Esta historia se ambienta en la ciudad de Philadelphia de Estados Unidos.

Son las nueve de la mañana de un helado día Martes 21 de Diciembre de 2010. Sonic se despierta con un gran bostezo y estirando el cuerpo. Abre los ojos y se quita de encima las mantas, se levanta y ordena su cama. Todavía no siente hambre, así que se va a la sala de estar para elegir mirar alguna de las películas de dvd que tiene. Abre su estuche de 22 discos y los mira uno por uno.

- "Terminator 1", "Terminator 2: El Juicio Final", "Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas", "El Día Después de Mañana", "Space Jam", "Looney Tunes: De Nuevo en Acción" ,"Hombres de Negro", "Hombres de Negro 2", "Los Fantasmas de Scrooge", "Parque Jurásico", "Parque Jurásico 3", "Nanny McPhee: La Nana Mágica", "Matilda", "Godzilla", "King Kong", "Día de la Independencia", "Kung Fu Panda", "Titanic", "El Grinch", "Alien vs. Depredador" y "La Momia".

Durante un momento piensa en cuál elegir, pero le cuesta porque todas le parecen buenas elecciones y eso le dificulta elegir. Vuelve a mirar todos los dvds uno por uno hasta que después de unos breves segundos, elige una película.

- "Los Fantasmas de Scrooge".

Sonic saca el dvd, lo mete a su video casetera y activa la reproducción, se sienta en su sillón y en pocos momentos, la película comienza. Después de una hora y 35 minutos y al igual que todas las otras veces, la película se termina dejando a Sonic con una alegría increíblemente enorme por el final feliz perfecto que tuvo.

- Aaaah, amo los finales felices perfectos.

Saca el dvd, lo mete a su estuche y saca el último dvd, el de videos de cantantes como Michael Jackson, Lady Gaga y Celine Dion, entre otros cantantes y grupos musicales. Toma el dvd, lo mete a la video casetera y se sienta en su sillón, pero justo cuando iba a tomar el control remoto, su teléfono comienza a sonar. Se para del sillón, mira el número en el visor y ve que es el de su amigo Knuckles, así que lo contesta.

- ¿Knuckles?.

- Buenos días, Sonic.

- Buenos días, amigo, ¿qué deseas?.

- Te llamaba para decirte que después de vender mi último libro ayer, gané mucho más dinero que con el último libro que vendí antes de ése, así que Tikal y yo iremos ahora mismo a tu casa para darte el dinero de la próxima semana ahora.

- Grandioso.

- ¿Podrás recibirnos?.

- Claro, los espero.

- Genial. Hasta pronto.

- Hasta pronto.

Los dos buenos amigos cuelgan los teléfonos, Knuckles toma la billetera y sale con Tikal, su hermana menor de catorce años. Ambos equidnas se paran en la parada de taxis y esperan que llegue uno. Menos de un minuto después, llega el primer taxi, Knuckles le hace la parada y el taxi se detiene, él abre la puerta, Tikal entra, él entra luego y cierra la puerta.

- ¿Dónde quieren que los lleve?. - preguntó el conductor.

- A la Calle Washington 31. - dijo Knuckles.

El conductor emprende la marcha. Después de veinte minutos, llegan a la calle de Sonic.

- ¿Cuánto le debo por los dos?. - preguntó Knuckles.

- 45 dólares.

Knuckles le paga con cincuenta dólares.

- Conserve el cambio. - le dijo Knuckles.

El conductor se queda con el cambio que debía darle, Knuckles y Tikal se bajan, él cierra la puerta y el conductor se va. Los dos equidnas avanzan un poco y muy prontamente llegan a la puerta de Sonic, Knuckles golpea cuatro veces y cuatro segundos después, Sonic abre la puerta.

- Hola.

- Hola, Sonic. - lo saludan ambos.

- Entren.

Sonic se aparta, sus dos amigos entran y él cierra la puerta.

- ¿Cuánto dinero ganaste con tus últimos tres libros, Knuckles?.

- Con el primero que vendí la otra semana, me pagaron 400.000 dólares, pero el segundo fue mejor, así que me pagaron 500.000. Y el tercero, que fue el último que vendí ayer, fue mucho mejor que los otros dos, así que me pagaron 600.000.

- Cada vez te pagan más.

- En realidad, no todos los días es así, a veces el máximo de dinero que me pagan es de 400.000 dólares, pero nunca menos de 400.000.

- ¿Qué tan buena es la editorial donde trabajas?.

