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Esto es un escrito de mero ocio, no gano nada mas que entretenerlos

me inspiré en la historia de un anime, ¿pueden adivinar cual es? :)

Cualquier comentario es bienvenido. siempre y cuando no se me falte al respeto ni a mi, ni a mi escrito. si vienes con esas intenciones pues chinga tu cola :3

Espero les guste y dejnme review si quieren que la continue.

Gracias!

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"Jamas nos casaremos"

1 el hilo del destino cortado por el hilo de la ciencia

En el pasado, el país estaba pasando por una severa baja de natalidad en la población. A lo cual el gobierno decidió poner cartas en el asunto. Interfiriendo directamente en el futuro amoroso de toda persona nacida legalmente en el país. Un método drástico el cual dio resultados bastantes favorables en el primer año en que entró en régimen la ley llamada "Pareja asignada" la cual era regida por un sistema computarizado el cual te emparejaba con otra persona del sexo opuesto, la computadora revisaba el historial de las personas y dependiendo de los resultados, el usuario seleccionado para ti estaba destinado a ser tu esposo o esposa.

Hoy en la actualidad la población crece conforme pasa el tiempo.

La mayoría estaba conforme. Excepto una chica. La cual no estaba feliz con que una maquina decidiera su futuro. Ella no era feliz con ese sistema. Ella estaba enamorada.

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Colegio Furinkan. Actualidad

-hey Akane- le llamó una chica de cabellos rojizos. La chica que estaba soñando despierta la volteó a ver.

-Ranko- dijo Akane, la chica soñadora, una linda joven de largo cabello azul oscuro, recogido en un coqueto moño amarillo. –¿qué pasa?-

-estas muy distraída, ¿qué pasa?- se pregunto la pelirroja.

-nada, solo estaba pensando en algo que… no olvídalo..no tiene importancia- sonrió pero su amiga no estaba conforme con esa respuesta.

-¿pensando en él?-

-no como crees… jeje….ah mira la hora. Se nos hará tarde para la cena. Vamos!-

-¿por la calle de siempre?- dijo al pelirroja sonriendo

-por la calle de siempre- Akane respondió y sonrió avergonzada.

Tomó su mochila y a su amiga del brazo y salieron del salón. Las clases habían acabado. Caminaron por su camino habitual, platicando de todo y a la vez nada. La peli azul seguía aun en parte con sus pensamientos anteriores, su amiga tenia razón, estaba pensando… en el.

-Oye Ranko- sonrió –ya te ha llegado tu aviso de pareja asignada?-

La pequeña pelirroja enrojeció y brincó ante la pregunta –no!... y…- jugó con sus dedos. -..a ti?-

-aun no- miro al cielo –sinceramente no quiero que llegue nunca. Pero mientras espero un milagro.- rió

-quieres que sea él, verdad?- dijo Ranko –créeme Akane, todos los días cruzo los dedos para que cuando te llegue tu aviso sea su nombre el que este escrito-

Akane le sonrió a su amiga –gracias, cuento contigo, yo también cruzo los dedos por ti, espero y quien sea tu esposo asignado sea muy bueno contigo-

Ranko sonrió cínica –para nada- movió la mano en señal de negación- aunque llegue el aviso créeme que no me quiero casar, jamás, ¡nunca jamás! Ni aunque sea un famoso!-

Akane rió, su amiga podía ser muy ocurrente –¿y si es un famoso? ¿Segura que le dirías que no?- rió, para luego ponerse seria. Al final de la calle lo divisó a él, su amor no correspondido. Ambas detuvieron su andar.

-Ánimo Akane- dijo la pelirroja.

La peli azul negó con la cabeza. –vamos-

Caminaron de frente, ambas serias, y tomadas del brazo. Akane sentía como su corazón latía cada vez más fuerte, pasaron justo frente al hombre, el hombre de sus sueños, su más grande anhelo. El solo verlo le hacía sentir que de un momento a otro se desmayaría, lo vio barrer la entrada de su consultorio, lo vio levantar la mirada, lo vio sonreírle cálidamente. No podía ser más feliz en ese momento.

