ESPECIAL DIFICILES: PARTE 1
Historia original de Ulti_sg
Historias basadas: When the Truly Love Comes Late, The Darkness In My Soul
Adaptación por Ladynaomi89
Anime original de Dragon Ball z
Autor original Akira Toriyama
Notas:
- diálogos-
*pensamientos*
******cambio de escenario****
Mensajes o cartas
****FLASH BACK****
En un hermoso y basto jardín, lleno de flores y grandes árboles donde el viento soplaba con gentileza, una celestial figura femenina caminaba por los mismos jardines, tenía el cabello negro como la noche el cual le llegaba a la mitad de la espalda, una piel blanca como la nieve, ojos de color celeste.
- estoy aquí y ahora… -murmuro la mujer – tal y como lo presentí, se recargo en un árbol y miro el cielo, que si bien era azul, pero para ella era falso y que no le provocaba ninguna paz.
La vida de esta mujer dio un giro inesperado, después que ella tuvo la capacidad de razonamiento, siempre actuó "derecha" y sobre todo consciente de sus actos. Pero todo eso se fue al diablo cuando en un momento de su propia debilidad, se atrevió a faltarse al respeto como mujer y también a un hombre que tenía una familia… gracias a esa debilidad pudo vivir la mejor noche de su vida. Ese hombre tenía una vida muy alejada y tan diferente a la de ella.
¿Por qué tuvo que nacer un amor prohibido en un hombre que admiro y fue su ejemplo? Las lágrimas se agolparon en sus ojos, su corazón le oprimía en el pecho. Pero gracias a lo que había vivido, pudo tener algo que le confirmaba que lo que sintió fue lo mismo que aquel hombre, fue real… el fruto de ese encuentro fue el nacimiento de un ser que ahora debería luchar por vivir en soledad sin la protección de ella y de su progenitor.
Eso fue lo que más le dolió, lo que menos quería era que su hijo se quedara solo… estaba segura de que la verdad se revelaría y aunque quería evitarlo, ella sabía que su hijo podría terminar odiando a su padre y a ella. A ella no le importaba esa reacción de su hijo hacia ella, después de todo era su culpa, no podía culpar al hombre que amaba por ser débil y no haber luchado contra si misma…
Pero ahora tenía en la cabeza muchas cosas, su hijo, el pecado que representaba, la persona que
- ojala que ellos estén bien, estoy preocupada y más por Sett…
Ezined se recargo en el tronco de un árbol, se sentía frustrada y molesta… ¿Por qué la vida debía castigar sus crímenes involucrado a sus seres amados? ¿a quién debía reclamar para que alguien la escuchara?
- eso me pasa por ser una mujer tan débil – comento hacia sí misma
- oiga señorita – escucho una voz femenina que saco de los pensamientos a Ezined.
- ¿mmm? – noto que había una joven de cabello azul cielo y ojos de un tono rojizo, piel blanca y un vestido del mismo color de su cabello.
- ¿está sola? – pregunto la joven
- mmmm… sí.
- hola, soy Yuzuri. Dígame ¿Por qué esta así?
- yo… no quería morir – dijo Ezined mirando hacia otra lado.
- ¿Qué no eres feliz? Estamos en el paraíso
- … la verdad para mí no hay paraíso, debería estar en el peor de los infiernos
- ¿pero qué dices? Eres una mujer muy bonita, se nota que tuviste una vida llena de alegrías
-… tal vez
- ¿quiere hablar? – pregunto la joven poniéndose al lado de Ezined, lo que provoco que se sintiera algo incómodo.
Mientras hablaban, el tiempo transcurría y ambas mujeres hablaban con tranquilidad de cualquier cosa, desde las almas pacificas que estaban ahí y como convivían tranquilamente hasta el ridículo cielo siempre azul, porque no permitía darse una buena siesta por tanta iluminación.
Pero cuando Yuzuri hablo de su familia y como esta fue asesinada junto con ella, Ezined desvió la mirada volviéndose melancólica.
