felicidad en la cara de Huck. Les deje que llevaran mi camisa hacia arriba con sus manos, incluso les permití que se entretuvieran cada uno con un seno por un momento antes de que me sacaran la blusa por la cabeza.
Metí mis manos dentro de sus camisetas levantándolas acariciando sus musculosos y marcados torsos.
— Agradecería un poco de ayuda aquí — dije colocando las manos sobre sus hombros — o bien los puedo dejar sin camisas. — la sonrisa pícara en mis labios, mientras separaba las manos de sus cuerpos, para indicar que o se quitaban la camiseta por encima de la cabeza o se las arrancaba a ambos.
Separaron sus bocas de mis hombros y cuello. Sentí sus cuerpos y sus manos alejarse por unos segundos mientras sacaban las camisetas por la cabeza. Un gruñido se escapó de mi garganta. Pero antes de que pudiera decir algo sus manos estaban sobre mis caderas tratando de deshacerse de mis pantalones. Sentir las caricias de cuatro manos sobre mi cuerpo era maravilloso.
James me beso de nuevo. Y después Huck. Sentí las caderas de ambos moverse contra las mías y un escalofrió recorrió mi cuerpo. Hice un sonido bajo, contento en el fondo de su garganta. Los tres comenzamos a movernos un poco más rápido, y respirar con dificultad.
Con asombrosa agilidad desabroche sus pantalones, y metiendo mi mano dentro para poder acariciar sus traseros y hacer que ambos pantalones cayeran al suelo.
—Déjame hacer algo por ti, — dijo Huck su voz un poco ronca. Aun llevava sus boxers y James podía ver su polla dura presionando contra la tela.
Mi sonrisa no se hizo esperar, pero antes que pudiera decir algo James intervino.
— Estaría bien si la cargas a la cama y te quitas tus boxers.
James ya estaba completamente desnudo. Yo aun tenia mi ropa interior puesta.
Huck me cargo a la cama donde James ya estaba esperando. Me dejo caer en la cama con suavidad, yo me hinque sobre esta y James se acercó y me beso, sin perder de vista a Huck, mientras este se deshacía de sus boxers. James se deshizo de mi brasier.
— No haremos nada que él no quiera — señale.
—Por favor— , dijo James, su mirada suplicante y su boca en un puchero.
Sonrei y lo bese. A James le gustaba sentir una polla en su trasero mientras chupaba mi concha. Huck nos observaba parado a un pie de la cama, valcilando si interrumpirnos o no. James podia ser muy apasionado y mas cuando queria convencerme de que hiciera algo. Ese era su modo de suplicar, como prometiendo mas placer a cambio de acceder a sus deseos.
— Ven acércate —dije con voz suave dirigiéndome a Huck, palmeando la cama al lado mío.
James se había prendado de uno de mis senos, chupaba, succionaba y mordisqueaba con avidez. Huck se acercó, se arrodillo en la cama y me beso en la boca para después comenzar el camino hacia abajo por mi barbilla, mi cuello hasta el seno libre. Le pase una mano por la mejilla, luego en el pelo, sostuve sus cabezas contra mis senos. Les acaricie la espalda y luego comencé a rodearlos con mis manos dirigiéndolas a sus pollas.
Huck sitio mi toque y entonces deslizo mi vientre hasta acunar mi monte de venus, separe mis piernas para darle más acceso a mis partes femeninas. Aun sobre mi tanga de encaje. James se dio cuenta y desato los lazos de los laterales de la misma y la saco rápidamente por entre mis piernas. Huck deslizo sus dedos sobre mis pliegues acariciado mis labios vaginales con su dedo índice posicionando el pulgar en mi clítoris que comenzó a acariciar con movimientos circulares.
James volvió a entretenerse con mi seno y con sus manos acariciaba mi trasero. Huck comenzó a trazar un camino de besos húmedos por mi vientre, hasta mi húmeda entrada. Su lengua recorrió mi entrada saboreando mis jugos. James me empujo suavemente para que yo quedara recostada y me acerco la polla a la boca, yo comencé a lamer, besar y succionar, mientras su erección se hacía más grande.
