Hola! Qué tal? Qué advertencia preeliminar les podría dar...? Intenté hacerlo lo más corto posible ya que quería publicarlo en un oneshot y no en capítulos (para 3 mugrosos capítulos lo pongo todo en uno!) Espero que lo disfruten, es algo distinto... se me ocurrió una mañana y tuve que hacerlo xD Sino iba a seguirme fastidiando... probablemente sea mi último oneshot así que, disfrútenlo!


PARTE 1:

* Sin Paz *

-... Y así fue como derroté a Cell... mi tiempo ya se encuentra en paz y estamos reconstruyendo todo. Sólo vine porque me habías hecho prometer que te contaría novedades de mi época -comentó Trunks en la sala de la Corporación Cápsula. Vegeta, que se encontraba de brazos cruzados sobre un sofá apenas movió las cejas en señal de haber escuchado. Bulma miraba fascinada a su hijo mientras sostenía al pequeño bebé Trunks en sus manos.

-Maravilloso, sabía que lo lograrías -lo felicitó ella mientras le guiñaba un ojo- Me alegro mucho que no te haya lastimado, sería una lástima que arruine tu rostro, eres un muchacho muy guapo ¿Verdad que sí serás muy guapo? -preguntó ella aniñando la voz a su bebé, rápidamente volvió la vista al joven mientras que Vegeta se ponía de pie viendo finalizada su parte de interés sobre la charla. Trunks contempló a su padre marchándose con algo de nostalgia.- Y dime, hijo... además de eso, ¿a qué has venido?

Trunks se sorprendió alzando la vista hacia su madre mientras se sonrojaba un poco. Ella lo miró sonriendo.

-Según me has contado, la batalla contra Cell fue hace muchos meses. ¿Por qué has venido ahora?

-Bien... -suspiró Trunks para darse impulso, sabía que no podía ocultarle nada a su madre en ninguna de las dos líneas temporales- Todo este tiempo hemos estado reconstruyendo todo lo que los androides destruyeron, ha sido un trabajo arduo y todavía falta... -dijo mirándola seriamente- Mi mamá, bueno... ella está mucho más feliz ahora, puedo notarlo, ha cambiado su humor, su aspecto, ahora dirige de nuevo la Corporación y está logrando posicionarse con éxito -explicó seriamente.

-¿Entonces...?- cuestionó Bulma para oírlo continuar.

-Aunque la veo feliz, no la veo tan feliz como a ti, mamá- el muchacho bajó la vista hacia el suelo- Te parecerá muy extraño lo que voy a pedirte pero... qusiera que me aconsejaras en algo.

-Dime lo que sea. Sobretodo si es por mí, lo haré con gusto- fingió sonriendo para entrar en confianza.

-Estos meses he intentando que mamá... creo que lo que necesita ella para estar completa es lo que tú tienes...

Ambos se observaron un segundo, Bulma frunció el ceño rápidamente.

-Trunks... si vas a pedirme a Vegeta prestado, olvídalo.- sus palabras se irguieron con autoridad en el silencio haciendo que el muchacho se ruborizara más.

- ¡¿Qué?! No, no es eso. Pero está relacionado, dime, quiero ayudarla... ¿Qué es lo que necesita? ¿Qué es lo que tú necesitarías?

-... Bueno, jamás he estado sola así que obviamente por el camino de buscar pareja está bien... -admitió ella.

-El asunto es que mamá no presta atención a ningún hombre que se le acerque, está muy ocupada con la reconstrucción -explicó el muchacho manteniendo el sonrojo, su madre asintió.

-Dale tiempo, está muy dolida por todos los acontecimientos.

-No sé si sea eso... En fin, ¿crees que pueda hacer algo por ella?

-Ay, Trunks... Eres un buen hijo- se conmovió la mujer acariciando su rostro- Tu madre no debe querer más de ti. Descuida, el tiempo cura todas las heridas y permite que todo pase.

-Sólo tiempo... -murmuró él desahuciado, habría querido escuchar un consejo mejor de su madre. Trunks asintió como si estuviera conforme- Bien, esperaré entonces, quizás tengas razón y sea muy pronto. Sólo quiero que ella sea feliz como tú... -murmuró poniéndose de pie.- Ya tengo que irme, me necesitan en las obras -sugirió volviéndose a colocar la chaqueta.

Luego de las despedidas pertinentes y a sabiendas de que fuera muy poco probable regresar a verlos, Trunks volvió a subir decidido a su nave, colocó los comandos y se elevó en el cielo agitando su mano para despedirse de todos quizás por última vez. Se sonrió aliviado, el mundo al que volvería ahora estaba regido por la paz nuevamente y, tanto su tiempo y éste no distaban demasiado.

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Un destello cegó su visión con una poderosa luz blanca, frunció el ceño esperando que el resplandor dejara lugar a la visión de su presente. Cuando descendió lentamente en el patio de la Corporación Cápsula en reconstrucción, vio un bólido pasar rápidamente frente a él.

-Es un ki poderoso -murmuró confundido, miró nuevamente los comandos de su nave... era SU tiempo, no había error. Descendió rápidamente- Y además es maligno... -murmuró seriamente mientras abría rápidamente el habitáculo y saltaba fuera de la máquina.- ¡MAMÁ!- la llamó preocupado corriendo hasta la casa.

-¡Trunks! ¡Qué suerte que volviste! -su madre lo llamó con la mano para que ingresara a la casa, a primera vista se veía bien. Trunks vigiló con la mirada aquel sujeto que planeaba a gran velocidad sobre su cielo y vio con espanto humaredas renegridas a lo lejos, evaporándose hacia el cielo. Se puso furioso.

Entraron y él cerró la puerta.

-¿Qué pasa?- su pregunta salió con rabia entre sus dientes apretados, Bulma lo tomó del hombro.

-No lo sé, de pronto apareció este sujeto y comenzó a atacar la ciudad... -murmuró ella temblorosa viendo a su hijo volar rápidamente hacia su cuarto- Pensé que no regresarías a tiempo.

-Estoy cansado de esto ¡Este tiempo también merece algo de paz! -bramó molesto mientras regresaba abrochándose la espada a la altura del pecho.- Regresaré pronto, tú ocúltate. -su madre asintió decida creyendo en el poder de su hijo.

-Tú has vencido a los androides y a Cell, estoy segura que acabarás con esta amenaza. -lo animó, Trunks le sonrió cuando sus cabellos se tornaron dorados de un comienzo y voló en búsqueda de su enemigo. No tenía deseos de perder el tiempo.

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El enemigo en cuestión tenía una forma humanoide, Trunks se interpuso en su camino.

-¿Quién eres y de dónde has venido? -le preguntó mientras sacaba la espada de la funda, el sujeto de ojos anaranjados lo miró con indiferencia y se lanzó a atacarlo. Trunks blandió la espada en el aire queriendo aniquilarlo de una sola vez, pero al chocar con la dura coraza negra de su enemigo la vio partirse en mil pedazos. El muchacho abrió los ojos confundido cuando recibió un golpe en la barbilla que lo terminó estrellando contra un edificio.

