Hola a todos! Aqui les traigo algo despues de tanto tiempo de inactividad... perdon jeje

En fin! Espero que disfruten este nuevo fail, despues continuo con el otro fail y pues espero que esto no este tan fail jajaja XD

Advertencia!

Uso de nombre de pais y de persona, alguna que otra groseria y mucha failidad ( que onda con la palabra dominguera?)

Asi mismo!

Hetalia y sus respectivos personajes pertenecen a Hidekaz Himaruya (gracias!)

Excepto este OC... que es mio... ;D

Bien! Sin mas que decir, les dejo el fail. Bye bye

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¡Switch!

Capitulo 1: La venganza es dulce como la miel… ¡que la pesadilla comience!

¡Los odiaba! Los odiaba con todo su corazón, de solo recordar sus caras empezaba a hervir su sangre.

Inglaterra apretaba los puños mientras recordaba lo que había pasado en la junta, nunca había sido humillado antes de esa forma. ¡Los odiaba! ¡Ojala Francia y Alemania se murieran!

Todo empezó unas horas más temprano, dentro de una junta de países europeos.

Después del típico caos inicial, Alemania había logrado, a partir de una gran cantidad de gritos, organizar a todos los demás. Asigno turnos y tiempos y al final se daría un tiempo de debate, el cual sabía que acabaría en desastre, pero aun conservaba la ligera esperanza de que los demás se comportaran como los adultos maduros que se suponía que eran.

En ese momento era el turno de Arthur para hablar. Ludwig trataba de poner su total atención a lo que estaba diciendo el ingles, pero Francia no dejaba de distraerlo, entre su coqueteo y su muy peculiar risa, simplemente no podía prestar atención.

- Francis – hablo en un tono bajo para no interrumpir - ¿quieres callarte? Me distraes

- ¿eh? ¿Qué pasa mon ami? – contesto sin dejar de observar a la camarera que tenia enfrente - ¿algo te molesta?

- Si, tu risa me irrita – trataba de volver a poner atención, pero el comentario solo provoco que el francés riera mas – cállate, no me dejas escuchar

- pero no te pierdes de nada, el cejon es muy aburrido, deberías dejar de preocuparte de nimiedades ohonhon – Francis no dejaba de ver a la camarera, la cual solo se sonrojaba.

- cállate, es nuestra obligación respetar el turno de… ¡Deja de coquetear con las camareras!

A pesar de que trato de contenerse, no pudo evitar gritar lo ultimo, lo que hizo que todos voltearan a verlos

- Alemania, quieres ser tan amable de ¡No interrumpir cuando estoy hablando! – grito Arthur enojado

- am… yo… - Ludwig sabia que debía disculparse

- Oh Anglaterre – pero… interrumpió Francis – no puedes culparlo, después de todo es culpa de tu estúpido discurso por ser tan tedioso

- ¡¿Qué dijiste idiota?!

- por favor, no soy el único que piensa eso, incluso un funeral es mas entretenido que esto

Inglaterra estaba llegando a su límite, después de todo su trabajo para tener una buena presentación, llegaba este barbón pretensioso idiota a criticar su trabajo.

- ¡Cállate inútil! ¡Por lo menos yo si hago mi trabajo!

La tensión era tal que se podía sentir en el aire

- ohonhonhon tienes razón, has hecho un gran trabajo, has logrado crear un método de lo mas efectivo para dormir

Para la mala suerte de Arthur y en favor del francés, la mitad de los que estaban ahí estaban dormidos o a punto de dormirse.

- y no solo eso – añadió Francis – incluso Alemania esta de acuerdo conmigo, eres tan aburrido que ha preferido conversar amigablemente avec moi

- ¡un segundo! – Hablo Ludwig – eso no-

- Bueno, no es de sorprenderse – le interrumpió de nuevo Francis – últimamente hemos llegado a tan buenos términos que incluso me atrevería a decir que somos buenos amigos ohonhonhon

- si, estamos en buenos términos, pero n-

- ¡oh! Casi lo olvido – volvió a interrumpir Francis – tu no puedes saber de eso visto que… ¡tu nunca has tenido amigos!

La tensión era aun más fuerte, incluso los que estaban dormidos se despertaron. Inglaterra estaba rojo del coraje, si esto fuera un dibujo animado, en ese momento ya estaría echando humo por los oídos.

- es mas, eres tan malo para relacionarte con otros que no dudaría – sonrió maliciosamente – que inclusive aun fueras… ¡virgen!

Este último comentario hizo que todos abrieran sus ojos del asombro. Muchos empezaron a reír a carcajadas, otros solo guardaron silencio y bajaron la mirada sonrojados, Arthur solo se quedo con la boca abierta ¡¿Cómo se atrevía a decir eso?!

