Los personajes y algunos dialogos son de la señora Richelle Mead, yo solo juego un poco con ellos.


Odiaba estar encerrada en esas 4 paredes, lo único que pensaba era en Dimitri en la última conversación que habías tenido, si él no me quería en su vida después de lo que había hecho por el, si él no tenía espacio en su nueva vida para mi, pues sencillo; yo no tendría espacio para él en la mía. Tal vez estar aquí después de todo no es tan malo, así no tengo que verlo ni por accidente, y sabía que no iba a venir a verme por su propia voluntad, y yo podía controlar quien me visitara. Abe vino a verme en la tarde y tuvo la genial idea de venir y regalarme "El Conde De Monte Cristo" como si a mí me gustara leer, no pude evitar rodar los ojos al ver el libro a un lado de la cama. No tenía mucho que hacer, así que decidí intentar dormir, ya que Lissa al parecer estaba haciendo lo mismo. Tire el libro al piso, tome la carta que me dio Ambrose todavía no la había querido abrir, la metí en mi pantalón, siempre hacia eso la metía en alguna bolsa por si después quisiera abrirla y me acosté, la cama no era muy cómoda pero estaba bien, después de intentarlo mucho por fin conseguí dormir.

Y ahí estaba tan bello como siempre Adrian, yo sabía que lo quería pero no lo amaba, no como a Dimitri, y ahí estaba de nuevo su recuerdo que me perseguía siempre, decidí ignorarlo y pensar en el hombre que tenia al frente Adrian.

-Hola pequeña dhampir- dijo con una sonrisa en los labios

-Adrian que haces aquí- dije lo más fría posible, me dolía pero era lo mejor, lo más seguro en 2 semanas iba a estar muerta así que era mejor que se alejara de mi.

-No puedo visitar a mi novia- dijo frunciendo el seño.

-Adrian vete, déjame en paz, no quiero ver a nadie, y ya que dices que soy tu novia creo que es mejor términos esta relación si se le puede llamar así.

-Pequeña dhampir, se lo que estás haciendo quieres aparte del mundo…

-No Adrian, nada mas no quiero seguir mintiéndome, ni mintiéndote no puedo seguir contigo y tú sabes la razón.

-No, no se la razón así que dime cual es, para que decidas romper conmigo en un sueño- me gritó, se veía realmente molesto.

-Lo sabes pero si lo quieres escuchar está bien, no te amo y no creo que pueda amarte, te quiero pero eso no es suficiente.- intente sonar lo mas indiferente posible, aunque sabía que lo estaba lastimando.

-Todo esto es por Dimitri- dijo con una máscara serena, aunque sabía que por dentro era todo lo contrario.

-Sí, eso es lo que querías escuchar, si Adrian es por él, lo amo y no voy a dejar de amarlo, así que mejor déjame, vete Adrian, déjame soñar tranquila, no quiero volver a verte.

-Pequeña dhampir, solo quería escucharlo de tus labios, yo sabía que esto iba a pasar, pero no creas que te voy a dejar sola, pero por el momento me voy.

Así se fue de mi sueño, y yo desperté enseguida, con lagrimas en mis ojos, iba a morir, por algo que no hice, iba a dejar sola a Lissa, por lo menos ella tenía a Christian que la ayudara a superar todo, y Dimitri tenia Tasha, ella lo quiere y de todas formas el no me quería, así que mi muerte no lo afectaría, mi mamá era fuerte y Abe también, y la vida seguiría después de mi.

Como hubiera deseado que todo fuera diferente, que Dimitri me amara, como abría sido nuestra vida, me hubiera gustado ir a visitar a su familia con él, yo sabía cuánto se extrañaban, y la falta que se hacían, pero nunca sabría cómo iba a ser, no estaría presente, hubiera sido la guardiana de Lissa, la cuidaría de todo que le quisiera hacer daño, lo más seguro se casaría con Christian y tal vez tendrían hijos, muchos hijos si fuera si la decisión fuera solo de ella, seria excelente madre y esposa, es una gran mujer, pero eso es algo que tampoco vería, me estaban robando mi vida, mi futuro, mi derecho a morir como siempre quise, en una lucha defendiendo a las personas que amo, no porque alguien lo dispuso en una fecha en el calendario, en una hermosa ejecución, para después coronar al nuevo rey o reina.

No sabía si era mejor ¿guardar alguna esperanza o resignarme a que en los libros de historia iba a parecer como la asesina de la reina Tatiana?

