Solía visitar a mi padre en su consultorio en un hospital muy famoso y bueno aquí en Miami, desde la semana pasada veía una chica mas o menos de mi edad que traía regalos; llevaba peluches, flores, dibujos y alguno que otro detalle muy bonito, después de un rato al por fin verla regresar me di cuenta que ella salía con los regalos aún en sus manos.
Un día llegó sin regalos, lo cual se me hizo raro, ¿Qué habrá pasado?, vi como suspiraba, jamás la había visto tan pálida; realmente nunca la había visto mas de 5 segundos, pero estaba segura que ella era al menos algo morena, bueno el punto es que me había preocupado. Me arme de valor para ir a verla, aprovechando que mi padre había ido a cirugía, así ya no escucharía uno de sus aburridos discursos. Caminé hacía ella, fueron diez pasos, bueno eso creo, perdí la cuenta en el camino. al ver sus ojos, estaban al borde del llanto, me senté a su lado y me limité a sólo decirle en un tono muy calmado -¿Ocurre algo?- le sonreí, ella levanto su mirada y sonrío de lado -Eh-est-estoy bien- dijo tartamudeando, aguantando sus lágrimas suspiró y sacó su celular mirándolo un tiempo y regresó su mirada hacía mi - mi padre esta muy enfermo, antier lo vi sonriéndome y hoy no me permiten verlo, la enfermera me contó que es algo riesgoso que entre- volvió a agachar la mirada hacía el celular y desbloqueó el teléfono -Tengo que enviarle una nota de voz, me urge contarle algo -mordí mi labio y acaricie su espalda como muestra de apoyo, vi por primera vez como una sonrisa salía de sus labios- Vamos, ¡Tu puedes! -le dije tratando de calmarla y alentarla un poco, ella tomó su celular, tomó aire y comenzó a grabar su voz -¿Papi?, Soy yo, tu princesa... ¿Cuándo te curas? ¡te recuerdo que faltan 6 días para mi cumpleaños! recuerda que iremos con mi hermano a Canadá, siempre quise ir ahí hasta mi mamá quería ir pero no se pudo- suspiró con tristeza- No queremos ir sólitos o con la tía, ya sabes que se pone bien loca si no hacemos lo que ella quiere... además tienes que regresar para regañar a Sheila, ¡Ese gato se toma toda nuestra leche! además creo que ya aprendió a abrir las latas de atún... bueno, ya sal por favor, te necesito ¿Sí? te amo- dejo de grabar, volteó a verme con los ojos humedecidos- Yo... yo... -Tartamudeó - Ven aquí -La abracé, escuchar toda esa historia y verla así me estrujo el corazón, al abrazarla ella se aferró a mi y comenzó a llorar, lloraba mares, hasta que solamente escuche sollozos,la miré y se quedo dormida en mis brazos. Mi padre llegó preguntando que ocurría, le conté todo y le pedí de favor que entregará el celular, lo cual cumplió. Me dormí un poco, hasta que sentí que se movía y abrí los ojos - Hola ojos verdes -Dijo en un tono ronco- Hola ojos cafés -Le contesté sonriendo -Entregue tu nota de voz, anda, duerme de nuevo -Volvió acorrucarse y susurro un "Gracias" antes de que se quedase dormida de nuevo. Paso un rato, el cual me dediqué a verla detalladamente, llegó mi padre, el suspiro y me dijo- Le entregue la nota de voz, la escucho de principio a fin, el solo susurro que tenía que irse con su esposa que le pidieran disculpas a sus hijos pero era su hora, y que sabía que su princesa estaba en buenos brazos, después de eso... falleció -Me regresó el celular, la volví a mirar, la pobre se había vuelto huérfana, pero sonreí un poco, pues me dí cuenta que ella estaba en mis brazos.
Esto es solo "El prologo", si les gustó, ¡díganmelo! para continuarlo, espero les guste :)
