-¡No llegarás antes que yo!- exclamó Trixie sonriente en su mecabestia al Shane con el que competía para llegar primero a la salida de la Caverna Snowdance.

-¡No estés tan segura!- respondió el chico alcanzándola. Tras arriesgar el pellejo para conseguir algunas tomas de las babosas slirenas de la caverna justo en la fecha en la que los gigantes de hielo despertaban de su hibernación, los dos lanzadores habían tenido que emprender un veloz escape para evitar ser alcanzados.

Sin embargo, los monstruos habían sido dejado atrás hacía ya un rato. Sus mecas ya no aceleraban para huir, sino para ganar una improvisada de regreso al refugio.

Rebasándolo por unos metros, la pelirroja fue la primera en salir de la cueva. Mas se detuvo en seco, obligando a su compañero a hacer lo mismo.

-¿Qué sucede?

-Creo que dimos una vuelta mal.- respondió ella.

-¿Un vuelta mal? ¿De qué hablas? Salimos de la caverna.- dijo él.

-Sí, es solo que no tenía idea de que este lugar tuviera dos salidas. Solo conocía por la que se ingresa al cine.

-Supongo que nos hemos distraído al huir de los gigantes de hielo.- propuso Eli.- ¿Y cómo vanos a volver a casa?

-Esa es la cuestión.- dijo Trixie preocupada, mirando el rocoso camino y los enormes muros de piedra frente a ellos.- Esta es una ruta nueva para mí. Podríamos perdernos allí.

-¿Qué propones?

-Regresar. Debemos volver a la caverna y salir por el otro acceso para llegar al camino que conocemos.

-¿Y correr de nuevo de esos monstruos? ¿Perdiste la cabeza?- reclamó él.

-Es mejor que perdernos ahí adentro.- insistió ella.- Los gigantes de hielo deberían haberse calmado ya. Incluso puede que estén dormidos.

-No pienso arriesgarme de todas formas.- respondió finalmente el lanzador antes de girar su meca hacia el desconocido terreno.- Iremos por aquí. Ya encontraremos alguna caverna con la que podamos guiarnos.

-Querrás decir para pedir instrucciones.- le siguió Trixie mientras avanzaban.

-Nadie va a pedir instrucciones.- aclaró Eli haciendo alarde de sus instintos masculinos.- Solo hay que buscar algún lugar que se nos haga conocido. Podremos orientarnos y volver a casa en un momento.

El recorrido comenzó en el camino en el que entre más y más se adentraban, más tétrica se les hacía su apariencia. En varios tramos enormes fragmentos de roca que sobresalían de las paredes bloqueaban la luz, dejándolo en una penumbra oscura.

En las secciones más extensas incluso daba un poco de miedo emitir el más mínimo ruido, ya que este les era devuelto en forma de una especie de rugido o golpe gracias al eco entre las rocas.

Ni siquiera varios kilómetros más adelante apareció lugar alguno que alguno de ellos reconociera o estuviera siquiera habitado. El tiempo corría y la noche cayó, aún con los dos lanzadores lejos de su hogar.

-Eli, dime la verdad.- susurró Trixie.

-¿Sí?

-Estamos más que perdidos, ¿no es así?

Yo y mi manía de no poder cumplir ni con un lapso de tiempo en hiatus.

Este es un fic relativamente corto. Tiene solo cuatro capítulos y la historia no es muy profunda, pero quería regresar a mi viejo estilo de "no poder hacer un one shot sin querer agregarle más y terminar haciendo un fic". Espero que les guste de todas formas.