Holaa! bueno esta es mi primera historia de esta pareja, muchas gracias a todas aquellas personas que habéis entrado a leer la historia y me gustaría pedir que por favor cualquier cosa que veáis a la hora de narrar o de expresar algo que no os cuadre me lo digas por un review o por un mensaje y que si veis algo que debe mejorá también, os lo agradecería mucho que hicierais eso.

Prologo

Atlántida, Febrero de 322 a.C

Al filo del acantilado más peligroso de Atlántida y con el crepúsculo que anuncia "Las Siete Lunas" de fondo. Veía como la peor batalla de la historia pasaba ante mis ojos y yo no podía hacer nada, excepto intentar protegerla con una espada forjada por el mismísimo Zeus, la más poderosa, aunque dudaba que esa espada pudiera hacer algo contra otro dios que encima era de agua.

-¡Ignis!- Grito un muchacho de unos 18 años, si mal no recordaba se llamaba Eloy, con los brazos extendidos, apuntando al dios.

Estúpido dios de pacotilla.

El dios que era nada más y nada menos que Poseidon, elevado en el aire gracias al agua del mar que se había levantado de esta, literalmente, con él en su salida del agua, sonría ante el pobre intento de Eloy por hacerle daño con una bola de fuego, que se apago en cuanto tocó al dios.

Notaba a Clito temblar entre mis brazos, la apreté más fuerte contra mi e intenté transmitirle una seguridad con la que yo no contaba, al parecer funcionó, porque su temblor disminuyó pero no cesó.

Nos encontrábamos en el circulo de "Las Doce Brujas", el olor de la hierba húmeda se mezclaba con el olor de la flor Leidenschaft (la flor de la pasión) que olia a frutas tropicales, y con el olor al mármol de las esculturas de las brujas más poderosas de Atlántida que formaban el circulo, en el centro del bosque encantado de Atlántida "Los Sueños Rotos", según cuenta la leyenda una de las brujas más poderosas de Atlántida se enamoró de un humano, el cual decía amarla tanto como ella a él. La bruja, embelesada como estaba con el humano, no se dio cuenta de la gran mentira que este decía y que lo único que quería era aprovecharse de los poderes mágicos que solo los atlantes tenían y que pocos humanos conocían. Una nefasta y terrible noche la bruja encontró al humano con otra mujer, y en venganza lo maldijo haciendo que este se volviera mujer cada vez que tocará a cualquier hembra (humana, animal, bruja y diosa) y ella dolida, volvió a su tierra natal, donde se quito el alma y la dividió en ocho partes. Partes que escondió en el bosque, bautizado por ella misma como el bosque de "Los Sueños Rotos". Después se sacó el corazón y lo escondió en lo más profundo del mar.

Decían que Poseidon custodiaba el corazón de la bruja como el más preciado de sus tesoros pero eso solo eran rumores.

Tanto el alma como el corazón habían sido buscados durante siglos para obtener el gran poder de la bruja pero jamas se encontró nada.

Volví a mirar la ventana que Clito había creado para que pudiéramos ver la batalla. Los magos y las brujas parecían exhaustos, al parecer ninguno de sus ataque había hecho efecto en Poseidon, el cual solo reía a carcajadas. El temblor de mi amada Clito se intensifico y por mucho que la abrazará no cesaba ni disminuía, y la comprendía. Comprendía perfectamente porque temblaba.

Poseidon la quería a ella.

A ella.

No a otra sino a ella, a MI Clito, pero era mía.

Solo mía.

¿Por qué tenia que encapricharse de ella un estúpido dios?

Jamas, Nunca, le entregaría lo más importante de mi vida, el centro de mi mundo, mi TODO. Por muchas batallas que hiciera, por mucho poder que tuviera, Jamas. Y si creía que iba a rendirme que se sentará porque se iba a cansar de esperar de pie.

-¿De verdad habíais pensado que podíais derrotarme?- se escucho la ronca y profunda voz de Poseidon con un tinte de burla, claramente notable. Se creía superior a los demás pero llegaría el momento en el cual se caería del trono y se estrellaría contra toda la mierda que había acumulado a sus pies y yo esperaba estar delante para reírme de él.

-Por supuesto que podemos derrotarte- dijo Evenor el padre de Clito, mirando desafiante a Poseidon.

-Mi querido Evenor, no puedes ser tan iluso-dijo descendiendo hasta el filo del acantilado, puso un pie en tierra y el agua que le había mantenido en el aire volvió a su sitio- Entregame a Clito y todo esto- dijo caminando hacia Evenor señalando con las manos a los muerto y heridos- terminará.

Clito cayo al suelo de rodillas y empezó a llorar. Me agache junto a ella.

-Clito...

-Noah, Poseidon tiene razón, debería entregarme para que todo esto acabará- dijo con la mirada fija en el suelo.

-No

Me miro sorprendida

-Noah, todos eso magos y brujas han muerto por mi culpa- dijo mirando me fijamente a los ojos, llorando aun.

No quería que llorara. Una de las pocas cosas que me dolían era verla llorar.

-Jamas- dijo Evenor con esa voz tan potente que tenia y el pelo blanco, largo, meziendose con la suave brisa marina.

-Piénsalo bien, Evenor- dijo con la voz llena de impaciencia.

