Por mera inercia estiro la mano instintivamente para apagar el sonido de la alarma pero no dio con esta, al abrir los ojos pudo ver que no era el sonido de la alarma lo que lo despertó sino linda, que estaba aún lado de la cama cantando y aplaudiendo al ritmo de la canción mientras le sonreía.

No entendía la insistencia de la chica en hacer eso, siempre era lo mismo desde que eran niños.

-…que los sigas cumpliendo, hasta el año sin fin.- dicho esto dejo de aplaudir y le dio un rápido beso al albino.

Es irónico el hecho de que a la gente le guste celebrar que le queda menos tiempo de vida. Near no le encontraba sentido, incluso la canción era ridícula, por lo menos linda había accedido a omitir el conteo.

La chica se separó un poco, tomo un muffin considerablemente grande de la mesa de noche y le puso una vela con una estrella en la punta.

-toma- le tendió el pastelillo y encendió la vela con un mechero. El solo lo recibió sin inmutarse mientras se enderezaba.

-¡espera!- lo detuvo la castaña colocando una mano en su pecho al ver como él se preparaba para soplar.

-olvidas pedir un deseo.

- eso es ridículo- de verdad lo era, en ocasiones se cuestionaba seriamente la salud mental de la chica y por qué le había sugerido mudarse con él.

-oh, deja de ser tan aguafiestas quieres, es una tradición de cumpleaños. Todo el mundo tiene una.

- sabes que es estadis…- ella lo interrumpió antes de que pudiera terminar la oración- sí, sí, sé que es estadísticamente imposible que todos en el mundo tengan una tradición, pero es un hecho que la mayoría si, en especial cuando se trata de cumpleaños.

El albino decidió dejarlo así, no porque estuviera de acuerdo sino porque ya quería terminar con este asunto de "la tradición de cumpleaños". Así que inhalo y soplo la vela.

-¿pediste un deseo?- le pegunto la chica de ojos miel tomando el muffin para quitarle la vela, partirlo y darle la mitad a near.

- Deseo que dejes de hacer esto- respondió recibiendo el pedazo de pastel.

- tenías que pedir el deseo antes de soplar la vela tonto, además- hizo una pausa para darle un mordisco al ponqué – eso jamás pasara mientras siga viva.