Hola! Este es el primer fanfic de Harry Potter que subo a FanFiction (de hecho es el primero que escribo) Espero que terminen de leerlo, no está muy largo de hecho se me hizo algo corto xD Le dedico este fanfic a mis amigas Miyako, Natzuki, Tomoyo, Ami, Yume y Miki n.n y a mi hermana ale xD que a veeer si lo lee (es muy floja para estas cosas ¬¬) Bueno, espero que les guste el fic n.n
Draco x Hermione
Al Cruzar la Puerta
Draco Malfoy era acompañado por sus compañeros de Slytherin, aquéllos a los que descaradamente llamaba "amigos" aunque solamente les utilizara para pasar el tiempo, para que su vida escolar no fuera tan aburrida tal vez, o quizás por los beneficios que obtenía al estar acompañado de los hijos de familias de magos poderosos de sangre pura... si, muy probablemente era la última opción. Siendo educado por su padre desde muy pequeño para esos fines no era de estrañarse que el gran Draco Malfoy fuera una persona que sólo se hacía pasar por el buen amigo de las quienes le convenían, para luego al último momento terminar traicionándolos humillantemente. Así era la vida del único hijo de Lucius Malfoy, una vida en la que sólo podías traicionar y si no eras astuto, ser traicionado; una vida en la que ni siquiera podías pensar en la palabra "amistad". Se despidió de ellos con esa sonrisa tan característica de él, aquélla que había practicado desde niño, la sonrisa que sólo un Malfoy podía fingir tan bien para que nadie se diera cuenta del engaño.
-¡Accio Saeta de Fuego!– dijo sin ganas y segundos después vió como su escoba llegaba volando por los aires para terminar en su mano.
El equipo de quiddich de Slytherin había decidido entrenar arduamente con la finalidad de ganarle al equipo del odioso Potter, razón por la cual Lucius Malfoy compró a todos escobas nuevas, las famosas Saetas de Fuego. El rubio se había hecho a sí mismo la promesa de aprender todos los hechizos que Harry Potter sabía, y los que le faltaban por saber, para ser mejor que él. No quería perder ante tal "celebridad", quería que lo reconocieran también a él, sin la necesidad de tener que portar en su frente una estúpida cicatriz.
El entrenamiento acabó más rápido de lo que esperaba, mejor para él... así no tendría que lidiar con los estúpidos miembros de su equipo los cuales sólo pensaban en ganar causando estragos, divertirse un rato, golpear a unas cuantas personas... pero él no, él quería ganar para vencer a Potter por lo menos una sóla vez, quería que él mundo lo viera a él, que por un segundo quitaran sus ojos de Potter para que se dieran cuenta del potencial que él indudablemente poseía.
Vio a una mata de pelos alborotados pasar por el pasillo.Granger pasó el nombre de la chica por su mente y sus ojos furiosos siguieron su silueta hasta que la chica dio una vuelta y fue imposible seguir su rastro. Hermione Granger, la chica más inteligente de su curso, sin lugar a dudas... y una sangre sucia. No sabía cuándo fue que el grupo de amigos de Potter empezó a ser tan reconocido en el colegio, incluso Ronald Weasley era alguien que daba de que hablar en Hogwarts.
Su padre debía estar muy enojado ya, dado que su hijo no estaba cumpliendo con las expectativas tan altas que formó en su cabeza al mandarlo por primera vez al colegio... pero Draco ya había hecho todo lo que su exigente padre le había pedido, incluso fingía ser amigo de personas que consideraba unos verdaderos idiotas solamente por cumplir las órdenes de Lucius Malfoy. ¿Acaso había algo en su vida que hiciera por voluntad propia? Tener "amigos" tontos, unirse al equipo de quiddich, rechazar a los sangre sucia... ahora que lo pensaba, todas sus acciones y comportamiento eran debido a los caprichos de su padre. Toda su vida había vivido de esa manera, ya no había vuelta atrás, ahora ya se había vuelto como su padre quería que fuera, un verdadero Malfoy.