- ¿Por qué esa cara? – pregunto Yuzuri
-… - Ezined no contesto, solo se quedó pensativa.
- ¿te paso algo?
- me enamore e iba ser madre, pero morí.
- ¿en serio? – pregunto curiosa
- si
- lo siento mucho, no quería que estuvieses así
- sé que mi hijo estará bien y que será un gran hombre pero…
- tranquila, si tú dices eso, es porque será real. No pierdas la fe. – Ezined miro a la joven a su lado y vio como esta sonreía tiernamente.
- gracias – dijo Ezined correspondiendo la sonrisa
- por cierto, no me has dicho tu nombre - comento la joven tratando de cambiar el tema de conversación.
- lo siento, me llamo Ezined
- ¿Ezined? Curioso nombre – dijo con una sonrisa
- ¿tú crees? – pregunto Ezined
- eres extraña, tu cabello es negro como la oscuridad – toco el cabello de Ezined, lo que provoco algo de incomodidad que no pudo evitar sentir Ezined – tus ojos son como el océano profundo, pero son más enigmáticos
- ¿Qué quieres decir? – pregunto confundida
- jijiji, me pregunto… ¿Qué significa Ezined?
-¡! –
Yuzuri solo empezó a reírse, eso molesto a Ezined.
- ¿Qué significa? – repitió Ezined. la pregunta le intrigo, ni ella misma sabia el significado de esas palabras, más bien ¿Por qué se lo preguntaba? -…no… no lo sé – respondió ella finalmente
- jijiji
- no quiero hablar contigo – trato de alejarse de Yuzuri, pero la mano de la joven le detuvo.
- ¿acaso… te sientes culpable? – pregunto Yuzuri
- … - Ezined se quedó sin palabras.
- oh, vamos estas asustada por que… te atreviste a meterte con un hombre CASADO y por si fuera poco tu hijo debe cargar con tu culpa – la voz de Yuzuri cambio, pronto Ezined sintió una siniestra presencia.
-¿Qué?
-jijiji, eres tan interesante Ezined!
- ¿Quién eres? - pregunto
- tranquila, no quiero hacerte daño. Al menos, no MUCHO
En ese momento se abrió como un agujero en medio del jardín, Ezined se puso nerviosa y, por primera vez, asustada. El lugar en el que estaba ya no era el paraíso, sino un lugar lúgubre y apenas iluminado.
- no se preocupe, señorita Ezined. Como ya le dije, nosotros debemos "tratarla bien" – dijo una sonriente Yuzuri, que a Ezined le dio escalofríos… el vestido de Yuzuri empezó a volverse negro, su mirada era siniestra y fría, aquello ojos rojizos parecían brillar y su sonrisa era sarcástica.
- ¿Qué es esto? – pregunto Ezined.
- digamos Ezined que… has sido una mujer que realmente detestable, no puedo creer que alguien como tu representaras una amenaza, primero por tu ridícula familia y ahora con tu descendencia.
- ¿Qué?
- ¡deja de hacerte la inocente! ¡ese bastardo será un guerrero que es un estorbo!
- …
- debo decir que los estúpidos kaiohsamas han hecho un gran trabajo protegiéndote desde que estabas embarazada, pero ahora que tu estas muerta, podremos hacer que caigas en nuestras manos ¡Jajajaj…! ¡por fin podremos terminar con esta guerra!
- ¿de qué diablos estás hablando?
- ohhh…. Ezined, no me digas que… ¿ya me olvídate? – se acercó peligrosamente a Ezined, quien trataba de mantenerse segura, pero algo dentro de su alma se quebraba.
-…
- me recuerdas ¿cierto? – pregunto Yuzuri, cuando sus ropas cambiaron a un traje rojo oscuro ajustado
-…
En la mente de Ezined aparecieron varios flashes, una gran mansión con unos grandes y hermosos jardines jardín, su madre con un elegante vestido y su padre feliz con ellas. Varias personas alrededor, ella como una niña no mayor de 4 años ataviada con elegantes vestidos, el cielo azul y en ese día soleado vio una silueta de un hombre recargado en un árbol… ella no puede verlo. Pero sin dudar empieza a caminar hacia este. Luego un intenso incendio, ella corriendo, en brazos de su padre quien estaba corriendo agitado, luego él se detuvo y vio a… ¡Yuzuri! Ataviada con una capa negra exigiendo que entregaran a la niña, frente a ello aparece el mismo hombre que vio en ese árbol… al parecer dijo algo pero Ezined no logra entender….
