Historia de un mehicano
Capítulo 1 El reo que escapo
—¡Chicos! ¡CHICOS!
Un aterrorizado Butters Stotch corría hacia un particular cuarteto de amigos, los cuales estaban acompañados por dos figuras menores y una señal de parada para el bus escolar. Él movía sus brazos frenéticamente mientras gritaba a todo pulmón, presa de un horro que todos parecieron desentender.
Aquel grupo era conformado por Kyle Broflovski un joven judío, inteligente para su edad, que siempre se le veía usando un ushanka verde para cubrir su cabello pelirrojo y chaleco naranja, aunque Kyle era poco astuto en cuanto se refiere temas sociales y compartía una enemistad a muerte con otro de los miembros de aquel extraño grupo. Ese miembro era Eric Cartman, un chico gordo y malicioso como pocos hay o habrá, solía usar un abrigo rojo que al pasar de los años seguía comprando a montones y un gorro celeste, la personalidad bastante egoísta de Eric hacía que congeniara poco no solo con sus amigos, sino también con todo el mundo. Otro de los integrantes era Kenny McCormick el chico de la parka naranja que no solía ser reconocido por sus cercanos sin usarla, siempre ajustada para protegerse del frío invernal de las montañas, cosa que no lo salvaba de los diferentes eventos que lo orillaban a sufrir la muerte repetidas veces, calmado y callado, pero pícaro y valiente cuando hacía falta, era la mejor manera de definirlo, no solía ser adinerado, de hecho era pobre desde siempre, pero ese no era un impedimento para que tratase de pasarla en grande todos los días. Stan Marsh por su parte era considerado el chico normal del grupo, con su inseparable gorro de pompón rojo y su fiel chaqueta marrón, pero torpe de habla y más aun de actuar, formaba un dueto increíble con Kyle, siendo ambos mejores amigos. Pero, sorpresivamente, no solo aquellos cuatro eran los que se encontraban en la parada del bus, sino que también se encontraban los hermanos menores de Kyle y Kenny en la parada. Ike y Karen, los cuales se mantenían en silencio, tímidos, debido a que aquel año escolar ambos habían pasado de los grados preescolares al primer grado de escuela primaria. Y aunque ambos eran amigos, preferían no hablar frente a sus hermanos mayores.
Los seis se encontraban en la parada del camión, aquel era su primer día de escuela después de unos dulces meses de goce veraniego, listos para un nuevo año lleno de decepciones, tareas, burlas, y demás cosas que fuesen a pasar en su aburrido pueblo montañés. Pero ninguno fue capaz de evitar voltear a ver Butters corriendo. Se podría decir que Butters era la quinta pieza en el cuarteto, siendo un chico vestido de suéter celeste, cabellera rubia y alborotada que desentonaba totalmente con su gran amabilidad y repelente carisma, pero su alma letal que le impedía conseguir amigos era definitivamente su ingenuidad sorprendente, apenas y superada por otros alumnos.
—Oh mierda, es el primer día del año Butters, el puto primer día.—dijo Cartman molesto por la actitud y haciendo énfasis en la última sentencia.
—¡Chicos! ¡Nun-nunca ad-adivinaran lo que pasó!—les dijo Butters preocupado y agitando a los demás de los hombros uno por uno, provocando desagrado general.
—¿Mph mmh mph mm phh mm mmh?—pregunto Kenny levantando una ceja.
—¿Qué? No…—le contradijo Butters.
—¿Un meteorito caerá sobre la Tierra?—pregunto Stan rodando los ojos.
—¡Tampoco! ¡Algo mucho más importante!
—¿Moisés volverá a la Tierra y hará daño a los enemigos de los judíos?—pregunto Kyle esperanzado mientras miraba con una sonrisa burlona a Cartman, este se molestó—Si es así, el Torá especifica que los gordos son los más propensos a ser exterminados.
—No…Hasta donde sé…
—¡Dilo ya marica!—le grito Cartman fastidiado y sacando la lengua a Kyle, el gesto fue respondido por el contrario con exactitud.
—¡Se escapó!
Al exclamar aquellas palabras Butters se puso a temblar, se mordió las uñas y lentamente miraba de uno a otro lado para asegurarse de que nadie lo vigilara, aquella expresión les recordó a todos inmediatamente a la de Tweek más que a la del propio Butters, y siendo Tweek una persona paranoica aquello no podía significar nada bueno.