- Lo primero es que todos los magos y brujas que están aquí están por voluntad propia y sabían que se enfrentaban a la muerte. Lo segundo es que jamas te entregare a mi hija porque contigo- le señalo con el dedo indice de la mano derecha- seria infeliz y yo prefiero mi muerte a su infelicidad, ademas - sonrió- ella ya es feliz con un hombre maravilloso.

El rostro de Poseidon se deformo de la ira.

Y una suave risa se escapo de mis labios. Ojala no se me hubiera escapado. Los ojos de Poseidon, que parecían estar en llamas por la furia, nos miró, primero a mi amada Clito y luego a mi.

-AQUA- Gritó Poseidon con un brazo extendido apunando a la ventana.

Detrás de Poseidon apareció una bola de agua marina, que se dirigió a nosotros, chocándose contra la ventana. Ambos nos asustamos y cerramos los ojos esperando el impacto de la bola, que nunca llegó. Cuando volvimos a mirar la ventana ya no estaba.

-Noah, la ha roto, ya no sabemos que pasa allí- me miró con miedo- y si alguien más mue...

-Eso no ocurrirá- dije con toda la seguridad que pude aparentar, aunque estaba seguro de que si volvían a pelear, alguien más moriría.

-¡CLITO!- el grito del dios se escucho hasta en los lados más profundos del bosque, y esa voz de desesperación indicaba que seguían luchando y que él no aguantaba más las ganas de tener a MI Clito.

Clito miró asustada al cielo al escuchar el grito, se levanto dejándome a mi sentado y empezó a mirar para todos los lados, como temiendo que Poseidon apareciera de un momento a otro, cosa que yo también temía.

Me levante y la abrace por la espalda

-Tranquila, todo estará bien- le susurre al oído, mientras la apretaba más contra mi espalda- yo te protegeré

La vi suspirar

-Noah- puso sus manos sobre mis brazos y los apretó con fuerza- eso es lo que más temo

Y yo comprendía perfectamente porque su temor. Yo solo era un simple humano, no tenia ningún tipo de poder, lo único que tenia era mi experiencia en la guerra, mi gran arte con la espada y mi valentía, tal vez no fuera nada especial pero eso me serviría para luchar y moriría con gusto sabiendo que ella estaba a salvo.

Morir.

Yo no le temía a mi muerte sino a la suya.

Por eso lucharía hasta el final, daría mi ultimo aliento en batalla, pero ella estaria bien.

Mi sacrificio valiera la pena.

Pero...

¿Y si yo moría y ella no estaba a salvo, y si no estaba bien?

Ese era otro de mis temores, pero ella no lo sabría.

Jamas.

Le daría toda la seguridad que pudiera, la dejaría en manos de su padre y moriria por ella.

Ese era mi destino...

Y yo gustoso lo aceptaba, le abría los brazos, y le daba la bienvenida.

-¿Sabes? Me encanta toda esa confianza que has puesto en mi- dije con sarcasmo

Y sonrió

Oh! si! Era justo lo que me hacia falta, ver su hermosa sonrisa otra vez, esa que solo ella sabia hacer.

-Confío en ti-dijo acariciándome la mejilla suavemente- pero si te pasara algo yo...

Pegue mi frente a la suya y la hice callar poniéndole mis dedos en sus dulces labios.

Sabia muy bien lo que sentía, porque yo sentía lo mismo, ese mismo tormento dentro luchando por adivinar como podría vivir sin ella si algo le pasaba...pero yo ya lo tenia claro.

Si ella moría, yo moría

Si Poseidon se la llevaba lo mataría y la salvaría.

Me separé de ella lo suficiente para verla, le acaricie los brazos pálidos, que le brillaban con la luz del crepúsculo, algo que solo les ocurría a los magos y brujas que tenían un corazón puro. Subí las manos por sus hombros hasta llegar a la cara, donde acaricie sus labios carnosos y rosados con mis pulgares, la mire a los ojos verde esmeralda, grandes y expresivas, llenos de ese brillo de felicidad que me daba la mía. Y le aparte algunos mechones de su pelo castaño que tenia en la cara, dejándolos con el resto del pelo largo y ondulado.

-Te amo.

-Yo también te amo.

Su rostro lleno de felicidad me lleno por completo, la amaba con una locura casi enfermiza pero no me importaba porque sabia que ella sentía lo mismo que yo.

Me acerque a su boca, tenia que besarla, su sabor era más que adictivo. Cuando apenas nuestros labios se rozaban...

-¡BASTARDO!¡SUELTALA!-Ordenó Poseidon saliendo de entre los arboles, sorprendiéndonos a ambos, noté que Clito comenzaba a temblar de nuevo.

Clito era una bruja pero aun no había acabado de aprender los conjuros necesarios para pasar al nivel 2 de la magia y el nivel 1 era el más bajo, las brujas y los magos más débiles, y si Poseidon estaba ahí significaba que había derrotado a los demás, que eran magos que estaban en el nivel 20, el más alto.

Y seguramente estaba suplicando porque no hubiera muerto nadie más.

-AQUA-Gritó Poseidon haciendo que una bola de agua fuera hacia nosotros.

Empuje a Clito lejos del ataque, lejos de mi.

-¡NOAH!

Fin del prologo

Bueno se que en este capitulo no han salido los protagonistas pero tranquilidad saldrán en el siguiente capitulo.

Espero vuestro review con cualquier queja o critica constructiva, por favor insultos no.

Hasta la próxima y gracias por leer.