Trunks se recuperó de la sorpresa y lo atacó con toda su fuerza, estiró las manos al frente desplegando todo un arsenal de ataques tal y como le había enseñado su padre en la habitación del tiempo. Antes de que la polvareda se esfumara, Trunks vio aparecer al sujeto de repente a su derecha y no tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió una enorme bola de energía chocar con sus costillas.

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-Trunks... Trunks...

El joven abría los ojos lentamente mirando a su madre.

-Tuve la pesadilla más extraña... -murmuró el joven sentándose de repente, sintió olor a alcohol y vio que su madre sostenía un paño en su mano. Se inspeccionó encontrando heridas por todo su cuerpo. -Mamá... -susurró impotente, ella asintió.

-¿Es un rival muy poderoso, verdad? Según lo que he visto, más que los androides.

-Su ki es engañoso, debe tener la misma fuerza que Cell en su transformación Perfecta -inquirió el muchacho quitándose los vendajes con rapidez.- No podré con él -hablaba con rabia mientras apretaba los puños- Pero no puedo permitir que la Tierra no tenga paz...

-Hijo, tengo la solución. Vístete rápido, volverás a viajar al pasado- Trunks abrió los ojos sorprendido- ¡Vamos, no hay tiempo que perder!- su madre lucía tan urgida que él no tuvo más remedio que hacerle caso, se puso su camiseta negra, unos pantalones, la chaqueta, las botas... todo en el camino mientras la seguía hasta el taller subterráneo donde se alojaba la nave.- Irás al pasado y traerás a Son Gohan.

-¡¿Qué ?! ¿A Gohan?- se sorprendió anonadado.

-Él alcanzó un nivel más poderoso de Super Saiyajin, dijiste que fue el único que pudo combatir de igual a igual con Cell...

-Es verdad, ¡pero...!

-También dijiste que este sujeto tiene la fuerza de Cell. Trunks, es nuestra única esperanza. Si tú no puedes derrotarlo debemos actuar rápido. Sube, ya cargué la energía -todo fue dicho con seriedad, Trunks la miró confundido pero encontró tal decisión en los ojos de su madre que no tuvo más remedio que asentir con la misma determinación. De un salto volvió a subir a la máquina.- ¡No vayas a tardar mucho!- le gritó, satisfecha porque su hijo si la obedecía, de ser otro de los muchachos del grupo habría ido a pelear sin traer ningún auxilio, especialmente Vegeta. El chico le devolvió una sonrisa en respuesta mientras la compuerta del taller se abría enseñando un limpio firmamento, la nave comenzó a tomar altura.

-Volveré con mi maestro... -le prometió dentro de la nave viendo el brazo de su madre agitarse para saludarlo, Trunks volvió a sonreírle con cariño: de no ser por su genio no habría forma de traer tranquilidad a su mundo.

De pronto sintió una presencia y alzó la vista espantado. Mientras los controles de la nave se alistaban automáticamente para despegar vio la silueta de su enemigo, sus ojos anaranjadas inspeccionándolo con frialdad.

-Vamos... -rogó el muchacho con desesperación a los controles que aún seguían preparando el despegue en el tiempo. Su enemigo alzó una mano al frente apuntando a la nave- ¡Vamos, rápido!-ordenó Trunks como si la máquina del tiempo pudiese obedecerlo, una gota de sudor corrió por su rostro cuando un haz de luz fue disparado hacia él. Vio a la nave a punto de salir, pero el impacto chocó duramente con él moviéndolo de su lugar. El impacto lo hizo chocar con dureza contra el panel, presionando los botones. Trunks vio alarmado como los números que su madre había programado cambiaban enloquecidamente. Quiso presionarlos para ponerles las coordenadas correctas de nuevo, pero el panel no funcionaba- ¡NO! -gritó cuando su enemigo lanzó otro ataque, Trunks se cubrió cruzando ambos brazos a la altura del rostro pero fue otro el destello que lo cegó.

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Bajó lentamente los brazos. Vio un cielo despejado cuando sintió a la nave bajar para tomar posición sobre la superficie. Examinó horrorizado a la ciudad del Oeste y a la Corporación Cápsula completamente aniquiladas. Miró el panel de mando para tener una idea del tiempo en el que se encontraba pero éste estaba apagado. Tuvo que forzar la compuerta para poder salir de la nave. Nada funcionaba.

-No puede ser... -protestó viendo la ciudad hecha añicos como un gigantesco parque de escombros- ¡NO PUEDE SER!-gritó enfurecido mientras alzaba vuelo. No había nadie en su casa así que, angustiado, recorrió toda la ciudad... nadie. Recorrió las ciudades aledañas... NADIE.

Ningún humano. Sólo plantas y malezas entre los escombros, se sintió apesadumbrado y jamás dejó de gritar para que alguien le respondiera, quien fuera.

¿Acaso el sujeto había acabado con todo? Sintió un par de lágrimas escurrirse por sus mejillas mientras apretaba la mandíbula. Buscó en el monte Paoz: nada. Buscó el templo de KamiSama: destruído.

Surcó los cielos un par de veces más hasta que la tarde cayó.

Estaba sólo en un planeta sin nadie. Sus pies tocaron el piso nuevamente. Estaba sólo y su nave no funcionaba. Se sentó desconsolado entre las ruinas intentando pensar en alguna solución, pero un presentimiento lo hizo voltear.

Hizo a tiempo para esquivar el ataque de una cuadrilla de cinco hombres con el cabello alborotado, la contextura fuerte y... un uniforme muy parecido a los soldados de Freezer aunque poseían un símbolo extraño en el pecho. No pudo observar más, ellos lo atacaban y él se defendía constantemente, vio sus colas atadas a la cintura y el estupor que le causó darse cuenta de este detalle logró que uno de ellos encestara un puñetazo en la mandíbula.

Trunks reaccionó cansado, transformándose en super saiyajin. El grupo de guerreros frenó su ataque y luego sonrieron complacidos.

-¡¿Por qué no dijiste que eras uno de los nuestros !? -protestó el más alto, con una cicatriz enorme sobre su ojo izquierdo, calvo y musculoso- Pensamos que habían venido a querer vender el planeta.

-Qué extraño cabello- observó otro. Trunks volvió a su estado normal. Eran saiyajins... La confusión no le permitía hablar pero tenía que ser listo y aprovechar la desorientación de los hombres. -¿Y tu uniforme?

-¿En qué año estamos?- preguntó finalmente Trunks. Los soldados rieron.

-Año 787 de la Era del Dragón- respondió uno súbitamente riendo un poco- ¿Te has drogado o qué? ¿Cuál es tu cuadrilla, soldado? -preguntó el que parecía mandar entre ellos.

Ese era SU año. Quizás al golpear la máquina había viajado a un presente paralelo de otra línea temporal... ¿pero cuál? Según lo que le había contado su maestro Gohan, la Tierra debió ser conquistada por Freezer... para eso fue enviado el señor Goku... pero el guerrero golpeó su cabeza al llegar, olvidando su misión. Trunks pensó que aquel presente podría pertenecer a una línea paralela en la que la misión del saiyajín habría sido cumplida. Tragó saliva.

-No necesito cuadrilla -fingió aplomo y seriedad, el tiempo con su padre le había enseñado cómo se comporta un saiyajin- Mi nave se averió, necesito repararla -dijo simplemente.