—¿Mph mmh?—pregunto Kenny preocupado y acercando a Karen más a su abrazo.
—No, sigue encerrado en R´lyeh desde que Brad le partió el culo.—le aseguró Butters.
—¿Barbra Streisand?—pregunto Kyle irónicamente.
—No…
—Butters, solo dilo.—Stan se froto el puente de las cienes al momento de decir aquello, cosa que hizo que Cartman le diera unas palmadas para felicitarlo.
—¡El Chapo Guzmán escapó!—grito Butters mientras en su mente sonaba música apocalíptica, un fuego se extendía detrás suya y a su alrededor, fuego que quemaría a todo el mundo eventualmente.
—¿Quién?—pregunto Kyle, repentinamente dejaba de tener gracia seguirle el juego a Butters.
—¡El Chapo Guzmán! ¡El narcotraficante mexicano más buscado de toda la historia! ¡Tiene un historial de violencia máxima y está libre de nuevo! ¡Oh Dios, está libre de nuevo!
—Butters a nadie le importa.—le dijo Eric molesto para que este se callara, sabía que aquello era imposible así que para tranquilizarlo añadió—Es una minoría del Sur, él vive en otro país, no aquí, así que deja de comportarte como marica y has algo más productivo como chupar mis bolas.—termino ordenándole Cartman.
—Aunque odie admitirlo, Cartman tiene razón, ahora somos los más grandes de la escuela Butters.—le dijo Stan con tranquilidad—Debemos de dar una imagen más seria a los menores.—dijo esto último señalando a Karen y Ike.
—Sí, ¿Luego cómo van a respetar nuestra figura cuando les robemos el dinero del almuerzo?—añadió Cartman con naturalidad ganándose dos puñetazos, uno en cada hombro, cortesía de Kyle y Kenny.
—Pero nos puede matar…—el pequeño se asustó nuevamente y comenzó a temblar del susto.
Cartman estaba a punto de gritarle que actuara como alguien normal, aun molesto por los golpes de sus amigos, cuando Stan lo detuvo nuevamente:
—Estamos en Colorado, muuuy lejos de ese tipo Butters, no creo que sea un verdadero problema.
Butters escuchó las palabras de Stan, pero en lugar de comenzar a sentirse mejor, se sintió incluso peor y volteó a ver a Stan molesto.
—Todos ustedes son muy tontitos si no se preparan para la llegada del Chapo.—les dijo Butters enojado mientras el autobús se acercaba a la parada donde estaban los cinco niños.
Todos rodaron los ojos y subieron al autobús sin dignarse a mirarlo nuevamente, el niño se sintió ofendido por aquel trato así que se sentó lejos de ellos en el bus. Miró de uno a otro lado, y finalmente encontró un lugar junto a su fiel y leal amigo de segundo grado que siempre lo había acompañado en buenas y malas.
—Hey Butters, ¿Cómo estas?—saludo Dougie, el pequeño pelirrojo leal pero embustero cuando lo necesitara, con sus anteojos y pecas aun presentes en su rostro, su cabellera afro también continuaba sin cambiar en el niño y parecía no iría a dejarlo pronto, miraba por la ventana hasta que saludo al chico mayor.
—Hola Dougie…—saludo Butters sin ganas y lanzando un suspiro al final.
El chico menor no era idiota, algo le pasaba a su amigo, miró de uno a otro lado, esperando que nadie los escuchara, puesto que cuando solía hablar con Butters para animarlo sin ser directo era con sus seudónimos de villanos, el temible Profesor Caos y el astuto General Desorden; los dos más grandes villanos que el pueblo alguna vez haya conocido (por lo menos en la imaginación colectiva de ambos niños). Y aunque Dougie estaba orgulloso de aquel título no quería que nadie descubriese sus identidades secretas.
—¿Qué te pasa Caos?—pregunto el pecoso al mayor después de verificar que nadie los mirase.
—Oh Desorden… Eres tan pequeño para saber de estas verdades, pero has demostrado valentía en la lucha…—decía mientras levantaba una mano como si así hiciera ver a Dougie los mismos recuerdos que él tenía—El Chapo Guzmán escapo.—dijo en un susurro apenas audible finalmente abriendo los ojos de pavor.