- Es la mejor de la ciudad. Ahí trabajan los mejores escritores, todos los que son tan buenos y talentosos como yo.

- ¿Y desde cuándo te dedicas a escribir libros?.

- Desde tres meses antes que nuestros padres murieran.

- ¿Y Tikal también tiene algún trabajo?.

- No, ella no trabaja porque nunca supo a qué podía dedicarse y porque nunca supo si tenía experiencia en algo.

- ¿Y a ti no te gustaría que ella también trabaje?.

- Yo nunca decidiría que ella trabaje, es su decisión y sólo ella decide si alguna vez trabajará o no.

- Creo que con eso también me estás diciendo que no te importa si ella no trabaja nunca en su vida, ¿o no?.

- Así es.

- Quizá esta pregunta te moleste y a ella le ofenda un poco, ¿pero no te molesta ser tú el que la mantenga a ella a pesar de ser la única familia que debas mantener?.

- No, a mí no me molesta mantenerla a ella y tampoco me molesta tu pregunta.

- Y a mí no me ofende ni un poco. - dijo ella.

- ¿Y quieres que te diga una cosa, Sonic?.

- ¿Qué cosa?.

- Aunque mi manera de mantenerla sea más como una manera de mantener a una pareja y aunque ella y yo somos hermanos en lugar de una pareja de casados, me gusta mantenerla. Yo voy a seguir manteniéndola hasta que uno de los dos muera.

- Ah, que bien. Me gustó oírte decir eso. Y después que sus padres murieron, ¿ella nunca se ha separado de ti o alguna vez lo hizo aunque sea una vez?.

- No, desde que perdimos a nuestros padres, ella nunca se separa de mí. Se volvió verdaderamente apegada a mí, completamente más apegada de lo que siempre fue.

- ¿Y nunca te ha causado molestia que nunca te deje solo cuando sales a alguna parte?.

- No, nunca. Además que tampoco tengo motivos para oponerme ni para molestarme que siempre me acompañe a donde voy.

- Entonces, ¿siempre la dejas ir contigo a donde sea que tú vayas?.

- Sí, y eso incluye la editorial. Desde el día que nuestros padres murieron, no hay ningún lugar al que no vaya sin ella.

- Ahora recuerdo algo. Cuando me llamaste y me dijiste que vendrías a darme dinero, yo no te pregunté porqué vendrías ahora y no el próximo Lunes. Tú siempre me das dinero sólo en los Lunes y como ayer fue Lunes, ya me diste dinero, pero ahora vendría siendo la segunda vez en esta semana y hoy es Martes. ¿Por qué me vas a dar más dinero hoy en lugar de hacerlo el próximo Lunes como siempre lo has hecho?.

- Por mi generosidad.

- Sí, eres verdaderamente generoso conmigo. ¿Pero alguna vez te atreverías a ser egoísta conmigo o con alguien más?.

- No, yo nunca podría ser egoísta ni contigo ni con nadie. Odio el egoísmo desde que nuestros padres nos enseñaron lo que es.

- ¿Y Tikal es generosa como tú?.

- No, ella sólo es amable. Nunca ha sido generosa como yo, pero tampoco es egoísta.

- Ah, así que no es egoísta. Eso me gusta.

- Así es, ella nunca ha sido egoísta, porque tampoco le gusta el egoísmo.

- ¿Y ella también odia el egoísmo?.

- No, solamente no le gusta.

- Cuando ella te dice que hay algo que quiere, ¿tú se lo das o alguna vez se lo niegas?.

- No, yo nunca le negaría nada a ella. Siempre que ella me pide algo, yo se lo doy, sea lo que sea.

- Con "sea lo que sea", ¿también te refieres a que le darías alcohol si ella quisiera alcohol?.

- No, me refiero a cualquier cosa menos al alcohol.

- ¿Entonces nunca le darías alcohol ni cuando sean adultos?.

- Así es.

- ¿No crees que ella se sentiría mal si se lo niegas?.

- No, yo sé que ella nunca se sentiría mal.

- ¿Cómo lo sabes?.

- Lo sé porque una semana después de su cumpleaños número trece, se volvió una completa enemiga del alcohol. En Internet averiguó sobre el alcohol y descubrió todos sus peligros. Y cuando los descubrió, nos dijo a nuestros padres y a mí que desde ahora y para siempre era una completa enemiga del alcohol y que nunca en su vida bebería ni una sola copa de alcohol, porque nunca dejaría que el alcohol entre en su vida. Y juró que siempre que alguien quisiera invitarla a beber alcohol, ella siempre se negaría y nunca dejaría que nadie intente convencerla de lo contrario.

