"Take my hand"
Era verano, como siempre estaba en la casa de su abuela que estaba en un valle, donde todo era tranquilidad y si uno cerraba los ojos podía escuchar a los pájaros cantar y como el rio corría. A pesar de que Arthur solo tenía diez años el prefería leer y tomar té en vez de corretear por ahí pero incluso si quisiera hacerlo le resultaría aburrido porque no tenia amigos. No le agradaba a sus compañeros de clase porque les resultaba demasiado aburrido estar con él pero el siempre se repetía mentalmente: "No necesito amigos".
Los libros que leía eran de fantasía, cuentos típicos en donde el caballero peleaba contra un dragón y salvaba a la princesa pero el pequeño de ojos verdes se sentía mal por los dragones, siempre los describían como horribles bestias sin corazón pero el sentía que se podía identificar con ellas, solitarios y tranquilos a menos que alguien los molestara, entonces los quemaría vivos o en su caso: los insultaría con todas las palabras que un niño ingles de diez años puede saber.
Estaba en su habitación leyendo y tomando una taza de té, agradecido por la tranquilidad del lugar ya que esta era la primera vez que visitaba a su abuela sin la compañía de sus molestos y ruidosos hermanos que ya tenían dieciséis y decían estar demasiado grandes para pasar tiempo con su abuela la cual tampoco parecía molestarle mucho, ya que cuando venían le daban vuelta la casa y ella terminaba ordenando todo con ayuda de Arthur.
Su abuela entro a la habitación para contarle que había un niño nuevo que había llegado con su familia ayer, por el tono que empleo la mayor de edad Arthur sintió que se estaba preocupando por su nieto que no hacía más que leer en esa habitación todo el día y solo salía para ayudarla con la limpieza o para regar las plantas. No le interesaba en lo mas mínimo conocer a ese niño pero no quería que su abuela siguiera preocupándose así que cerró el libro y lo dejo en la mesita de luz para luego bajar las escaleras lentamente, no le hablaría al nuevo vecino simplemente tomaría algo de aire por unos minutos y volvería con su abuela para mentirle inventándole un nombre al chico y diciendo que era su nuevo mejor amigo, luego saldría cada tanto diciendo que jugaría con el vecino pero en realidad solo se iría a leer bajo un árbol.
Cuando salió fuera de la casa no vio a nadie, soltó un suspiro lleno de alivio. Necesitaba ganar algo de tiempo, su abuela tampoco era tan tonta como para creerle que se había hecho un amigo tan rápido así que decidió alejarse de allí e ir al bosque que estaba a unos cinco minutos de caminata de allí. Al llegar simplemente comenzó a caminar sin rumbo, sabía que no se perdería porque ya había ido innumerables veces al bosque para ocultarse de sus hermanos.
Pasaron unos diez minutos y seguía caminando tranquilamente, debían ser alrededor de las cinco de la tarde pero como era verano tardaría en anochecer así que no había nada de que preocuparse. Pero entonces escucho un gritó al estilo Tarzan y pudo sentir como algo le golpeo en la cabeza haciendo que cayera de cara al suelo.
-¿Estás bien?-Pregunto el niño desconocido que al parecer se había lanzado desde la rama de un árbol no muy alto y termino por aterrizar sobre el ingles-
Arthur se paro rápidamente, tenía la cara roja por el enojo y la vergüenza de haber sido golpeado de manera tan patética por un idiota que interrumpió su adorada tranquilidad.
-¡No gracias a ti! ¡Bloody Idiot!
-No soy idiota, soy un hero y me llamo Alfred -El pequeño que tenia la misma altura que Arthur soltó una risa estruendosa-
Alfred tenía cabello rubio aunque un poco más oscuro que el de Arthur y mucho más ordenado pero con un extraño rulo en el frente, sus ojos eran azules como el cielo y a pesar de que le diera vergüenza, pensaba que eran realmente hermosos.