Para en encontrar el verdadero asesino de Tatiana, necesitaba más tiempo pero ¿Cómo conseguirlo?, no había forma, entonces ahí lo supe iba a morir y no había forma de evitarlo. No tenía más que resignarme.

Intente dejar de pensar en eso, intente ver que estaba haciendo Lisa, después de haber restaurado a Dimitri, la magia había sido tan fuerte que había quemado nuestro vínculo, era casi como si la inexpresividad fuese intencional de su parte, aunque yo tenía la sensación de que ella está viva; estaba bien pero no podía sentir más de ella, el espíritu estaba allí, escondiéndola de mi… y ella estaba haciendo que sucediera.

Ahora Lissa me estaba ocultando algo, me sentía tan impotente, fue el peor dia de mi encierro, y el reloj seguía corriendo acercándome cada minuto a mi muerte. Todo el dia había intentado entrar en la cabeza de Lissa, pero siempre era expulsada. Hasta que por fin pude entrar ella estaba con Adrian comprando ¿vestidos? A mi me estaban acusando de muerte y ella ¡comprando vestidos!, no pude evitar sentirme ofendida; asi que decidí mejor salir de ahí.

El resto del día lei el libro de que me Abe, era mejor que estar pensado ¿ que era lo que me estaba ocultando Lissa?

Ya era hora de levantarse y yo no había dormido, el sueño nunca llego a mí. Intente de nuevo ver que estaba haciendo Lissa, ella se estaba terminando de arreglar llevaba un vestido negro que nunca le había visto, supuse que era el vestido que había comprado ayer, no era una pieza que ella hubiera elegido normalmente, llevaba el cabello recogido y con muy poco maquillaje, no parecía que iba para una fiesta, tocaron la puerta, ella abrió era Christian, el le dio una mirada la tomo en sus brazos, ese toque le trajo alegría y confort, calmando su ansiedad, ellos habían vuelto a juntarse luego de su rompimiento

-Va a salir bien- él le susurró- esto funcionará. Podemos hacerlo.

Ninguno hablo mientras caminaban hasta la funeraria, así que ahí era donde iban, al funeral de Tatiana, yo decidí que eso era sospechoso.

Iban caminado detrás del freto, Lissa iba observando los edificios, las estatuas, las personas fingiendo dolor. Un tirón en el brazo de Lissa detuvo su progreso.

-¿Vasilisa?- era Daniella Ivashkov, la madre de Adrian.- Hola, ¿has visto a Adrian? No he sido capaz de encontrarlo.

Oh- dijo Lissa evadió su mirada

-¿Sabes algo de él?

Lissa suspiro – no estoy segura donde esta pero anoche lo vi cuando volvía de alguna fiesta. -Lissa dudo como si estuviera demasiado avergonzada de contar el resto, -Él estaba realmente borracho, iba a salir con unas chicas y no sé. Lo siento Lady Ivashkov. El probablemente… este desmayado en algún sitio.

-Espero que nadie lo note. Tal vez podamos decir que el está tratando de superar el dolor, seguramente nadie lo notara.

-Por supuesto dijo Lissa

Daniella asintió y siguió su camino detrás del freto.

Lissa iba maravillada con la obra de arte que era el freto de Tatiana.

Demasiado rápido pensó, para mi iban muy lento, era demasiado raro seguía queriendo ocultar algo pero ¿Qué?

Y las estatuas estallaron.

Las personas corrían y gritaban mientras más estatuas estallaban se veían las flores volando por los aires, Lissa y Christian estaban extrañamente tranquilos; nada de esto me estaba gustando, ella estaba esperando la explosión, ellos se volvieron a ver asintieron y caminaron tranquilos hacia donde los guardianes dirigían a las personas a la iglesia, ella empezó a contarlos se sentía bien, satisfecha, sus planes se estaban revelando, lo que tanto había guardado lejos de mi.

Un abrupto ruido en mi celda me trajo de nuevo, ¿este edificio también iba a estallar? Se escucharon unos pasos que se dirigían directamente hacia mí, yo está en posición intentaría defenderme de cualquier persona que viniera hacia mí, pero lo que nunca pensé que cualquier persona resultara ser Eddie y Mikhail.

-¿Qué hacen aquí?- exigí saber.

-También es un gusto de verte- dijo Eddie, mientras Mikhail abría la puerta de mi celda con una llave mecánica.