- ¿Qué paso Angleterre? – Dijo provocativamente – al parecer di en el clavo ohonhonhon ¡Arthur es virgen! ¡Arthur es virgen!

- ¡por supuesto que no! – Trato de defenderse, pero el hecho de que su rostro estuviera completamente rojo no ayudaba mucho - ¡no soy virgen!

- ohonhonhon ¡solo un virgen dice eso! ¡Arthur es virgen!

- ¡Cállate imbécil! – en ese mismo instante Arthur se fue de lleno contra Francis, empezándolo a golpear con todas sus fuerzas, ni siquiera le daba la oportunidad al otro que se defendiera, lo mataría en ese mismo instante en ese mismo lugar, o por lo menos eso es lo hubiera hecho si Alemania no lo hubiese agarrado y apartado del francés.

- Inglaterra contrólate – Ludwig lo sostuvo firmemente, no podía permitir que matara a Francis, no es que se preocupara el francés, pero si le preocupaba lo que dirían los superiores si se enteraban que habían matado a Francis, la jefa de Alemania lo regañaría por no haber intervenido.

- ¡suéltame! ¡Voy a matar a ese bastardo!

Estaba incontrolable, Ludwig no le quedo de otra más que azotarlo en contra de la pared para tener un mejor control.

- ¡contrólate!

Después de otro rato forcejeando, Arthur se dio cuenta de que no lograría soltarse, por lo cual no le quedo de otra más que calmarse. No podía creer que Alemania realmente estuviese del lado de Francia, o por lo menos eso era lo que creía Arthur.

- Arthur – una vez que vio que el ingles ya estaba mas tranquilo, finalmente lo libero – creo que es mejor que te retires – a Ludwig no le quedo de otra, no es que tuviera algo en contra de Arthur y mucho menos de que el fuese culpable de todo esto, pero para evitar que esto empeorara seria mejor que se retirara a casa para tranquilizarse, después le daría una explicación y le ofrecería una disculpa en cuanto pusiera también a Francia en su lugar.

- ¡¿Qué?! – estaba indignado ¿Cómo era posible que le hicieran eso?¡ - ¡No puedes echarme!

- ¡ya escuchaste! Has lo que dice mon ami Allemagne y lárgate – a pesar de los golpes, Francia se había puesto de pie y rodeado con su brazo los hombros del alemán, a pesar de que este fuese mas alto que el – ya no es necesaria la presencia de tus enormes cejas aquí

- e-espera, no me referi-

- ¡Bien! – Interrumpió Arthur antes de que el alemán pudiese hablar - ¡Me largo! ¡No me importa! ¡No los necesito a ustedes ni a nadie!

Arthur tomo sus cosas y salió azotando la puerta, sin darle a Ludwig la oportunidad de hablar con el.

Eso es lo que había pasado. Arthur seguía maldiciendo a Francis y a Ludwig, no les permitiría que se burlaran de el de esa forma, se vengaría.

Se encontraba en su estudio, con una botella de whisky y tirado en el sillón mientras pensaba en su venganza.

- no puedo enfrentarlos físicamente… bueno, por lo menos no a Alemania – tomo un largo trago de whisky directamente de la botella – voy a vengarme, hare que ese par me suplique de rodillas perdón… ¿pero como? – Dio otro largo trago de alcohol - ¡Ya se! – se levanto de golpe y fue corriendo a su sótano, donde se encontraba todos sus libros y objetos con los que practicaba brujería. Fue a uno de los libreros y tomo un libro bastante maltratado por el tiempo.

- Aquí debe de haber algo útil – pasaba las paginas, leyendo los encabezados de los hechizos y maldiciones que contenía el libro – podría transformarlos en animales… ¿gatos?, no… tal vez convertirlos en niños… tampoco, Francia siendo niño aun es un fastidio…

De pronto sus ojos se posaron en un hechizo en específico. En su rostro se dibujo una sonrisa malvada, esto definitivamente seria algo muy interesante y divertido.

- bien, visto que son tan "amigos" – su rostro se oscureció – no les importara "compartir" un poco

Empezó a reír maniáticamente mientras se ponía su túnica negra y preparaba el altar para empezar a trabajar en su hechizo. Esta seria la venganza perfecta, que maravillosa sorpresa tendría ese par en cuanto despertaran la mañana siguiente.