—¿Quién?—pregunto Dougie incapaz de oír el susurro con los gritos del autobús.
—¡El Chapo!—grito Butters desesperado provocando miradas de preocupación en todo el autobús—El narcotraficante mexicano más buscado de toda la historia, escapó para matarnos a todos.—dijo esperando que alguien le siguiera prestando atención, pero el resto de niños dejaron de mirarlo rápidamente, la mayoría habían perdido el interés.
—¿No estas sobre reaccionando?—pregunto Dougie ligeramente preocupado si Butters tenía madurez.
—Se escapó de una cárcel de alta seguridad, otra vez, es el único humano que ha logrado fugarse así de dos cárceles tan bien vigiladas, si él quisiera, pudiera llamar a Azathoth para destruir el mundo.
—¿Cómo nosotros lo intentamos?—pregunto Dougie con una sonrisa cómplice.
—Pero nosotros somos niños, es diferente.—aseguró Butters cruzándose de brazos—Además sabes que nosotros lo hubiésemos hecho con propósitos menos viles.
Dougie se quedó mirando a Butters con una clara expresión de que no le creyó esa última declaración.
—¿Entonces que deberíamos de hacer?—pregunto Dougie decidiendo que era mejor seguirle el juego a Butters.
—Nuestro deber es informar y preparar a cuantos niños sea posible para que no los mate ese criminal.—aventuró Butters a la vez que Dougie evitaba reír.
—Suena un buen plan.—Dougie le dio finalmente una palmada en la espalda para ver si así su amigo entraba en razón, al final intentó una táctica para persuadirlo—Aunque los Simpson ya lo…
—¡No lo digas!—lo interrumpió Butters enojado y tratando de respirar para calmarse por la rabia que sentía ante el hecho de pensar que los Simpson también le hubieran ganado en esa contienda.
El autobús en la escuela tardó unos minutos más en llegar a su destino, durante aquel tiempo Butters y Dougie continuaron planeando acerca de la estrategia para proteger a los ciudadanos del Chapo Guzmán, aunque Dougie realmente solo lo hacía a modo de diversión, mientras Butters hablaba con toda la seriedad que le era posible y quemando cada neurona de su mente.
Por su parte el resto de los chicos de sexto esperaban deseosos el regreso a la escuela, aquel año todo iba a terminar para el grupo de cuatro amigos. Podrían abandonar la Elemental y avanzar al siguiente nivel de sus vidas, séptimo grado; estarían entre lo alto de lo alto finalmente, siendo reyes de la secundaria y así ascenderían progresivamente; o por lo menos eso era lo que pensaban los cuatro mientras veían la escuela primaria amarilla caminando frente a ella. Estaban confiados de que aquel año no tenían nada que temer.
Esto se notó cuando todos entraron al pasillo central sin temor alguno a que los de años superiores los molestaran, ridícula idea, ahora les tocaba a ellos molestar, estaban en sexto grado, finalmente eran intocables en la escuela, ninguno de ellos debía preocuparse por otra cosa que no fuera otro de sus compañeros de sexto. Kyle en especial ahora su única preocupación debía de ser Cartman, quien nunca dejaría de molestarlo y burlarse de él, pero cada vez le era más fácil simplemente ignorar su comportamiento.
—Nosotros tenemos que buscar nustros salones.—dijo Karen tratando de soltarse del agarre de Kenny haciendo cierto esfuerzo pues Kenny se reusaba.
—Los podemos llevar.—dijo Kyle a su hermano.
—Ike se cuida solito.—dijo Ike levantando ambas manos a la vez que salía corriendo a toda velocidad.
—¡Y Karen también!—dijo Karen cuando finalmente se liberó y salió corriendo detrás de su amigo.
—¡Mphh phph mhm…!—trató de perseguirla Kenny.
—Dejala, estarán bien.—dijo Kyle a espaldas de Kenny haciendo que este diera la vuelta y suspirara.
—¿Saben algo?—los detuvo Cartman mientras paraba en un casillero y lo abría para echar todas sus cosas—¡Ahora tenemos que molestar a los de menor grado!—dijo enérgico y mirando a su alrededor—Me voy a divertir mucho con esto.
Cerró su casillero, pero sus dedos quedaron atorados, comenzó a maldecir a los cuatro vientos, y cuando exigió a sus amigos que lo ayudasen, los tres se hicieron los desentendidos.