Lo que más le sorprendió es que ninguno de esos soldados mostraron sorpresa, miedo o respeto al verlo convertirse en super saiyajin. Como si fuera algo común, mostraron estupor sólo cuando notaron que era de su raza como si aquella fuera la máxima sorpresa.

-¿Tenemos cara de mecánicos? -dijo uno sonriendo socarronamente.

-Tampoco tenemos cara de custodios y aquí estamos... -protestó un segundo.

-¿Qué es lo que custodian?- preguntó Trunks enojado.

-Este planeta, claro- sostuvo uno del grupo- Esperamos que llegue la orden con el comprador... ¿Tu has venido a traer eso?- Trunks negó con la cabeza. Así que era cierto, Freezer se había apoderado de la Tierra y aquellos saiyajins habían matado a la humanidad... a su madre. Sintió ganas de asesinarlos pero contuvo su instinto.

-Tengo que reparar mi nave -repitió Trunks sin lugar a palabras de más- Debo irme de aquí -dijo mirando hacia los alrededores, si ya tenía problemas en este tiempo su madre estaba en el otro esperando su ayuda, debía traer a Gohan.

-Sólo puedes hacer eso en la Capital, traela por aquí... podrás irte en nuestra nave nodriza. Y llévales un mensaje: ¡Que traigan pronto al comprador!

PARTE 2:

* Sangre *

Cuando aterrizó en el planeta, sintió a la rabia acumulada aumentar. Era un mundo frío, la atmósfera era práctimante inexiste y no existía luz natural, todo era iluminado por luces incandecentes de un color blanco-frío.

Trunks salió de la nave con curiosidad. Unos extraterrestres muy diferentes a los saiyajins lo asistieron.

-¿Necesita algo, señor? -debían de ser esclavos, Trunks les explicó que sólo quería reparar su nave y los siguió hasta los talleres, no quería perder su vehículo de vista, la única llave a su tiempo. El saiya fue servido como rey al llegar, se le dispuso una mesa y comida en frente aunque él renegase de esas atenciones y sintiera que no tenía apetito. Sin embargo, comió como sólo pueden comer los saiyajins. En las horas que estuvo en los talleres observando como reparaban su nave no pudo evitar a su rencor y sed de justicia preguntar:

-¿Ustedes también son esclavos de Freezer? -cuestionó cruzándose de brazos. Uno de ellos volteó a verlo con los ojos muy abiertos por la sorpresiva pregunta.

-No, señor. Sólo servimos con fidelidad a un solo amo -admitió el mecánico trabajando esmeradamente mientras por el nerviosismo una gota de sudor bajaba por su sien.

-¿A quién?

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-Su Majestad, me parece muy extraño... Ha llegado sin uniforme, sin presentaciones... Se ha instalado con los esclavos en el taller con aquella nave extraña. Recibimos un comunicado de la Tierra diciendo que el joven llegó a la fase de super saiyajin.

-Bah, gran cosa... ¿qué tiene de importante? Debe venir de alguna otra misión, quizás un vástago débil enviado a otro planeta... Tengo cosas más importantes que hacer, Nappa -el corpulento saiyajin alzó los ojos sorprendido a su rey.- A propósito de la Tierra, envía a un nuevo comando para reemplazar al otro, se ha subastado a buen precio y sólo queda esperar la ocupación del propietario -Nappa asintió saliendo de la sala.- Trae a ese muchacho aquí, quiero saber qué planeta sometió para enviar un grupo a custodiarlo.

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-... así que esta es la Capital del imperio... el planeta Veyita... -repitió anonadado.

Trunks se sorprendió por lo que había escuchado pero no pudo replicar cuando un grupo de saiyajins llegó a los talleres aumentando el nerviosismo de los mecánicos.

Se puso de pie sintiendo que era observado, los soldados lo miraban como si fuese un especimen extraño digno de investigación.

-El rey quiere un reporte de la misión. Apresúrate. -le ordenaron friamente enfilándose hacia fuera, Trunks se sintió confundido.

-Esperen... deben pensar que soy alguien más... - balbuceó viendo que había llamado la atención, uno de los soldados lo tomó del brazo mirándolo gélidamente y lo jaló para que los siguiera.

Trunks no tuvo más opción. Miró hacia atrás, su nave quedaba en buenas manos, no tuvo más remedio que avanzar preocupado tras los soldados.

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Una puerta se abrió y Trunks fue arrojado dentro, trastabilló recuperando el equilibrio. Vio hacia atrás para reclamar el maltrato pero la puerta volvió a deslizarse dejándolo encerrado. Miró hacia delante: era una habitación larga y oscura. Una alfombra roja se deslizaba desde sus pies hasta el fondo, donde un trono se erguía con alguien sentado en él, apenas podía distinguirse por las sombras. Trunks siguió observando, los tragaluces simplistas del techo, las columnas oscuras a los lados...

-¡DATE PRISA, SOLDADO! ¡NO TENGO TU TIEMPO! -la voz le heló la sangre en las venas. Trunks sintió a su corazón palpitar con fuerza a causa de la adrenalina, se remojó los labios con la lengua por nerviosismo y frunciendo el ceño confundido comenzó a avanzar hacia el trono.- Tú no eres un saiyajin... -murmuró el hombre mientras se acercaba, Trunks mantenía la vista clavada en el suelo con temor a levantarla. No era un temor con miedo pavoroso, era el temor de corroborar una realidad- ... Vete, han traído al equivocado.

Trunks mantuvo los ojos en el suelo y sus pies parecían enraizados allí.

-Es él, Majestad... Por eso le decía que era extraño -respondió otra voz, Trunks alzó la vista a su derecha viendo a un soldado corpulento de bigotes. Sintió frente a él unos pasos y el despliegue de una tela resonando contra el aire. Viró.

-¿Quién eres?- preguntó el rey. Preguntó su padre.

Era Vegeta, todo era de él, sólo la armadura con hombreras y la capa sobre estas lo diferenciaban del padre que había visto en su pasado. Trunks le sonrió con desdén a la ironía.

-Mi nombre es Trunks -dijo finalmente.

-¿De dónde vienes? ¿Qué haces aquí?

-Vengo de la Tierra, están reparando mi nave -explicó escuetamente, no podría explicarle la realidad. La mirada insistente del muchacho incomodó al rey que la enfrentó con agresividad.

-Ya sé eso, me refiero a tu raza... -el guerrero insistía, Trunks vaciló.

-Soy saiyajin -respondió.

-Mentira... no tiene cola -observó el corpulento a la derecha, Trunks sonrió transformándose en super saiyajin y otra vez notó que no había sorpresa- Debe ser un híbrido entonces, no un saiyajin raza pura -insistió el otro hombre.

-¿Híbrido con qué raza?- volvió a cuestionar el rey, Trunks volvió a su estado natural.

-... con la humana... -sostuvo mirando a los ojos al rey, hubiese querido decirle más. El hombre frunció el ceño- ... la terrícola...

-Imposible- sostuvo el rey volviendo a sentarse en su trono- Los saiyajins y los humanos jamás se han cruzado.

-¿Acaso no dejaron a nadie con vida?- se apenó. El rey rió con perversidad.

