CAPÍTULO 1

Era un día muy soleado en Konoha, todo estaba tranquilo y los aldeanos se encontraban en sus respectivas actividades, lo cual era de admirar, ya que el calor era sofocante ese día en particular.

Ya habían pasado casi 10 meses desde que finalizó la cuarta guerra ninja y la mayoría ya se había acostumbrado.

Naruto se encontraba en Ichiraku ramen, como era usual, devorando en cantidades colosales. Se vio interrumpido al escuchar una voz femenina dirigiéndose hacia él.

- ¿Naruto? -dijo una muchacha de pelo rosado y un par de ojos jade. Denotaba algo de cansancio y traía consigo dos bolsas llenas de mercaderías.

- ¡Oh, Sakura-chan! Perdona, no te vi venir, ¿necesitas ayuda? -preguntó Naruto sonriéndole a su amiga.

- ¡No! No te preocupes, la Hokage me mandó a hacer un encargo. También me pidió que los mande llamar a Sai y a ti, quiere que nos reunamos en la torre Hokage a las tres.

- ¡Claro! No hay problema.

- Bien Naruto, nos vemos a las tres ¿y se puntual de acuerdo?

- ¡Por supuesto! -afirmó el rubio con optimismo.

Al otro lado de la aldea, en una tranquila mansión, se encontraba una chica de ojos perla bastante ocupada haciendo la limpieza del hogar.

Habían pasado casi 10 meses desde que terminó la guerra, sin embargo, su amado aún no le había dicho nada acerca de la confesión que ella le había hecho, ni como se sentía al respecto.

- Deja de pensar en eso... Lo más probable es que él no te quiera -se decía a si misma.

- Hinata, estás aspirando mis medias -le dijo su primo, sacándola de sus pensamientos.

- ¡Oh! ¡Lo siento tanto Neji-niisan! -dijo la chica de ojos perla muy avergonzada. Apagó la aspiradora e hizo una reverencia a modo de disculpa.

- No te preocupes, deberías descansar. Llevas toda la mañana haciendo deberes.

- Sí, creo que tienes razón.

Luego de su conversación, Hinata decidió salir un rato. Se le ocurrió que sería mejor ir a ver a Ino, después de todo, se habían hecho amigas junto con Sakura y Tenten, sobretodo con esta última, ya que hacía 8 meses, era la novia de su primo.

En su camino a la florería, Hinata iba muy distraída observando sus alrededores y también pensando en cierto rubio.

Naruto, junto con Sai y Sakura, ya iban retirándose de la torre Hokage.

En la reunión con Tsunade, no habían hablado de nada importante, al menos eso pensaba Naruto. Simplemente, la Hokage los había instado acerca de la precaución que se debía tener con Sasuke Uchiha. Por orden de la Hokage, los anbus que lo vigilaban habían sido retirados, más sin embargo, ella quería mantenerse precavida.

- Nos vemos chicos, yo iré junto a Ino. -se despidió amablemente la chica de cabello rosado.

- Yo iré a casa a tomar un baño, ya no aguanto este calor. -se quejó el rubio.

- Yo también voy a casa, hasta luego. -se despidió el chico de cabello negro, desapareciendo en una nube de humo.

Sakura ya iba camino a la florería de su amiga, cuando se cruzó con cierto azabache en el camino.

- Buenas tardes Sasuke. -saludó ella, lo más formalmente posible.

- Buenas tardes. -respondió sin más el chico.

- Sigue siendo tan frío... -se decía Sakura a sí misma.

Finalmente, la chica de ojos jade había llegado a la florería, encontrándose con sus dos amigas.

- ¡Hola chicas!

- ¡Al fin llegas! -bufó Ino.

- Buenas tardes Sakura.

- Lo siento, tuvimos una reunión en la torre Hokage y duró más de lo que esperaba.

- ¿Y de qué hablaron?, ¿lo de Sasuke otra vez? -preguntó Ino.

- Sí.

- ¿Y qué tal está el? -inquirió la rubia con curiosidad.

Desde que Sasuke volvió, no hablaba demasiado con la gente. En la aldea lo miraban con miedo y no querían acercársele. A menudo Naruto, Sakura y Kakashi lo visitaban, pero seguía siendo igual o más frío que antes.

- Creo que está bien. Ya sabes, vive en la villa Uchiha.

- Oh, ya veo.

- Y tú, ¿ya has aclarado todo con Sai? -preguntó Sakura con algo de curiosidad.

- No, no he tenido tiempo para nada estos días. Ando muy ocupada aquí. Aunque creo que me ve sólo como a una amiga. -se quejó Ino algo frustrada.

Si bien ya era sabido que Ino gustaba de Sai -excepto por este último-, ella no había podido aclararle sus sentimientos. Hasta se había ganado la amistad del chico, pero no pasaba de eso.