—Mhhh mppp mdd pppphhh.—dijo Kenny finalmente cuando Cartman se liberó.
—Estoy con Kenny, no creo que deberíamos de continuar con la tradición.—dijo Kyle también preocupado por su hermano.
—Hablen por ustedes, yo voy a ir a robarle el dinero del almuerzo a varios niños.—dijo Cartman contento.
—Eres despreciable en muchos sentidos.—dijo Stan también negándose a robar, aun no quería caer tan bajo como otros niños de sexto habían hecho en su tiempo.
—Gracias.
Increíblemente, el modo de pensar de Cartman no era algo anormal cuando los niños llegaban a sexto grado terminaban comportándose como cretinos frente a los niños de grados inferiores. Eso no impedía que hubiera excepciones, como el mismo caso de Butters y Dougie, o también el de otro grupo de cuatro amigos, de los cuales uno de ellos era de quinto en lugar de sexto grado.
Los referidos eran Gary Harrison el chico mormón, el cual como siempre vestía su chaqueta celeste y el cabello inexpugnable, ejemplo a seguir según los adultos, idiota moralista según los niños a su alrededor, sobre todo por su "apreciable" amiga cercana. Aquella amiga era Lizzy Allister la chica de la parka rosada, quien a diferencia de Kenny a ella sí le agradaba que los demás pudieran entender lo que dijera por lo que nunca se apretaba su parka de más, a menos que se sintiese incomoda con la situación, cosa que no pasaba con su personalidad… volátil, agresiva, precoz para su edad y arrogante, una lindura andante eran palabras que probablemente no escucharía. Otro de los integrantes, gran amigo de los anteriores era DougPoo Petuski el apestoso, un huérfano abandonado en el basurero desde que se tiene conocimiento, siempre sucio hasta en su ropa, con tendencia a robar lo que sea que esté al alcance de su mano, por la costumbre de vivir en la basura y luchar contra ratas para obtener su comida. El último integrante era el menor de todos, el de quinto grado: Bridón Gueermo el basquetbolista de profesión desde que su padre (actor reconocido) le había permitido dejar la masculina carrera de actuación y permitirle entrar en el delicado y artístico mundo del deporte profesional. Era el mejor amigo de Gary desde que ambos se conocieron un par de años atrás y si bien, Gary no era un chico especialmente deportivo, Bridón no le importaba demasiado pues siempre permitía que sus amigos le ganasen en el baloncesto o cualquier otro deporte cuando los jugaban juntos, además del deporte él continuaba en parte practicando para el teatro y siempre llevaba un fleco de cabello especialmente largo, aquel día le tapaba su ojo derecho en su totalidad.
Aquel cuarteto de amigos caminaba por los pasillos de la escuela, evitando todo contacto con el resto de los niños debido a que la mayoría se alejaba por el mal olor de DougPoo. Eso no impedía que Gary, Bridón y DougPoo hablaran animadamente sobre sus veranos, cosas como que Bridón había estado desconectado de las redes por culpa de unas vacaciones familiares, que DougPoo había conquistado la jerarquía de los vagabundos con su mal olor inexpugnable y que Gary tuvo risas a montones en un campamento de verano mormón.
—Mormón estúpido, ¿Qué dices si este año hacemos las pases?—pregunto Lizzy interrumpiendo la conversación de sus amigos extendiendo la mano hacia el chico, aunque cruzo los dedos en su espalda.
—Yo siempre he hecho las paces contigo, oh mi querida ami…—le dijo tendiéndole la mano, pero fue interrumpido por la abofeteada de la chica.
—JA, hasta lo creíste.—se comenzó a mofar ella a la vez que mostraba sus dedos cruzados que guardaba dentro de un bolsillo.
—Oh Gar, te falta mucho por aprender jovencito.—se mofo Bridón en ironía de la edad a la vez que negaba con la cabeza decepcionado—Aunque me sigo preguntando porque nos juntamos contigo Lizzy…—arqueo una ceja pues ella siempre era bromista y burlona con ellos, tratándolos mal.
—Oh lo lamento, ¿Arruine la conversación que tenías con tu noviecito?—preguntó con malicia, ganándose una mirada molesta por parte de Bridón y Gary, iba a resultar una pelea si aquello seguía.
