-Liet.

-¿Qué pasa, Po?

-Tengo miedo.

-¿Tú? ¿Miedo? ¿De qué?

-Tipo, de que algún día te vayas.

Toris lo miró sorprendido

-De que vaya a quedar completamente solo. De que tú ya no quieras estar conmigo y te hagas amigo de alguien más. Incluso cuando yo soy tan genial.

Toris rió levemente. Tomó una pausa y luego suspiró, levantando la cabeza para mirar a Feliks. -Si dependiera de mí, yo estaría siempre contigo.

-¿En serio?

Toris asintió-. Pero a veces las cosas no salen como se planean. El mundo está lleno de países fuertes, quién sabe si algún día ellos vendrán a atacarnos.

-No hay nación más fuerte que la nuestra.

El lituano sonrió- Tienes razón. Pero quiero que sepas, que si algún día, por cualquier situación adversa, me aparto de tu lado, siempre voy a seguir queriéndote, sin importar lo que pase, siempre te recordaré.

-Liet...

Toris lo miró entrecerrando suavemente los ojos en una cálida sonrisa. Feliks simplemente lo contemplaba en confusión, luchando por comprender lo que significaban aquellas simples palabras. No sabía cómo reaccionar a eso, ya que en lo más profundo de su corazón, lamentaba que aquel día del que hablaba Toris llegaría y no sería capaz de hacer nada, porque se encerraría en su pequeño mundo de fantasía, como lo hacía cada vez que se sentía acorralado por sus propios miedos y emociones, y aquellas incesantes voces en su cabeza que no lo dejaban actuar con seriedad.

-Tipo, como que tú eres el único que me conoce de verdad, Liet.

-No tengas miedo, Po. No tengas miedo de entregarle tu corazón a otros.

-Al único al que le daría mi corazón es a ti, Liet.

Feliks tomó la mano de Toris suavemente y la acercó a su cara, posándola en su mejilla y cerrando los ojos para sentir la tibieza que desprendía.

-Siempre te querré, Polonia- Feliks, pensó.

Y con lentitud, acercó su rostro a la pálida cara de Feliks, posando con cuidado sus labios en los del rubio, sintiendo como su respiración se iba calmando con el suave vaivén de sus bocas, y cómo su corazón iba atesorando poco a poco todos esos momentos en los que el simple hecho de estar con Feliks lo hacían sentirse profundamente feliz.

Siempre atesoraría a esa persona en su corazón.

Siempre.