Dime que me amas

El frío se apoderaba de todos los rincones de Kanagawa, el invierno ya había llegado regalando un frío que congelaba hasta los huesos. Las familias se encontraban en sus casas, con una cena exquisita y un tibio calor. Se aproximaba la Navidad y las compras eran excesivas, las mujeres comenzaban a preparar el banquete y los hijos se emocionaban por los regalos que recibirían. Todos estaban felices y en ninguna casa ni hogar era la excepción.

Por muy extraño que pareciera, un joven caminaba solo por las calles llenas de nieve, con una chaqueta y una bufanda, dejando ver su cabello negro y unos ojos azules zorrunos. Nadie salía por la brisa congeladora que estaba en la calle, pero al parecer al joven no le importaba, caminaba tranquilamente, con las manos en su chaqueta y la mitad de su rostro escondido en la bufanda. Una bufanda muy extraña.

El joven amaba esa bufanda, era la misma que el amor de su vida le regalo el año pasado, en Navidad, era notable y evidente que la había hecho a mano, era negra con azul, y con letras blancas, en una esquina decía: 'Kaede Rukawa'   

Así es, Rukawa se dirigía a la casa de su amor, para pasarla con él, ya que se sentía solo en su departamento, su madre había vuelto a romper su promesa y se fue a un viaje de negocios, y aun que no había avisado a su amor que iría, sabía que él nunca se molestaría en mirarlo y atenderlo. Se detuvo al ver un restaurante cerrado, en ese siempre iban cuando festejaban que había ganado un partido, pero también......en ese lugar se había entero que su amor platónico, lo amaba de igual manera que él lo amaba.

Sonrió debajo de la bufanda y siguió su camino, ahora que lo pensaba, no sabía por que se había enamorado, no entendía por que, solo sabía que lo amaba con locura, que contradictorio, primero no le habla y después lo ama como loco. Tal vez sea una de esas cosas que él no entiende de sí mismo.

Después de un rato, llegó a un edificio, entró tranquilamente, subió las escaleras mirando discretamente a todas direcciones hasta llegar al séptimo piso, toco el timbre de una puerta, donde decía arriba del timbre 'Sakuragi'. Al tocarlo, escucho como alguien se cae de un lado, un florero romperse y la puerta abrirse de golpe.

Un joven con el cabello rojo intenso, alto y con un cuerpo realmente fuerte, respiraba entre cortadamente y miraba a Rukawa fijamente

-Kitsune-dijo el joven sonriendo-Me has pegado un susto-  

-Calla do'aho-dijo el joven escondiendo su sonrisa detrás de la bufanda-Me dejas pasar o quieres que me quede aquí afuera?-

El joven Sakuragi se hizo a un lago, Rukawa paso y miro el departamento, estaba desordenado y un florero estaba tirado y roto casi a la entrada, pero extrañamente era cálido, no se parecía en nada a su casa, fría y desolada, en cambio la de Hanamichi, era cálida y dulce. Rukawa salió de sus pensamientos al escuchar la puerta cerrarse de golpe.

-Que te pasa, kitsune?-le pregunta Hanamichi pasando a un lado de Rukawa-Tu no eres de las personas que vienen a visitarme seguido-

Rukawa ignoro a Hanamichi, se quitó la bufanda y la chaqueta, dejándolas en el perchero, así mucho calor en ese lugar, después se fue a la sala, mientras se acostaba en el sillón mas largo, le dirigió una mirada a Hanamichi.

-Tengo sueño-

-Entonces duérmete-dijo Hanamichi recogiendo el florero roto

Rukawa cerro los ojos, no tenía sueño, pero aun no se había acostumbrado a la mirada sincera de Hanamichi. Ahora podía disfrutar de cierta forma el departamento de su amante, el calor cálido golpeaba sus mejillas calentando sus dedos entumidos, un suave aroma a comida salía por la cocina, el aroma de Hanamichi estaba en todos lados, era tranquilizante estar en ese departamento.