- tu… - dijo Ezined
- claro, claro – suspiro – no puedo culparte, eras una insolente chiquilla… lograste que el gran General Auricus se pusiera en contra de nuestro Amo.
- ¿Qué quieres de mí?
- tu sangre pura de Saiyajin.
- ¿Qué?
- tu sangre representa el poder divino y con ese poder vas a ayudarnos.
- ¡jamás!
- tranquila, mi pequeña niña. No temas, tu vida por fin tendrá algo de utilidad, después de todo no ibas a ser la "elegida".
- ¿Qué demonios estas diciendo? ¿Quién eres?
- tranquila, Ezined… pronto ya no tendrás que preocuparte por tu hijo y ese hibrido, porque… ellos te acompañaran en el otro mundo
- ¡! – su rostro se deformo, el terror que sentía ya era distinto a todo lo que antes había sentido. Tanto fue que ni siquiera se dio cuenta que unos grilletes la ataron de sus muñecas y de los tobillos, azotándola en la pared más cercana.
- ¡jajajajajaj! ¡mírate! ¡la orgullosa guerrera que eres y te vez como una patética humana! ¿Qué digo? ¡eres peor que los humanos! ¡jajaja! ¡indefensa y tan débil!
-… - Ezined no podía hablar, la impotencia que sentía no le ayudaba en nada. En eso Yuzuri se acerco
- Ezined… tu juro que tu sangre será la que pueda cambiar el universo entero, junto con las dimensiones. El secreto que guardas en tu sangre hará que muy pronto los dioses se arrodillen frente al Amo y tú… querida, serás la que condene a todos los seres vivos en la eterna oscuridad
-… *que alguien…. Al…*- pensó desesperada Ezined, implorando que alguien la ayudara - *alguien… no quiero esto… papá… mamá… Sett…. Cort…*- de repente sus labios por fin articularon unas palabras pronunciaron un sonido -… Kakarotto
…
Lo último que pudo escuchar antes de desmayarse fue un gran estruendo…
…
Su cuerpo sentía una suave calidez y estando en una cómoda estructura, sus parpados se abrieron pesadamente, pudo notar que estaba en una habitación elegantemente decorada… estaba en una cama de sabanas rojas de seda pura, se incorporó sobre la cama, noto que tenía un vestido de seda blanco de tirantes delgados, sencillo con un ligero escote sobre su pecho.
- donde… ¿Dónde … estoy…? – se preguntó, se sentía mareada, desganada, inquieta e insegura ¿había sido un sueño?
Inspecciono el lugar… era muy… excéntrico, parecía que estaba en el ¿fondo del mar? Sintió sus pies se dirigieron a lo que era un comedor y avanzando en la habitación hasta llegar a una piscina con una fuente en la que caía el agua. Ezined pudo ver su reflejo en el agua, toco la misma para cerciorarse que estaba en la realidad y no en un sueño extraño.
- deberías descansar – dijo una voz a sus espaldas
- ¿Qué? – dijo ella y dirigió su mirada hacia la persona que le hablo. No podía creerlo, era…
- tranquila- dijo el hombre que trato de acercarse a una asustada Ezined que retrocedía- ¿estás bien?
- … - la mujer estaba sin palabras
- Ezined – nuevamente ese hombre la llamo mientras se acercaba
- no… no de nuevo ¡basta! – dijo Ezined mientras gritaba desesperada
- ¿Qué te pasa Ezined? – la tomo con gentileza de los brazos, grave error, Ezined empezó a moverse violentamente.
- ¡aléjate! ¡no eres real! – exclamo Ezined, tratando de safarse de aquellos brazos.