- ¿Y tú qué tal estás Hina?, ¿ya has aclarado todo con Naruto? -preguntó Ino con cierta picardía en la voz.

- ¿Aclarar todo con Naruto-kun? N-no realmente... -respondió la chica cabizbaja y con un notable rubor en el rostro.

- ¿También estás muy ocupada Hinata? -preguntó la chica de ojos jade.

- Sí, hay mucho que hacer en casa. -respondió la susodicha, recordando lo ajetreada que había estado los últimos días.

- ¡Tengo una idea! ¿y si hacemos una pijamada? -propuso la chica de ojos azules y un sedoso cabello rubio.

- Es una excelente idea.

- Este... es una buena idea chicas ¿pero dónde la haremos? -preguntó la chica de pelo azul.

- ¡Aquí mismo Hinata! En mi casa.

- ¿Estás segura Ino?

- Claro que sí, mis padres están de viaje. Ya que es Viernes, lo mejor sería hacerla hoy mismo, ¿Podrán?

- Yo sí. -afirmó Sakura entusiasmada- ¿te sumas Hinata?

- Me encantaría. -asintió la Hyuga- ¿a qué hora nos reuniremos?

- Vengan en mi casa esta noche, a las ocho. -les dijo Ino con una sonrisa.

- Lo siento chicas, debo irme. Son las seis y tengo cosas por terminar, pero nos vemos en un par de horas. -aseguró la chica de pelo rosa.

- Adiós Sakura.- dijeron Ino y Hinata al unísono.

En lo que Sakura se fue, Ino y Hinata siguieron conversando.

- Por cierto Hinata, ¿ya has sabido algo de Tenten?

Ya hacía una semana que Tenten se había ido a una misión, junto con su compañero de equipo Rock Lee y su sensei. Aunque sus amigas la extrañaban, era su novio quien la extrañaba más que nadie.

- Sí, Neji-niisan me ha dicho que volverá como en tres días.

- Entonces no podrá estar en nuestra pijamada. -dijo Ino algo entristecida.

- No te preocupes Ino, cuando vuelva podríamos organizar alguna salida con ella. - le dijo Hinata algo preocupada, tratando de alentar a su amiga.

- Tal vez, pero lo más probable es que se la pase todo el día con Neji.

- No es así. -negó Hinata- Neji-niisan irá a una misión en unos días.

- Ya veo... -dijo Ino poniendo una mano en el mentón- Entonces será obligatorio estar con ella, va a extrañar a su novio.

- Tienes razón Ino -afirmó Hinata sonriendo- Bueno, yo también debo irme, tengo que preparar mis cosas para esta noche. Gracias por recibirme.

- No te preocupes Hinata, siempre eres bienvenida -respondió Ino alegremente.- Y no faltes, esta noche te daré unos buenos consejos para que te ligues a Naruto. -dijo la rubia en tono pícaro, guiñándole un ojo a su amiga.

- ¡¿Q-qué dices Ino?! -respondió Hinata algo sobresaltada por lo que le había dicho la Yamanaka.

Ino observaba a su amiga mientras ésta se iba del lugar.

- Vaya Hinata, cuanto has cambiado... -decía Ino en un suspiro.

Era verdad, Hinata había dejado de ser la chica extremadamente tímida que era antes, aún se avergonzaba y se sonrojaba de comentarios relacionados a Naruto, pero fuera de eso, había cambiado un montón, ya ni tartamudeaba.

Hinata iba camino a su casa, aún no dejaba de pensar en lo que le había dicho Ino. Aunque se había esforzado mucho para superar su timidez, se ponía muy nerviosa de sólo pensar en su amado.

- ¡Hinata-chan! -escuchó una efusiva voz masculina unos metros detrás de ella. Sintió como el calor subía en sus mejillas al saber de quien se trataba.

- Hola Naruto-kun. -saludó ella con una sonrisa.

- Hola Hinata-chan ¿y a dónde vas?

- Sólo iba camino a mi casa.

- Genial, ¿te acompaño entonces? -preguntó él, sonriéndole a la chica.

La Hinata de antes ya se habría desmayado ante lo que le había dicho Naruto, pero ella estaba decidida a no volver a ser así.

- Claro no hay problema. -asintió la chica con una sonrisa.

Durante su camino, Hinata se sentía bastante incómoda, no sabía que decirle al rubio, se preguntaba como se sentiría él respecto a los sentimientos de ella.

En tanto Naruto también se sentía algo nervioso, cada vez que estaba con Hinata sólo recordaba la confesión y el "te amo" que ella le había dicho, para luego casi morir por él. Aún así, no lograba comprender lo que él sentía hacia ella.

- ¿Y cómo has estado estos días Hinata-chan? -preguntó el chico, cruzando los brazos detrás de la cabeza en un intento de relajarse.

- Bastante ocupada...