- ¿Y tú también eres enemigo del alcohol?.

- Sí.

- ¿Por qué?.

- Porque después que ella averiguó sobre los peligros del alcohol, yo también lo averigüé y también juré lo mismo que ella.

- ¿Les dijiste a tus padres?.

- Sí.

- ¿Y sus padres bebían alcohol?.

- Quiero que ahora sea Tikal la que te lo diga para que también hable algo.

- Está bien.

- Nuestro padre bebía alcohol, pero lo hacía desde que ya se había pasado la edad adecuada para beber alcohol.

- ¿A qué edad comenzó a beber alcohol?.

- A los 22 años.

- ¿Su padre era adicto al alcohol o se controlaba?.

- Se controlaba verdaderamente bien. Bebía una botella pequeña de alcohol y lo hacía una vez cada tres meses, así que nunca estuvo ebrio.

La respuesta de Tikal sorprende a Sonic.

- Cielos, él sí sabía controlarse. En toda mi vida, es el único hombre que he sabido que aunque bebía alcohol, se controlaba. Nunca he visto que alguien más se controle como él se controlaba. Aunque por beber alcohol no fuera completamente sano, es el hombre más sano del que nunca me habían hablado en toda mi vida. Nunca supe que hay hombres que verdaderamente saben controlarse con el alcohol. Si tuviera que votar por cuál hombre que bebe alcohol es el más sano, sin lugar a dudas votaría por su padre.

- Desde que Knuckles y yo averiguamos sobre el alcohol, nos opusimos a que nuestro padre bebiera alcohol. Aunque siempre lo hacía sólo una vez cada tres meses, igualmente nos oponíamos a que bebiera, pero nunca tuvimos la intención de tratar de evitar que siguiera bebiendo.

- ¿Por qué?, ¿tenían miedo de que se enojara o que el alcohol tuviera alguno de los efectos malos en él?.

- No, solamente era porque nosotros no queríamos negárselo. Nosotros nunca éramos capaces de negarle sus gustos a nuestros padres porque nunca estuvo en nuestra naturaleza querer negarle a las personas hacer lo que quieren hacer.

Sonic sonríe ante lo que Tikal le dijo.

- Eso es en verdad admirable. Los felicito.

- Gracias. - dijeron ambos.

- Oye, Knuckles, ¿cuánto dinero me vas a dar esta vez?.

- Te doy 40.000 dólares.

Sonic se sorprende.

- ¿Tanto?.

- Ni un dólar menos. Esta vez te doy 40.000 dólares. Ayer te di 27.000, pero esta vez quiero darte más que eso. Y si alguna vez necesitas más dinero, sea para lo que sea, pídemelo y te lo daré de inmediato.

Eso le saca una sonrisa a Sonic.

- Guau, muchas gracias. Nunca me imaginé que serías así de generoso conmigo.

- Y no solamente contigo, porque durante todo el resto de mi vida seré así de generoso con cualquiera.

Knuckles abre una billetera, saca muchos billetes y muchas monedas que hacen un total de cuarenta mil dólares, se los entrega a Sonic y él se los recibe.

- Gracias.

- Por nada.

- Te lo agradezco.

- Oye, Sonic, Tikal y yo tenemos otra amiga llamada "Amy Rose" y ahora estaba pensando que podía traerla para presentártela, si quisieras conocerla.

- Claro. Para mí estaría bien conocerla. ¿Puedes describírmela?.

- Es rosa y tiene el cabello más corto que Tikal y yo. Cuando la conocimos, ella llevaba puesta una falda café que le llegaba a las rodillas, tenía puesta una blusa del color del cielo y unos zapatos de azul oscuro, el color de sus ojos es verde esmeralda y es de nuestra misma estatura. Y cumplió doce años el 21 de Noviembre.

- ¿Cuándo la conocieron?.

- Hace cuatro días. En sólo cuatro días, forjamos una amistad que se acrecentó demasiado.

- ¿No la conocieron antes?.

- No, porque ella llegó a la ciudad hace cuatro días.

- ¿Les dijo de qué ciudad viene?.

- Sí, se mudó desde Chicago.

- ¿Por qué vivía en Chicago?.

- Porque ella nació allá y ahí se crió durante toda su vida.

- ¿Puedes hablarme algo más sobre ella?.

