¡Hola! Tras un largo debate entre mi futago-san y yo (mentira, la primera k dijo fue esta) he decidido que Nagareboshi sea la primera historia que suba, ya que fue la primera que empecé a plasmar en papel.

En sus inicios fue un guión para manga, pero por falta de tiempo y experiencia en mangas lo empecé a pasar a papel… Y a su vez la falta de lectores que me den ánimos y los estudios hicieron que no siguiera para adelante… Pero espero que eso cambie

Capitulo 1
Destino: el mundo real

«Hoy es miércoles»

Ese fue el primer pensamiento que tuvo cuando se despertó ese día. Y el segundo, fue el recordar que ese día no era cualquier miércoles... Era el día en el que la iban a mandar al mundo real.

Menudo plan, tras dos meses sin tener ninguna misión, no la apetecía nada tener que trabajar de nuevo, y mucho menos sin su capitán:

Hitsugaya Toushiro, capitán de la décima división. Matsumoto Rangiku, su subcapitana, algo que el resto de shinigamis no entendían, aunque nunca le habían explicado por qué pensaban que su capitán no podía ser su superior, pero a ella la daba igual, disfrutaba metiéndose con el pequeño niño prodigio.

Tras quedarse unos minutos más pensando, se decidió por fin a levantarse, no sería muy buena idea llegar tarde a la oficina del general, que ya la había regañado en otras ocasiones.

Fue entonces cuando oyó que se abría una puerta por la que entró alguien a quien en un principio no reconoció:

-Buenos días Matsumoto-san. Ya veo que has dormido bien.

«Esa voz... y ese peinado...»

-¿Kuchiki Rukia? ¿Se puede saber qué haces tú aquí?-la preguntó, mientras terminaba de desperezarse.

-Mi hermano me ha dicho que viniera a buscarte antes de ir a ver al general.

-Ya, pero... ¿quién te ha dejado pasar?

-Ah, eso. Ha sido tu capitán. Me le he encontrado cuando estaba saliendo del cuartel, y me a dicho que si quería encontrarte, que preguntara a alguien donde estaba el despacho.

-Umm... ¿Despacho?-miró a su alrededor, y descubrió que había pasado la noche en el sofá-Bueno, pues que se le va a hacer... Me arreglo un poco y nos vamos.

-De acuerdo

O.o.O

Una hora después, se dirigían al cuartel de la primera división. Era un edificio enorme y con una puerta gigantesca. Cuando se acercaron, descubrieron que junto a la puerta había una pequeña shinigami de pelo rosa, la subcapitana de la undécima división, Kusajishi Yachiru.

-¡Hola chicas!-las saludó Yachiru

-Hola Yachiru-dijo Rukia. Miró a su alrededor, buscando algo- Oye Yachiru, ¿no ha venido ningún capitán? Es que mi hermano me ha dicho que nos acompañaría uno de los capitanes al mundo real...

-Sí, es la capitana Soi Fong-respondió Yachiru

-Y... ¿dónde es...-empezó a preguntar Rukia, pero unos gritos provenientes de la puerta la impidieron terminar la frase

-¿Pero como se atreve a mandarme a semejante lugar? ¡No pienso ir!

-Ahí la tienes Rukia-dijo Rangiku, con cara de susto.

Justo en ese momento, la enorme puerta empezó a abrirse, y de ella salió un hombre canoso y con bigote, el subcapitán de la primera división, Sasakibe Chôjirô:

-Buenos días, pueden ir pasando, el comandante general ya puede atenderlas

Las tres siguieron al subcapitán Sasakibe al interior del edificio, y se encontraron en el descomunal, pero altamente minimalista, despacho del comandante Yamamoto-Genryûsai Shigekuni.

Y allí estaba él, el hombre más poderoso de todas las divisiones, con su larga barga, su calva arrugada y su bastón.

Y junto a el, la shinigami más temida, y una de las más frías. Tenía el pelo de un color negro-azulado, y llevaba dos largas trenzas cubiertas por tiras blancas que terminaban en dos anillas doradas, pero las tres shinigamis que acababan de entrar no tuvieron tiempo para fijarse en ella, ya que la mirada colérica que tenía en esos momentos las hizo desviar la vista hacia otro lado.

-Bienvenidas,-dijo el comandante- lamento haberlas hecho esperar, tenía ciertos asuntos que tratar antes de recibirlas. Bueno, ¿saben exactamente para qué se las ha llamado?

-Nos van a enviar al mundo humano-dijo Rukia

-Bien, eso es, serán enviadas a la aldea de Konoha, en los países ninjas. Allí adoptaran las identidades de tres ninjas que les hemos conseguido, y realizarán las misiones que los capitanes situados en esa aldea les vayan encomendando, y las que tengan como ninjas.

-¿Cómo sabremos quienes son los shinigamis que ya se encuentran en la aldea?-preguntó Rangiku.

-Os encontraréis con vuestros escoltas nada más llegar al mundo humano, ellos se encargarán de informaros de vuestras situaciones. Ah, se me olvidaba, la capitana Soi Fong os acompañara hasta el mundo real, pero una vez allí, ella irá a otra aldea. ¿Está todo claro?

-¡Sí, señor!-dijeron todas menos la capitana.

-Bien. Sasakibe, acompáñalas al portal. Buen viaje.

O.o.O

-No pienso meterme ahí- dijo Rangiku- ¿Por qué este portal es... verde? ¿Y raro? Me da mala espina... Yo no voy.

-Venga Rangiku.-dijo Yachiru- Si ya verás como no es nada.

-¿Por qué este portal es diferente?-preguntó Rukia a Sasakibe.

-Los portales cuyo destino es el mundo ninja son diferentes a los demás debido a la gran cantidad de energía espiritual que hay en ellos-explicó Sasakibe.

Justo cuando estaba acabando de hablar, la capitana Soi Fong se adentró en el portal sin una sola palabra.

-Parece que tiene ganas de empezar a trabajar...-dijo Rukia.

-Bueno Rangiku, ya has visto que no se ha desintegrado ni nada, así que vamos.-dijo Yachiru, a la vez que empujaba (con ayuda de Rukia) a Rangiku hacia el portal que les llevaría hacia sus nuevas vidas.