-Cuando llegamos a la Tierra ya estaba deshabitada- objetó el rey- Debieron morir por algún motivo... o huir- aclaró inspeccionándolo con interés- ¿Ese es tu máximo poder?- Trunks asintió y el rey rió a carcajadas.- Nappa, todos... ¡salgan! -gritó. Una vez que estuvieron solos Trunks lo miró con temor, ¿acaso su padre lo desaparecería por "mentiroso"?

Ahora podía entender, este era otro tiempo paralelo... en el que Freezer por algún motivo no había sometido a los saiyajins... o sí, pero ellos reinaban, vivían, conquistaban.

-Le aseguro que le digo la verdad, señor- se apresuró a aclarar el muchacho para no recibir la reprimenda, el rey se puso de pie frente a él, bajó la escalinata y quedó a su lado sin mirarlo.

-Eso es imposible -admitió el rey volviendo hacia él- La mentira se paga cara -agregó, Trunks sintió un escalofríos cuando percibió el aire caliente agitarse y el ki de su padre elevarse, volteó: él también podía transformarse en super saiyajin.- La mentira cuesta una vida.- continuó sonriéndole socarronamente mientras sin preliminares lo golpeaba con el codo en la boca del estómago. Trunks se dobló del dolor.

-Señor... -le rogó sin aire, alzó la mirada adolorida hacia él aún sosteniendo el lugar que había sido golpeado- ¡le juro que le digo la verdad!

-Entonces... ¿quién es tu padre, cuál soldado? -le preguntó con sus fríos ojos esmeralda examinándolo, Trunks toció agachando la mirada- ¿o la parte saiyajin la heredaste de tu madre? Dime, ¿es una ramera que se ha apareado con alguna raza extraña y te da pena admitir que eres un engendro? -se burló, Trunks levantó los ojos enfurecido.

-Mi padre, lo heredé de mi padre -dijo.

-¿Quién es? -volvió a insistir el rey, Trunks lo miró y tuvo que volver a agachar la vista.

-... Jamás lo creería... -murmuró recibiendo al tiempo un golpe en la nuca que lo tumbó en el suelo, sintió una bota presionando en su cabeza.

-Basura... es lo que eres -aumentó la presión provocando que el rostro de Trunks se hundiera en las baldosas, rompiendo el suelo. Sintió una bola de ki ser formada en el aire. -¿Qué...? -preguntó anonadado el rey cuando Trunks volvió a transformarse en super saiyajin escapando de su ataque.- ¿Me desafías, insecto?

-No, señor... pero le digo la verdad... yo... no pertenezco a este tiempo- le dijo buscando una forma de hacerle entender, no quería morir en manos de su padre. El rey no dio lugar a explicaciones abalanzándose sobre él y comenzaron a combatir cuerpo a cuerpo destrozando las columnas de la sala. Vegeta sonreía complacido pero de vez en cuando congelaba sus gestos lanzando ataques que sorprendieron al muchacho, su padre resultaba más frío e impadioso que en el pasado.

Trunks gritó cuando el hombre lo ahorcaba, presionaba más en su cuello sosteniéndolo en el aire mientras volaba rozando el techo de la sala. Trunks recurrió a su transformación más avanzada, aumentando su musculatura y obligando a su padre a soltarlo. El joven se mostró confiado viendo el rostro confundido del guerrero. Ambos descendieron en el suelo.

-Así que has llegado a ese nivel, te felicito -aclamó sarcásticamente el rey mientras le propinaba una lluvia de golpes- Debiste haber entrenado más para darte cuenta... de que es inútil ese poder sin ligereza para esquivar los ataques -comentó estampando de un golpe a Trunks contra una de las paredes. El muchacho perdió su estado super saiyajin volviendo a mostrar sus cabellos violáceos mientras caía ensangrentado en el suelo, respiraba agitado cuando sintió algo que lo obligó a levantar la vista- ¡Este es un super saiyajin poderoso!-le aclaró con arrogancia.

-... la fase dos... -murmuró Trunks sonriendo de lado mientras intentaba despegar el rostro del suelo. Su padre había alcanzado el máximo nivel de súper saiyajin conocido hasta entonces. Trunks comenzó a reír dolorosamente.

-¿Sorprendido, eh? -Vegeta se cruzó de brazos ladinamente- Es normal, la basura como tú jamás podría aspirar a esto.

-¡Alteza! ¡Alteza real! -Trunks sintió como Vegeta esfumó su estado para virar al soldado que ingresaba.- Atacan al planeta número 79, han matado a todos los soldados que custodiaban.

Vegeta gruñó quitándose la capa.

-Eh, muchacho... -lo llamó, Trunks aun intentaba ponerse de pie- Vendrás conmigo, veremos si puedes serle fiel a tu raza -le confió mientras se acomodaba los guantes, el soldado lo miró- Prepara dos naves...

-¿Sólo dos? Pero una tropa elite ya está aguardando en el hangar... -balbuceó extrañado.

-Son gusanos, yo lo haré, hace mucho que no tengo un combate de verdad- Vegeta movió los hombros y el cuello emocionado con la futura batalla, seguramente estimulado por la pelea que había tenido recién.

4

Trunks se puso de pie con la misma emoción, caminó como pudo detrás de su padre.

Uno de los esclavos que lo había recibido salió a su encuentro.

-Ya hemos reparado su nave, estará disponible para usted cuando guste -le dijo revereciándose frente a él. Trunks le sonrió confiado, cuando volviera podría escapar de aquel extraño presente. Miró a su padre ingresando en una nave pequeña y él hizo lo propio imitando todos sus movimientos; otra vez tenía la oportunidad de cruzarse con él... debió ser el destino, pensó. Por suerte, las naves ya parecían programadas así que no tuvo que hacer nada.

Era la primera vez que viajaba en el espacio en aquellas naves legendarias de las que su madre tanto le había habado, un nudo se atoró en su estómago cuando vio un planeta acercándose cada vez más. Ahora entraba en razón, su padre lo estaba llevando a combatir. A combatir con quienes ya habían matado a algunos saiyajins.

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-¿Dónde se esconderán estos gusanos?- preguntó en voz alta Vegeta mientras encendía un artefacto sobre su ojo izquierdo, como un visor que enseñaba cálculos sucederse con un sonido insoportable a los oídos de Trunks.

-Están por allá- señaló Trunks que podía sentir el ki maligno de varios sujetos. Su padre lo miró de reojo desconfiando de él, pero los cálculos en su visor frenaron. Gruñó con molestia y despegó exactamente hacia donde Trunks le había indicado, el muchacho voló tras él.

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-¡Sólo los estás esquivando! -bramó Vegeta en pleno combate- ¡MÁTALOS! -le ordenó, Trunks lo miró con desesperación, no quería obedecerlo. El combate parecía ser mucho más duro de lo que su padre esperaba, ambos combatían codo a codo contra más de una docena de poderoso guerreros.

Trunks volvió a esquivar un ataque, pero recibió un golpe por atrás que lo tumbó en el suelo desprotegido para cuando un haz de energía se precipitó contra él. Cerró los ojos.

Trunks sintió como lo jalaban de la chaqueta poniéndolo de pie, Vegeta lo miró a los ojos.

-O los matas tú o te matan a ti -explicó el rey con suavidad y odio. Trunks asintió imitando a su padre.

-¡BIG BANG ATTACK! -gritó el chico llamando poderosamente la atención del rey que lo observó anonadado.