- El primer día que la conocimos, nos dijo que sus cantantes solistas favoritos son Lady Gaga, Michael Jackson, Celine Dion, James Brown y Robert Tepper. Y sus grupos musicales favoritos son Bee Gees, Spice Girls, Aqua, Survivor, Bon Jovi, Revolution Renaissance, Europe, Linkin Park y 2 Unlimited. Muchas de las películas que conoce y le gustan, son las mismas que te gustan a ti. Dijo que las películas que le gustan son "Terminator 1", "Terminator 2: El Juicio Final", "Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas", "Looney Tunes: De Nuevo en Acción", "Hombres de Negro", "Parque Jurásico", "Nanny McPhee: La Nana Mágica", "Matilda", "Godzilla", "King Kong", "Día de la Independencia", "Titanic", "El Grinch", "Alien vs. Depredador" y "La Momia". También nos dijo que conoce la canción "Summer Nights" de la película "Grease".

- Le gustan casi todas las películas que me gustan a mí.

- Exacto.

- Si a ella le gusta la canción "Summer Nights", ¿es porque conoce la película "Grease"?.

- No, ella conoció esa canción en Youtube. ¿Y sabes otra cosa?.

- ¿Qué?.

- No te lo dije porque no se me ocurrió, pero al decirte que estaba pensando que podía traerla a tu casa para que la conocieras, más que porque sólo la conocieras, quería que la alojaras en la habitación de huéspedes que tienes para que ella pueda tener una mejor casa donde vivir.

- Está bien, puedo hacerlo. Puedo alojarla, que se quede a vivir conmigo por siempre si ella lo desea. ¿Y por qué quieres que la aloje?.

- Es que desde que llegó a Philadelphia, ella arrienda una habitación en una casa de arriendos de habitaciones y a Tikal y a mí no nos parece una idea buena que ella se quede viviendo en ese lugar por toda su vida. Nos hace sentir incómodos que esa amiga nuestra arriende una habitación para vivir aquí.

- ¿Por qué los pone tan incómodos?.

- Mi hermana y yo no confiamos en esas casas de arriendo. Nunca aprendimos a confiar en ellas.

- ¿Y no pudieron decirle a su amiga que podía alojarse en la habitación de sus padres?.

Knuckles y Tikal se quedan mudos y se miran uno al otro por dos segundos con caras que reflejan algo de asombro. Luego vuelven a mirar a Sonic.

- Tienes razón. - dijeron.

- Cuando la conocimos, pudimos decirle que se alojara en nuestra casa, pero no se lo dijimos. ¿Por qué no se nos ocurrió?. - dijo Tikal.

- Lo más posible es que se les pasara por alto sin que se dieran cuenta.

- Tienes razón. - dijo Knuckles.

- Sí, la tienes.

Knuckles: Si te es inconveniente que viva contigo, entonces podemos alojarla con nosotros.

- No, Knuckles, no es ninguna clase de inconveniente. Acepto que quieran traerla a mi casa.

- De acuerdo.

En seguida, a Sonic se le ocurre otra idea.

- Tikal, si esa chica quisiera tener otra ropa, ¿tú me dejarías regalarle el vestido que ya no querías tener?.

- Sí.

- No recuerdo que me dijeras por qué querías que yo me quedara con ese vestido tuyo.

- Quería que tú lo conservaras por siempre porque fue el vestido que tuve puesto el día que nuestros padres murieron. Como lo tenía puesto ese día, siento que si lo sigo teniendo en nuestra casa, me recuerda con más fuerza el día de la muerte de nuestros padres.

- Aaah, así que por eso era.

- Sí.

- ¿Y le preguntaste a esa amiga qué talla de ropa usa?.

- No, yo no pregunto esas cosas. Aunque no sean cosas demasiado íntimas, a mí sí me parecen demasiado íntimas como para estar preguntándolas, aunque sean preguntas de mujer a mujer.

- Lo entiendo.

- Gracias por haberlo entendido.

- De nada. Ojalá no te moleste que yo quiera preguntárselo, porque siento que es mejor que sepa su talla para que no suceda que ella usa otra talla y que entonces no le quepa el vestido.

- No importa que se lo preguntes, Sonic.

- ¿Y pueden traer a esa amiga hoy?.

Knuckles y Tikal lo piensan por un momento.

- Es cierto, podemos traerla hoy. - dijo Knuckles.

- No se me ocurrió que pudiéramos traerla hoy. Si tú quieres, podemos traerla ahora.

- Me parece bien. - dijo Sonic.