Era tanta la excitación que sentía que no pude evitar que mis colmillos se extendieran y los encaje en la base de su pene. La sangre comenzó a escurrir por mi garganta mientras James gemía excitado. Sus manos masajeaban mis senos, el placer que sentía era inmenso.
Huck continúo su trabajo en mis labios vaginales y mi clítoris. Cuando ya no pude más mi cuerpo tembló con el orgasmo. Aun temblorosa solté la polla de James y jale a Huck a mi boca, mis labios escurrían sangre y mis colmillos extendidos.
Haciendo gala de velocidad y fuerza vampírica lo puse contra el colchón. Su mirada asustada indicaba que estaba a punto de gritar.
— No tengas miedo, no te hare daño, lo vas a disfrutar. —fueron mis palabras mientras usaba la compulsión. Y sin más me penetre a mí misma con su engrandecida y endurecida polla. James estaba detrás de mí y me acariciaba la espalda. Pidiéndome silenciosamente permiso de penetrar mí otro agujero. Con mi mano libre lo jale hacia mí. Esa fue la única indicación de que mi culo estaba listo para recibirlo.
Con fuerza me empujó hacia adelante para que yo quedara recostada sobre el amplio pecho de Huck, comencé a besar lo en la boca sin retraer mis colmillos, mordí su labio. Vaya si tenía razón sabia deliciosamente bien. Con mi fuerza vampírica lo levante hasta sentarlo, detrás de mí James estaba arrodillado entre las piernas de Huck penetrando mi culo. Dios esto era delicioso. Me mordí la lengua y deje que un poco de mi sangre escurriera en su boca. Continúe besando su cara entreteniéndome lamiendo la línea de su mandíbula, mis manos agarrando su fabuloso derrière de modo que controlaba el modo en que su polla se movía en mi centro y con mis rodillas me empujaba arriba y abajo de controlando la profundidad con que entraban sus pollas en mis agujeros.
James besaba mi cuello, estremeciéndose al sentir como mi culo apretaba su polla. Mi concha se apretaba, mientras la polla de Huck pulsaba dentro de mí acercándose a su propia liberación. Mientras mi lengua se entretenía en el hueso de su mandíbula ladeo su cabeza como en una invitación, eso era todo lo que yo necesitaba, además de sentir su excitación al punto de su orgasmo. Encaje mis colmillos en su cuello y comencé a succionar, su deliciosa sangre llenándome, su corazón palpitando aceleradamente, provocaba que fluyera caliente, y rápidamente por mi garganta. Sentí su cuerpo estremecerse.
Mientras imágenes de lo que James veía flotaban a mi mente. Los ojos vidriosos de James me contemplaban extasiados mientras yo me alimentaba de Huck, estando ensartada por sus dos pollas.
La garganta de Huck emitía sonidos guturales suaves, una extraña cruza entre gemidos y gruñidos mientras su líquido vital se deslizaba por mi boca. Sentí como comenzó a estremecerse al tiempo que disminuía su ritmo cardiaco, James puso sus manos en mis caderas y comenzó a llevar el ritmo, tal y como él había aprendido que me gustaba, rápido, fuerte y profundo. Mi orgasmo se magnifico al sentir el calor de sus liberaciones dentro de mí, jadeando solté el cuello de Huck. James me lanzo una mirada llena de amor, deseo y pasión, mientras me abrazaba acunado mis senos con sus manos.
Me gire para verlo a los ojos de mi boca aun escurría la sangre fe Huck, pero James sin pensarlo dos veces me sonrió y me beso. Un beso largo apasionado, lleno de anhelo. Decidí complacerlo. Me gire para ver a Huck tumbado en la cama, con los ojos cerrados aun jadeante. Su herida comenzaba a sanar debido a la sangre que había ingerido antes. Me acerque a él como una gran leona a su presa y me puse de rodillas a su lado.
