Bueno, aquí va el primer fic que me decido a colgar aquí. Espero les guste, y como ya dije, a los que no les guste el Lemon, mejor que sigan de largo. Porci, Universo Alterno. Dejen reviews, cualquier cosa mandenme un mail .

Aquella noche.

Había llegado la hora, ambos lo sabían. Se besan con pasión. El se abalanzó sobre la inexperta colegiala. Ella lo sentía, era el momento.

¿Estás segura?

Si… hagámoslo…

Como tú digas preciosa.

El la sigue besando, mientras pasa su mano debajo de la blusa de ella y comienza a masajear uno de sus senos, luego con su otra mano empieza a acariciar la pierna de ella desde abajo hasta llegar bajo su falda logrando hacerla gemir de placer. Poco a poco las ropas empezaron a molestar. Ella empezó a desabrochar su blusa, pero una mano la detuvo.

Déjame eso a mí.

Empezó a desabotonar lentamente la blusa de ella, comiéndola con los ojos. Luego tira la prenda muy lejos. Ella lo mira con cara muy coqueta y antes de que este pueda reaccionar lo empuja en la cama. El esta acostado viendo como la chica se sienta casi arriba de su masculinidad. Ella podía sentir como lo tenía completamente excitado, metió su mano en el pantalón de el y empezó a acariciarlo disfrutando el ver las reacciones que este tenía. Le bajó torpemente los pantalones dejándolo en bóxer, le desabrocho la camisa. El no aguantaba más, termina de sacarse su camisa y le saca el sostén a ella. Cambia rápidamente de posición quedando el arriba.

Empezó con su tarea de besar esos senos erectos, les daba pequeñas mordidas mientras los besaba, luego fue besando el cuello de la chica logrando excitarla aún más. Le saca la falda y las pantaletas. Empieza a jugar con su zona y mete su dedo, masturbándola con placer, viendo como ella gemía. El deseo se hacía cada vez más grande en ambos. El por fin se arranca su bóxer. La ve con ojos de pregunta, ella le asiente.

La penetra con fuerza, siente la única prueba de la virginidad de su amante y la traspasa rompiéndola. Ve la sangre salir y la mira, observa su cara de dolor y quiere salir, pero ella lo detiene abrazándole, para que no se fuera. Entonces el la empezó a embestir. Ella vio el dolor inicial reemplazado por un infinito placer. Ambos comienzan a gritar y a gemir con deseo y lujuria. El la escuchaba decir que no se detuviera y que continuara con mas fuerza, y este no se hacia pedir dos veces. Ambos estaban llegando el clímax, estallaron en ese momento con todas sus fuerzas y cayeron tumbados en la cama.

Te amo, Miroku.

Y yo a ti, mí querida Sango.

Continuará---