—No quisiera interrumpir nada, pero…—DougPoo tomo la palabra para evitar conflictos—Vamos tarde a clase…—le dio unas palmadas a Gary y comenzó a caminar en dirección a las puertas, Lizzy le siguió mientras parecía contenerse unas risotadas.
Bridón y Gary se quedaron viendo un reloj en la pared hasta que este indico lo que DougPoo les había dicho, la campana sonaría en cualquier momento y debían separarse para ir a sus salones. Aquello dejaba su conversación incompleta hasta los recesos, pero no se podía decir que no estuvieran acostumbrados de todo el tiempo que habían pasado juntos años anteriores.
—Nos vemos Bridón.—se despidió Gary siguiendo el camino de Lizzy y DougPoo.
—Nos vemos.—dijo Bridón buscando con la mirada compañeros de quinto, pero no encontró ninguno a simple vista, así que volteó de vuelta a Gary con una sonrisa cómplice—Oh, y pídele a Dog que te regrese la cartera…—le recomendó Bridón caminando finalmente hacia donde debía estar su salón.
—¿Mi carte…?—se preguntó Gary checándose el bolsillo de la chaqueta donde la había guardado—¡DOG!—grito yendo a toda velocidad en el pasillo.
Corrió rápidamente hacia la dirección donde había ido su amigo, empujando a varios estudiantes sin quererlo. Siempre pedía disculpas y aceleraba para alcanzar a su amigo ladrón.
—¡Fíjate por donde andas!—grito una chica pequeña a la que había empujado sin querer en la carrera.
—Lo siento, lo siento…—se disculpó Gary sin dignarse a frenar, ese gesto hizo que la chica menor intentara ir en su persecución llena de rabia para tratar de darle una lección.
—Ya tranquilízate Karen, aprende de Ruby.—le aconsejo un chico de camisa roja a la niña que había gritado—También la empujaron y no dice nada.—dijo dándole unas palmadas a su otra amiga, ganándose una señal del dedo medio por parte de la referida—La vieja y confiable Tucker.
—No me digas que hacer Filmore.—la pequeña castaña mostró dignidad y comenzó a avanzar con ímpetu por el pasillo, como si Gary no la hubiese empujado—Además, tú sabes que Ruby no es una chica de muchas palabras, sino de acciones, ¿A que sí cubito?—dijo ella segura a la vez que los cuatro pasaban por el pasillo central de la escuela y ayudaba a Ruby a levantarse—Mírenos, ¿Quién lo creería? Nosotros en primer grado de la elemental, ¿No es grandioso?—preguntó a su grupo de amigos.
Karen era la líder del pequeño grupo, altamente activa, parlanchina y gozosa del liderazgo y la atención, castaña y generalmente con apariencia de pobre. A pesar de la actitud que mostraba, solía ser una chica amable y atenta con el resto de sus amigos. Por otro lado, su amiga Ruby Tucker de pelo naranja era una chica totalmente serena y fría, no le solía importar nada y su mayor respuesta solía ser mostrar el dedo medio, debido a su actitud tan diferente una de otra, ella y Karen habían entablado una amistad cercana que ningún chico o chica de su clase lograba describir. Hasta tenían sobrenombres, siendo Ruby "cubito de hielo" y Karen "pobre princesita". El otro integrante de su grupo era un chico llamado Filmore, pelinegro, pequeño, pero bastante seguro de si mismo y de su valor debido a que una tía suya era alguien famosa, a pesar de todo, Filmore no pasaba de ser solo un chico más de seis años. El más joven de todos, con aun cinco años, era Ike, siendo este canadiense y llevando una camiseta verde a todos lados, para su relativa avanzada edad, Ike era un chico que le gustaba hablar, pero lo hacía de manera simple, como si aun tuviera dos años, cosa que le daba gracia a las chicas y molestaba a Filmore. Precisamente Ike y Filmore eran amigos debido a que Karen y Ruby los unieron en verano, pero antes de eso habían sido enemigos jurados del jardín de niños. Faltaba un último integrante en aquel grupo, y lo estaban buscando antes de dirigirse a su salón.
—Ike contento.—dijo el canadiense animado, al estar lejos de la influencia de su hermano se sentía más libre para hablar con Karen.
—Deberías hablar más que solo palabras simples…—bufó algo molesto Filmore por aquella falta de madurez.
