Buenaaaaas! nueva historia, ninguno de los personajes de Inuyasha me pertenece, solo son un pequeño puente para que mi historia pueda llegar a ustedes por este canal! comentario adicional abajooo!
Honor y Fuerza.
Erase la era dorada, donde todos eran felices y bendecidos por los dioses..
Erase la era de la luz, donde todos se instruían en todo lo que pudieran...
Erase la era de la guerra, en donde todo lo anterior acabaría de una vez...
Las nanas contaban la leyenda a los más pequeños de lo que fue aquella era dorada, dándoles esperanzas para el futuro, pero a la vez relatando los horrores de la guerra, muy al final de aquellas historias, siempre tan distintas de las otras pero con un final exacto siempre, la profecía era esparcida de generación en generación, aún cuando llegarán tiempos benévolos, aún se escucha decir la profecía.
Ojos que no ven, manos y pies que observan al mundo, boca de la que no salen palabras, cuerpo de acción y motivación, de cuna benévola y oscura ha de llegar el elegido...
Nadie podría descifrar algo tan falta de lógica, pero siempre se escuchaba de la boca de las nanas hablar aquella extraña profecía, el mundo mágico era maravilloso, pero muy insolente con aquella profecía, el mundo que fue en la era dorada había sido divido por dos bandos y sus acompañantes, guerras infinitas sucedieron, horrores y mucha tragedia rodeo el mundo, pero cuando hubo un pequeño equilibrio la profecía volvería para hacerlos tambalear del miedo, los Lux y los Nox tenían autoridad por igual, pero la plebe clamaba por un cambio.
En un castillo imponente y de decoración gótica simple, en una de sus altas torres que daban al acantilado se encontraba la más hermosa mujer que cualquier reino pudiera presumir, cabello negro como la noche, piel blanca como la leche, de cara en forma de corazón y ojos grandes y hundidos de color negro observaban las gaviotas volar sobre el acantilado.- Algún día....- Pensó.
-. Lady Izayoi.- Una doncella de baja estatura nariz torcida y cejas en perpetua sorpresa junto con ojos de color verde intenso la observaban desde la pequeña sala de su habitación.- Su padre ha solicitado hablar con usted...- Dijo la mujer a lo que la joven de ojos tristes obedeció y camino con ella el largo pasillo oscuro lleno de retratos de héroes, paisajes, y una familia de cinco, un padre, una madre, dos pequeños de ojos negros y astutos y una joven con una sonrisa brillante y benevolente...
Era ella...
Ellos eran su familia
Pero un error del destino quiso que ella, la primogénita, la más esperada por sus padre y su pueblo, fuera más luz que oscuridad.
Ya cerca de las puertas que daban a la sala del trono hechas de madera negra, se escucho como las abrían los sirvientes, su vista recayó en su padre y en la nula audiencia en el salón, de piso oscuro pulido, ventanas grandes, y el trono, de piedra negra pulida incrustado en la pared, su padre, Ezra, de prominente estatura, de espesas y salvajes cejas, mandíbula cuadrada y ojos penetrantes color negro al igual que su cabello, su musculatura se notaba debajo de su túnica color vino, la bracca de color negro junto con sus botas negras, su piel morena denotaba heridas viejas de guerra, de mirada glacial observó a la sirviente con una clara expresión de despido, la vieja Sade se fue tan pronto la princesa quedo frente a su padre y su madre, la esposa del rey, la reina Aldana.
Los ojos de Izayoi observaron a su padre con el más triste sentimiento, luego a su madre, una mujer igual de imponente que su esposo sin dejar de ser delicada, de facciones finas como su hija, con rostro en forma de diamante, cejas arqueadas y finas, de mirada azul oscuro, pómulos prominentes y piel más clara que la de su marido, observó a su hija con el más vil desprecio.- He encontrado una solución a tu deshonra a esta familia Izayoi...- La voz gruesa del Rey llegó a los oídos de la asustada princesa.- te unirás en matrimonio con el general Inu no Taisho de la casa Taisho tercero en la linea sucesoria a su casa, te casaras luego de dar a luz a ese bastardo que llevas en tu vientre...- Desprecio era poco lo que su voz trataba de dar a entender, su hija la primogénita se encontraba en estado de un pordiosero de la plebe, sus túnicas de color vino con detalles en negro, similar al de su madre, pero la diferencia era que su madre no estaba con una barriga de al menos siete meses, su madre la observó, la reina Aldana con su mirada penetrante intento miles de veces encontrar en la mirada de su hija el nombre del padre de aquella abominación, pero la magia de su hija era más poderosa que la suya, aún era la heredera al trono de Nox, debían resolver aquello con discreción.