-Bueno, ¿Yohei?.....lo siento señora....me pasa a Yohei.........no, solo que hablo Hanamichi..........si, la pasaré en mi casa..........no se preocupe, no la pasaré solo, nos vemos-

-Por que le hablaste?-se le escapo a Rukawa, que tenía los ojos cerrados

-Vaya, si el kitsune esta en todo-dijo en tono burlón Hanamichi

-Te pregunte algo-dijo en forma cortante

-Para declararle mi amor, es obvio que no-dijo Hanamichi con una expresión de satisfacción en el rostro

Rukawa refunfuño y se dio media vuelta dándole la espalda a Sakuragi, el cual sonrió para sí mismo, como le encantaba saber que el kitsune aun tenía debilidad por él, se fue a la cocina tranquilamente y reviso el pastel que andaba haciendo, por alguna razón aun no se había quemado, otro poco mas y el pastel hubiera sido un carbón. Lo saco y dejo que se enfriara mientras comenzaba hacer estofado. Comenzó cortando un poco de papa mientras se calentaba una olla con agua.

Rukawa abrió los ojos y examino la casa de su amante, siempre estaba desordenada, pero era muy cálida, estaba llena de vitalidad, se levanto con sigilo y observo todo, ropa de aquí para allá, casetts de la NBA regados por todos lados, una chaqueta azul en el respaldo del sillón, una colección de tarjetas de los jugadores.....un momento ¿una chaqueta azul? Era mas que lógico a Hanamichi no le gustaba el azul tan claro, a él le encantaba los colores obscuros no los claros.

Con recelo tono la chaqueta y la observo, era mas que obvio que no era de su do'aho, no era mas chica y su amante tenía los brazos más largos. Con el entrecejo fruncido, olió la prenda, al instante se dio cuenta, no era de Hanamichi, era de su 'amigo' Yohei, al tener esa chaqueta en sus manos, deseo con todas sus fuerzas que Yohei estuviera ahí para poder matarlo, como odiaba que ese joven se acercara a Hanamichi, a su propiedad.

Miro algo molesto la cocina, en la cual se encontraba un chico de cabello rojo, cocinando algo que olía muy bien. No podía rezongar al joven Sakuragi, ya que él no tenía la culpa, no era su culpa ser tan inocente, tan sincero y sobretodo hermoso. Si te ponías a ver detalladamente al joven, era realmente hermoso, sus ojos cafés almendrados, sus facciones, toscas pero lindas, su sonrisa tan sincera, era obvio que su amigo se enamorara de él....pero....como le hervía la sangre cada vez que Yohei estaba con él, lo abrazaba o simplemente pasaba tiempo con él, con Hanamichi, con algo suyo.

Suspiro levemente, no debía alterarse, era obvio que su amiguito, no tenía posibilidades de estar con Hanamichi, pero......ya había pasado mucho tiempo desde que Hanamichi no le decía un 'Te amo' por lo menos 5 meses. Dejo de mirar la cocina y puso sus ojos zorrunos en la chaqueta, tal vez eso se debía a que.....nunca le contestaba cada vez que lo decía. Siempre se quedaba callado, como esa vez......

Era una hermosa tarde, el parque estaba algo solo, pero no quisieron arriesgarse, se alejaron de todos los lados posibles donde las personas podía pasar y se sentaron a admirar el atardecer. Sin previo aviso, Hanamichi lo rodeo con sus brazos, apoyándolo con su pecho, la sensación era realmente placentera, en eso momento, Hanamichi le susurro al oído un dulce 'Te quiero' lo cual él no había hecho otra cosa que dar un simple gemido en forma de aprobación, así siempre lo había hecho.....por eso ahora......tal vez Hanamichi ahora era algo mas hostil con él

-Kitsune-se escucho desde la cocina-¿Quieres cenar?-

-¿Cómo sabías que estaba despierto?-

-¿Acaso dudas de este talentoso jugados y experto cocinero?-contestó Hanamichi en tono burlón

-Do'aho-dijo Rukawa cerrando los ojos

-A quien llamaste do'aho, kitsune apestoso?-

-Pues a ti-

Ya no hubo respuesta, por alguna razón Rukawa se sintió mal, suspiro levemente y se dirigió a la cocina, paso sigilosamente por la puerta (de la misma manera que lo haría un gato) y miro a Hanamichi.

Estaba dándole la espalda probando el estofado que había hecho, después prosiguió a decorar el pastel que había hecho, dándole caso omiso a Rukawa que estaba mirándolo con melancolía.

-¿Entonces que.....?-dijo Hanamichi dándole un salto a Rukawa del susto-¿Cenas o que?-

-Claro que si  do'aho-dijo Rukawa saliéndose de la cocina

Rukawa se sentó en el comedor, mientras Hanamichi traía un poco de estofado en un plato y se lo ponía enfrente a Rukawa, aun estaba caliente, se veía por el ligero vapor que desprendía, segundos después regreso Hanamichi con otro plato para él.