-Ustedes chicos, ¿lucharon con todos los guardianes de este edificio?

-Rose, no hay guardianes en este edificio. Bueno tal vez uno y esos chicos, mientras me sacaban.

Mis amigos elaboraron un plan maestro para sacarme de aquí, mi mente analizaba mil cosas a la vez cuando la única persona que no esperaba ver estaba ahí de pie al final del pasillo. Dimitri. Tan glorioso, imperioso e intimidante como cualquier Dios. Su mirada era de tanta concentración, tan llena de pasión, que no podía creer que alguien pudiera pensar que era un Strigoi. Se notaba que hervía con vida y energía. Ese era el hombre que yo amaba, que amo.

-¿Tú también estas aquí? ¿no estás bajo arresto domiciliario? – mi voz sonó más fría de lo que quería.

-Escapó – dijo Eddie –es lo que las personas esperarían que hiciera un tipo violento y probablemente todavía Strigoi ¿no es así?

-También habrías esperado que se largara contigo –añadió Mikhail –especialmente después de cómo peleo por ti la semana pasada, realmente, todos van a creer que se largo solamente contigo. No con nosotros.

-Vamos –dijo Dimitri –no tenemos mucho tiempo

-¡No hay forma que crean que él hizo esto solo! –exclame –ellos vieron sus rostros.

-No realmente –dijo una nueva voz –No después de una pequeña amnesia, para la hora que despierten solo recordarán ver a un inestable Ruso sin ofender.

-Esta bien- dijo Dimitri indiferente, mientras Adrian caminaba por el umbral de la puerta.

-No podía creer lo que estaba mirando mis 2 ex estaban ahí juntos como si nada, y Adrian después de la forma que rompí con él, me estaba ayudando y supuse que Dimitri estaba ahí porque se aburrió de estar en su cuarto o por que Lissa se lo pidió como él le había jurado fidelidad.

-Tenemos que irnos –dijo Dimitri realmente estaba impaciente.

-Espera- Dimitri empezó a protestar –tiene que saberlo –discutió Adrian, encontrando directamente la mirada de Dimitri.

-Rose si escapas… estás más o menos confirmando tu culpa. Serás una fugitiva. Si los guardianes te encuentran, no va a necesitar un juicio para matarte cuando te vean.

4 Pares de ojos se posaron sobre mí, cuando analice todo el significado, si me quedaba lo más probable era que fuera ejecutada y si escapaba… ahí entendí si escapaba escaparía con Dimitri, un hombre que no me amaba, no podía tenerlo al lado día tras día hasta que encontramos al verdadero asesino y sintiendo todo este amor por él; me dolería más que estar ahí encerrada y tener trazada la hora de mi muerte. De todas formas yo me sentía más muerta que viva.

-Me quedo –dije muy segura.

-Rose, estás loca, te van a condenar, vas a morir –dijo Eddie algo desesperado –armamos un plan perfecto para sacarte de aquí. No lo eches a perder estamos arriesgando mucho.

-Se los agradezco pero no iré, me quedare; y si tengo que morir, moriré. –dije alzando los hombros quitándole importancia.

Mikhail, Eddie y Adrian no podían creer lo que yo acababa de decir, no supe la reacción de Dimitri, porque lo ignoraba lo más que podía.

-¿Por qué no quieres escapar? –dijo Dimitri con una mascara de falsa tranquilidad. –yo te protegeré, mientras les damos tiempo a Lissa de encontrar al culpable.

-Por eso no quiero ir.

-Es que ya no confias en Lissa. Dijo algo confundido

-No me refería a eso, yo no iré a ningún lado contigo. Dije mirándolo directamente a los ojos, con una voz muy afilada, donde demostraba todo el dolor que sentía.

Eso lo sorprendió, no lo pudo evitar, todo su rostro lo reflejaba, pero lo pudo controlar a los pocos segundos. Sin embargo no dijo nada.

Me volví intentando regresar a mi celda cuando sentí un golpe en la parte atrás de mi cabeza y escuche su voz.

-Lo siento Roza, pero no te dejaré morir.

Y todo se volvió negro.


HOLA, ESPERO LES GUSTE NO SE ME DA MUY BIEN EL INGLES ASI QUE CON LO SON LOS LINEAMIENTOS DE FANFICCION NO LOS SE MUY BIEN, SI ALGUIEN ME QUIERE AYUDAR SE LO AGRADECERIA, BUENO NOS LEEMOS!