Camino por los largos pasillos de Hogwarts, había tomado una larga ducha en la que puso sus pensamientos en orden y se convenció a sí mismo que estaba haciendo lo correcto. Para no decepcionar a la familia tenía que seguir actuando así... tampoco es que supiera actuar de otra forma, esa ya se había vuelto su personalidad... pero varias veces pensó en dejar a un lado los deseos de su padre, aunque fuera por un momento, para poder hacer lo que le gustaba... ¿Pero qué era lo que le gustaba? No lo sabía. Aún así nunca se animaba a desobedecer a su padre.
Después de tanto caminar se dio la vuelta para regresar a la sala de Slytherin pero algo lo detuvo, en la pared de al lado empezaba a formarse algo, lentamente, hasta terminar de tomar forma: Una puerta.
Draco Malfoy analizó la puerta con la mirada, cuidadosamente.
-La Sala de los Menesteres¿eh? – habló para si mismo
En ese momento no había ningún estudiante cerca. Draco esbozó una pequeña sonrisa maliciosa mientras pensaba en las maravillosas cosas que seguramente había en ese lugar. Sin pensarlo dos veces giró la perilla y jaló la puerta hacia él, entrando automáticamente a la sala.
Sus ojos se abrieron desilusionados al ver lo que conformaba el lugar... sólo habían pilas de libros, seguidas de otras pilas más... pero eso no fue lo que lo dejó boquiabierto. En medio de esa habitación, rodeada de todos esos libros estaba una persona sosteniendo un ejemplar de "La Historia de Hogwarts", el cual ya casi acababa de leer.
-¿Granger? – salió de la garganta seca de Draco, luego se escuchó el sonido de la puerta cerrándose fuertemente tras él.
La chica lo miraba sorprendida, con una de las hojas del libro entre sus dedos, sin terminar de dar vuelta para cambiar de página.
-Malfoy... ¿Se podría saber qué estas haciendo aquí? Sabes qué... olvidalo, sólo quería un lugar tranquilo para estudiar pero ya veo que eso es imposible – empezó a recoger sus cosas dispuesta a irse de allí
-Tú quédate aquí Granger, yo me voy¿Para qué quiero quedarme en una habitación llena de libros tocados por una sangre sucia?
-¡Tal vez para estudiar lo que una persona de sangre pura no puede aprender!
Draco se volteó hacia la puerta y alzó su mano para girar la perilla pero no pudo alcanzar ni a tocarla cuando la puerta entera desapareció.
-¡Esto no es gracioso Granger! – bramó Draco dándole la espalda a Hermione
-Yo no hice nada – dijo molesta –. La Sala de los Menesteres cambia su interior según la necesidad de quien pasa por su lado¿Qué fue lo que necesitabas Malfoy?
-¡Yo qué se¡Simplemente estaba caminando cuando salió esa estúpida puerta en la pared!
-Como sea... seguramente nuestros amigos y maestros se darán cuenta de que no estamos y Dumbledore podrá sacarnos de aquí, sólo es cuestión de esperar...
Draco no tuvo otra opción más que asentir, la chica tenía razón, era lo único que podían hacer: Esperar.
En un extremo de la habitación Hermione leía uno de los tantos libros de allí, en el otro extremo Draco jugaba entrelazando sus dedos, no había nada mejor que hacer... Tal vez podría leer alguno de esos libros pensó, pero la idea se fue tan rápido como llegó Granger se reirá de mí si hago eso fue la razón por la cual eliminó esa idea de su mente.
En la habitación había una ventana, al abrirla veías, a muchos metros debajo, el Bosque Prohibido, lo cual era bastante extraño... pero era la Sala de los Menesteres y ese pasadizo, por así llamarlo, al Bosque Prohibido, debía estar allí por alguna razón... ¿O no?