-Akane, Ranko, ¿de regreso a casa verdad?- dijo el hombre alegremente, acomodando sus anteojos. Ranko asintió alegre y le dio un discreto codazo a su amiga para que reaccionara

-si!- dijo Akane. –con permiso Doctor Tofu-

-que les vaya bien niñas., cuidado con los extraños!-

-si!- dijeron al unísono, alejándose.

-cielos Akane, puedo sentir tu corazón! Y eso que solo te estoy tomando del brazo- rió la chica

-crees que lo haya notado!?- dijo asustada

Llegaron a donde se dividía la calle en 3 caminos- bueno aquí es donde nos separamos, ten cuidado Akane, nos vemos mañana!- dijo Ranko muy feliz

-hasta mañana!- se despidió Akane, dándole la espalda y siguiendo su camino a casa.

Ranko, viéndola irse, entristeció su mirada. Mientras el viento jugaba con su falda estudiantil.

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-ya llegué- dijo Akane

-sírvete, ya está la comida- dijo su hermana Nabiki, una joven 1 año mayor que ella de cabello castaño y corto- por cierto, papá te tiene una sorpresa-

-ah si? Que es?-

-Akane ya llego?- pregunto su padre desde el fondo de la casa, en especifico el baño. Se escuchó el correr del agua del escusado, abrir la puerta del baño y pisadas deprisas, diviso a su padre, corriendo hacia ella con una tira de papel higiénico pegado a su sandalia. –hija! Soy tan feliz!- gritó al momento que la abrazaba.

-ay papá pero que tienes? Qué te pasa?!-

-soy muy feliz hija! Ha llegado! Ha llegado!-

-no me digas que..- sudó frio y su rostro palideció, temiendo lo peor

-así es hija!, la carta de mi amigo! Llego al fin!-

Akane por poco cae de espaldas al suelo, se le había ido y regresado el alma en un parpadeo –ay papá! No me asustes así, creí que te referías al aviso del gobierno!-

-gobierno?-

-si! El de pareja asignada!-

-ah no, hija; ese aun no ha llegado! Pero ahora que lo mencionas ya no debe tardar acabas de cumplir hace un par de meses tus diesciseis añitos, no te preocupes cariño, pronto llegara, se que estas ansiosa por conocer a tu futuro esposo-

-claro que no papá! Por mi que no llegue nunca!- dijo furiosa, caminando a la cocina, dispuesta a comer-

-cálmate Akane, puede y no sea tan malo el prospecto- dijo Nabiki, disfrutando de su jugarreta mientras recogía sus platos , había terminado de comer.

-no quiero! no quiero!- hizo berrinche

-me pregunto si tu prometido será igual de berrinchudo y caprichoso que tú?- suspiro su hermana

-y yo me pregunto cuándo va a llegar tu carta, hermanita, ya tienes los 18 años sabes?-

-tal vez no han encontrado a un hombre tan guapo, gracioso e inteligente como yo – dijo su hermana orgullosa

-o tan superficial y adinerado como tú lo quieres- dijo la peli azul

-hijas no discutan por favor- dijo su padre

-no me molestaría que fuera adinerado, de hecho eso espero- sonrió su hermana –nos vemos hermanita, voy al cine-

-aishhh Nabiki, todo te lo tomas tan a la ligera!-

-ya Akane, vamos a comer, te estaba esperando- dijo su padre.

-si-

Al día siguiente….

-oh mis bellas señoritas!- dijo el joven de cabello castaño y sonrisa encantadora –espero mi carta de pareja asignada tenga los nombres de ustedes dos, mis bellos ángeles en la tierra-

-primero me muero, antes que ser tu lo que sea- dijo Ranko con asco

-ya Kuno, no molestes, todavía ni empiezan las clases y ya estas molestando?- le reprochó la peli azul.

