Capitulo 1: Minako una miko de los deseos

-Kaze No Kizu!-

-Ikee!-

Fue todo lo que necesitaron para acabar con el demonio gato que poseía 1 fragmento de aquella perla. La flecha de Kagome fue necesaria para purificar el fragmento que éste poseía. Kagome avanzó para recoger el fragmento y situarlo en la botella donde estaban los demas.

-Kagome cuidado!- Dijo Inuyasha al ver que uno de los trozos de ese gigantesco monstruo gato veia directo hacia ella. Corrió y la logró quitar antes de que cayera aplastandola completamente.

-Ahh!- Dijo Kagome al sentirse estampada de trasero en el piso. -No me di cuenta de ese trozo de demonio encima mío-

-Feh! Nunca te das cuenta de nada! Hubieras podido morir tonta!-

-A quién le dices tonta Inuyasha?!-

-Ahh que bien aqui vamos de nuevo...acabamos de derrotar a un monstruo y siempre tienen que peliar- Dijo la exterminadora de demonios acomodandose su hiraikotsu despues de la pelea.

-Sango, ¿Acaso eso te sorprende?- dijo Miroku quien estaba un poco lastimado debido a las garras de aquel demonio, pero se encontraba bien.

-Tonto, Inuyasha- Shippo estaba con Miroku tratando de ayudarle con sus heridas.

-Ya vámonos, siempre tu tan dulce conmigo- Dijo Kagome soltando un bufido mientras se levantaba del suelo y agarraba sus armas.

-Tú te lo buscas- Inuyasha frunció el ceño cerrando los ojos pero de inmediato los abrió al darse cuenta que pasaron tres de las serpientes caza almas de Kikyo. Las siguió con la mirada pero decidió no moverse de alli. Pero fue tarde, Kagome ya se habia dado cuenta de eso.

-Anda, ve tras ellas...te debe estar esperando- Su cara oscureció ocultando un profundo dolor dentro de ella. Desde la ultima vez que observo su encuentro con Kikyo no lo pudo olvidar.

-Feh! No molestes, no ire hacia alla; no ahora- Dijo Inuyasha quien, como siempre, no se dio cuenta del dolor que le ocasionaba esto a Kagome.

Llorar. Era lo unico que ella sabia hacer al saber que su amado hanyou, cada vez que aparecia una de las serpientes caza almas, iba tras aquella miko no muerta que era su antepasado. Lo sabia, sabia muy bien qe estaba enamorada de él pero igual no sabia que hacer. Decidió irse a su epoca, tenia que descansar y recuperarse, se sentia muy debil.

-¿Que vas a donde? No te iras, necesito que busques los fragmentos de la perla.-

-¿Eso es lo unico que soy para ti cierto? Pues olvidalo, y SI me voy vengo dias despues-

-He dicho que no te iras!-

-Ya lo estoy haciendo, osuwari-

-KYAHH!-

Salio corriendo de aquella aldea, dejando a sus amigos y 'su' hanyou un poco atónitos. Estaba cansada de ser solo una buscadora, una carga para todos que sabian como defenderse...ella solo era una niña indefensa y estaba muy cansada de eso.

Llego a un bosque donde rompió a llorar, cayó de rodillas en e suave pasto y se dejo llevar por sus sentimientos de rabia, dolor, tristeza e impotencia..no quería seguir siendo solo una niña mas en el grupo, queria ser alguien que pudiera defenderse por si sola, que nod ependiera de nadie en aquella epoca! Recordaba la fuerza y poder que tiene Inuyasha, por el solo hecho de ser un InuHanyou. Lo tenia en mente hace unos días despued de ver la escena del beso entre Kikyo e Inuyasha..se imagino por un segundo que pasaria si fuera ella alguien asi. Se seco las lágrimas y se incorporo, tenia que regresar a su epoca y a la realidad de que aun seguia siendo una niña.

Pero, algo cambiaria su vida y su papel en esta busqueda; mas bien, alguien.

-¿Quien eres tu?- Dijo sosteniendo su arco y flechas para atacar.

-Soy la persona que te hara ser mucho mas fuerte e importante de lo que eres ahora, solo tienes que desearlo.- Dijo una mujer que salio de entre lo espeso de aquel bosque.

-Eres...¿una miko de los deseos?-

-Así es- Dijo con una sonrisa un tanto macabra en su ya anciano rostro

Kagome al escuchar esto abrio sus como platos, nunca penso escuchar esto, es más, penso que era un producto de su ilusión..pero descubrió que no era asi cuando en el bosque donde estaba se empezo a poner de un color negro, al igual que las hojas cayendo de color lila. Supo que se trataba de un hechizo que puso la miko en el bosque para que nadie pudiera verlas ni entrar alli.

-¿Por qué me has buscado a mi para cumplir uno de tus deseos? Ustedes las mikos de los deseos escogen a quien le otorgaran tan preciado don que se les fue dado.- Al pasar el tiempo estando con Kaede, Kagome habia aprendido que hay otros tipos de sacerdotisas, incluyendo estas que son muy pocas. No estaba muy convencida de todo esto pero igual su curiosidad le ganaba, el saber por que ella de todas las demas personas o demonios aqui.

-Vaya, para ser una sacerdotisa del futuro con poderes de purificación sabes mucho de nosotras, Kagome.- Dijo la anciana miko observando a Kagome con sus profundos ojos azules.

Kagome frunció el ceño, no le gusto que aquella anciana supiera quien es ni mucho menos a que epoca pertenecia ella.

-¿Como sabes todo eso de mi?¡¿Quién eres?!- Ahora más que curiosa estaba asustada, ¿Por qué ella sabia todo eso?