-Gracias por la comida-dijeron los dos al mismo tiempo

Al instante comenzaron a comer en silencio, el cual era demasiado incomodo, el joven Rukawa deseaba (mas que antes) que Hanamichi le digiera algo, lo que fuera, ya que se había comportado muy indiferente ante él. Al terminar la cena, Rukawa miro como Hanamichi recogía los platos y limpiaba la mesa, era curioso, la hubiera dejado así, pero no, la limpio y fue a la cocina.

Con algo de curiosidad, Kaede se acerco a la cocina y miro a Hanamichi de espaldas con algo de mantequilla y chocolate alrededor de la mesita donde estaba. Se acerco mas y noto que estaba decorando el paste, mas bien terminándolo, poniéndole algunas flores de chocolate.

-Eres bueno para la cocina-se le escapo a Rukawa

Hanamichi miró a Rukawa por un segundo y la regreso al pastel, donde comenzaba a poner unas cerezas en el centro de cada flor.

-Gracias, a mi padre le gustaba que le hiciera pasteles de mantequilla con chocolate, pero daba la casualidad que odiaba el merengue y la fresa-

-Tu padre te quería mucho-dijo Rukawa mirando el pastel, que ahora comenzaba a tener unas cuantas letras formadas por otro poco de chocolate

-Si-se limitó a decir Hanamichi, para terminar la frase 'Yohei Mito'

Rukawa al leer la frase, frunció un poco el entrecejo y se enojo, Hanamichi nunca había hecho un pastel para él.....no era que le importara era solo que, ¿Por qué su 'amigo' debería recibir ese pastel y no él? Después, se relajo un poco al leer la frase completa 'Yohei Mito, Feliz Cumpleaños'

-Cumple años?-preguntó Rukawa alzando una ceja

-No, solo quiero hacer este pastel para que se me acabe el chocolate y la mantequilla-dijo Hanamichi encogiéndose los hombros-Eso obvio que es para su cumple, mañana cumple 18 años-dijo Hanamichi poniendo el pastel en el refrigerados-Y me pregunte ¿Por qué no hacerle un pastel?-esto ultimo lo dijo con ademán despreocupado

Rukawa se salió de la cocina, como odiaba saber la existencia de Yohei, como deseaba que ese hombre desapareciera del mapa, así Hanamichi no se tomaría tantas molestias por él, Hanamichi salió de la cocina y se sentó junto con Rukawa, que lo miraba algo enojado.

-Para que veniste?-pregunto Hanamichi sin mirarlo

-Por que eres tan frío?-le contesto Rukawa mirándolo desafiantemente

-Por que lo preguntas?-dijo Hanamichi mirando el suelo

-Por que crees que vine?-

-Solo veniste para molestarme?-

-Por que todo me contestas con preguntas?-preguntó Rukawa algo irritado

-Y por que quieres que te de las respuestas?-

-Por que quiero saber-dijo Rukawa buscando sus ojos-Eres tan frío con migo......como la nieve que cae allá afuera-dijo mirando la ventana-Por que?-lo miro-Por que ya no eres como antes?-

-Como era antes?-

-Diferente-

-Todos cambiamos-

-Pero tu no deberías hacerlo-

-Por que?-

Hubo un silencio muy incomodo, que solo se rompía con las respiraciones de los jóvenes y la tormenta de nieve que golpeaba la ventana, no quería aceptarlo, no debería.....tal vez si le daba otra excusa......

-Por que no me gusta, además, solo vine por que mi madre no estaba, no quiero estar solo-

-Ya veo-dijo Hanamichi algo adolorido

Rukawa busco los ojos de su amante, pero el huía de ellos a toda costa, ya era hora de decir la verdad.....debería decirle a Hanamichi que.......pero no estaría bien, tenía orgullo.......Si un orgullo que no valía la pena tenerlo si Hanamichi lo abandonara

-Solo vine por que......-dijo Rukawa dudando y mirando el piso-Quería estar contigo-

Hanamichi se sorprendió tanto que miró a Rukawa, que no paraba de mirar el piso, como si tuviera las respuestas de las preguntas que rondaban en la mente de Rukawa, no dijo nada, sentía que Rukawa le iba a confesar algo mas.....mucho mas......

