¡Buena tarde/día/noche! Aquí traigo una nueva participación para el Reto #32 ¡Yo los quiero! del Foro Alas Negras, Palabras Negras. en el que me inscribí hace unos días y por el cual estoy entusiasmada (no se ni por qué si me dedique a escribir cosas raras y sin sentido)
Los siguientes cinco capítulos son cartas, de cinco personajes diferentes, que no tienen nada que ver entre sí. Algunas son trágicas, otras son chistosas y otras tienen algo de amor. Y dado que no quiero interrumpirles la lectura más adelante, pues quiero que sepan que las rimas son mías, de un poema que escribí hace tiempo y me dio por ponerlo aquí. Son tres versos y cada uno figura en un capitulo diferente.
Con esto dicho. Gracias a los que leen. Voten por mi en el reto y bla, bla, bla.
Nada de esto es mío, salvo el poema, lo demás es propiedad del señor George R. R. Martin.
Dejé que las palabras resbalasen
Y escribí todo lo que tenía por decir.
¿Qué me queda ahora a parte de vació?
¿Qué opinas tú de todo lo que te escribo?
Es de madrugada. La tormenta está afuera, azotándolo todo, y tú estás aquí a mi lado. Duermes tan cómodo como si las nubes tocaran sinfonías de amor… no, no me hagas caso, eso lo leí en un libro de poesías hace mucho y solo lo recuerdo hasta ahora. Es solo que, no sé a qué viene, intentar dormir hoy es casi imposible y lo único que se me ocurre es utilizar los últimos cabos de vela para escribirte una carta, una que seguro no leerás, por eso me siento a salvo.
Lo que te quiero decir (En realidad es lo que quiero escribir, porque no vas a ver esto, me niego a mostrarlo) es que te quiero. Y lo escribo porque soy un poco cobarde, porque sé lo que dirían si saliera a gritarlo hoy a todo el mundo.
¡Amo a Loras Tyrell!
Lo he dicho en voz alta para probar. Suena magistral decirlo cuando los truenos están en auge, es como una declaración que se inmortaliza.
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He leído todo de nuevo, suena TAN cursi (odio esa palabra: "cursi"; es demasiado blanda para lo que expresa), pero le echaré la culpa de todo a los tres pinches de vino que compartimos antes de hacer el amor.
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Hacer el amor, otra cosa que suena cursi. Nosotros jamás hemos hecho el amor, el amor nos hace a nosotros, ¡por los siete!, creo que el mundo es bastante estúpido al tratar de dar nombre a algo que se les escapa entre los dedos. Las mujeres, Loras, pobrecillas, siempre a merced de un amante caprichoso que dictamina el cómo y el donde; es un alivio que ni tu ni yo seamos mujeres. Pero me he desviado (sigo diciendo que es el vino)…
Como sea, creo que me encanta verte dormir. Todo lo que me encanta de ti se acentúa cuando duermes, y eso que cuando gimes y pides más te ves descaradamente atractivo. Aquí y ahora, tus bucles castaños se ven más suaves y su orden aleatorio te dan un toque de chico rebelde muy cómico, pero tu boca entreabierta es lo que más me gusta, se ve húmeda y blanda como los melocotones maduros en la primera mordida.
Creo que me están dando ganas de ponerte mi polla en la boca.
Creo que primero te robaré un beso. A lo mejor me pongo la tuya en la boca y te despierto.
Sí, eso suena como una buena idea. Es tan excitante escribir lo que se piensa hacer; es delicioso. Y no imaginas lo que ahora se me ha ocurrido: Voy por unos melocotones y luego te enteras.
Con muchas ganas de follar contigo y comer melocotones.
Renly Baratheon.