- ¿Quieres ir con nosotros?. - le preguntó Knuckles.

- No, prefiero esperarlos aquí.

- Está bien. La traeremos a las doce en punto.

- De acuerdo.

- Nos vamos, Sonic. Nos vemos cuando la traigamos.

- De acuerdo. Hasta pronto.

- Hasta pronto. - se despidieron ambos amigos de él.

Knuckles y Tikal se van. Ahora, Sonic siente hambre, así que se va a hacerse su desayuno. Después de desayunar, se va de nuevo a su sala de estar, se sienta en el sillón, toma el control y activa la reproducción. Cuando llega el mediodía, escucha que alguien golpea su puerta. Se encamina hacia la puerta sabiendo que son Knuckles y Tikal con la amiga que le mencionaron, les abre la puerta y ahí están los dos equidnas, al medio está Amy Rose llevando una maleta y teniendo puesto el mismo vestido que tenía cuando los conoció.

- Hola, Knuckles. Hola, Tikal. Hola, Amy Rose.

- Hola, Sonic. - lo saludaron los dos equidnas.

- Hola. ¿Tú eres Sonic el Erizo?.

- Sí. ¿Vas a entrar?.

Amy entra a la casa y los hermanos también. Amy mira a todas partes.

- ¿Alguien más vive contigo, Sonic?.

- No, yo vivo solo.

- ¿Por qué no vives con nadie más?.

- Es que quería ser independiente. Vivir mi vida. Eso hice y es hermoso.

- ¿Cuánto tiempo llevas viviendo solo aquí?.

- Un año y tres meses.

- Knuckles me dijo que tienes una habitación de huéspedes.

- Sí, así es.

- ¿Por qué?.

- Así fue construida mi casa.

- ¿Y alguna vez alojaste a alguien en esa habitación?.

- No.

- ¿Tu casa no es arrendada?.

- No, es comprada.

- Y si vives solo aquí desde hace un año y tres meses, ¿es porque ése es el tiempo que ha pasado desde que compraste esta casa?.

- Sí.

- ¿Vives solo desde que compraste la casa?.

- Sí.

- Oye, cuando Knuckles y Tikal fueron a buscarme para traerme, pensaba darme un baño cinco minutos después del mediodía. ¿Me dejarías usar tu baño para bañarme?.

- Sí, pero no necesitas pedirme permiso para nada. Puedes hacer lo que quieras.

- Gracias. Nunca me habían dado esa libertad.

- Amy, perdón por interrumpir, ¿pero tú querías darte un baño cuando fuimos a buscarte?. - preguntó Tikal.

- Sí.

- Entonces te pido perdón. Debimos preguntarte si querías hacer algo antes de que te trajéramos.

Amy le sonríe.

- No tienes que pedirme perdón, Tikal. No se lo dije antes porque cuando me dijeron a dónde querían traerme, sabía que aquí también podría darme el baño que quería.

- Gracias por no enojarte.

- De nada.

Ahora, Amy le habla a Sonic.

- Sonic, tal vez no sea correcto decirte esto, pero me gustaría tener otra ropa. Esta ropa es la que tuve puesta el día que vine a esta ciudad y me recuerda mucho a mi vida en Chicago.

- No hay nada de incorrecto en que me digas eso.

Sonic le habla del vestido que Tikal le había dado y le explica por qué se lo había dado.

- Amy, si tú quieres tener ese vestido que le había dado a Sonic, entonces es tuyo.

- ¿Estás hablando en serio, Tikal?.

- Sí, Amy. Yo nunca mentiría, porque ni siquiera sé mentir, y aunque supiera, nunca lo haría.

- ¿Tú también me darías ese vestido, Sonic?.

- Sí, Amy.

Los dos le sacan una sonrisa.

- Gracias.

- De nada. - dijeron Sonic y Tikal.

- Amy, quiero preguntarte algo y ojalá no lo tomes a mal, porque no pretendo nada malo o extraño con preguntártelo.

- Hazme la pregunta que quieras.

- Está bien, entonces te lo preguntaré.

Sonic se prepara ante cualquier posible reacción que Amy pueda tener.

- ¿No serás talla 10 de casualidad?.

Pasan unos segunditos y la expresión de Amy no cambia.

- Por favor no me malinterpretes, no soy ese tipo de hombre.

- ¿Por qué habría de malinterpretar lo que me preguntas?.

- Porque Tikal me dijo que para ella son cosas demasiado íntimas y porque yo pensé que podías ofenderte con esa pregunta.