-¿Quién te enseñó eso?- protestó mirándolo con desconfianza- Es mi técnica nada más...

7

-Bah, no tuvo suspenso... -se quejó Vegeta después de un rato mientras descansaba sentado sobre una roca, Trunks respiraba agitado alejándose del último enemigo al que le había arrebatado la vida.

-Tiene usted un gran poder -admitió el muchacho sentándose en frente suyo, Vegeta sonrió con petulancia.

-No existe nadie más en el universo con mi poder comentó el rey cruzándose de brazos mientras examinaba el firmamento.

-Quizás no en este tiempo -agregó el muchacho sonriendo de forma enigmática, Vegeta se volteó a mirarlo.

-¡¿Qué insinúas, insecto ?! ¿Crees que haya alguien más fuerte que yo en alguna parte? -le preguntó con prepotencia, Trunks sonrió.

-Como le dije, señor... Quizás no en este tiempo, pero en mi época hay un sujeto muy poderoso asolando la Tierra. Nadie en mi época tiene el poder de destruirlo- se enfadó apretando el puño. Vegeta rió.

-¿Cómo es esa historia del otro tiempo? -preguntó con curiosidad- Suena a invento de niños...

-Verá- Trunks tomó una rama y dibujó en la tierra arenosa un par de líneas- Existen dimensiones paralelas con distintas líneas temporales... si algo se modificase en esta, por ejemplo... dos futuros dispares saldrían... se formarían más y más líneas... que jamás se cruzan- Trunks lo miró a los ojos- Yo vivo en este mismo año, en la Tierra... y el planeta está lleno de vida. Mi madre es humana, mi padre es un guerrero saiyajin.

Vegeta examinó el dibujo del muchacho.

-¿Y qué haces tú aquí? -preguntó sin creerle una palabra.

-La nave que traje para reparar... es una máquina del tiempo -explicó sin más. El rey siguió sintiendo curiosidad.- Intentaba viajar al pasado, donde sé que existe alguien muy poderoso que podría hacerle frente al enemigo del que le hablé... pero mi máquina se dañó y terminé aquí.

-Ya veo... pero si hay un saiyajin en tu tiempo significa que de todos modos hemos conquistado el planeta -comentó el rey ufano de su raza.

-En mi tiempo no existen los saiyajins.

-¿Cómo? Si fuera cierto no habrías nacido... -reprochó mirando hacia el horizonte.

-Según lo que me contaron, el planeta que usted gobierna no existe en mi época... y soy el último con sangre saiyajin -explicó- a los pocos saiyajin que quedaban los exterminó una amenaza que, por suerte, ya hemos podido derrotar.

-Es imposible ¿Qué le pasó al planeta Veyita?- preguntó Vegeta sin querer respuesta mientras presionaba el ceño- Es imposible que alguien haya atacado a los saiyajins, somos una raza indestructible...

-No estoy seguro... -aseguró Trunks, miró a su padre buscando llamarle la atención.- ¿Usted... vendría a mi tiempo a derrotar a ese sujeto?

El saiyajin lo miró de reojo.

-Sé el poder que tiene, sólo un super saiyajin fase dos podría hacerle frente... -explicó Trunks de repente. Vegeta le retiró la mirada. Viendo su reticencia, Trunks recordó que llevaba algo encima que acababa de darle su joven madre, buscó en los bolsillos de la chaqueta y le acercó un papel al hombre- Mire...

-¿Qué... ?- los ojos negros del saiyajin miraron con sorpresa y perturbación la fotografía.- Soy...

-¡Es usted! -le aclaró Trunks, el rey acercó más a sus ojos la fotografía para examinarla con cuidado- Antes me había preguntado quién era mi padre... -Vegeta miró hacia un lado.- Es usted.

El rey empalideció volviendo su vista rápidamente a la fotografía sin poder creer lo que veía: un hombre que era él, sencillamente era él... un bebé de cabellos violetas y ojos celestes... como el muchacho que lo observaba.

-Es imposible- objetó el rey poniéndose de pie.- Dices puras patrañas... yo jamás hubiese...

-... usted llegó a la Tierra a órdenes de Freezer... -comentó Trunks rápidamente viendo que el rey se encaminaba hacia su nave para no oír más, trotó hacia él- ... usted era el último de los saiyajins de raza pura... usted me entrenó...

-¡Es mentira! -bramó arrugando la foto y arrojándola hacia atrás mientras se introducía a su nave.

-¿Ah, si? ¿Entonces porqué sé hacer el BigBang Attack?- Vegeta frenó su camino- Eras mi padre, no te conocí, viajé al pasado para verte porque en mi tiempo esa amenaza de la que te hablé te asesinó... -Trunks tragó saliva- No le pido nada, pensé que era lo suficientemente fuerte como para enfrentarlo, pero no se preocupe... en otra época, incluso en el pasado, ya existe otro super saiyajin fase dos... iré por él.

Vegeta cerró su nave y despegó, Trunks recogió la fotografía que quería volar lejos por la onda expansiva e hizo lo propio.

8

-Todo está como lo pidió, ya está lista para usarse -agregó un mecánico, Trunks le dio las gracias contemplando su nave. Había sido una corta aventura de horas pero la recordaría por siempre, ahora no había tiempo de reflexionar... debía viajar al pasado para llevar consigo a Gohan y luego volver a su tiempo y proteger a la Tierra.

-¿Así que ese cacharro puede viajar en el tiempo? -preguntó una voz a sus espaldas, Trunks se volteó sonriendo a su padre que observaba con interés la nave.

-Puede ir y volver sin problemas -agregó viendo que las compuertas del taller se abrían para dejar salir la nave.

-¿Qué tan fuerte es ese sujeto? -el rey dio unos pasos al frente- Hace demasiado tiempo que no tengo un rival digno de mí...

Trunks le sonrió.

-Es una fuerza inexplicable, tendría que sentirla por usted mismo -el muchacho abrió la compuerta de su nave y se introdujo dentro.

-De seguro es tan sólo un insecto -afirmó el saiyajin sonriendo ladinamente. Miró hacia arriba con maldad, Trunks saltó de la nave hacia donde estaba su padre.

-Estoy seguro que si lo enfrenta, podrá vencerlo... yo lo traeré a su tiempo apenas termines y... -el muchacho vio como Vegeta tomaba su lugar en la cabina, se sonrió.

-¡Apresúrate! ¡No tengo todo el día!

PARTE 3:

* Destino *

-Rayos... -murmuró Vegeta cuando la escotilla se abrió permitiéndole ver aquel planeta- Está lleno de vida, debí venderlo a un mejor precio...

-¡Vamos, no hay tiempo que perder! -lo apresuró Trunks, subieron las escaleras del taller cuando se chocaron con alguien que bajaba a su encuentro. Bulma abrió los ojos consternada viendo a Vegeta pasar por su lado. Lo siguió con la mirada sin decir una palabra.

-¿Dónde está esa sabandija? -preguntó el saiyajin, Trunks corrió a su lado, salieron al patio y le señaló un punto en el cielo. El muchacho se transformó en super saiyajin para acompañarlo pero recibió la fría mirada del rey reteniéndolo.- Ni se te ocurra interferir... -le dijo sutilmente mientras tomaba impulso y despegaba hacia el enemigo.