-Tal vez podría salir por aquí... – pensó Draco
-¿Estás pensando en salir por allí Malfoy? – Hermione despegó su vista del libro para ver al rubio que se asomaba por la ventana
-¡Claro que no Granger! – contradijo lo que hacía un momento había pensado, menos mal que la chica no sabía cómo leer los pensamientos –. Por si no te has dado cuenta estamos muchos metros arriba de ese bosque, pero seguro que si saltas desde aquí la señora Pomfrey podrá reparar todos tus huesos rotos de sangre sucia.
Hermione le miró frunciendo el ceño y regresó su mirada al libro, aunque éste ya no le importara tanto, simplemente mantuvo su vista allí, sin leer nada.
Las horas pasaban lentamente, todavía más para los chicos que esperaban impacientemente que Dumbledore llegara a "rescatarlos" de ese nefasto lugar. Hermione tenía con qué entretenerse, sólo necesitabas darle un vistazo a la habitación para saber que ese era el lugar perfecto para que la chica pasara el tiempo en una situación así. En cambio Malfoy se la estaba pasando de lo peor, había estado todo ese tiempo sentado limitándose a ver sus zapatos, el suelo, sus manos... ¡Ni siquiera habían sillas en ese lugar! Tenía que sentarse en el frío pavimento, por lo que se le entumían sus piernas de vez en cuando, entonces tenía que cambiar de posición.
Miró a la chica que estaba tan sumergida leyendo su décimo libro de la tarde, tal vez debería intentar hacer lo mismo, no podía perder nada y tal vez así se le haría más rápido el pasar del tiempo. Mirando fijamente a la muchacha quien no daba señales de querer desprenderse del libro, acercó su mano con lentitud al ejemplar que tenía más cercano, lo abrió y empezó a leerlo, pero una voz proveniente del otro extremo de la habitación lo detuvo:
-¿"Las Plantas Mágicas y sus Efectos"? Vamos Malfoy, eso no es para tí – dijo Hermione alzando su mirada
-¡Eso no te concierne Granger! – bramó el rubio arrojando bruscamente el libro
La chica no se inmutó y siguió leyendo unos pocos minutos más, hasta la última palabra de la última hoja, entonces se levantó y con paso firme caminó hasta llegar frente a Draco.
-Toma – le ofreció el libro –., yo ya lo he acabado de leer
-No quiero tocar un libro que fue leído antes por una sangre sucia, y menos una como tú
Hermione hizo una mueca de fastidio y se alejó a zancadas de Draco, vaya que por un momento pensó que podría ser amable con el chico, pero ahora veía que era imposible... tratándose de un Malfoy, pareciera que sus expectativas fueron demasiado altas. Volvió a sentarse en donde estaba antes de intentar entablar una conversación normal con el joven de Slytherin, entonces, cuando volteó su mirada al frente, vió algo que en ese momento era lo último que esperaba ver... el muchacho de orbes grises acercaba hacia él el libro que Hermione con tanta amabilidad le había ofrecido y que con tanto odio arrojó al suelo al escuchar que el muchacho la llamaba "sangre sucia".
Draco Malfoy tomaba el libro entre sus manos y lo empezaba a hojear con sumo cuidado, como si en cualquier momento se fuera a deshojar. Hermione sonrió levemente, controlando que su sonrisa no aumentara para que Draco no se diera cuenta de ello.
-"Defensa Contra las Artes Oscuras" – citó Hermione el nombre del libro –. Entonces no era mi imaginación, quieres ser como Harry – afirmó más bien para sí misma
-¿Para qué querría yo ser como Potter? – su voz sonaba molesta, como si les estuvieran diciendo algo hiriente
-No se, dime tú – sin darse cuenta se fue acercando cada vez más a Draco hasta quedar sentada a su lado
-Pues te diré que tu sangre muggle te está afectando demasiado – Draco tampoco se percató de cuándo fue que Hermione se sentó a su lado, no era que le importara demasiado...