La princesa solo asintió y se retiro sin más, no era tonta, en lo absoluto, el general Inu no Taisho era un hombre robusto y de un carácter infernal, muchas fueron las ocasiones en las que el hombre mayor que ella se le insinúo de manera directa y sin escrúpulos, era un hombre con carácter de hierro, y con muy poca o nula cordura a la hora de resolver conflictos, seguramente tomaría esta oportunidad para realizar sus más retorcidas acciones en la cama, los guardias la observaban algunos con pena y otros simplemente como la escoria que ellos creían que ella era, rezaba a los dioses porque su destino no fuera mucho peor de lo que ya era, por los pasillos susurraban su nuevo apodo, Izayoi, la princesa melancolía, y es que a sus dieseis años todo su cuerpo expresaba solo melancolía, los Nox eran una familia fuerte, digna en muchos sentidos, agraciados por los dioses por sus ojos negros y piel morena, agudos sentidos del oído y vista, y mágicas habilidades para leer a los demás, y hacer que hicieran su voluntad, su vida siempre estuvo dividida en dos, el honor a la familia y el amor propio, a su corta edad esperaba lo que quería creer era fruto del amor.
La princesa recluida en su habitación, siempre observaba el mar, y poco después de la noticia de su matrimonio arreglado con el general Inu no Taisho, una noche de mucha actividad para su pueblo debido a que era el día en el que ofrendaban al dios de la muerte por sus seres queridos, sintió tanto dolor en su vientre que las sirvientas del palacio temieron lo peor, la princesa perdiendo mucha sangre debido a la labor de parto apenas y consiente fue del gran chillido de la viscosa criatura que salía de ella, algo pequeño, y muy frágil a la vista de todos los presentes, con mucho esfuerzo observó a los ojos a la vieja Sade, la cual como marioneta se llevo a la criatura lejos de ella...
Lejos de su madre, lejos de la única persona que podría amarlo incondicionalmente...
Izayoi solo quería morir, pero debía ser fuerte...
Tiempo después de la unión entre Izayoi y el general, el palacio se regodeo en fiestas y pequeñas celebraciones a lo largo y ancho del reino, la futura soberana albergaba vida, para muchos de la plebe era la primera criatura por parte de la princesa, nadie nunca supo de la criatura, ni de la sirviente, el tiempo pasaba como si nada, y llego el día, un hermoso bebé de ojos color dorado y cabello claro como la plata, robusto y quejumbroso, había nacido el heredero de la casa regente Nox, Inuyasha...
De cabellos y ojos como su padre el general, con cejas salvajes como las de su abuelo, y rasgos finos en aquel rostro cuadrado como los de su abuela, no había mucho de Izayoi en aquel pequeño niño de ahora siete años, quejumbroso y autoritario era por mucho el placer del Rey Ezra observarlo cada día, olvidando lo malo que su hija había hecho en el pasado, a sus siete años Inuyasha era un pequeño príncipe tan autoritario como su abuelo, su madre Izayoi, jamás volvió a quedar en estado debido a lo débil que había quedado con el joven Inuyasha, un alumbramiento más y moriría, dijo una de las Maestras una vez...
El tiempo paso lento y sin piedad para la princesa, en sus recuerdos más profundos apenas recordaba el chillido de aquella criatura que había dado a luz hace tanto, aquel vació que trato de llenar con su hijo Inuyasha apenas y era llenado, su hijo era por mucho una replica de los dos hombres que habían desgraciado su vida, y sin embargo, había ese algo en él, algo tan puro que hasta un momento era solo de ella, que aún en la noche más oscura, aún podía decir que su hijo Inuyasha también era de ella, que compartían algo en común.
Algún día la verdad vera la luz, y podrá reencontrarse con su primogénito, aquel que nunca vio ni supo que podría haber sido, solo los dioses sabrán de su destino...
Mientras tanto, su hijo Inuyasha, debía protegerlo y que mejor manera que comprometerlo con la casa que los apoyo en todo momento...
Los Higurashi...
Bueno esta es una nueva historia, espero que os guste, por favor recuerden ese sentiemiento al momento de montar una historia queremos leer Reviews positivos y constructivos, así que si les gusta la historia o quieren hacer algún comentario por favor hacerlo, los personajes de Izayoi e Inu no Taisho están totalmente fuera de la zona a la que muchos estamos acostumbrados, pero es necesaria para progresar con la historia, Inuyasha, Kagome y Kikyo serán personas recurrentes el los próximos 3 capítulos, esto sera un long fic que tengo ya desarrollado más de la mitad, por eso lo subo, jejeje, recuerden no dejen de escribir y es que tocar una teta e irse y dejar con las ganas no es lo más idóneo
Saludos!
Jenny California
