Beso esquimal
Disclamer: Los personajes de BNHA no son míos.
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Las pequeñas gotas chocaban contra la ventana, Uraraka observaba detenidamente como resbalaban una tras otras sobre el cristal. Estaba tan acostumbrada a la rutina de héroe que pasar largas horas en su hogar le resultaba extraño, demasiado, pero debía acostumbrarse, ya que así sería su rutina durante los próximos seis meses.
—¿Ocurre algo?
La apacible voz la tomó por sorpresa; mas al sentir aquellos brazos rodeándola por la espalda y trasmitiendo una conocida sensación de calidez, sonrió.
—Creí que hoy llegarías tarde —murmuró permitiendo que las manos ajenas viajaran hacia su vientre.
—No quería dejarte sola durante tantas horas —Shoto depositó un dulce beso a la altura del cuello de la castaña—, tampoco al bebé…¿hice mal?
Uraraka estuvo a punto de reprenderlo pero le resultaba demasiado tierno, al final de cuentas, serían padres y disfrutar el día a día juntos era lo ideal. Prefirió no pronunciar palabra alguna y se giró sin prisa hasta quedar frente a su esposo, para así, poder mirarlo a los ojos.
—Me gusta que estés aquí, me gusta que hayas pensado en nosotros…
Ambos permanecieron observándose profundamente, embelesados el uno por el otro hasta que la atmósfera cargada de emociones fue rota por un estornudo.
—¡Lo siento! —dijo Uraraka con un atisbo de vergüenza mientras sus mejillas tenuemente se teñían de carmín—. ¡Que vergüenza!
Enterró el rostro sobre el pecho de Shoto pero este la tomó por el mentón, obligándola a poner sus ojos en él otra vez. Él se inclinó tan solo un poco, sus labios estaban tan próximos que podían percibir sus alientos. Shoto sonrió y en lugar de unir sus bocas juntó sus narices rozándolas delicadamente una y otra vez.