Trunks asintió mientras lo veía alejarse, volvió a su estado normal. Miraba con orgullo el firmamento mientras vigilaba a través del ki los movimientos de su padre para socorrerlo en caso de lo que necesitara. En todos los tiempos Vegeta seguía siendo demasiado orgulloso.

-¿Ese es...?

-Es papá -le dijo Trunks a su madre que se había asomado aún traumatizada por los hechos.- Mi nave se averió y terminé en un presente alterno donde él es rey... y tiene el mismo poder de Gohan o más...

-Increíble... Se ve tan joven aún... -observó la mujer sin prestarle mucha atención- ¿Estás seguro que no fue un pasado paralelo?- preguntó Bulma anonadada. Trunks lo negó.

-Año 787... Es una suerte que no vivamos allí, en todo caso yo no hubiese nacido nunca ya que los humanos y los saiyajin no se han cruzado...

-Ya veo... -murmuró su madre sin escucharlo.- Voy a preparar el almuerzo -dijo en el mismo todo neutro, como si fuera una autómata. Trunks la vigiló confundido mientras continuaba viendo la pelea.

2

-Basura, nada más... -murmuró el rey saiyajin una vez que no quedó nada del enemigo, limpió el hilo de sangre que salía de su boca- Ahora, por lo importante -murmuró sonriéndose con maldad.

Qué muchacho tan estúpido. Había sido una fortuna cruzarse con él, en cuanto regresaran a su planeta lo mataría y se apoderaría de la máquina del tiempo, un artefacto invaluable para prolongar su poderío y sus conquistas... en su tiempo y en todos los demás... en aquel otro en el que no existían saiyajins ni nadie para hacerles frente. Vegeta comenzó a reír macabramente

- Estos terrícolas resultaron ser muy ingenuos... -dijo con perversidad mientras descendía el vuelo buscando el lugar donde habían aterrizado.

-Lo lograste... -lo recibió Trunks ufano en el patio- Ven, vamos a comer algo. -Vegeta caminó tras él observando sin interés aquella casa derruída, vio una mujer frenar su marcha en el pasillo en el que ellos andaban. La miró, parecía estupefacta.- Ella es mi madre, Bulma -la presentó Trunks, Vegeta frunció el ceño- Él es el rey Vegeta -siguió avanzando hacia el comedor, dejándolos solos.

-Pues bien... -murmuró Bulma nerviosa, el rey la observó con curiosidad- ... ¡No creas que va a pasar nada de lo que ocurrió en otro tiempo!

-Qué vulgar- observó él sorprendido por su actitud y caminó molesto con ellos hasta la mesa.

Trunks se encontraba ufano en la mesa, era extraño pero tenía en su casa, en su mesa, en su tiempo a sus padres... o algo así.

-Entonces, cuando terminemos de comer, volveremos- aseguró el rey con autoridad mientras terminaba de tragar la última porción de comida, Trunks se atoró con un trozo de comida y comenzó a titubear un poco.

-Claro que no -protestó Bulma molesta- No sé en tu planeta, pero esta máquina está preparada para ir y volver... pero no cada cinco minutos ¡Así que ten más consideración y piensa que necesita recargar energía!

-¿Y en cuánto tiempo estará lista? -bramó el saiyajin.

-Mañana... ¿tan urgente es? ¿No entiendes que volverás a tu tiempo al mismo momento en el que partieron? No pasará nada -adjudicó Bulma. Vegeta la observó de reojo con molestia.

3

El saiyajin se levantó de la cama que le asignaron, habría dormido media hora luego del almuerzo y ya se sentía recuperado. Bostezó mientras se ponía de pie y por sentirse demasiado ocioso en la cama comenzó a recorrer la Coporación Cápsula. Encontró al muchacho durmiendo de mal modo sobre un sofá de la sala mientras una pantalla frente a él sucedía un sinfín de imágenes a las que no les halló sentido. Continuó su camino sin interés hasta el taller para vigilar la máquina del tiempo.

Entró y la observó con un interés renovado por su tecnología.

-¿Es un joya, verdad? -cuestionó Bulma a sus espaldas tecleando sobre una computadora sin dirigirle la mirada- Soy un genia, no hay dudas... aunque debo admitir que me costó mucho... -agregó con falsa humildad.

-¿Tú la creaste?- preguntó con curiosidad el saiyajin, Bulma sintió a su corazón agitarse pero se repitió a si misma que él no era su Él.

-Por supuesto ¿Quién más? Soy la gran Bulma Briefs- comentó guiñando un ojo mientras se ponía de pie.

-Ahora entiendo... -Vegeta descruzó los brazos sin quitar sus ojos de la nave.- Me has sido útil... -siguió con arrogancia mientras la mujer lo observaba confundida- ... en tu tiempo. -completó él. Bulma se ofendió mirando hacia otro lado. Conocía al saiyajin, conocía esa mirada de sorna.

-No sé a lo que te refieres -siguió ella mientras volvía a su trabajo.

-¿Por qué no conquisté la Tierra? -quiso saber su voz, Bulma sintió nuevamente a su pecho golpear, apretó los labios.- La hubiera vendido a buen precio...

-Tenías otras prioridades entonces -le comunicó la mujer sin detener el tecleo- Tú sólo querías ser más fuerte... construí con mi padre una máquina de gravedad para que entrenaras... -le dijo desquitándose los recuerdos que llevaba encerrados por no los compartir con nadie más su pasado juntos.

-No sirvió... -argumentó él caminando alrededor de la máquina del tiempo, todavía sin mirarla- Me mataron -dijo sin más- ¿Cómo pudieron matar al rey de los saiyajins?

Bulma rió.

-Vaya... lo mismo de siempre, sólo que has subido de rango.- dijo con gracia mientras se ponía de pie para mirarlo.

-¿Por qué aquí no existe mi planeta? ¿Qué pasó? -le preguntó exasperado.

-Fue Freezer - Bulma se encogiéndo de hombros sin tener más que decir, Vegeta comenzó a protestar.

-Pero lo matamos, mi padre murió combatiéndolo...

-No en este tiempo, él fue emperador del Universo y tú eras su soldado. Así fue como llegaste a la Tierra. -le explicó Bulma, Vegeta la seguía mirando con recelo.

-¿Dónde está Freezer ahora? -su tono se oyó con frialdad, parecía querer ir a vengar su raza.

-En el Infierno -le dijo ella sin más- Tú debes estar acompañándolo ahora... -agregó y se volteó dándole la espalda mientras parecía mirar algo en su pantalla, Vegeta se le acercó.

-¿Cuándo morí? -preguntó con gravedad como si lo que le hubiera pasado a su contraparte le hubiese ocurrido a él.

-Hace... 20 años... y 2 meses- Bulma sintió una ola de frío recorrerla- No podía revivirte entonces...

Vegeta no comprendió lo de revivir ¿Acaso los humanos tenían esa posibilidad?

-... fuiste muy testarudo, como siempre. -siguió Bulma recordando la última vista que tuvo de él cuando partió a la batalla.- Dijiste que volverías... -susurró.

-En cierta forma... -siguió Vegeta burlándose de los sentimientos de aquella humana con ironía- ... regresé.

