Capítulo 1: Salamander
Bajo el fuerte brillo de la luna, unas criaturas humanoides repletas de pelo devoraban ferozmente el cadáver de un hombre de mediana edad.
Me moría por salir de caza-gruñó uno de ellos arrancando el brazo de su presa.
No recibió respuesta de su semejante que arremetía bocados contra el cadáver.
Una sombra se proyectó en la pared del callejón, alarmando a las criaturas.
Está prohibido que los perros vayan sin correa-rió la figura encapuchada.
Has elegido un mal momento chico-dijo una de ellos con tono grave.
Al menos servirás para alimentarnos-rugió el otro con una voz áspera.
Lo siento pero tengo otros planes, además sois vosotros los que habéis tenido mala suerte de toparos conmigo.
Un rayo de luna hizo visible la figura humana del encapuchado, que llevaba una gran espada situada en la espalda y cuyos mechones rosas sobresalían.
Tu...tu...tu eres-balbuceó uno de ellos.
¿Quién es?-preguntó.
Se rumorea que un encapuchado solitario, portador de una gigantesca espada se dedica a aniquilar a cualquiera que se cruce en su camino, no se sabe más de él, pero siempre deja la firma de Salamander-explicó con temor.
Vaya no sabía que fuese famoso-dijo entusiasmado-pero te has equivocado en algo, yo no mato a cualquiera, yo asesino a cosas como tú.
En un rápido movimiento desenvainó su arma, dejando al descubierto involuntariamente una larga cabellera rosa.
El licántropo trató de reaccionar pero rápidamente fue rebanado por la mitad y generando un charco de sangre.
Maldito-gruñó el restante lanzando un veloz zarpazo.
El pelirosa esquivó ágilmente el ataque y contraatacó lanzando un certero tajo arrebatándole el brazo a su contrincante.
¿Que eres?-gruñó al borde del colapso el monstruo.
Soy un cazador, y me llamo Natsu Dragneel-finalizó dando el golpe de gracia, salpicando la pared del líquido rojo.
El sol brillaba tenue cubierto por un manto de pesadas nubes, el angosto callejón que por la noche había presenciado la escena, era ocupado por una pelirroja que observaba el nombre "Salamander", escrito con sangre en la pared, a su lado una peli azul sostenía un pesado libro en el que anteriormente había escrito una serie de apuntes.
Levy ordena al equipo de limpieza, que vengan de inmediato a deshacerse de los cadáveres-ordenó la pelirroja.
Por supuesto Erza-respondió saliendo del callejón y entrando en un camión blanco como la nieve.
¿Quién o qué eres Salamander?-murmuró Erza.
El barullo en la sala era inconcebible, cientos de licántropos rugían feroces hacia un pelinegro que se encontraba dirigiendo el encuentro
Callaos-ordenó con voz autoritaria-soy consciente de la situación, ese maldito de Salamander ha asesinado a dos más de los nuestros, y es algo que no toleraremos.
Una gran cantidad de rugidos y aullidos iracundos llenaron la estancia, al oír el nombre del asesino.
Pero no sirve de nada salir y esperar a que nos mate, debemos trazar un plan para encontrarle y despedazarle, y juro que lo haré como me llamo Gray Fullbuster-exclamó.
La sala era decorada por cortinas de un rojo ardiente y columnas góticas servían de soporte a la edificación.
Seres de afilados colmillos y ojos rojos observaban a un rubio portador de un frondoso bigote, acompañado de una bella joven de tez pálida y cabello rubio, vestida con un traje rosa estilo victoriano.
Nosotros los vampiros somos criaturas de linaje superior-dijo con solemnidad-mejores que cualquier otra raza, ayer Salamander aniquiló a dos de esos sarnosos lobos, pero aún así se trata de nuestro enemigo ya lo demostró cuando asesinó a varios de los nuestros, yo como portavoz de esta raza superior y líder de la familia Heartfillia, no permitiré que vuelva a suceder tal cosa, y estoy seguro que ninguno de ustedes lo hará-vociferó siendo aclamado por una multitud de aplausos.
En una pequeña sala se encontraban conversando dos albinas.
¿Has oído hablar de Salamander?-preguntó la más joven.
Me parece que era un cazador o algo así ¿no?-preguntó con una sonrisa cariñosa.
Más o menos, al parecer ataca solo y es capaz de aniquilar tanto vampiros como hombreslobo-explicó-me pregunto cómo será-dijo con rostro fantasiosos.
Me da igual como sea-contestó la albina de larga melena-si se cruza en mi camino lo despedazaré-finalizó mostrando un rostro sádico.
A veces das miedo Mira-respondió la menor.
En lo alto de una gran construcción llamada la Aguja, un pelirosa observaba sentado el horizonte, a la vez que su pelo era movido por las corrientes de aire.
Parece que la cosa se pondrá interesante a partir de ahora-dijo levantándose-espero poder ayudarte Wendy-esbozó una triste sonrisa
…...
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