—Mah…—dijo abriendo la mitad de la boca en señal de indiferencia el canadiense.
—Sí, no queremos otra Karen en el grupo…—bromeo Ruby riendo un poco antes de rodar los ojos y luego imitó la voz de Karen sacando su lengua—Blablablabla esto…
—Hey, eso duele.—se quejó Karen, aunque realmente estaba riendo, por la ofensa de decir que es parlanchina e iba a seguir con la discusión cuando fue interrumpida por la llegada del último integrante del grupo de amigos.
—Hola chicos…—saludo un niño castaño con un traje negro bastante tímido.
—Hey Blanket, ¿Cómo te fue en ese país extranjero? Quiero detalles…—pidió Karen acercándose a él y abrazándolo del hombro, cosa que no pasó desapercibida para el resto de los presentes, aunque al pequeño Blanket eso le hizo sonrojar.
—Bueno, nos fue bien en Túnez, y conocí el mediterráneo, es muy bonito.—le respondió avergonzado el pequeño como si vacacionar en Europa no fuera algo digno de que hablar.
—¿Túnez? Interesante… No sé dónde queda, pero interesante.—comenzó a reír Karen y Ruby la acompañaba en la risa.
—¿Qué es el meditanio?—pregunto Filmore confundido mientras el resto caminaba por el pasillo, sin que nadie, aparte de Ike, le prestara atención—¿Por qué nos ignoran las chicas Ike?—pregunto Filmore al contrario ambos caminando al final de la formación.
—Dinero.—el canadiense le recordó ese importante detalle que tenía Blanket y ellos les faltaba, o por lo menos no abundaba en ellos.
Efectivamente, Blanket era uno de los chicos más adinerados de la escuela, tal vez estando detrás de algunos otros como Token Black, pero la suma de su riqueza familiar parecía ser congruente al silencio que daba. Aunque se consideraba amigo de Ike, Filmore, Karen y Ruby, sobre todo de Ike; no podía nunca estar cómodo con ellos.
—PUTA…—escucharon los niños pequeños a la lejanía.
—Jejeje…—rieron Ike y Filmore a la par.
—¿Qué fue eso?—preguntó Karen.
—Música para mis oídos.—dijo Ruby sin cambiar su tono de voz neutral y aburrido antes de que sonara otra palabra malsonante—Perfecto.
—Debe de haber una pelea entre mayores.—teorizó Karen—Demonios, nuestro salón está del otro lado.
—No creo que debamos meternos en esos asuntos.—dijo Blanket negando totalmente con su cabeza.
Lo que no sabían era que avanzando más por los pasillos se encontraba otro grupo de amigos y que uno de sus integrantes había causado aquel grito, conocido como Thomas el pequeño del tourette, el cual le afectaba mucho en su vida por sus constantes tics que lo obligan a soltar las peores barbaridades y por si fuera poco lo hacían perder la atención en la escuela, pero gracias a su progreso a lo largo de los años con la enfermedad aquello se relegaba a ser un problema lejano, además de que para el momento todos los alumnos del aula "b" con la profesora Mariane estaban acostumbrados a su tic, algunos hasta lo tomaban como gracia, como siempre su cabello rubio cenizo y su camisa de cuadritos lo vestían. Scott Malkinson era otro integrante del grupo, siendo siempre un marginado por su diabetes, pero que mostraba un buen espíritu y humildad antes todos, a pesar de haber sido utilizado en el pasado por otras personas había logrado salir adelante hasta adaptarse con aquel grupo de amigos que había formado, siempre vestía un suéter verde y cargaba medicinas para la diabetes. Francis era el tercer integrante, con sus dientes de castor, su suéter café, peinado exagerado y llamativo y su… mezcla judía… acompañaba al resto de aquel grupito al nuevo salón de clases con su sonrisa eterna e ingenuidad multiplicada a la Butters potencia, no era precisamente inteligente, era de hecho, bastante bobo en muchas cosas. Mark Costwold no podía faltar con su chaqueta verde y su cabello acomodado siempre de lado, se encontraba con ellos porque después de que todos le dijeran que iban a ser sus amigos en un baile de tercero donde su hermana se transformara en una puta vulgar que besa chicos sin control, todos se comenzaron a alejar lentamente de él faltando a su promesa, hasta que termino con aquellos marginados, pero aquello no le importaba al genio de la familia Costwold.