Era una mañana realmente gloriosa, más aun después del día anterior que había sido tan terrible ¿Por qué? Bueno, además de que el idiota de Arthur había osado atacarlo y golpear su hermoso rostro, el malagradecido de Ludwig lo había regañado y dado un sermón aun mas aburrido que la exposición del cejón ¿Cómo era posible? Gracias a él, no había tenido que escuchar a Arthur ¿Cómo podía ser tan ingrato? Definitivamente era culpa de Gilbert, no había educado adecuadamente a su hermano menor… bueno, estamos hablando de Gilbert después de todo, no había mucha esperanza de todas formas.

Bueno, esto no importaba, nada arruinaría este día tan perfecto ¿Por qué tanto optimismo? Bueno, era porque tenía planeado darle una sorpresa a su "amour" México ¿Qué mejor sorpresa que llegar sin previo aviso a la casa de la mexicana? Definitivamente la haría la mujer más feliz del mundo, tan feliz que al fin caería en sus brazos.

Abrió sus ojos, todo este rato había estado con los ojos cerrados fantaseando con Luna, pero recibió una muy buena sorpresa.

Era una mañana terrible, el día anterior había sido peor, tener que soportar la pelea y los comentarios fuera de lugar del francés solo habían provocado que se estresara, pero ¿Por qué tanta negatividad? Bueno, hoy tendría que ir a casa de México para ayudarla a reparar su automóvil, lo mas seguro es que otra vez olvido meter el clutch y por eso se estropearan los frenos y el motor ¿Cómo era posible? Cada dos meses iba a casa de la mexicana para reparar de lo que fuera su auto, es increíble que aun le permitiera conducir. Se quito las sabanas de encima. Una vez que no tenía la sabana en el rostro se sorprendió bastante, más que nada por el hecho de que no estaba en su habitación.

- ¿Dónde estoy? – se pregunto Francis mientras veía a su alrededor.

Algo en la decoración le daba una extraña sensación de familiaridad, pero aun no lograba identificar porque, además, no había bebido la noche anterior, así que no acabo ebrio en la casa de alguien; tampoco había llamado o recibido algún llamado de alguien para pasar la noche con el. Se levanto y empezó a inspeccionar la habitación que, a su gusto, era bastante desabrida.

- mm… - se llevo la mano a la barbilla – este lugar es fami… - algo no estaba bien, empezó a inspeccionar su barbilla: no había nada, estaba afeitada - ¡¿Qué demo – de pronto noto que no sentía su larga y dorada cabellera; aterrado, llevo su mano al cabello, solo para descubrir que tenia el cabello recortado - ¡Mon dieu! ¡¿Qué esta pasando?!

Alemania inspecciono la habitación, definitivamente era aroma a rosas lo que había en el aire, rosas y colonia francesa. Esta debía ser la habitación de Francia, no cabía duda de ello, el aroma y la decoración lo confirmaban, lo único que ignoraba es que demonios estaba haciendo en la cama de Francis.

- ese idiota – murmuro - ¿Qué es lo que pretende?

Ludwig había concluido que todo esto solo se trataba de alguna estúpida broma del francés, lo mas seguro es que quería asustarlo haciéndolo creer que algo había pasado entre ellos o, tomando en consideración que estaba usando lo que podía presumir era su pijama, habían intercambiado de cuerpo. Francia debía ser un idiota por creer que el caería en algo tan tonto, aunque la peluca estaba extremadamente bien puesta en su lugar, bueno, el francés haría algo tan estúpido solo para fastidiarlo, al igual que la barba, era un trabajo increíble, incluso juraría que realmente la tenia, pero claro, después de todo esto era una broma, en la cual el no caería.

Se apresuró a la salida, el francés debía estar escondido no muy lejos, en cuanto lo encontrara lo golpearía, no, lo mataría. Pero cuando paso justo enfrente del espejo, vio algo de reojo que le llamo la atención. De inmediato volvió sobre sus pasos y miro fijamente la imagen que se reflejaba. Su expresión cambio de furia a una de pánico indescriptible.

Francis se quedo petrificado, después de una búsqueda frenética por un espejo para ver que le habían hecho a su hermosa apariencia, la imagen reflejada en el espejo del baño era aun más de lo que esperaba. El cabello era un tono más claro de rubio y los ojos azules como el hielo.

Ludwig miraba atónito, el cabello era un rubio más oscuro y largo, ojos azules como el mar.

Las palabras no salían de las gargantas de Francis y Ludwig, de pronto ambos hombres gritaron con todas sus fuerzas.

- ¡¿Qué demonios esta pasando?! – Ludwig no pudo evitar caer de espaldas - ¡esto no es cierto! ¡esto no es cierto!

Se precipito al espejo a inspeccionar, esto no era posible, esto era solo una broma, ¡si! Debía ser una mascara, empezó a jalarla, hasta que se dio cuenta que era su misma piel.

