Notas de la Autora: Esta serie no me pertenece, mucho menos los personajes (créditos a sus respectivos autores), únicamente la historia, espero que la disfruten n_n
Dulce
Ese aroma lo volvía loco.
Tomo con suavidad un mechón de cabello rosa de su acompañante y lo beso, llevaban 7 años de casados y su fragancia lo seguía cautivando; claro está, había más cosas que le encantaban de ella, como sus preciosos ojos verdes, su sonrisa, lo que más amaba de ella, su cuerpo, sus besos… amaba todo de ella, sin embargo había cosas que lo volvían loco, una de ellas era su aroma. Esa suave fragancia a fresa que emanaba de aquel pequeño cuerpo le resultaba adictiva.
Un suave rayo de luz se coló por la ventana, volvió su cabeza para ver el reloj que marcaba las 6:00 am, su hora favorita. Haruno Sakura yacía dormida plácidamente a su lado, muy pegada a él, Uchiha Sasuke, quien no quería ni respirar por miedo a despertar a su esposa y que se diera cuenta que el contemplaba, igual que cada mañana a esa hora precisa, lo que Kami le había entregado; sentía que la vida estuvo de su lado al poner a esa mujer en su camino, el cual se había enderezado por ella; el día apenas estaba empezando y él no sabía si se encontraba soñando o no, aquella dicha que le producía su mujer le parecía tan irreal..
Le gustaba imaginar que a su lado era donde ella encontraba su paz, quería que ella siguiera durmiendo un poco más para poder seguirla contemplando; ella era el amor de su vida, la única que le producía ese sentimiento, solo ella era capaz de curar los dolores de su vida, todo aquello que enluta su sonrisa, lo que llora a escondidas. Le ayudo a cumplir su sueño de regenerar su clan, ahora tenían 3 bellos hijos, los cuales volvían su mundo aún más perfecto.
Sus dedos rozaron su piel con deseo y beso su cabella, de nuevo aquel dulce olor lo inundó y se estremeció; lo tenía grabado en su memoria, ese exquisito olor a fresas era el único dulce que le gustaba; ella solía utilizarlo en diversas ocasiones, su primera cita, cuando se besaron por primera vez, el día que le pidió ser su esposa, cuando contrajeron matrimonio, su cumpleaños, aniversarios…
Recordaba con claridad las ocasiones en que después de verla, al regresar a casa, el olor de ella se impregnaba en su ropa y tan solo deseaba dar la vuelta y echar a correr hacía ella; incluso en una ocasión Sakura olvidó su bufanda en el suelo, la recogió y la olfateo instintivamente, hasta el día siguiente pudo regresársela, sin embargo esa noche durmió con ella puesta para empaparse de aquella fragancia.
Se había vuelto adicto a aquel aroma, no fue hasta después de comenzar a vivir juntos que ella se dio cuento.
-¿Por qué te gusta tanto oler mis bufandas?
-Huelen bien –contestó como si fuera lo más obvio del mundo.
-¿A qué huelen?
-A Sakura – se levanto y la abrazó por la cintura- y a fresas, me vuelve loco
-Sasuke-kun –murmuró sonrojada al ver que el joven se aproximaba a sus labios.
Podían transcurrir los años, pero sin lugar a dudas esa dulce fragancia jamás dejaría de alterar cada uno de sus sentidos. Atrajo aquel pequeño cuerpo hacía si y sonrío, 5 minutos más ahí, con el amor de su vida, no matarían a nadie.