- Oh ¿en serio? Yo no he estado demasiado ocupado, he ido a visitar al teme en ocasiones, pero nada demasiado interesante.

- Pero, he oído que has tenido varias reuniones con la hokage y tu equipo.

- Sí, y todas son por la misma causa, el teme. Se ha vuelto toda una rutina. No entiendo porque desconfian tanto de él.

- Pero, Naruto-kun ¿tú lo has convencido de que vuelva verdad?

- Claro.

- Si lo has hecho tú... Yo confiaría plenamente en que todo va a estar bien.

Naruto abrió los ojos como platos al escucharla, ¿ella le había dicho eso?, ¿dónde había quedado la Hinata tímida que se desmayaba sólo con saludarlo? Definitivamente no estaba allí.

- ¡G-gracias por la confianza Hina-chan! -respondió el chico con una sonrisa nerviosa y algo sonrojado.

- No es nada. -musitó ella.

Siguieron caminando y a varios metros ya se podía vislumbrar la enorme mansión Hyuga. Finalmente terminaron frente a ella.

- Ya llegamos Naruto-kun.

- Ya veo, nos vemos entonces. -se despidió el chico.

- Nos vemos, gracias por acompañarme. -se despidió la chica con una sonrisa.

- No es nada Hinata-chan, después de todo lo que has pasado por mí... ¿Es lo mínimo que puedo hacer por ti cierto?

- Naruto-kun yo... No quiero que te sientas obligado a hacer este tipo de cosas si no quieres... -respondió la chica con la voz algo quebrada y cabizbaja. Temía que alguna lágrima se escapara, no quería que él la viera así.

- ¿Qué dices Hinata-chan? -inquirió el muchacho algo molesto, acercándose a ella y tomándola de ambas manos.- he venido hasta aquí contigo porque quise, no me sentí obligado para nada.

El rostro de la chica se tornó completamente rojo. Ante ésto, el rubio se dio cuenta de su precipitada acción, se apartó rápidamente.

- ¡N-nos vemos! -se despidió y salió de ahí rápidamente.

Hinata no lo creía, su corazón y todo su cuerpo aún estaban muy acelerados. Observó al rubio mientras se iba de ahí.

- Naruto-kun...-dijo ella, llevándose un puño al pecho.

Mientras en la florería Yamanaka, Ino se encontraba ordenando algunos estantes y pensando en la pijamada. Tenía que preparar bocadillos, películas, quitar los futones... Pero una voz la sacó de sus pensamientos.

- Hola. -saludó un chico de cabello negro, su piel era muy blanca. Tenía el aspecto pálido e inexpresivo.

- ¿Sai?, ¡Buenas tardes!, ¿qué se te ofrece? -saludó la rubia efusivamente.

- Sólo pasaba a mirar, no vengo seguido a esta clase de lugares. -respondió el chico, dirigiendo sus ojos negros a observar toda la florería.

- ¡Oh!, ¿en serio? No te preocupes, yo te enseñaré el lugar. -respondió la chica sonriéndole.- ¿quieres dibujar algo nuevo?

- Sí, de hecho, leí en un libro que la mejor forma de inspirarse es visitar diferentes tipos de lugares.

- Pues viniste al lugar correcto. -contestó Ino con una sonrisa.

Sin darse cuenta, Ino y Sai se la habían pasado mirando flores y charlando más de dos horas. Cayeron las ocho en el reloj y Sakura iba llegando, traía consigo una mochila relativamente pequeña.

- ¡Hola Ino! ¿ya estás lista?

- Hola Sakura. -saludaron Ino y Sai al unísono.

- ¿Eh?, ¿qué haces aquí Sai? -preguntó la chica de pelo rosado algo extrañada.

- Sólo había venido a visitar a Ino-chan, pero veo que ya está ocupada. Como sea, nos vemos Ino-chan. -se despidió el chico sonriéndole a la rubia-.

- Hasta luego Sai. -se despidió también la susodicha.

La chica de ojos jade había observado muy bien a su compañero despedirse de Ino, ¿Sai le había dedicado una sonrisa verdadera a Ino? Al parecer fue así.

- ¿Hinata no viene contigo Sakura?

- No, en realidad no, pensé que ya estaría aquí. No creerás esto pero antes la vi con Naruto. -Sakura dijo esto último bajando la voz y acercándose más a su amiga.

Cuando Ino iba a responder, ambas se dieron cuenta de que Hinata ya iba llegando, ésta iba bastante apurada y traía consigo un bolso cargado con sus cosas.

- Buenas noches... Ino... Sakura... -saludó la chica entre jadeos, estaba cansada por correr. -Disculpen la demora, es que tuve un percance.

- No te preocupes Hinata, lo importante es que ya llegaste. -le dijo Ino con una sonrisa. -mejor entremos, hay que cerrar la florería para comenzar con nuestra pijamada.