-¡Oye, mamá! -Trunks ingresó al taller parando en seco su paso al verlos- Lo siento, vuelvo después.

-No ¿Qué querías?- le preguntó su madre. Vegeta observó la escena con interés: la terrícola era la que ingenió aquella nave, fácilmente podría preparar más y la expansión sería mucho más rápida para todos sus soldados. Debía estar atento a ella, aún tenía sentimientos hacia su contraparte y eso podía serle de utilidad.

4

Por la noche, Vegeta caminó por los oscuros pasillos del piso superior buscando a la terráquea... no la encontró. Gruñó molesto y nuevamente entró al taller, como se lo imaginó ella estaba allí pero dormía plácidamente.

Vegeta se sonrió con malicia tomándola del hombro. Bulma apenas levantó la vista para terminar de despavilarse alterada.

-¿Qué pasa? ¿Pasó algo?- preguntó desorientada mientras se acomodaba el cabello.

-No -dijo él simplemente- Quería saber cuánto faltaba. -apuntó mirando la nave, Bulma lo siguió con la mirada.

-Dije que mañana estará... ¡Qué impaciente!- se quejó estirándose en su silla, el saiyajin la observó entre la poca luz que había gracias a la pantalla de su monitor siempre encendido.

-Siento curiosidad por esta máquina- dijo mientras volaba hasta colocarse en la cabina. Bulma suspiró molesta y subió las escaleras hasta llegar donde él, se asomó por la cabina mirando como el saiya tomaba el mando, parecía un videojuego de niños y él, un niño.

-Es muy buena, ¿verdad? -preguntó ella jactanciosa mientras se metía sentándose a su lado- Pero ha sido muy golpeada, ya le dije a Trunks que la trate con sumo cuidado o podría quedar inservible la próxima vez -la mujer lanzó la sugerencia mientras lustraba con la mano el panel aún apagado. Sintió a Vegeta moverse, lo vio cerrar la escotilla sobre ella pasando su brazo detrás de la mujer, Bulma lo observó asustada mientras él terminaba de sellar y dirigía los ojos hacia los suyos.

-Es una lástima que no haya terrícolas en mi época... o debería buscarlos, nuestros ingenieros no tienen tanta imaginación -observó el saiyajin volviendo su interés a los controles mientras los toqueteaba sin sentido, de vuelta como un niño dentro de un juego de simulación.

¿Ella escuchó? Seguro que no, miró hacia su pecho por si acaso se notara la forma de latir tan exagerada de su corazón.

-Bulma... -la llamó él, pudo escucharlo pero no lo asimiló, pensó que jamás volvería a escuchar su nombre en aquella voz. Lo miró extasiada intentando verse fría y segura de sí misma. Se veía igual que como se fue, se había quitado la armadura quizás por la incomodidad que le provocaba al dormir, lucía desde el cuello su traje característico. Tenía el mismo cabello alborotado, los mismos guantes, la misma voz... - ¿Cómo se maneja? -le preguntó con una curiosidad que la alarmó.

-Vegeta, por favor -le sonrió la mujer abriendo nuevamente la escotilla.- Aunque no lo creas, te conozco muy bien... ¿crees que te enseñaría a usarla? La necesitamos, no te permitiré que la robes para tu propio beneficio.

El saiyajin la miró desconcertado, gruñó frunciendo el ceño.

-Pues bien... así lo quisiste -dijo sin más, bajando más rápido que ella. Hubiese sido más fácil enseñarle a manejar la máquina, ahora llevaría la nave con sus científicos, ellos se encargarían de analizarla; tendría que matar al muchacho para que se la entregue, lo sabía... una pena, después de todo era su heredero.

5

-¡Vuelve pronto, Trunks! -lo saludó su madre mientras la nave volvía a alejarse, Vegeta se cruzó de brazos esperando el despegue.

-No entiendo como pude estar con una mujer tan escandalosa... -murmuró haciendo sonrojar a Trunks. El destello blanco volvió a cegarlos cuando la nave volvía a aterrizar- ¡Te equivocaste! -le bramó el saiyajin mirando confundido por el cristal hacia fuera.

-No... no me equivoqué -balbuceó Trunks mientras inspeccionaba con la mirada el panel con las coordenadas- Estamos en el mismo lugar, en la misma época, el mismo año, el mismo día... quizás unas horas después porque el cálculo que hicimos no fue tan preciso...

-¡Abre esto! -bramó el rey, Trunks obedeció quitando la escotilla, un aire caliente y tóxico golpeo el rostro de los hombres. Vegeta saltó fuera recorriendo un gigantesco cráter que parecía no tener fin ni hacia el horizonte ni en lo profundo.

-¿Qué pudo pasar? -se preguntó Trunks alarmado por ver todo destruído, la tierra a sus pies de pronto comenzó a temblar. Toda la superficie visible parecía enrojecida y devastada, tuvo que cubrirse la boca con el revés del puño para avanzar, pues el aire caliente quemaba sus pulmones con algún gas contaminado que lo obligaba a tocer. -¡Espere! -Trunks corrió hacia Vegeta que voló rodeando el cráter, el muchacho vio lo mismo que él: un soldado tirado que intentaba ponerse de pie.

-¿Qué pasó aquí? -preguntó Vegeta nervioso mientras lo sacudía. Trunks se horrorizó al ver el rostro del soldado completamente quemado.

-Alteza... Cayó... -explicó agonizando- Todos murieron... todos... cayó del cielo... -repitió haciendo que Vegeta frunciera más el ceño.

-¿Qué cosa?- siguió interrogando Trunks, temiendo que pudiese tratarse de una nueva amenaza interestelar.

-Un meteorito... -Vegeta soltó al soldado que dio su última exhalación.

Un terremoto mucho más poderoso hizo temblar todo, las capas de tierra comenzaban a separarse.

-¡Vámonos de aquí! ¡El planeta va a estallar!- gritó Trunks tomando a su padre del brazo para volver a la nave.

-¡No! -se rehusó el saiyajin empujándolo lejos suyo- ¡Es mi planeta!

-¡No hay tiempo! ¡Vámonos, por favor, señor! -rogó Trunks al hombre que volvía a despegar para seguir recorriendo su mundo en busca de supervivientes.

La tierra volvió a temblar, Trunks vio como su nave se ladeaba hacia un lado para caerse y voló rápidamente para ponerla a salvo.

-Si no me voy ahora ya no podré volver -pensó el muchacho en voz alta entrando en ella y cerrando la escotilla- Papá, porqué tienes que ser tan obstinado...

6

Vegeta comenzó a sentir que el agobiante calor lo empujaba hacia el suelo y no pudo mantener el vuelo, se tapó la boca para poder respirar mejor pero la presión del ambiente no le permitió continuar. Cayó al suelo en medio de otro gran terremoto.

7

Trunks se precipitó sobre él con todo su peso y lo golpeó en la nuca, Vegeta cayó desmayado y el muchacho aprovechó para subirlo a su hombro mientras volvía a despegar, su nave se bamboleaba debido a los movimientos de la atmósfera del planeta.

Cerró rápidamente la escotilla en tanto dejaba a un lado al rey saiyajin, Trunks activó los controles desesperado cuando una tremenda columna de roca surgió ante los movimientos sísmicos, golpeando de lleno la nave y derribándola hacia la atmósfera. Mientras caían un destello blanco cegó al joven tripulante.