El joven estudiante un grado mayor que ellas les dio una rosa a cada una y se marcho

-que asqueroso!- la pelirroja tiro la rosa al suelo, muy enojada

Akane rio y se dirigieron a su salón -oye Ranko… como te gustaría que fuera tu esposo asignado?-

-a que viene eso de repente?-

-no sé, se me ocurrió de pronto, me imagino que todo lo opuesto a Kuno para empezar- soltó una carcajada

-me da nauseas solo pensar en eso-

Las clases trascurrieron normal…

y a la salida…

-nos vamos Akane?- rijo Ranko y un par de amigas que se reunieron con ellas –es viernes, karaoke time!-

-pero tu ni cantas- dijo Akari, una de las chicas presentes –solo te la pasas comiendo-

-pero es muy divertido verlas cantar!- se escudó la pequeña pelirroja –y cantan muy bien, créanme-

-bueno por esta vez estas perdonada- rieron

-adelántense si?, tengo que hacer algo antes- dijo la peli azul -las alcanzo- trató de esconder en su mochila una pequeña bolsa pero resbalo de sus manos y cayó al suelo, escuchándose un crujido.

Ranko se agacho a recoger la bolsa, era un paquete de galletas, con un listón rojo. Supo de inmediato para quien eran.

-ohh Akane- dijo Chiyo la otra amiga –son para alguien en especial?

-para nada- rio nerviosa –son para mi papá, se las compre porque cumplió años hace poco, quiero ir a dárselas lo más pronto posible-

-ok ok Akane, te esperamos en el karaoke, vamos Ranko!- caminaron a la salida del salón

Ranko se quedo de pie donde mismo-quieres que te acompañe?- dijo cabizbaja –te echare porras- sonrió nerviosa

Akane supo que a su amiga no podía mentirle, esa chica mas bajita que ella la conocía muy bien. Asintió feliz –gracias!-

-adelántense! Las vemos allá!-les dijo a sus amigas, ellas se encogieron de hombros y se fueron dispuestas a divertirse al karaoke.

La peliazul guardo la bolsa de galletas y apenas salieron del salón cuando el molesto compañero de la mañana hizo su aparición de nuevo ante ellas.

-señoritas hermosas! Las acompañare a sus casas, y no acepto un no por respuesta- sonrió queriendo parecer seductor

-ashhh este tarado otra vez- refunfuño la pelirroja-… Akane (le susurro) adelántate, yo me ocupo de este tonto….. Kuno! Quería hablar contigo de algo muy serio, Kuno Sempaiii- dijo con mirada de inocente.

-pero por supuesto! Mi amada pelirroja, fuego de nuestra pasión! Dime mi vida!..-

Y en cuanto Kuno dedico toda su atención a Ranko, la chica huyó.

Camino hasta estar a escasos metros del consultorio Tofu. Estaba nerviosa. Más que antes. No sabía que diría ni como lo diría. Estaba asustada. Se atrevería? Sintió vibrar su celular. Lo saco del bolsillo de la falda y lo desbloqueó, era una notificación de mensaje.

-Nuevo mensaje-

De: Ranko

"¡pelea!"

Tenía el apoyo de Ranko, no podía echarse atrás.

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Llegó a casa al fin, cansada mentalmente de los larguísimos quince minutos que tuvo que escuchar al estúpido de Kuno decir tantas estupideces al mismo tiempo. No entendía como era posible que ese idiota fuera popular, al grado de tener un club de fans de 5 chicas tras él. Menudo tarado, pensó.

-Ranma!, al fin llegas- dijo un hombre mayor, con una pañoleta en la cabeza y un traje de karate. –vamos muchacho, es hora de entrenar!-

-dame un respiro, viejo- suspiro –déjame comer al menos…no estoy de humor….-

-está bien, comamos primero-

-voy a echarme un baño, cada vez soporto menos esta apariencia-

Camino hacia el baño y sonó su celular, una llamada entrante de Akari y Chiyo.