Amy le sonríe, mostrando que no está ofendida.

- A mí no me ofenden esas preguntas. Tikal tiene razón en decir que son preguntas íntimas, pero hay mujeres como yo a las que esas preguntas no las ofenden ni las avergüenzan.

- Perdona, Amy, yo soy de las mujeres que sí les avergonzaría decirle la talla de ropa que usan a gente que no conozcan y que no le tengan confianza. A mí solamente no me avergonzaría si quien me pregunta mi talla de ropa es alguien a quien ya le tengo confianza y que ya conozco desde hace un buen tiempo.

- Lo entiendo, Tikal.

- Yo no puedo entender cómo puedes entenderlo.

- A veces las personas pueden entender las cosas que les dicen aunque nunca hayan vivido o sentido lo que les dicen.

- Ahora lo entiendo. Y también veo y entiendo que eres más valiente que yo.

- Así es.

Amy vuelve a mirar a Sonic.

- Contestando tu pregunta, Sonic, así es. Yo soy talla diez. ¿Por qué me lo preguntas?.

- Porque el vestido que Tikal me había dado es de talla diez y yo quise saber con certeza tu talla antes de darte el vestido, por si acaso el vestido no te quedaba bien porque tú usaras otra talla que no fuera la diez.

- Quiero ver ese vestido.

- Está bien, sígueme.

Lo sigue hasta su habitación, él abre la puerta de un armario y saca el vestido, un cintillo rojo y dos botas iguales, se lo da a Amy y ella lo mira. Es un vestido sin mangas y con falda inclinada horizontalmente, con una línea un poco ancha y blanca alrededor de todo el borde de la falda. Las botas son rojas con una línea ancha y blanca por todo el medio delantero y el cintillo es completamente rojo. Habiendo visto todo en sus manos, una sonrisa se forma en su boca.

- Que hermoso es este vestido. Me encanta. Quisiera probármelo antes de bañarme.

- Te dejaré sola para que te lo pruebes y esperaré a que tú vayas para allá cuando ya lo tengas puesto.

- Muchas gracias por ser tan respetuoso con mi privacidad, Sonic.

- De nada, mi querida Amy.

Sonic deja la habitación, cerrando la puerta y dejando a Amy sola. Amy se quita los zapatos, luego la blusa y luego la falda, deja su ropa encima de la cama, se pone el vestido, luego el cintillo y luego las botas. El vestido le queda bien, las botas y el cintillo también. Con el vestido ya puesto, sale de la habitación y vuelve con Sonic y sus amigos.

- Ya estoy aquí. ¿Cómo piensan que se ve el vestido en mí?.

Los tres amigos giran la mirada hacia ella y Sonic queda muy sorprendido por lo hermosa que se ve con el vestido. Queda tan sorprendido por su belleza que al momento de mirarla, se le cayó la mandíbula del asombro y su cara refleja la sorpresa que lo invadió.

- Te ves muy bien. - dijo Knuckles.

- Lo mismo digo. - dijo Tikal.

Sonic piensa para sí mismo.

- Que hermosa te ves.

Inmediatamente, Sonic relaja su cara antes de que noten la sorpresa que le dio.

- Sonic, no me has dicho cómo se ve el vestido en mí.

Sonic responde lo más relajado que puede y trata de no tartamudear.

- Te ves tan preciosa.

Eso toma por sorpresa a los tres.

- ¿Cómo?.

Sonic se da cuenta de lo que dijo y rápidamente esconde la cara con un cojín del sillón para evitar que noten lo avergonzado que se sintió por decirle así. Amy también siente algo de vergüenza por lo que él le dijo.

- ¿Me dijiste que me veo preciosa?.

Sonic baja un poco el cojín y la mira.

- Sí.

Amy baja la cabeza hacia el suelo debido a que también se sonroja. Debido a la vergüenza, se le dificulta decirle lo que quiere decirle. Unos siete segundos después, logra sacar una primera palabra de su boca.

- Gracias.

- De,, nada. - dijo él.

A pesar de lo sucedido, Knuckles y Tikal no notaron la vergüenza que invadió a Sonic y Amy.

- Sonic, ahora quisiera ir a bañarme. ¿Dónde está tu baño?.

Sonic tendrá que ir a enseñarle dónde está el baño, así que relaja su vergüenza lo que más puede y logra bajarle el sonrojo a su cara, haciendo muy difícil que se note la vergüenza que sigue sintiendo. Por último, levanta la mirada.

- Sígueme por favor.