8

-¡¿Qué fue eso?! -se alarmó Bulma corriendo hacia el jardín, vio sobre le cielo una nube negra y sintió caer sobre ella pequeñas partículas de acero quemado.- ¡Trunks! -se alarmó viendo a su hijo en el suelo, el muchacho se despertó mirando hacia todos lados.

-Papá... -murmuró poniéndose de pie, a unos metros Vegeta se tomaba la cabeza mientras intentaba erguirse.- ¿Está bien, señor? -quiso saber Trunks llegando a su lado. El guerrero lo miró ofendido.

-¿Qué pasó? -le preguntó rápidamente mientras se ponía de pie y se percataba de que no estaban en su planeta.

-Explotó... lo lamento... -dijo Trunks bajando la vista, Vegeta sintió a la furia apoderarse de él, apretó los puños buscando sobre qué descargar su frustración y, teniendo a Trunks cerca de él, le propinó un puñetazo en el estómago, obligándolo a doblarse del dolor nuevamente.

-¡Gusano! ¿Cómo qué explotó? ¡Llévame allí de vuelta! ¡Llévame unos días antes! Les advertiré, mudaremos el planeta... -planeó Vegeta sin perder el tiempo, iba a continuar pero una voz interrumpió a sus espaldas, se volteó para ver a la mujer de rodillas en el suelo sosteniendo algunos cables.

-Dudo mucho que alguien viaje a algún lado... Les advertí que manejaran la máquina con cuidado ¡ESTÁ COMPLETAMENTE DESTRUÍDA!- gritó Bulma tomándose de la cabeza, Vegeta abrió los ojos horrorizado mientras se acercaba a ella.

-¡¿Como que destruída?! ¡Arréglala! - le recriminó salido de sus casilla.

-¿Crees que es tan sencillo? ¡Además muestra un poco más de educación! No eres quién para dar órdenes... -protestó Bulma mientras volvía a recoger las piezas de la máquina: la más grande de ellas era como la palma de su mano.

-¡Qué! ¡Tú creaste esta cosa! ¡Has otra! -insistió el saiyajin frotándose la sien.

-Claro que haré otra, porque soy muy inteligente y además no quiero estarte soportando en mi pacífica época -admitió Bulma con las manos en las caderas, Vegeta respiró más tranquilo- Salvo que tomará un tiempo...

-¿Cuánto tiempo?- preguntó alterado. Bulma abrió la boca pero no puedo encontrar las palabras adecuadas, se rió nerviosa mientras la furia de Vegeta se acrecentaba.- ¿Días?

Bulma negó.

-¿Semanas? -volvió a negar- ¡¿Meses? -preguntó más alterado, Bulma volvió a negar haciendo a Vegeta enrojecer de la ira.- ¿¡AÑOS!?

-Un par... más o menos- habló ella seriamente viendo como Vegeta se tomaba la cabeza para contener el dolor que lo aquejaba.

-¿Uno? -Bulma negó- ¿Dos?

-Dos, tres... me costó mucho armarla, te lo dije -Vegeta quiso gritar pero no pudo más que apretar los puños y caminar en el lugar reprimiéndose a estallar. -Y deberías dar las gracias, la última vez me tomó diez años. Podría hacerlo en menos tiempo, pero ese sujeto, el que mataste ayer, destruyó la oficina donde guardaba los planos con los que hice la máquina... Vaya, no me mires así.

-¿Años...? -volvió a repetir él en trance. No podía imaginarse tanto tiempo perdido.

Trunks se tomó la cabeza acercándose a ambos.

-¡Sí! No tampoco es tan grave, luego te llevaremos a tu tiempo y pasará como si no hubieras perdido un minuto... mientras tanto puedes quedarte en nuestra casa.- Vegeta seguía consternado mientras la mujer se alejaba.

-Lamento lo de su planeta -comentó Trunks, miró a su padre pero no se sintió escuchado.

-¿Quién se habrá creído...? -murmuró el rey bastante irritado.

Trunks comprendió y decidió seguir camino dentro de la casa, cuando el almuerzo estuvo servido notó que Vegeta entraba en la sala con desconfianza, una sonrisa adornó los labios del muchacho mientras recordaba la charla que había tenido el día anterior con su joven madre del pasado:

"Además es normal que tu madre rechace a otros hombres, hijo. Tu padre es un engreído obsesionado con las luchas... ¿Dónde podría encontrar algo similar?"

-Tenía razón, era cuestión de Tiempo... -murmuró Trunks para sí mismo.-Es una suerte que inventaras una máquina para eso.

FIN


N.A.: Aló? Hay alguien ahí? Jeje Bueno, a ver... sé que les di muy poco VxB o_o esta historia comenzó con esta premisa "Trunks le busca novio a su mamá y por azares del destino, gracias a un enemigo, termina en lo de su papá rey y lo lleva de alguna manera a su tiempo" Algo parecido me quedó, ya saben como son las historias... una se las imagina así y salen azá. El tema POISON de Takashi Sorimachi me escoltó la escritura.

Hubiese querido ser más descriptiva con los lugares y esas cosas... pero no me iba a entrar en el oneshot y a más de una le iba a dar un para cardíaco de ver TANTO para leer! Encima que la pareja no interactúa demasiado xD En fin, se me ocurrió la idea y la tuve que poner, lo lamento! Ya saben como es esto, la onda era que Mirai Bulma no quedara sola y no se robara ningún Vegeta de otras líneas temporales xD... Ojalá la hayan disfrutado.

Ah, y como toda persona que se queda hasta después de los créditos en el cine, se merecen algo más:


Trunks se desperezó, eran las cinco de la mañana y ya había amanecido, por eso le gustaba más el invierno donde todavía podía dormir un par de horas más. Se cepilló los dientes, se puso su ropa de entrenamiento y bajó raudamente hasta la cámara de gravedad, su madre la había construído el año anterior, unos meses después de que Vegeta llegara. Según ella, para mantenerlo ocupado mientras preparaba otra máquina del tiempo.

-Buenos días. -dijo mientras entraba, sabía que estaba retrasado, Vegeta siempre llegaba un par de minutos antes y le decía que hacía horas que lo estaba aguardando, que era un holgazán y demás.- ...qué extraño... -murmuró viendo la cámara quieta, volteó hacia la casa- Hmp, debe estar dormido... -se emocionó por ser la primera vez que podrían invertir los roles. Subió las escaleras de regreso al primer piso y golpeó a su puerta. Nadie respondió así que la abrió ligeramente. Nadie.- ... muy extraño... -repitió cerrando. ¿Se habría ido a entrenar lejos? No, necesitaba comida. Trunks bajó rápidamente hacia la cocina para corroborar si su padre o estaba desayunando o ya había desayunado y se había ido. Abrió, nada. Refrigerador lleno- ... muy muy extraño... -siguió Trunks un poco más preocupado, subió de nuevo las escaleras al cuarto de su madre, abrió la puerta para preguntarle si sabía algo de su padre pero tuvo que cerrarla de inmediato. Se quedó helado del otro lado mirando la puerta de fino roble mientras el rubor carcomía su rostro- Esto ya fue DEMASIADO extraño.