-¡¿Esas son orugas? -Pregunto el americano haciendo referencia a las pobladas cejas de Arthur-
-¡¿Qué dijiste? –Al ingles no le gustaba usar la violencia pero tenía unas ganas tremendas de pegarle una buena cachetada a Alfred-
Al notar la creciente ira del ingles, Alfred decidió que tenía que usar otra táctica si quería ser su amigo pero le estaba costando más de lo normal debido al mal carácter del chico. Era una situación extraña porque en su escuela tenia miles de amigos y era bastante popular pero eso no quería decir que fuera un arrogante que se aprovechaba de todos, sino que ayudaba a los más pequeños cuando los chicos de doce año trababan de robarle su almuerzo o querían golpearlos, después de todo el era un hero por lo tanto su labor es salvar a las personas.
-¿Qué haces? –Arthur no entendía porque el molesto niño estiraba su mano hacia él, como si quisiera que la tomara-
-Empecemos desde cero, me llamo Alfred F. Jones y soy un hero. –Sonreía amigablemente y su voz no sonaba tan molesta como antes, sino que tenía un tono más sincero- ¿Cómo te llamas?
-¿Por qué haces esto?
-¿No es obvio? Porque quiero ser tu amigo.
Arthur lo miro con sorpresa, nunca antes había querido ser su amigo y aunque su encuentro no había sido de lo más amigable y el chico le parecía una molestia, no podía negar que le causaba una inmensa curiosidad saber acerca de el, quería saber quién era realmente el chico de los ojos azules que se llamaba Alfred.
-Soy Arthur, Arthur Kirkland. –Para sorpresa del Americano, Arthur tomo su mano y le devolvió la sonrisa-
Ese día Alfred F. Jones y Arthur Kirkland se volvieron mejores amigos. Pasaron el verano jugando a los piratas aunque algunas tardes el ingles le leía sus cuentos favoritos al americano quien al principio no parecía muy interesado pero luego le insistía en que le dijera como terminaba provocando una enorme sonrisa de satisfacción en el rostro de su mejor amigo.
Solo faltaba un día para que terminara el verano, era su última oportunidad para pasar la tarde juntos porque para la mañana siguiente los padres de Arthur irían a recogerlo para volver a Londres y Alfred tomaría un avión con toda su familia hacia Estados Unidos. Ninguno parecía realmente triste porque habían anotado sus direcciones así que se mandarían cartas y se volverían a ver para el próximo verano.
Ahora estaban en el lago, eran las siete de la tarde y estaba anocheciendo pero aun no querían volver a sus respectivos hogares. Alfred estaba corriendo a Arthur porque quería abrazarlo para nunca dejarlo ir pero el ingles le avergonzaba así que huía de él, corriendo peligrosamente cerca del borde del lago.
-¡Deja que el hero te de un súper abrazo!
-¡Jamás!
En un segundo estaban riendo y corriendo, al otro Alfred miraba con horror como su mejor amigo caía en el lago. Intentó mantener la calma pero Arthur seguía sin salir de allí y entonces recordó que una vez le dijo que no sabía nadar, no lo dudo ni un segundo y salto con ropa y todo al lago para rescatarlo.
A Alfred le costaba nadar por el miedo y el que tuviera sus zapatillas puestas no ayudaba en nada. Solo podía ver como Arthur se hundía cada vez más y más, estaba comenzando a perder sus fuerzas pero milagrosamente logro tomar su mano antes de que todo se volviera negro.
Este Fic fue inspirado gracias a las canciones: Safe and Sound - Taylor Swift y On and On -Tenth Avenue North, por lo que recomiendo que las escuchen alguna mientras leen el fic .
Bueno este es mi primer Fic así que sean buenos creo que tarde mucho en actualizar pero no subiré el próximo capitulo hasta que tenga como mínimo 2 reviews, porque sino es como si escribiera al algun punto de la historia seguramente haya lemmon, pero nada muy fuerte así que por ahora lo voy a dejar en "T".
Em...no se que mas decir, espero que lo disfruten y perdonen si hay algún horror de ortografía.