-No te asustes niña, mi nombre es Minako, te he estado observando desde que la Shikon No Tama salió de tu cuerpo. Sé quien eres y cuales son tus sentimientos hacia aquel InuHanyou, al igual que se que eres la reencarnación de la fallecida sacerdotisa Kikyo, antiguo amor de Inuyasha. Tu quieres ser alguien mas en ese grupo porque te sientes como una carga ya que no puedes defenderte por ti misma-

Fue suficiente, Kagome se preparo en forma de ataque con su arco y flechas. Ahora si que queria saber de donde habia salido esta extraña miko y el por qué de que supiera todo sobre ella y que la estuviera siguiendo. Se sintió afligida al saber que aquella anciana tenia conocimiento sobre su amor hacia Inuyasha, eso no era nada bueno a la vista de ella.

-¡Ya basta! ¡Dime por qué me estabas siguiendo, por qué sabes todo esto, qué es lo que buscas de mi!

-Kagome, yo te seguí todo este tiempo porque quiero ofrecerte mi ultimo deseo antes de morir, tienes un corazon muy puro pero a la vez muy lastimado por el amor. Tu quieres tener tu fuerza y ser alguien importante, yo te ofresco esto para que parte de tu dolor sane, no tengo ningun motivo malo contra ti.- Dijo Minako sentandose en el pasto apoyandose de su baston de madera. Era de tez blanca y cabello blanco, amarrado en una coleta alta; tenia un cuerpo delgado, muy parecido al de Kikyo pero mucho mas vieja. Vestía una hakama lila con negro que eran los colores para identificar a estas mikos. No tenia malas intenciones hacia Kagome, solo queria dar su ultimo deseo antes de morir.

Kagome bajo su guardia, quedo sorprendida ante la confesion de Minako, nunca penso que aquella miko supiera todo los sentimientos que ella escondía en su coraxon. Se sento con las piernas dobladas debajo de ella con motivo de escuchar a la aciana.

-Ese deseo...mi deseo de ser hanyou...tú podrías cumplirlo?-

-Si, es lo que quiero hacer. Solo tienes que saber que cuando lo pidas no hay marcha atras, asi te quedaras por el resto de tu vida.-

Kagome tragó saliva. Nunca penso que alguien supiera de sus sentimientos ni mucho menos que pudiera cumplir aquel deseo interno. Penso unos minutos aquella proposición malditamente tentadora, quería hacerlo pero no sabia como reaccionarian sus amigos ni su familia...Oh maldita sea! Su familia! Habia olvidado por completamente como reaccionarian ellos.

-¿Mi familia? ¿Como reaccionaran ellos al saber que soy asi?

La miko sonrio, al parecer si iba a lograr dar su deseo antes de morir. -Tu familia pensara que todo esto fue un accidente de una de tus peleas en el Sengoku, eso es lo menos importante mi niña-.

-Entonces..- Yo una hanyou? Oh Kami como seria mi vida con esto..Recordo todos los momentos en que habia tenido que ser salvada por cualquier de los integrantes de su grupo, incluso hasta por el pequeño Shippo, que la veia como una madre. Seria de mucha mas ayuda siendo asi que como soy ahora mismo...Inuyasha me aceptaría mas porque soy como él..Ya había hecho muchas cosas que nunca creería en su vida, de esto no se iba a arrepentir. -Acepto tu deseo, Minako.-

-Gracias, Kagome- Minako se incorporó del cesped y chocó su baston de madera contra el suelo, haciendo que éste causara una pulsación que terminara en los pies de Kagome, elevándola con un brillo lila alrededor de ella. -Ya es hora, dime tu deseo- Dijo la anciana miko levantando sus manos y cerrando los ojos pra escuchar el deseo de Kagome.

-Deseo..- Recordó todos los momentos con Inuyasha, todas las peleas contra Naraku y otros demonios. Cerro sus ojos fruciendo el ceño y los abrió con una muy grande determinación. -..ser una InuHanyou!-

Minako junto sus manos en forma de rezo y pronuncio un hechizo que cumpliria el deseo de Kagome.

-Shikari Aizo no Kokoro...-

Todo el bosque quedo iluminado en un segundo, haciendo imposible la vista para humano o demonio en ese lugar por unos minutos. La luz desaparecio y se observaron a dos mujeres en el medio del bosque. Minako cayó de rodillas y una muy diferente Kagome corrió hacia aquella anciana que recosto en sus manos.

-Mi trabajo en este mundo ha terminado, gracias por aprovechar mi deseo en algo bueno..- Saco de su bolsillo una especie de collar muy delgado de plata on un dije de sol con 12 puntas. -Esto es para que lo lleves contigo siempre, e caso de que necesites hablar conmigo solo sostén este dije y llámame, estaré para tus dudas.- En el momento que Kagome sostuvo aquel collar, sintió una pulsación en la parte baja de la nuca. Gimió un poco de dolor ya que estaba apreciando aquel Sol en su nuca. En ese momento entendió que era su marca de hanyou lo que tenía alli.

-Gracias, Minako..no te olvidaré- dijo sosteniendo la mano de aquella sacerdotisa. Minako cerro los ojos y se empezó a desvanecer dejando en su lugar unas flores de cerezo color lila esparciéndose con el aire.

-Gracias a ti, soy otra Kagome..una nueva Kagome-

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Inuyasha se levanto bruscamente de un árbol donde estaba sentado, sus orejas se movieron en dirección este y su olfato sintió un olor conocido pero totalmente cambiado..¡¿Que paso?!

-Kagome..¿¡Por qué rayos hueles así!?-…..

Continuara….