- ¡Non! ¡Esto no puede estar pasando! – Francis empezó a inspeccionar todo el cuerpo, pasando sus manos por todas partes - ¡un sueño! ¡Si! – Empezó a reír nervioso – es solo una pesadilla, pronto despertare, si, si, solo es una horrible pesadilla – empezó a pellizcar desesperado por todas partes mientras reía nervioso, pero solo logro causarse mucho dolor sin despertar - ¡no! ¡no es posible! ¡No estoy soñando!

Ludwig miraba fijamente el reflejo, definitivamente era el, pero este no era su cuerpo ¿Qué era esto? ¿Cómo era posible? Un segundo, solo podía haber un culpable de todo esto

- Inglaterra – gruño entre dientes. Era obvio que solo él podría hacer algo como esto. Era claro que lo que había pasado ayer lo había molestado mas de lo que pensaba – verdammt… tengo que encontrar a Francia antes que haga algo estúpido con mi cuerpo

Alemania busco a toda prisa algo de ropa en el armario, lamentablemente, para él todo era demasiado… francés. A pesar de que llevaba prisa, se negaba a usar algo tan… Francis. Después de un rato de buscar, logro encontrar algo. Con rapidez se cambio de ropa y se dirigió a la salida, pero aun había algo que lo molestaba: el cabello tan largo.

- no entiendo porque le gusta tener el cabello tan largo – tomo entre sus manos todo el cabello que pudo – solo las mujeres pueden tener el cabello largo

Tomo un listón que se encontraba en una mesa de noche y amarro apresuradamente el cabello. Ya sintiéndose mas cómodo sin todos esos mechones andando libres, se fue a la salida, pasando por un espejo en el camino. Se detuvo un momento y se vio en el espejo. A Francia le daría un infarto si viera como lucia en estos momentos. Ya sin seguir distrayéndose, salió de la casa y se apresuró a ir a la suya.

Tardo un par de horas en llegar, trato de hacerlo lo mas rápido que pudo, incluso rompió varias leyes de transito para poder llegar, pero este era un caso de fuerza mayor.

- ¡Francis! – entró azotando la puerta, subió a la parte de arriba a toda velocidad, si tenia suerte seguiría dormido.

Entro a toda prisa a su habitación, pero para su mala suerte estaba vacía. Empezó a buscar frenéticamente por toda la parte superior de la casa, no había nadie, ni siquiera estaba su hermano. Bajo de nuevo y busco por la sala y el comedor, tampoco había nadie. Al final entro a la cocina, era el único lugar que faltaba.

Ahí se encontraba su hermano, desayunando tranquilamente junto con Gilbird, pero no había rastros de Francia.

- Francis… ¿eh? Kesesesese ¿Pero que mosco te pico hoy? – Gilbert dejo caer la cucharada de cereal que tenia en la boca para reír a carcajadas – kesesese ¡primero west y ahora tu!

- ¿a que te refieres? – pregunto notablemente serio, pero recordó que no estaba en su cuerpo y por la reacción su hermano aun no se había enterado de nada, eso ya era una ventaja.

- ¿eh? ¿Qué no te has visto? Kesesese Es la primera vez que te veo así ¿tanta prisa tenias cuando saliste de la casa de quien sea con quien te hayas ido a acostar?

- ¡¿Qué?! ¡No! – Grito enojado, después suspiro – no importa, ¿Dónde est- -recapacito su pregunta, tenia que aparentar ser Francis - ¿Dónde esta Alemania?

- no te puedo decir – dijo tomando otro poco de cereal – me mataría si te digo a donde fue - Se hizo un breve silencio antes que el albino explotara en risa - no importa, te lo diré de todas formas, fue a reparar el auto de México, al parecer lo volvió a estropear kesesese mein bruder realmente debe gustarle esa chica, incluso olvido que tenia que verla, en cuanto se lo recordé se vistió como nunca antes y fue corriendo a verla kesesese

- verdammt! – Ludwig salió corriendo a toda velocidad, dejando a Gilbert confundido.

Tenia que ir de inmediato a casa de México antes de que Francis llegara. Esto simplemente era perfecto, Francis haría algo sumamente estúpido, no importaba si era su cuerpo o el de quien fuera, haría algo tan estúpido que enfurecería a la mexicana y, conociéndola, no duraría en matarlo... no importaba si era su cuerpo o el de Francia.

Arthur despertó esa mañana con una gran sonrisa pintada en el rostro pues una parte de él le decía que simplemente era una mañana perfecta ¿Por qué? Fácil, porque sabia que en alguna parte de este mundo, Francis y Ludwig estaban empezando a vivir una de sus peores pesadillas.

Si, definitivamente prepararía su té favorito esta mañana porque, sin duda alguna, esto era para celebrar.