Mi mano acariciaba su polla provocándole una erección de nuevo. James se acercó para unirse a acariciar la polla de Huck, él abrió los ojos y trato de evitarlo, pero James se había agachado para comenzar a lamerla. Puse mi mano en su pecho y lo mire a los ojos.
— James quiere sentir tu polla en sus agujeros y tú lo vas a permitir. Después de que te la mame por unos 5 minutos, te vas a levantar te pones detrás de él y lo penetras, yo estaré viendo. Quiero ver como lo dominas con tu polla en su culo. Cuando haya terminado, te vistes, nos dices lo mucho que disfrutaste, después te despides y te largas, para olvidarte de nosotros.
James me miro con ojos oscurecidos de deseo y se acercó pidiendo silenciosamente que abriera mis piernas para él y le diera a su boca y su lengua acceso a jugosa concha, saboreo el pacer de Huck y el suyo de mi culo y mi vagina, acariciado mis labios y mi clítoris con su lengua, mientras Huck se ponía de tras de él y lo embestía, su lengua se apretaba contra mi clítoris con cada una de los empujes de Huck en su culo. Sus dientes apretaban mi clítoris hinchado produciéndome enorme placer, poco a poco comenzó a estremecerse, temblando mientras Huck lo llenaba con su semilla.
Huck gruño cuando termino, James suspiro y se dejo caer en mi vientre, dándome pequeños besos.
—Ha sido delicioso, lamentablemente tengo que marcharme — dijo Huck como un autómata, se vistió y salió de la habitación.
Tome a James entre mis brazos y lo bese con pasión, él respondió a mi beso pero aun jadeaba.
—Care, necesito recuperarme. Soy humano ¿recuerdas?
—No te preocupes bebé, yo haré todo el trabajo.
Me puse sobre él y comencé a besarle el cuello, los hombros, el pecho, y en tos esos lados donde había huellas de mis mordidas, besos suaves y tiernos, repartidos por todo su cuerpo. James siempre se preocupaba por mí placer, era tiempo de que yo me ocupara del suyo. En la última semana me había provocado a morderlo y después se había negado a tomar mi sangre decía que le gustaba ver mis mordidas en su cuerpo cuando se veía al espejo.
James gemía de placer. Y comprobé que por mucho que él dijera que necesitaba recuperarse su polla y sus manos parecían opinar lo contrario. Con su polla en mi boca y sus manos sobre mi cabeza empujando de modo que me entrara profundamente hasta la garganta. La polla de James comenzaba a endurecerse de nuevo, se balanceaba dentro de mi boca palpitando a medida que se ponía dura. James me jalo de los cabellos para que mi boca dejara en paz a su polla, y una vez que mi cara llego a la altura de la suya, me empujo contra su boca en un apasionado beso. Bajo sus manos recorriendo mi espalda. Me tomo de las caderas para poder posicionar su polla en mi entrada y me penetró. Sus manos haciéndome subir y bajar.
— invierte nuestras posiciones quiero estar arriba —susurro en mi oído.
No sé porque pero obedecí. Con fuerza le abrace y nos gire en la cama. James separo un poco su cuerpo de mí y yo gruñí.
— Nena, déjame tomarme mi tiempo, —dijo mientras acariciaba mis pechos con sus manos, su polla entrando y saliendo de mi vagina.
Electricidad recorría mi pecho, con cada caricia de James, sus ojos amielados me miraban fijamente, el sudor recorría su frente, humedeciendo sus ensortijados cabellos negros. Se balanceaba sobre mí haciendo que su polla me penetrara más profundamente cada vez.
James se dejó caer en mi pecho, me beso tiernamente en la boca y luego me susurro al oído. — Muérdeme, Care. Quiero que te llenes de mí. —ofreciéndome su cuello.
