Cuando el tiempo deje de correr tan de prisa,

Cuando el viento sea el único que se atreva a pronunciar sonido,

Cuando mi memoria viaje en el tiempo y allí sigas tú,

Cuando en la oscuridad pueda verte

Haciendo luz en el camino sombrío que debemos transitar;

Ya no habrán palabras.


Porque al curvarse tus labios en una sonrisa

Ya no importan las palabras,

Porque nuestros corazones hablan por sí mismos.

Somos tú, y yo,

Y el silencio.


Tú estás tan callada,

Pero tus ojos lo dicen todo.

Ya no hay nada que hablar,

Nada más que decir, no más palabras.


Y al sentir el viento rozando nuestras caras

Me doy cuenta que confío en el silencio.

Confiamos en el silencio.