-Rankoooo! Donde estas! Vamos a ir a otro karaoke, aquí los salones están llenos, vamos a ir a el de la calle sanporo-

-chicas, no me siento bien.. me siento mal.. Vine directo a casa-

-porqueee que tienes? Dinos donde vives! Vamos para alla!-

-NO!- grito asustada –ehh,,, esque tengooo… diarrea! Eso es! Tengo diarrea!-

-giuuk!- se escucharon decir –pobrecita, pero no lo digas así, recuerda que eres una señorita!, esta Akane contigo?-

-ehhh si tienes razón, no, está en su casa, no le digan vale? Es muy vergonzoso para mí- fingió

-seguro, nos vemos, cuídate amiga!-

Colgaron a l fin y la pelirroja por fin pudo suspirar aliviada. Se desvistió y dejo la ropa en el suelo, junto a su celular. Se metió a la bañera habiéndola llenado y se sumergió en el agua caliente. Pero lo que no salió a la superficie fue una jovencita de tersa piel blanca, sino un muchacho de cabello negro de cuerpo marcado debido a un entrenamiento riguroso en el pasado.

-que soy una señorita… si como no- dijo el joven malhumorado con la voz ronca

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-Aquí tienes Akane- dijo el doctor entregándole una taza a Akane, se sentó frente a ella en la sala principal del consultorio

-gracias-

-y..- sonrió –que querías decirme?-

-Yo…es sobre…mmm…

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-vaya- dijo agitado –o estas mejorando o ya estoy muy viejo para estos trotes- dijo el hombre limpiándose el sudor de la frente.

-ambas- sonrió arrogante.

-no cantes victoria muchacho, el torneo está a la vuelta de la esquina y con la escuela ya casi no tienes tiempo para entrenar-

-si como sea- se metió a bañar –yo gané, yo me baño primero-

-no tardes mucho que el agua no es gratis- se quitó la parte superior del traje de karate y camino detrás del joven hacia el baño. –oye Ranma, ¿y no será mejor que te salgas de esa escuela?-

Abrió la llave y dejo correr el agua, ya habiéndose calentado se empezó a desvestir –ni de broma- dijo sin siquiera molestarse a voltear para dar su respuesta

-recuerda que fue mi idea el que estudiaras, y por problemas en el registro te registraron como una chica. Para el torneo que pretendemos no requieren estudios..-

-no me saldré de esa escuela, ya te dije-

Lo miro tratando de estudiarlo, queriendo averiguar el porqué la necedad de seguir en la escuela esa, cuando de primero se negaba a muerte. Jugo a adivinar, empezando por lo mas obvio -es por una niña.. Verdad, Ranma?-

Se tensó. Se quedo quieto un momento y entro a la bañera –no digas idioteces…es solo que me divierto ¿sabes? Es entretenido jugar a ser alguien normal-

El hombre lo miro un momento, luego empezó con la labor de lavarse el rostro sabiendo que su hijo había cerrado la llave del agua de la bañera. –¿de niña?-

-es lo que me toco, ya ni modo-

-sabes que cuando vuelvas a la normalidad esos estudios no valdrán nada?-

-no me importa, como si la pagaras. Estoy en una beca, viejo tacaño- reprocho mientras se soltaba la trenza en la que había recogido su cabello, untándose shampoo.

-me rindo, hare la cena en lo que sales-

-vale-

Sabiéndose solo, pudo pensar tranquilo en la duda que no le dejaba de rondar por la cabeza.

¿Qué habrá pasado con Akane?

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Entró a su casa, cansada emocionalmente. Solo quería dormir. Y no saber nada.

-Akane- dijo su padre al verla llegar. –¿que son estas horas de llegar?-

-ay papá, apenas son las 9.. Estaba en el karaoke recuerdas?- mintió –todos los viernes vamos-

-tienes los ojos rojos, ¿que tienes?-

-las chicas compraron un platillo de comida con mucho chile, y agarré sin saberlo, pero ya estoy bien-

-de acuerdo hija…. Estoy muy feliz!-

-sii papa ya me dijiste ayer de la carta de tu amigo-

-no Akane! Mira!- le mostró un sobre blanco con unas letras negras en medio

Tendo Akane

-Pareja asignada-

Decía el sobre.