Su hermana Rebecca Costwold también solía ser una chica genio hasta que comenzó a besuquear a cuanto chico encontrase, y no paró hasta que fue bastante castigada y para aquel año ya vestía como solía hacerlo antes del beso que había dado en tercer grado y que le costó gran parte de su reputación, osease un suéter verde y falda larga morada, de vez en cuando los acompañaba a ellos, aunque generalmente prefería juntarse con su amiga Patty Nelson una chica pelinegra que siempre usaba una diadema morada y se le veía con un chaleco celeste y pantalones morados que iba a juego con la de Rebecca, también del grupo "B".
Otros dos alumnos del grupo "B" eran Cristopher Retolsd, mejor conocido como el Topo, un chico que siempre llevaba una camiseta militar y su cabello desordenado, además de una pala grande y fuerte y (Cuando no estaban los adultos alrededor) un cigarrillo. El otro era Gregory Yaldes un chico rubio de abundante cabellera, con acento inglés, refinado pero lo suficientemente inteligente para manipular. Dos alumnos bastante peculiares, ya que regularmente nunca se les veía juntos, pero todos sabían lo bien que se llevaban y algunos hasta los llamaban novios… Antes de que desaparecieran en misteriosas circunstancias.
El resto del grupo "B" eran chicos más normales o tenían una participación nula en nada importante, como los niños normales deberían ser, cosa contraria al salón "a" donde aparentemente todos tenían algo que contar, desde el grupito de Kyle, Cartman, Stan y Kenny, hasta el chico nuevo: David, con apariencia latinoamericana y un acento mexicano debido a que sus padres eran de aquel país aunque él se había criado en Idaho toda su vida hasta que a finales del año pasado se mudó al pueblo, el chico odiaba a Cartman con toda su alma debido a que tenía un restaurante llamado "Nueva familia" y que Cartman aprovechaba para hacerle la mofa cada que podía, no tenía un grupo definido, aunque solía andar cerca de Butters.
Un ejemplo perfecto de otros integrantes destacables de los nuevos grupos de sexto era el grupo liderado por Craig Tucker, un chico bastante serio, hermano mayor de Ruby, con tendencias a mostrar el dedo medio a todo el mundo por contradecirlo, con una voz nasal y de dudosa procedencia peruana… Tocaba bien la flauta y usaba su ropa azul que combinaba con chullo del mismo color y pompones amarillos en los extremos. Grupo conformado por su actual novio Tweek Tweak, por lo menos temporalmente, mientras esperaban que las locas del yaoi y los japoneses en general los dejaran en paz, Tweek era un chico rubio de cabello alborotado a la novena potencia, nervioso, con tendencias paranoicas y una camisa verde mal abotonada, además de una adicción al café y una fobia irracional a los gnomos roba calzoncillos, solía gritar teorías conspiranoicas e idas de la cabeza cada cierto tiempo por lo que sus amigos tenían que tener paciencia con él. Pasando por el resto de los integrantes se conformaba Token Black, un chico afroamericano con mucho dinero y un suéter morado, bastante calmado y el mejor amigo de todos según todos los integrantes, aunque no era muy dado a hablar, lo hacía con más frecuencia que Craig. Kevin Stoley era otro integrante, un chico bastante amigable, fanático a muerte de Star Wars, Star Trek y la ciencia ficción en general, con su chaleco celeste y... aparentemente con un niño latinoamericano que cargaba dos mochilas hasta un casillero…
—Kevin ¿Quién es él?—pregunto Token cuando se lo encontró en el pasillo.
—Hey Token, ¿Y los novios?—pregunto el niño Stoley fantaseando hasta que vio a Tweek y Craig acercándose, ambos le preguntaron lo mismo que Token—¿Él? Es mi nuevo... hermano podría decirse.—se llevó un mentón a la boca.
—Ayuda…—lanzó el chico de anteojos latinoamericano.
—¿Quién es?—volvió a preguntar Token preocupado.
—Es un mexicano que acaba de cruzar la frontera este verano, mis papás lo encontraron y decidieron que era buena idea "adoptarlo"…—hizo una señal para remarcar aquella palabra—Así que a partir de ahora vendrá a la escuela con nosotros.
—Ahh… Hola, yo Token…—le hablo el afroamericano lentamente y con un español bastante básico para no confundirlo.
