Prólogo

Cuenta una leyenda, que en las entrañas de la tierra, los nibelungos, una raza de enanos, custodiaban un inmenso tesoro, en el que se encontraba el legendario anillo nibelungo. El cual, se decía que otorgaría poder infinito a quien lo usara. Pero el anillo tenía una terrible maldición, de la que ni el mismo Odín pudo escapar.

Otra pieza maldita de ese tesoro, era el falo de Frey, llamado así porque se creía que en su interior habitaba el espíritu de dicho dios. El dios del miembro siempre erecto, de la fertilidad y de los placeres.

El falo fue tallado de una piedra mágica que cambiaba de color y emitía un misterioso fulgor.

Durante siglos, el falo nibelungo pasó por muchos dueños, hechizando y complaciendo a todas aquellas mujeres que lo tocaban, y todas ellas terminaron condenadas por su fatal maldición.

Quien ahora lo posee, tiene dos grandes preocupaciones; primero, la maldición que le consume, y segundo, que hasta antes de encontrar el falo, y experimentar placeres que nunca imaginó, había sido un hombre completamente normal.

Continuará…