-Ábrelo hija! Es hora de conocer a tu futuro esposo! Mi yerno!-

-yo… no se si…- estaba nerviosa, asustada, temiendo lo peor. El nombre que revelaría el contenido de aquel sobre estaba marcando su futuro. Su futuro. Ya estaba fijado. –no puedo-

Dijo Akane –no quiero abrirlo!- salió corriendo de la vista de su padre, hacia su habitación. Cerró la puerta y se refugió en su cama, bajo las sabanas. Como si fuera una pequeña la cual huye de un monstruo imaginario.

Su padre suspiró, camino hacia su habitación y toco la puerta –hija, voy a pasar- abrió la puerta sin problemas, no tenia seguro puesto. Se sentó en la cama con el sobre en sus manos.

-sé que es algo que da un poco de miedo Akane. Pero recuerda que tu madre que en paz descanse y yo fuimos muy felices, y me dio 3 hijas hermosas, Kasumi que ya esta ala lado de tu amada madre, Nabiki y tu… se que te irá bien hija. Confió en que te irá bien, recuerda que el sistema arroja al mejor candidato posible para ti. Conmigo no se equivocó ni con las personas que conozco.. confía en mi, corazón-

Salió de su refugio y abrazo a su padre –y si no es lo que dices? Que hare?-

-si te toca un mal prospecto yo seré el primero en levantar una queja ante el gobierno, por no darle lo mejor a mi niña-

Ambos se sonrieron. No estaba segura si seria cierto lo que le decía, pero quiso confiar. Se armo de valor. Tragó saliva y abrió el sobre.

"Tofu"

Akane sonrió emocionada, giro rápidamente con su progenitor –papá! mira!- regresó la vista pero Tofu había desaparecido. En su lugar estaba el apellido y el nombre de un completo desconocido.

-oh mira hija, tiene tu edad!- sonrió su padre , leyendo el informe del futuro marido de su hija.

Su imaginación le había jugado una mala pasada. Quizás ella misma en su desesperación quiso ver el nombre de la persona que anhelaba. Pero esa ilusión le duró muy poco. Tan poco. Le dolió el corazón. Escuchaba a su padre a lo lejos hablarle. No supo reaccionar.

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Apenas estaba agarrando el sueño cuando vió su celular prenderse y vibrar anunciando una llamada entrante.

-Akane!- dijo asustado. No podía contestar convertido en hombre, debía dejar que sonara? Correr a la bañera a sumergirse en agua? Que debía hacer?

-colgó- suspiro. -Quizás sería mejor enviarle un mensaje. Se asustó de nuevo al ver otra llamada entrante de la peliazul. No, cuando estaba insistente en llamar no aceptaría un mensaje, ella quería hablar con el, o mejor dicho, ella. Corrió a la bañera y abrió la llave del agua fría, metió la cabeza y sus cabellos negros se tornaron rojizos

-hola? Akane?- dijo, mientras se ponía una toalla en la cabeza

-Ranko- le oyó sollozar –y ahora que voy a hacer?-

-¿estas bien? Porque lloras?- escucho sonidos de carros pasar, no estaba en su casa – donde estas?

-"sollozo" en… el parque principal..yo…perdón no quería molestarte, supongo que te desperté- la escucho intentar reír. Alejo su celular para divisar la hora. Eran las 11.36pm. –no te vayas a mover de ahí! voy para allá!-

Colgó luego de oírle decir un "ok" rápidamente se puso lo primero que encontró a la mano. Una camisa suya de hombre, una sudadera y el short que usaba bajo la falda del uniforme escolar. y los tenis que usaba en la clase de deportes. Y con las llaves de su casa y su celular, salió hacia su encuentro.

-espera Ranma! A dónde vas?!- grito su padre- ah! olvide decirte que llego esto para ti hoy-

La joven giro su cuello y divisó en la mano de su padre un sobre blanco. El cual decía con letras impresas en negro

Saotome Ranma

-Pareja asignada-

-¡Eso no me importa!- gritó y siguió su camino.