Sus latidos eran acelerados y su sangre caliente y dulce comenzó a llenarme. Su orgasmo se intensifico, convulsiono de placer y luego se quedó quieto sobre mi pecho. Mi orgasmo también tuvo una intensidad inusitada, temblé y me estremecí hasta que me quede dormida.
¡Demonios!
Agarre mi cabeza con mis manos y la desesperación me inundo. Me había emborrachado, había perdido el sentido, y lo había drenado durante el sexo. Las lágrimas recorrían mi rostro, el cuerpo sin vida de James en la cama, pálido, herido, destrozado. No sabía si tenía familia, no sabía su apellido. Y ahora tenía que deshacerme de su cuerpo.
Como pude aun con lágrimas en los ojos, lo vestí. Salí a ver cómo podía sacarlo de ahí sin que nadie se diera cuenta.
No definitivamente tendría que esperar hasta la noche.
Salí y para comprar desayuno para llevar a la habitación.
Los sonidos de la calle me hicieron darme cuenta de algo.
Demonios ahí es donde estaba ¿estaba en Nueva Orleans? Me lleve las manos a los ojos. Y me dije a mi misma "Caroline cálmate, no pasa nada, en la noche entierras a James y te largas de aquí, además no estas segura de que Klaus siga aquí". El temor de encontrarme con Klaus después de tantos años me sobrecogió, lo mismo que todos los sentimientos (culpa, tristeza, cariño, anhelo, nostalgia) que había reprimido desde la muerte de mi madre, me deje caer en la alfombra de hojas de rodillas, con las manos sostenido mi rostro mientras las lágrimas lo recorrían, me di cuenta que los únicos dos sentimientos que no me golpearon con intensidad me hacían sentirme acalorada: la felicidad y el amor que había sentido con James estos últimos seis meses, estos últimos seis meses en que yo no había matado a nadie. Me di cuenta que había sentido felicidad por seis meses. Y las lágrimas y los sollozos me inundaron.
Aun llorando espere a la noche. Abrace a James con fuerza por penúltima vez y lo envolví en unas sábanas nuevas que había comprado esa mañana. Lo subí al auto y me dirigí al pantano, a un lugar alejado donde pudiera cavar una tumba para él. Lamente no poderle dar el funeral que hubiera querido pero, realmente en seis meses habíamos sido solo él y yo.
La luna llena iluminaba el cielo, mientras yo cavaba la tumba de James.
Destape a James de la sabana y antes de dejarlo caer dentro de ella, lo abrace con fuerza por última vez, besando sus labios blancos. Las lágrimas recorrían mis mejillas mientras me negaba a dejarlo caer en el agujero. Sollozando levante mi vista para ver a un lobo gris observándome, suspire asustada pero no me moví. Si era un hombre lobo y me atacaba, le daría la bienvenida a la muerte abrazada de James.
Cerré los ojos con fuerza cuando lo perdí de vista. Abrazaba a James con fuerza y sollozaba.
— ¿Por qué no me detuviste? ¿Por qué me dejabas morderte? ¿Por qué te negabas a beber mi sangre? — le susurraba al oído con desesperación. — Tonto, más que tonto. No te diste cuenta nunca de que tú eras mi humanidad. Tú me llenaste de felicidad. Te amaba. — sentí unas manos acariciando mis hombros.
Las manos se deslizaron para abrazarme y sentí un aliento en mi nuca — Calma Amor, calma Amor. — dijo mientras me levantaba haciendo que soltara a James.
Me abrazo y me beso en la coronilla, con velocidad vampírica, me cargo y me subió al asiento del copiloto de mi auto.
— Descansa ahora Caroline.
— James —solloce en un susurro.
— No te preocupes yo me encargo.
Los parpados me pesaban, y mi cuerpo se sentía cansado. Había llorado casi todo el día. Finalmente me quede dormida.
Nota de autor: Si sé que soy mala, muy mala. Pobre Caroline no se dio cuenta que su humanidad tenía seis meses que había regresado hasta que mato a James. Espero les guste.