Permanecieron en silencio, los dos mirando hacia la pared de enfrente, sólo el sonido de sus respiraciones llenaba el silencio que se había formado en la habitación, sin embargo... llegaba a ser agradable...
-¿Para qué querría ser yo como Potter? – resonaron estas palabras en la cabeza de Draco
Harry Potter nunca se preocupaba por quedar bien frente a todos y aún así lograba hazañas que muchas personas ni podrían imaginar.
-¿Para qué querría ser yo como Potter?
Harry Potter podía actuar como quisiera, hacer lo que le gustaba. Las personas no lo juzgaban por ello, tal vez era el tema principal de los chismes que corrían por Hogwarts y la prensa, pero aún así las personas a final de cuentas reconocían todo lo que hacía...
-¿Para qué querría ser yo como Potter?
Realmente él no odiaba a Harry Potter, ni a Ronald Weasley... tampoco a Hermione Granger...
-¿Piensas decepcionarme otra vez Draco? – La voz de su padre sonó tan clara como si en verdad estuviera allí, pero rápidamente se dio cuenta de que todo estaba en su cabeza.
El odio por esos tres muchachos y todos los sangre sucia era simplemente algo que siempre pretendía sentir...
-¿Para qué querría ser yo como Potter?
Harry Potter era admirado por todos, incluso había ganado cierto respeto por parte de sus enemigos... quería que los demás también reconocieran lo que él hacía, quería que los demás también hablaran de él...
-¿Piensas decepcionarme otra vez Draco?
-¿Para qué querría ser yo como Potter?
-No se, dime tú
Harry Potter se había ganado incluso el respeto y en cierta forma la admiración de su padre, Lucius Malfoy... admiración y respeto que nunca, en toda su vida, había mostrado por él, ni siquiera un "Bien hecho", ni siquiera una sonrisa... nada. En realidad no le importaba que todo el mundo reconociera su potencial... sólo quería que su padre lo hiciera, así como lo hacía con Potter...
-La Sala de los Menesteres cambia su interior según la necesidad de quien pasa por su lado¿Qué fue lo que necesitabas Malfoy?
Un lugar donde pudiera descansar por un momento y ser él mismo... sin estar preocupado cada día por cumplir las exigencias de su padre...
-¿Malfoy?
Hermione se encontraba viéndolo, en cierta forma preocupada, pues el chico parecía estar totalmente ido, su cuerpo estaba allí pero su mente parecía estar en un lugar totalmente distinto. Los ojos grises de Draco volvieron a retomar el brillo que tenían anteriormente, volteó enseguida a ver a la chica que le había estado hablando, pero no dijo nada.
-Malfoy... ahora recuerdo que escuché que en el entrenamiento de quiddich llamaste a tu escoba con el hechizo Accio. Si aquí hay una ventana¿Por qué en todo este tiempo no...?
No pudo terminar su frase, la cabeza de Draco Malfoy había caído sutilmente en su hombro mientras que el chico cerraba sus bellos ojos lentamente.
-M-Malfoy...
-Shhh – fue la respuesta que escuchó de los labios del rubio
...y alguien que al fin lo entendiera...
-Déjame quedarme así... – pidió a Hermione aún sin abrir los ojos, una sonrisa se había formado en sus labios, una sonrisa que Hermione nunca había visto en el chico –. Sólo por un momento... déjame sentir esta paz...
Porque al cruzar la puerta, todo volvería a ser igual...
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.oo.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.oo.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Listo!! espero que les haya gustado... la relación que se dio entre Draco y Hermione también puede ser tomada como una amistad... interpretenlo como ustedes gusten xD ah.. y no se si continuarle (si hago eso será como un capitulo más) ustedes díganme si quieren que le siga o no (review xD) gracias a los que se tomaron su tiempo en leer este fic n.n.