Corrió como nunca, como se le ocurría a Akane salir a estas horas de noche y sola? Se molestó. Se estaba queriendo meter en problemas? Y peor aún, emocionalmente alterada por lo que la pudo escuchar, maldición Akane! grito en su mente.

Llegó al parque al fin, totalmente agitada y sin aliento. Respiraba con la boca abierta y para su sorpresa el parque estaba muy concurrido, aun a esas horas, miro a la derecha y había una especie de pequeña feria instalada en las banquetas, se metió mas al parque y diviso a muchas parejas, y uno que otro niño revoloteando por ahí. Al buscar por los juegos la encontró, sentada en un columpio. Suspiro aliviada. Y se acerco a ella.

-estas no son horas de andar sola en la calle. Te podría pasar algo malo-

-perdón- dijo cabizbaja. –yo..- empezó a llorar de nuevo. –gracias por venir-

-oye..- dijo suave y se puso en cuclillas frente a ella. Para mirarla a los ojos –no llores o yo llorare más fuerte. Y no soportas mis gritos ¿recuerdas?- dijo la pelirroja sonriendo dulcemente.

Akane levanto la mirada y se seco las lágrimas con la manga de su suéter. Se rio al ver a Ranko con una sudadera muy grande para su delgado cuerpo –y eso? Es de tu papá?-

-ehh si- rio nerviosa- fue lo primero que encontré- se levanto.

-perdón-

-no hay problema- se sentó en el columpio de al lado-¿que paso? Es sobre el doctor tofu?-

-si y no….yo… no tuve el valor de decirle. Perdón, y me diste ánimos para nada. Lo siento-

-ah…no te preocupes… ya habrá una próxima vez para que te le declares… recuerda yo estaré apoyándote- hizo pose de pelea.

Akane negó con la cabeza y miro al suelo –no habrá próxima vez….hoy…llego mi carta de asignamiento del gobierno-

Una punzada en el pecho. Eso sintió la pelirroja. Guardo silencio. Akane continuó.

-¿sabes? Aun guardaba la esperanza de que el Doctor Tofu fuera el nombre que estuviera escrito en ese papel- las lagrimas salieron de nuevo, sin poder evitarlo. Apretó las manos sujetando las cadenas del columpio. –yo quería que fuera el…. Pero me casare con un completo extraño.. – se tapo los ojos con ambas manos y sollozó

-oye..-Ranko se levanto y tomo sus manos –no seas tan dramática..apenas tienes 16 y no hay fecha límite para que te cases con tu pareja asignada. Pueden pasar décadas para que lo hagas, no es como si te casaras mañana verdad?- le soltó las manos y la peliazul se limpio las lagrimas.

Ranko tenía razón, pensó. No es como si se fuera a casar a la de ya con ese extraño. Estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua. Debía calmarse.

-gracias Ranko, eres una gran amiga..- se sonrieron –podrías guardar el secreto? No quiero que se sepa en la escuela, ya sabes cómo son-

-seguro, esos enfermos estarán buscando una aventura contigo, -rio fuertemente- y el primero en la fila será Kuno-

Rio fuertemente- ay no que horror- se limpio la mejilla –eres muy buena Ranko, espero que el hombre que te asignen sea increíblemente lindo y bueno contigo, te deseo lo mejor-

Ranko hizo cara de asco –jamás me casaré!- cruzándose de brazos

-pero… escuche que una negativa es muy grave, podrías meterte en problemas-

Ranko supo a que se refería. Seguro su amiga ya había pensado en negarse a su aviso de pareja asignada, pero las consecuencias serian graves, como había mencionado.

-¡Ya sé!- dijo Ranko alegre, se puso frente a su amiga y levanto la mano mostrando el meñique solamente. –prometamos que jamás nos casaremos!- dijo alegre –promesa de meñique?-

Akane sonrió y decidió seguirle el juego –promesa de meñique-

Entrelazaron sus pequeños dedos. Queriendo evitar el futuro que les deparaba

Continuará