Disclaimer

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, la historia es de mi autoría.

Capítulo beteado por Mirem, FFAD . groups/betasffaddiction

Gracias a mi Beta Mirem por aguantarme y reírse conmigo, a Vhica, Martina y Lovely Joy por ayudarme a preparar todo para realizar esto. Las quierooo!

Y a mi pequeña hermanita Andrea Lavayen! Que siempre me apoya en todas mis locuras! Te amo sis hermosa

Dicen que el amor es cuando dos almas se encuentran. Yo creía haber encontrado el amor hace algún tiempo pero él solo quería romper mi corazón, así que había decidido que no volvería a confiaren nadie. Pero parecía que de algún modo el mundo quería que yo encontrara a la persona indicada.

Cuando él llegó, mi mundo se puso de cabeza como nunca antes, él hacía que todo resultara más fácil, lograba que mi corazón se volviera loco con su sola presencia, pensé que nunca volvería a confiar, aunque no estaba segura de que quisiera arriesgarme otra vez, su vida y la mía eran completamente diferentes. Él vivía cada segundo como si fuera el último, y yo intentando vivir de la manera más tranquila, sin que nada perturbara esa tranquilidad. Pero tal vez, sólo tal vez, él era lo que necesitaba en mi vida, para poderla disfrutar un poco más. Era extremadamente guapo, increíblemente tierno, con mucho dinero y con algún misterio oculto.

Había aprendido por experiencia propia que los misterios eran malos, que podían lastimar, pero estaba dispuesta a dejar los miedos y mirar adelante para disfrutar la vida…¿un poco más? Tal vez, solo tal vez Edward era todo lo que yo necesitaba en mi vida.

Mudarme de San Diego a NY había sido un cambio muy difícil. La gente, su estilo de vida, pero gracias a Dios tenía a mi prima Rose. Iba a quedarme con ella hasta que yo misma pudiera pagar el alquiler de algún departamento, y la verdad no podía quejarme vivir con ella, era lo mejor que podía pasarme y lo que necesitaba, era un nuevo comienzo. Olvidarme de la antigua Bella, de James y de todo mi pasado.

Mi nuevo trabajo era más que perfecto. Ser la asistente de una de las empresas más grandes de publicidad había sido una oportunidad a la que simplemente no me podía negar. Ángela era una jefa increíble, era una de esas personas con las que congeniabas casi enseguida y ya había tenido la oportunidad de conocer a la señora Cullen, quien era simplemente adorable y educada con todos los trabajadores.

Para la hora del almuerzo, habíamos decidido ir a un Starbucks, que estaba a menos de 3 cuadras de la oficina, para poder comer algo.

— ¡Hey! ¿Ya viste a algunos de los hijos de la familia Cullen? —Le sonreí, no me imaginaba a la señora Cullen con hijos ya que era bastante guapa y se veía muy joven.

—No, pero creo que eso es normal ya que soy la nueva ¿verdad? —Ella rió

—¿De verdad? Bueno no sabes de lo que te pierdes, tienen 2 hijos hermosos y una hija que simplemente podría ser una súper modelo, si así lo quisiera. —Le devolví la sonrisa por cortesía.

—Bueno, en algún momento los veré ¿no? —Ella asintió—.Y te van a encantar ya verás.

Reí y cambié el tema de conversación para concentrarnos en un trabajo que nos quedaba pendiente y de hecho trabajamos en eso, durante todo el día hasta antes de ir a casa. Amaba mi trabajo por muchas razones pero entre las más importantes estaba el hecho que era algo que yo amaba hacer y que el ambiente de trabajo era más de lo que cualquiera podría desear.

—Bella, ya nos vamos,¿quieres que te esperemos? —Suspiré aliviada.

—No te preocupes Ángela, termino estos detalles, y me voy estoy está bien así no te apures. —Ella me devolvió una tierna sonrisa como respuesta y se fue, me tomó alrededor de 30 minutos para terminar todo a la perfección. Apagué el computador, tomé mi saco y fui directo al ascensor, donde sólo pensaba que al llegar a casa tomaría un largo baño caliente para poder deshacerme de todo el estrés del día y poder ir directo a mi cama.

Cuando la campana anunció que ya había llegado al lobby, con la poca fuerza que me quedaba para poder salir de ahí, las puertas se abrieron y entonces ahí lo vi. Esos ojos verdes que podían dejarte sin respirar, y esa pequeña sonrisa que tenía, que hacía que olvidara lo cansada que podía estar. Sentí como la sangre escapaba hacia mis mejillas, especialmente cuando él me miraba fijamente, me di cuenta que estaba paralizada cuando había un hombre esperando para entrar al ascensor, se aclaró la garganta, entonces di un salto para poder salir de ahí.

El hombre bajo que esperaba fue el primero en entrar al ascensor y luego él. No dejamos de mirarnos hasta que las puertas se cerraron. Me quedé parada durante algunos segundos, intentando descifrar qué había sucedido y porqué me sentía así cuando ni siquiera conocía a ese chico con unos ojos hermosos y una sonrisa impresionante.