—Maldito racista, yo sé hablar español.—le dijo perfectamente el niño mientras Craig negaba con la cabeza a Token.
—Yo no soy racista.—se defendió Token riendo a la vez que Craig rodaba los ojos con una sonrisa.
—NAH ¿Y qué tal si es un espía mandado para secuestrarnos? ¿Y robarse nuestros calzoncillos para extraer nuestro ADN y que el gobierno haga clones nuestros para que nos secuestren en una prisión junto a grandes criminales y…?
—Esas ideas son buenas para una historia...—como siempre cada vez que los delirios paranoicos de Tweek se descontrolaban se encontraba Kevin anotando las ideas sueltas.
El integrante faltante de aquel grupito era un castaño que no se acercaba a hablarle a nadie mientras buscaba su salón de clases, Clyde Dónovan, chico castaño con chaqueta roja, quien no tenía perdón para nadie, pues desde que había hecho trampa robando la Vara de la Verdad en aquel juego tiempo atrás todos comenzaron a dejarlo a un lado, siendo el chico menos popular y con menos amigos en Facebook… ni siquiera Kip Drordy era tan impopular.
O por lo menos eso es lo que pasaba por su cabeza, siendo que su grupo de amigos lo estaba buscando mientras él los evadía todo lo que podía, dirigiéndose a la biblioteca para perderles del todo.
Era ya casi la hora de entrar al salón de clases y que las campanadas dieran lugar, mientras todos seguían con sus grupos sociales, tratando de rencontrarse y reconciliando amistades que no se habían visto durante el verano. Butters y Dougie sacaban fotocopias de panfletos que habían impreso en la biblioteca mientras se desarrollaba el caos de los primeros minutos del ciclo escolar, en estos hablaba de firmas para una reunión de salvación al Chapo, todos eran tirados a la basura o al suelo. Un chico incluso se mofo diciendo que aquello era demasiado gay, y un tipo que iba a su lado no pudo evitar reír por el comentario, pero eso no hizo que Butters se derrumbara.
A su vez, un grupito de cuatro amigos peculiar, miraban el nuevo salón que tenían asignado, con la placa de sexto inscripta al lado superior y con la palabra "A" tachada con pintura, detrás de aquella puerta se encontraba su futuro, su ultimo grado en la escuela, las posibilidades de lo que les esperaba eran infinitas, pero algo era seguro, y eso era que seguirían juntos sin importar lo que pasase.
—El último grado con estos niños de primaria.—aseguró Cartman.
—Al fin pasamos de grado, solo un año más con ese maricón de Garrison y todo habrá terminado.—se aliviano Stan.
—Nos hará la vida imposible.—aseguró Kyle.
—Haga lo que haga, sea quien sea, lo enfrentaremos como equipo.—les dijo Stan.
—¿Mphmm?
—Sí Kenny, equipo.—dijo Stan, los otros tres asintieron y entraron al aula de clase, llevándose una poco agradable sorpresa.
Continuara…
Notas de autor.—Bienvenidos a uno de los mejores Fics que he de hacer en un rato, junto a Jovenes Magos xD Este es un fic que tengo planeado prácticamente desde la fuga de cierto mehicano narcotraficante que obviamente no es el villano del fic, me pregunto tanto como ustedes quien será el villano, vamos adivinen, lo hicieron, Charles Marson… Okay, ya, sé que esto no tiene nada de Super Heroes vs Chapo Guzman… por ahora, pero necesito establecer personajes y situación, tranquilos huelo 10 capitulos para que inicie la primera pelea y con ella secuencias de acción emocionantes :D
Sé que el Chapo Guzman o sus alíados me intentaran matar en algún momento, pero vamos todo en este fic es comedia pura xD Ahh y si no conocen a un personaje busquen en el maldito Google, me vi la serie entera otra vez para tomar a los que me parecieron los mejores personajes, así que espero les gustara esta parte del reparto ¿Parte?! Sí, aun faltan personajes como Wendy, etc, etc.
*Este fic tomará en cuenta SOLO hasta la temporada 19 como canon, porque precisamente muchas cosas de la temporada 20 contradicen a este fic, espero que aun así sea de su gusto.
Como sea gracias por leer, espero les gustara el adelanto, si fue así dejen review por favor y hasta el siguiente capítulo.