- ¿Qué dices Ezined? Soy yo, Ezined tranquila
- ¡no!
- Ezined…
En ese momento los labios de Ezined fueron atrapados por los del aquel hombre, aquel beso… le era tan familiar…no, no se podía tratar de un sueño…
- kaka… rotto…
- ¿estás bien? – sonrió cuando Ezined se tranquilizo
-… - ella observo bien al hombre frente a ella, sus ojos negros, su alborotado cabello negro, su rostro… en definitiva era él, aunque su ropa no era la misma, era una camisa naranja y pantalones azules, no traía zapatos.
- tranquila, todo está bien, pude rescatarte de esos tipos.
- …
- no te preocupes, ya todo está bien.
- ¿Qué paso?
- recientemente trate de sentir tu presencia, pero no pude encontrarla. Pregunte a "alguien" y me dijo que tu alma no estaba en el paraíso, que habías desaparecido, aunque le extraño que me dijera que pasaste con tu cuerpo original.
-…
- así que trate de buscarte, me asuste cuando estuviste atada y esos tipos trataron de lastimarte.
- ¿pudiste verlos?
- solo la chica loca que te tenia atada, peleamos pero ella escapo, trate de seguirla, pero me preocupaba tu estado.
-…
-Lo bueno es que "ellos" no están aquí, sino sería algo escandaloso si vieran que traje a una mujer aquí, en literalmente territorio sagrado. Me han dicho que no trajera a nadie aquí, pero… no podía dejar que te lastimaran
-…déjame ir
- Ezined, por favor, estas muy débil. Descansa y mañana podremos hablar
- no, no quiero. Quiero irme
- ¿Por qué?
- porque no tengo el derecho de estar a tu lado! – exclamo con tristeza mientras desvió la mirada, Kakarotto tomo su barbilla para que lo mirara a los ojos
- Ezined, yo soy el que no es digno de estar a tu lado – dijo gentilmente
- ¿Qué?
- te deje con mi hijo en camino y hui como un cobarde.
- Kakarotto, fue MI decisión en terminar con esto
- ¡pero no fue la mía! Yo… quería quedarme a tu lado, ver a mi hijo crecer, convertirse en un hombre y vivir mi vida contigo.
-… - Ezined sintió como sus manos eran tomadas con cariño por las de él, el hombre frente a ella no pudo evitar darle un beso en el dorso de estas.
- esa noche fue muy importante para mí, no me importa lo que eso significo para otros. Esa fue la única vez que me he sentido vivo y autentico, sin mentiras, sin mascaras. Solo tú y yo.
- ¿pero qué dices?
- solo la verdad, verdad que viene de aquí – colocando las manos de ella sobre su pecho. – y es lo único que me une a ti y lo seguirá haciendo por toda la eternidad.
- la eternidad es efímera, nada dura para siempre
- pero si el amor.
-…
Ezined se dejó guiar por los brazos de Kakarotto y la llevo al comedor para que la mujer y él comieran un poco, sentándose juntos, aunque para Ezined era algo irreal estar ahí, con alimento en su paladar, el agua refrescando su garganta…
Quizás no fue el tiempo ni fue el momento
no tiene lógica el argumento
a veces la vida es así
tan cerca estuvimos alma con alma
tu piel con mi piel quemó toda la calma
aún no pudimos concebir que
el hecho de no actuar y no abrazar lo que era nuestro
fue el error que viviré para siempre
Terminada la comida, ninguno comió mucho, el reciente encuentro los emociono, pero también los inquieto. Kakarotto noto la mirada perdida de Ezined.
- ¿estás bien? – estas bien
- sí, estoy algo cansada
- deberías estar en cama
-… no, quiero… despejar mi mente un poco. Siento que si duermo… las pesadillas me seguirán
- … - Kakarotto se levantó de su asiento y le tomo de la mano nuevamente para llevarla a la piscina y que descansara sus pies en el agua. Después de unos minutos, Ezined ya se sentía más relajada, Kakarotto no dejaba de verla, ahora estaba más hermosa que antes… su figura ahora se veía más definida, su cabello brillante, su expresión de total paz… sus pies lo llevaron a estar cerca de ella.