Durante el camino al estacionamiento sentía sus ojos sobre mí, y por alguna extraña razón no podía dejar de pensar en él, ni en cómo se sentirían sus besos. Seguí caminando acompañada de mi maravillosa imaginación, hasta que por fin llegué a mi carro; un pequeño volvo plateado del que me había enamorado hace un año y que mi papá me regaló, gracias a mis excelentes notas. Era una de las pocas cosas que había traído conmigo y que no pensaba dejar en San Diego con todos mis malos recuerdos. Esto era lo único que James no había arruinado ni tocado nunca, pero ya no quería pensar en él, ya no valía la pena.

En cuanto subí al auto, encendí la radio y en ese instante,volví a recordar esos hermosos ojos verdes I'll be your dream, I'll be yourwishI'll be your fantasy…, sabía que había prometido nunca más sentirme así, pero esta vez por alguna extraña razón era un sentimiento completamente diferente. Yo quería volver a verlo, pero no sabía si iba a tener tanta suerte, así que debía empezara a olvidar la absurda idea y seguir con mi vida con la mayor normalidad posible.

A la mañana siguiente cuando lleguéa la oficina, Angela me recibió con demasiada alegría, más de la necesaria. —¡Bella! ¿A quién conociste y porqué no me contaste nada? —La miré sorprendida.

—Eeehhh… a nadie que yo recuerde,¿por qué? —Ella esbozó una sonrisa.

—Entonces esta será una sorpresa increíble para ti. —Tomó mi mano y me llevó hacia mi pequeño escritorio. Ahí habían dos rosas, una blanca y una rosa con una pequeña nota: Para la chica con los ojos marrones más hermosos que he visto en mi vida.

Miré la nota durante varios minutos, volví a leer ese pequeño mensaje varias veces, ¿quién podría hacer esto por mi?

—Ok Bella, tenemos que descubrir quiénhizo esto por ti ¡Ya! —Amaba el entusiasmo de Angela, y la verdad me daba mucha curiosidad, pero debía poner mis prioridades en orden, antes de empezar nuestra investigación. Tenía que terminar todo el trabajo por delante ese era un hecho.

—Ok, veremos qué hacer Angie pero primero tenemos que terminar todo el trabajo. —Ella me hizo una mueca, sabía que moría de curiosidad al igual que yo, pero por ahora el trabajo era lo primero.

Cuando llegué al departamento, Rose me esperaba con una deliciosa cena y un buen vino. La amaba, ella era simplemente la mejor. Cuando entré y me vio con las rosas en la mano, abrió los ojos como platos. — ¡BELLAAAA! ¿Quién te dio esas flores? —Yo sonreí como reflejo a su entusiasta reacción.

—Rose créeme, es un misterio para mí también—. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro.

—Y no intentaste averiguar ¿quién es? Tenemos que saber ¡quién es!

Puse lo ojos en blanco.—Rose, algún día lo descubriremos lo prometo. —Su sonrisa se hizo pequeña hasta casi desaparecer.

—Vamos Bella, averigüemos quién es ¿sí? Por favor, por favor, por favor. —Diablos, esta mujer puede ser tan insistente.

—Rose ya veremos qué pasa de verdad, vamos a comer ¿sí? Tuve un día pesadísimo en el trabajo y necesito descansar y relajarme. Que te parece si cenamos y vemos unas películas.—Ella suspiro algo exagerada.

—Ok, solo porque eres mi prima favorita Bella. ¡Noche de chicas!, pero no creas que me olvidaré de esto. —Y ahora estaba segura ella me iba a volver loca.

Esa noche vimos un par de películas, luego me ayudó a elegir un atuendo para el día siguiente, ya que tenía una gran presentación y quería verme profesional. Rose me ayudó con el toque sexy, elegimos un vestido de Burberry color crema entallado en la cintura y me llegaba hasta la rodilla. Con los Loubutin, que mi prima me había regalado como bienvenida a NY, era perfecto; sencillo, sexy y profesional.

A la mañana siguiente, Rose se aseguró que me viera perfecta. Un poco de maquillaje un moño despeinado y el atuendo elegido, definitivamente amaba vivir con Rose.

Cuando llegué a la oficina, Angela me recibió dulcemente como siempre. —Bella te ves increíblemente ¡hermosa! —Le miré con ternura.

—Angela,tú no te quedas para nada atrás, te ves preciosa. —Ella también asistiría a la presentación ya que era un proyecto desarrollado por nuestro departamento. Me encantaba su look, el vestido rojo le quedaba simplemente de maravilla.

Tomamos todos los archivos que necesitábamos y nos dirigimos al ascensor. —Bella, diablos, ve subiendo olvidé un CD, nos vemos arriba ¿sí? —Asentí como respuesta y subí. El ascensor paró 3 pisos más arriba, cuando las puertas se abrieron me encontré con esos ojos verdes, con aquello que había soñado las últimas noches. Una sonrisa se asomó por sus labios, entonces una extraña sensación me invadió. Él se veía tan sexy, unos jeans oscuros, una camisa con el primer botón desabrochado. En mi cabeza solo podía pensar ¡WOW… WOW… WOW SE VE INCREÍBLE! Se paró a mi lado y una extraña corriente empezó a expandirse por mi cuerpo. Era como si fuera un imán, era algo diferente, pero me gustaba. Un hombre, que estaba justo delante de mí, me empujó; por un momento odié estar con tacones, perdí todo mi equilibrio y cuando estaba a punto de caer, él me sujetó. Su rostro estaba tan cerca del mío… era hermoso.