-Yo.....también vine por que......-volvió a dudar-Quiero saber por que cambiaste-suspiro-Por que eres tan frío?-sonrió tristemente-Pero que pregunta tan estúpida.....es obvio.....te volviste así por mi ¿verdad? ¿ya te hartaste de aguantarme?-hubo un silencio-Pero bueno, lo sé, no es fácil ser yo, pero.....bueno es que yo.....verás......yo.......no.....quiero perderte, no y menos por mi frialdad, solo quiero........quiero......-

-Por que me dices esto?-preguntó Hanamichi volviendo a mirar al piso

-Por que........yo........yo........yo.........te....-volvió a dudar, era mas difícil de lo que parecía, y pensar que Hanamichi lo había la mayoría del tiempo-Yo.......te......te amo, Hanamichi-

Hanamichi abrió los ojos de par en par, sin dar crédito a sus oídos, ¿había escuchado bien? ¿Rukawa le acababa de decir 'Te amo'? Rukawa se levanto tan de golpe, que le dio un susto a Hanamichi, le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la puerta, pero no se fue, se quedo parado enfrente de la puerta

-Lo sé, soy muy frío, pero debo admitirlo, me encantaba cuando me abrazabas, cuando me decías que me querías, pero ahora.....entiendo si quieres quedarte con Yohei, es decir, necesitas a alguien que realmente te merece, ya que yo......no te merezco-

No pudo salir, giro la perilla, pero no logro salir o abrir la puerta, un brazo pasa por sus hombros y se posaba en su pecho, impidiéndole caminar o hacer cualquier movimiento, dejando a Kaede sorprendido, Hanamichi recargo su cabeza en el hombro derecho de Rukawa

-Y quien ha dicho que dejare de abrazarte y besarte? Además ¿qué demonios tiene que ver Yohei en esto? Yo solo quería que lo admitieras-

-Admitir que?-preguntó Rukawa algo sonrojado

-Que eres como yo, que ya no puedes vivir sin mi-dijo Hanamichi sonriendo-Ya que lo admitiste, soy feliz-

Hanamichi comenzó a besarle suavemente el cuello a Rukawa, mordisqueándolo de vez en cuando, Rukawa cerro los ojos y entrelazo sus manos con la mano de Hanamichi que estaba en su pecho, mientras disfrutaba que el pelirrojo hiciera eso. Con su otra mano libre, Hanamichi comenzó a recorrer el cuerpo de su amante, explorando cada rincón a su alcance. Rukawa se volteo y beso a Hanamichi apasionadamente, sus lenguas se encontraron y juguetearon entre ellas dejando explorar la boca del otro.

Al entrelazar sus manos, ambos se quedaron recargados en la pared, fundidos en un dulce beso, todo era perfecto, solo que.....El teléfono sonó en ese momento, obligando a Hanamichi soltar a Rukawa, el cual hizo un gemido de desaprobación. Hanamichi tomo el teléfono

-Bueno.........¿Yohei?.......no, no estaba haciendo nada en especial-sonrió-No.....estoy libre.....claro con gusto.....si a las 9 entonces? De acuerdo.......claro......tu también adiós-colgó el teléfono

-Que quería?-pregunto Rukawa con el entrecejo fruncido

-Me quiere para mañana-dijo con toda tranquilidad-Ayer vino a mi casa y se le olvido la chaqueta-dijo señalando la chaqueta azul-Mañana voy a entregársela-

-Y por que no se la vas a entregar ahora?-preguntó enfadado

-Muy sencillo-repuso Hanamichi con una sonrisa-Por que esta noche la pasaré con tigo-

Hanamichi abrazo a Rukawa, dejando que este escuchara su corazón, el joven se sonrojo notablemente, seguía sin acostumbrarse de los actos tan repentinos de su amante, pero como deseaba que nunca terminara. Después de pensar un rato y sin reaccionar, el joven Kaede abraso a su acompañante dejándolo sorprendido 

-Realmente te amo-dijo Rukawa con un tono muy dulce

-Sabes? Por que no te mudas a mi casa?-prepuso un sonrojado Hanamichi-Así, no tendrás que salir de tu casa para visitarme-

-Lo pensare-dijo Rukawa divertido-Aun que ya se la respuesta-

Hanamichi lo miro y le dio un breve beso para llevarlo a su habitación, donde pasarían una buena noche juntos, sin importarles nada, solo saber que se amaban.....y ahora con mas intensidad que antes.....

Continuara.............

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Notas de la autora:

No sean duros con migo, es mi primer fic yaoi de Slam Dunk y pues.....es de mi pareja favorita, espero que sea de su agrado, desgraciadamente, este fic solo tendrá tres capítulos (dos mas después de este) espero que me dejen reviews ^^