- está fresca, mis pies se sienten mejor – comento Ezined al mover sus pies dentro del agua.
- estas más hermosa que cuando te conocí – comento inconscientemente, lo que atrajo la atención de Ezined, sonrojándola, pero trato de conservar su tranquilidad y miro de nuevo el agua que mojaba sus pies y se levantó, notando como el vestido de seda se movía con gracia.
- Kakarotto
- ¿Qué pasa?
- ¿Quién me cambio de ropa?
-… - el hombre no respondió solo desvió la mirada.
- Kakarotto, fuiste tú ¿verdad?
-mmm… no te puedo negar esa respuesta, después de todo estabas algo… no muy presentable
- abusivo y pervertido – dijo traviesamente
- ¡momento! ¡Ezined! ¡no fue mi intención desde un principio!
- ahh… entonces ¿ya tenías planeado desnudarme?
- ¡pues si pero…! ¡no!
- jajaja… hacia mucho que no me reía
- te ves más hermosa con una sonrisa en tus labios.
- ¿estas seduciéndome?
- mmmm… tal vez.
Sus labios por fin se encontraron en un beso apasionado y que reclamaban aquella cavidad con ansias, pronto Kakarotto acaricio la cintura y cadera de la mujer por encima de la ropa, lo que provoco gemidos sueva atrapados entre besos. Las firmes manos del hombre siguieron acariciando la piel expuesta, brazos, cuello, las mejillas que tenían un tono rosado, el cual hacia que la mujer se sintiera deseada por aquel hombre.
Pronto Ezined se liberó de los aprensivos labios que la aprisionaban en fuertes y apasionados besos sobre su piel, dirigiendo sus propias manos en caricias sutiles en el rostro del hombre, delineando centímetro de ese rostro, Kakarotto no dejaba de sonreír… realmente se sentía vivo de nuevo como su alma hubiera encontrado a su alma gemela y ahora que la tenía cerca no la dejaría, nunca más.
- ¿estás jugando? – pregunto Kakarotto
- mmm… tal vez – sonriendo con una sonrisa traviesa
- bien, ¿Qué opinas de esto?!
- ¿Qué?
Ambos cayeron al agua, ambos empezaron a reír, abrazados mientras nadaban… como su fueran niños jugando en el agua, adolescentes compartiendo cómplices besos y caricias, amantes que hacían resbalar la ropa que ambos tenían… solo necesitaban el calor de sus pieles al contacto.
Cómo sería
que hubiera sido de mí
si ese día no te hubiera dejado partir
cómo sería
besar tus labios cada amanecer
poder perderme cada noche en tu querer
cómo sería
La piel de Ezined se estremeció cuando el hombre comenzó a besarle el cuello y deslizaba sus manos sobre sus espalda desnuda, sin duda un momento erótico para ambos. Ambos se miraron, no necesitaban más palabras…
Los labios de ambos volvieron a unirse, las caricias fueron más fuertes y que quitaban el aliento.
- Ezined… ya no aguanto
- …
- debo…
Ezined sintió como ella callo en una cama, la cual tenía sabanas de un rojo carmín, se preguntó cómo llegaron ahí, pero la verdad es que no quería pensar… no necesitaba pensar, solo debía sentir el cuerpo del hombre que la marco como mujer y que ahora no abandonaría nunca más.
Ambos pararon los besos para recobrar el aliento perdido, algunas gotas de agua combinado con el sudor de sus cuerpos presentes en sus pieles era un elixir afrodisiaco, hacia parecer que ambos no se detendrían hasta saciar su sed.
- no sabes lo mucho que he esperado en volver a vivir así
- Kakarotto…
- te amo, te amo Ezined. No me importa lo que tengamos que pasar, la haremos juntos.
-… - acaricio el pelo mojado de Kakarotto – ¿Por qué siempre haces que acceda solo a ti?
- por me amas tanto como yo a ti.
-… supongo que tienes razón
- entonces… ¿Por qué simplemente no nos dejamos llevar?
Ambos volvieron a besarse… no paso mucho tiempo para las piernas de Ezined rodearan la cadera de Kakarotto y él dirigiera los brazos de Ezined alrededor de su cuello para besarla por el cuello, poco a poco los besos descendieron por su pecho, abdomen, su vientre…
Largos y fuertes suspiros invadían la habitación, no había necesidad de alguien se atreviera a exclamar lo que estaban haciendo, ambos no necesitaban explicaciones o razones para no seguir, solo eran ellos dos… sin ataduras, aunque en la mente de Ezined el miedo al reproche hizo que su cuerpo actuara según la moral y la razón, alejando un poco a Kakarotto.
Por culpa del miedo o el abandono
sinceramente no sabía como
apostar un beso contra la eternidad
quizás soy la culpable de este destino
y sé que hoy no haría lo mismo
no te dejaría escapar
el hecho de no actuar y no abrazar lo que era nuestro
fue el error que viviré para siempre
- ¿Qué pasa Ezined? – pregunto confundido Kakarotto.
- estoy asustada, no quiero que esto termine, pero no quiero que…
- shh… - coloco su dedo índice sobre los labios de la mujer, para indicarle que ya no hablara mas – ya no tengas miedo, Ezined. Ya no hay más barreras, ya no hay daño colateral, solo somos tu y yo… nada más.
-…
- te amo, Ezined.
-… yo también
Ezined pudo sentir un dolor agudo que la invadía, pero que la llenaba de placer… no pudo evitar apretar las sabanas entre sus puños, el hombre beso los labios de la mujer para distraerla y unas dulces caricias por la cintura y cadera de la mujer, arrancando suspiros.
Kakarotto
- shhh… déjamelo a mí…. – un sonriente Kakarotto no puede evitar sonreír mas al ver como Ezined trataba de tomar la "iniciativa"
- ahhh…. – la mujer hizo su cabeza hacia atrás
- no te dejare ir… no, nunca más. Eres mía y yo completamente tuyo
- si, lo soy… soy tuya, solo tuya.
Cómo sería
que hubiera sido de mí
si ese día no te hubiera dejado partir
cómo sería
besar tus labios cada amanecer
poder perderme cada noche en tu querer
cómo seria
Soñar sin sentir dudas
cómo sería
respirar sin desesperación
cómo sería
jamás preguntar quizás
cómo sería
Ninguno de los dos amantes dejaba de sentir las mismas sensaciones, querían que durara toda la eternidad, ambos como un solo ser… la unión de almas que representaba la perfección y la creación, movimiento sutiles y besos profundos… las lágrimas de una mujer en plena entrega y los escalofríos del hombre en la cumbre del éxtasis. Fuertes caricias por la espalda que podía sentir Kakarotto y besos que marcaban la piel de Ezined.
- Ezined, no es por preocuparte pero… tenemos un problema
- ¿Cuál?
- no nos cansamos, no necesitamos recuperar tanto la respiración, pudiéramos seguir sin estar cansados.
-eso me recuerda que a veces las relaciones entre saiyajin son… así
- mmm… ¿conoces alguna pareja que fuese asa?
-… mis padres, ellos… podían durar… bastante tiempo.
- mmm… creo que nosotros seremos peores que ellos.
- ¿tú crees?
- claro que si
Ambos amantes se volvieron a besar, era un momento único, no había más que decir… o al menos eso ellos creían.
- ¡GOKU MAS TE VALES QUE SALGAS AHORA! – se escuchó un peculiar voz afuera de la habitación, asustando a Kakarotto y confundiendo a Ezined.
BUA! BUENO, TERMINO ESTE FIN DE SEMANA CON ESTE ESPECIAL PROMETIDO, TAMBIEN COMUNICAR QUE EL CAPITULO 7 DE MI OTRO FIC SE SUBIRA EN LA SEMANA, ASI QUE ATENTOS!
